JALISCO
Un año sin CEDHJ

Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
A un año de que la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) se renovara y el cargo de presidencia lo asumiera Luz del Carmen Godínez González, el órgano autónomo busca incrementar su presupuesto, a pesar de que en Jalisco no ha existido en este primer año de actividad, ni el menor indicio que llegó a la comisión estatal para hacer frente a la crisis de derechos humanos que se vive en Jalisco.
Resulta indiscutible que en México las violaciones a los derechos humanos, la simulación política, la corrupción y la impunidad, son un cáncer con metástasis en los gobiernos y muy difícil de combatir, pero desde la reforma constitucional en 2011 hace 13 años, se enseña a la sociedad mexicana a fundamentar las luchas y las defensas a los derechos humanos, pero la pasividad a modo de esta débil CEDHJ, nos deja ver claro que nos encontramos ante una inducida y peligrosa tranquilidad en materia de derechos humanos en Jalisco.
El contrapeso entre la defensa de los derechos humanos y los gobiernos en turno, debe asumirse de manera notoria en la sociedad, la presencia activa en el Estado y el constante acompañamiento a las víctimas correspondería ser una señal positiva de vitalidad de la CEDHJ; sin embargo su labor durante este primer año de diligencias defensoras está sometida a realizar y firmar convenios con diversos entes públicos y privados, donde la foto es la manera de simular representación y más importante incluso que las propias cláusulas de colaboración, algunos carentes de justificación y aporte a la sociedad o labor de defensoría, son ciertos vínculos innecesarios.
Actualmente cargamos el peso de una CEDHJ, cada vez más costosa, sin lucha ni defensa social visible, no emite recomendaciones para no contraponerse con el gobierno estatal, solo ha emitido 16 recomendaciones entre febrero del 2023 y el 18 de mayo del 2023, con un año de funciones (solo cuatro meses existieron violaciones y recomendaciones) sin embargo, no es necesario recordar la lista de los sucesos y hechos que en el Estado han acontecido desde la llegada de la nueva administración en agosto del 2022, en los que la comisión de oficio debió actuar.
Aquí es donde resulta un tanto increíble que en los 125 municipios de Jalisco, con dos niveles de gobierno los municipales y el estatal dentro la esfera de atribuciones de la CEDHJ, en un año únicamente existan 16 supuestas violaciones a los derechos humanos, en consecuencia al parecer contamos ya con administraciones públicas muy aplicadas respecto a los derechos humanos durante los últimos 12 meses, pero lo que sí justifica necesitar de hecho es un mayor presupuesto, 8% superior al presupuesto anterior, lo que se traduce en que los convenios en mayoreo son más caros que investigar y emitir recomendaciones.
En este sentido, recordemos que la real defensa de los derechos humanos debe ser férrea y aguerrida pues resulta inevitable que trastoque intereses gubernamentales o políticos, las comisiones estatales en todo el país compensan estar en el ojo del huracán luchando y defendiendo contra hechos, actos u omisiones a petición de parte o de oficio constitutivos de violación a los derechos humanos, la socialización del proceso de interponer quejas, el acompañamiento a víctimas de violaciones y la constate capacitación a la administración pública en turno, es la mayor labor de las defensorías en México, siempre de cara a la sociedad y buscando en todo momento el reconocimiento al valor intrínseco de los derechos humanos en el país.
La base de funcionamiento entre quienes nos gobiernan y quienes los elegimos, radica en tres puntos esenciales, el respeto a los derechos humanos de las personas, la transparencia gubernamental desde el acceso a la información pública y las políticas anticorrupción, cuando estos engranajes democráticos funcionen desde su misión de forma lógica y sin simulaciones entonces estaremos ante administraciones gubernamentales sin dobleces y responsables de sus objetivos, sus obligaciones y no solo del placer de sus atribuciones; en fin nos falta como sociedad enterrar el México de soportes políticos electorales y compadrazgos para hacer política, generando supuestos perfiles a modo, solo para tener poder público, quizás cuando entendamos que así ya no se logra hacer política, inicie una evolución desde los tres ejes generadores de democracia, donde realmente sean efectivas las defensorías de los derechos humanos, la transparencia y los sistemas anticorrupción.