OPINIÓN
El maravilloso camino a nuestras metas
Opinión, por Erick Brandon Palacios Sánchez //
«Educar la mente sin educar al corazón no es educación en absoluto», Aristóteles.
Queridos amigos, distinguidos lectores de Conciencia Pública, es para mí un verdadero privilegio volver a reflexionar con ustedes ahora con un motivo muy singular de alegría, me refiero a la conclusión de mis estudios universitarios de la Licenciatura en Periodismo Digital por la Benemérita Universidad de Guadalajara, hace cuatro años en el mes de septiembre del año 2019, apoyado por el inmenso amor de mi familia, tomé la decisión que más enriquece y transforma al ser humano, estudiar una carrera universitaria.
Sé que tal vez se preguntarán: ¿Qué tiene de extraordinario terminar este proceso formativo si es algo común en la vida académica de quienes somos jóvenes y otros no tanto pero que nos inspiran?
Es precisamente esta interrogante lo que me lleva a compartir con ustedes mi historia de superación a base de esfuerzo, voluntad y empeño sin olvidarnos del ingrediente principal, la misericordia de Dios y una inquebrantable fe en sus designios.
Mi vida siempre ha estado llena de innumerables retos, el primero de ellos fue luchar por mi vida y aferrarme a ella sin tregua por ser un bebé prematuro, esa fue la primera vez que Dios me concedió la victoria y como un guiño me regaló a los mejores padres y hermano para seguir enfrentando las batallas que vendrían años después.
Al paso del tiempo mis padres se percataron de que yo no podía mantenerme en pie y allí fue cuando comenzó una serie de visitas a un médico y otro, pasando por diagnósticos no muy alentadores como síndrome de down hasta que finalmente descubrieron que padecía parálisis cerebral lo que significaba una discapacidad y el no poder caminar de manera permanente.
Desde este momento mi familia y yo nos convertimos en una misma persona y gracias a su amor y cuidados fui saliendo adelante hasta ser más independiente.
Mi educación ha sido otro de los principales retos de vida y es el tema central de este artículo que hoy comparto con ustedes, esta etapa de mi vida comienza en un contexto y una sociedad menos consiente de la educación inclusiva para personas con discapacidad.
Así fue mi ingreso a un kínder de educación especial, mi educación básica la cursé en una primaria y secundaria regular lo que me permitió desarrollarme de mejor manera y una mayor interacción con mis compañeros y amigos de esas bellas épocas.
Con un nuevo y aún mayor reto llegó el momento de comenzar otra maravillosa faceta de formación, la escuela preparatoria, esta etapa la viví en una modalidad presencial semiescolarizada, pensando en una mayor flexibilidad de tiempos, en esta oportunidad como en otras sembré extraordinarios amigos y sobre todo destacar el apoyo de mi señor padre que hoy me acompaña desde el cielo.
Con una promesa a mí mismo y una dedicatoria a mi amado padre Eduardo Benjamín Palacios, llegó a mí la bendición de cursar la universidad modalidad virtual, un sueño y anhelo personal que cobra relevancia porque fue durante estos años de estudio donde descubrí mi pasión por el periodismo, pulí los talentos que Dios me regaló y reafirmé mi vocación de servicio al prójimo.
Sin duda alguna el día 01 de septiembre de 2023, quedará grabado en mi mente como el día en que un joven con muchos sueños y una férrea voluntad cumplió su más grande sueño, ser profesionista.
Mi gratitud eterna para ti Mamá María del Rosario Sánchez. Este logro es de ambos, tu hijo que te ama Erick Brandon Palacios Sánchez.
