Inteligencia artificial y el riesgo en México

Opinión, por Ramiro Escoto Ratkovich //

Un empresario me comentó hace dos semanas, que desde Europa se encuentran muy preocupados por el desarrollo de la Inteligencia Artificial y sus efectos directos en el tema del empleo y, los costos y la productividad.

En los próximos seis meses, cerca de 350 millones de empleos en el mundo se verán afectados de manera directa, por lo que algunos gobiernos ya preparan la implementación del llamado ingreso universal, que permitirá palear los efectos primarios de al menos garantizar economía para subsistir mientras se recupera el trabajo o se genera el llamado autoempleo.

En México existe un planteamiento para adoptar esta nueva tecnología de información que permitirá ser usada en sectores como la salud, la industria, la educación y los servicios financieros, sin embargo, el gobierno no ha dado a conocer su plan para arropar a quienes perderán su empleo por sustitución de máquinas o procesos controlados por esta clase de inteligencia artificial.

Y es que cada vez la edad para encontrar empleo en el país se reduce más, sólo hay que revisar los anuncios para darse cuenta que ya a los 30 o 32 años la posibilidad se reduce en perfiles de aquellos estudios que pueden justificar un puesto, y sólo pueden aspirar a elementos de seguridad, o auxiliares con sueldos bajos y prestaciones registradas con el mínimo y a veces sólo cobrando bajo el régimen de honorarios.

El destino económico en algunos países para enfrentar de manera paliativa lo que viene, es a través de un estímulo económico que al menos garantice, alimentación y servicios básicos, así como talleres para la capacitación del autoempleo es una especie de aspirina para este problema que se agravará en la medida que la información que llegue a las empresas para sustituir la mano de obra por la tecnología que no se enferma, no pide vacaciones ni tampoco se liquida o requiere de un sindicato.

La inteligencia artificial está llegando a los grandes corporativos, a las empresas que tienen presencia internacional y desde ya los primeros estragos se sienten con las líneas de producción donde los puestos incluso de supervisión y manejo se han automatizado gracias a la captura del llamado Big data por medio de ingenieros informáticos que se dedican justo a nutrir de esa información a un sistema que sustituye incluso el criterio de quien, como obrero operaba una línea de producción.

Las universidades han implementado cursos a sus maestros para que las tareas entregadas por sus alumnos no tengan características de resultados obtenidos por el llamado Chat GPT o herramientas gratuitas disponibles en la web, que, a través de motores de búsqueda de IA no sólo generan en segundos textos con fotografías, sino hasta animaciones y videos con todo y voces que pueden ser presentadas como un trabajo hecho por ellos.

Los médicos también están atentos a lo que la inteligencia artificial tiene para los enfermos, toda vez que existen indicios de que esta tecnología sería capaz de diagnosticar y recetar luego de que se conteste un breve cuestionario respecto a los síntomas que presente un paciente, lo que representaría de primera instancia una posible sustitución de un médico con especialidad, al menos de principio con una asertividad de alto porcentaje y gratis a través también de motores que se encuentran disponibles en internet.

En el tema de la IA queda claro que se trata de producir más, ganar más, ser más eficiente en los procesos, ahorrar y logran en corto plazo los objetivos comerciales, además de experimentar mediante modelos nuevas oportunidades de negocio sin arriesgar capitales, dado que esta nueva forma de “pensar” y “discernir” permite en tan sólo unos segundos hacer análisis de mercados, estudios de mercadotecnia, nombres sugeridos y hasta logotipos con solo exponer una idea basada en un producto o servicio que se pretende lanzar, dejando fuera no sólo a quienes reúnen los perfiles profesionales sino para los que directamente están en departamentos específicos para estas funciones, lo que significa que serían ya un gasto en el futuro inmediato.

Hoy en día, al menos agencias de información en el mundo están generando condiciones para que el trabajo de investigaciones, derechos de fotografía y video sean respetados e incluso restringidos para uso general, dado que sus ingresos son gracias a la venta de contenidos, mismos que estarían a merced de quienes incluso pudieran revenderlos.

Es necesario que se abra a la población general una postura respecto a lo que sin duda, y como se advierte en este artículo respecto a un plan B que permita en México la aplicación y uso de esta tecnología de la información con el mínimo daño, generando leyes, reglamentos o lineamientos para hacer de la IA una aliada y no una enemiga del empleo y desarrollo.

Hay quienes dicen que el hombre no será sustituido por las máquinas, hoy en algunos casos la frase cambia, y deja claro que ha sido destituido por las mismas en el aprovechamiento de que esa información es más perfecta, y más rápida.