NACIONALES
La farsa del bastón de mando

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
Vaya forma de entregar el “bastón de mando” del presidente López Obrador a la doctora Claudia Sheinbaum. Una simulación a la vista de los 130 millones de mexicanos.
AMLO exhibe a la virtual candidata de Morena a la Presidencia de México, al anularle su primera gran decisión tras haber recibido el bastón de mando -simbolismo de que las decisiones las empezaba a tomar la doctora Sheinbaum-, fue simplemente una simulación.
Recordemos que Claudia Sheinbaum la primera decisión que tomó fue pedirle a Omar García Harfuch que se registrara para la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
No pocos llegaron a creer que López Obrador le respetaría esta decisión tan importante para la abanderada de Morena, quien aparentemente había tomado el manejo de su campaña. No fue así y el mensaje es que el hombre de Macuspana buscará seguir manejando los hilos del poder después que termine su periodo como presidente de México, prácticamente sin darle margen de maniobra a quien designó para que le suceda.
En las encuestas Clara Brugada fue superada ampliamente por Omar García Harfuch con una ventaja de 40.5% contra 26.7%, 13.8% de diferencia, fue la tercera diferencia mayor entre candidatos de las entidades, después de Tabasco y Yucatán.
Bastó le aplicaran la cuota de género desde la dirigencia de Morena para sacar adelante a Clara Brugada, conforme al interés de la Presidencia de la República, cuyos hilos del poder los había movido durante el proceso cuando el ex jefe policiaco de la Ciudad de México se les había despegado en la aceptación ciudadana conforme a casi la totalidad de las encuestas publicadas.
A través de los grupos de línea dura de la izquierda morenista estuvieron golpeando a Omar García Harfuch y se apuntó al jefe de comunicación social del Presidente, el que instrumentó la campaña de ataques en medios y redes, en tanto que dentro de Morena lo hacía el jefe de gobierno sustituto, Martí Batres, conocido por su línea radical.
LA LUCHA POR EL 2024
La derrota no es de Omar García Harfuch, es de la virtual candidata presidencial quien topó con pared con un Presidente que pretende seguir gobernando el país después de que concluya su sexenio. Se advierte que el proyecto es Andy, el hijo de AMLO, quien trae la operación política en torno a la campaña de Claudia Sheinbaum.
La Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México es estratégica para el 2030 y por ningún motivo permitirían que quedara al frente alguien ajeno al grupo de López Obrador que pretende, por lo visto, como antes lo proyectó Calles, Echeverría y Salinas, más recientemente, crear un maximato.
No queda duda que de aquí al domingo 2 de junio del 2024 los hilos del poder los tendrá el señor que en estos últimos cinco años ha vivido en Palacio Nacional. El cambio podrá venir cuando la ganadora de las elecciones del 2024 se siente en la silla presidencial que tiene poderes mágicos.
¿Tendrá el talante Claudia Sheinbaum para sacudirse su influencia o será una moderna versión de Ortiz Rubio, a quien le apodaban “El nopalito?
A Clara Brugada se le reconoce por su militancia en la izquierda y en Morena, tres ocasiones ha sido alcaldesa de Azcapotzalco, tiene una buena valoración de sus gobernados y hasta hoy pareciera que no tendrá mayores dificultades para ganar la elección.
LA FIGURA DE ANDY
La figura de Andrés López Beltrán que mueve los hilos del poder que se han tejido desde la Presidencia de la República y que es poca conocida fuera de los círculos del de Morena -el más conocido ha sido José Ramón envuelto en los escándalos de la frivolidad-, a quien se le ve en viajes al extranjero, en lujosos restaurantes, pero Andy que casi no aparece y se afirma es el proyecto para el 2030.
El heredero político del presidente es Andy, ya que no sólo le gusta, sino que le entiende al ejercicio del poder y estos seis años han sido de un gran aprendizaje.
Va a ser interesante cómo interactuará la doctora Sheinbaum de ganar la presidencia de la República que parece ir viento en popa por la estructura y maquinaria tan poderosa que se ha construido en torno a Morena; cómo sería la relación con el hijo del presidente a quien se le ubica dentro del futuro gabinete al frente de lo que hoy se le lama Secretaría del Bienestar, además del control que tendría de Morena.
La doctor Claudia Sheinbaum queda en una posición sumamente incómoda por lo de la Ciudad de México al no poder sacar adelante la candidatura de Omar García Harfuch y ya vio lo que es el poder presidencial.
El menaje está muy claro y sin recato: tiene que aguantarse y tragarse las humillaciones, ajustarse a los designios del presidente en esta ruta hasta las elecciones de junio del 2024 para poder llegar a la presidencia de México.
Ya después, sentada en la Silla del Águila, la situación cambiará, podrá maniobrar por los supra poderes que emanan de la Presidencia de la República, pero en tanto no llegue el día que sea electa, tendrá que conducirse con mucha inteligencia para poder sobrevivir, ya que está claro a quién obedece Mario Delgado y la estructura de Morena.
Habrá que ver el impacto que le haya generado a Claudia Sheinbaum este doloroso tropiezo político ante un presidente que no se frena para que se haga su voluntad, sin importar el daño que puede ocasionar a quien ungió para que lo releve al terminar su gestión.
ENTREVISTAS
Francisco Reséndiz Neri, candidato a juez de distrito: Juzgar con pasión, servir con independencia

Por Francisco Junco //
“Quiero seguir siendo juez porque es mi vocación y mi pasión. No busco poder, sino servir”, afirma con convicción Francisco Reséndiz Neri, Juez Séptimo de Distrito en Jalisco, mientras enfrenta un proceso inédito en México: la elección popular de jueces el 1 de junio de 2025.
Con más de 20 años en el Poder Judicial y nueve como titular en materia penal, Reséndiz, identificado con el número 25, defiende su trayectoria y su amor por los derechos humanos como su principal carta de presentación.
Un camino desde abajo
Reséndiz comenzó en los escalones más bajos del sistema judicial, como meritorio, haciendo copias y aprendiendo desde la base. Su carrera incluye roles como actuario penal, secretario del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, y juez federal en materia de cateos y arraigos en la Ciudad de México, hasta llegar a la titularidad del Juzgado Séptimo de Distrito.
“Me mueve, el hecho de que creo que esto tiene que mejorar en la selección y que se requerirán personas de experiencia, personas independientes, que contribuyan a que subsista lo que es propiamente la división de poderes, la democracia como la conocemos actualmente, porque la defensa más cercana que tiene el ciudadano y todas las personas contra cualquier acto arbitrario, es precisamente el juicio de amparo, único en el mundo que permite anular cualquier acto”, señala, destacando su compromiso con la división de poderes y la democracia.
Retos de una elección sin precedentes
En entrevista con Conciencia Pública, Reséndiz aborda con franqueza los desafíos de esta elección. “Será difícil que la gente vote con cientos de nombres en una boleta, sin partidos ni propuestas tangibles”, admite. Reconoce riesgos, como la posible influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, pero insiste en que la solución es simple: “Apegarse a la ley, al caso concreto y a la Constitución”. Su experiencia, dice, es su escudo contra presiones externas.
Dilemas judiciales
Francisco Reséndiz Neri reconoce que uno de los grandes dilemas actuales en la labor jurisdiccional es la falta de una postura clara de la Suprema Corte respecto a la jerarquía entre los tratados internacionales y la Constitución.
“Muchos jueces, actuando de manera fundada, han establecido que debe prevalecer el tratado sobre la Constitución en ciertos casos, especialmente cuando se trata de derechos humanos”, explica. Sin embargo, esa práctica ha generado reacciones del poder legislativo, que habla de afectaciones a la soberanía nacional. “El problema es que cuando un juez aplica el tratado por encima de la Constitución, aunque sea para proteger derechos humanos, puede ser señalado o etiquetado, y eso no debería pasar”, señala.
Una justicia humana y equitativa
Cuenta cómo, en un caso de abuso sexual contra un menor, “coincidía la edad con la de mi hija. Estás tentado a echarle más cosas, pero no puedes. Tienes que ser objetivo. No puedes decidir por lo que sientes” y reafirmó que la objetividad no lo aleja de la empatía, “hay que ponerse en los zapatos de los otros. Todos tienen un proyecto de vida, todos merecen respeto”.
Propuestas claras
¿Por qué votar por él? Reséndiz enumera tres razones:
“Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona capacitada. Quiero que votes por mí porque tienes derecho a una persona que ha administrado justicia y que tiene noción de lo que es o son los actos injustos. Y, tres, quiero que votes por mí porque siempre dialogaré por la protección de los derechos de las personas. Esa es mi directriz”, subraya.
Deuda histórica con las víctimas
Para Reséndiz Neri, el sistema penal mexicano tiene una deuda histórica con las víctimas, “el sistema ha privilegiado la forma sobre el fondo”, lamenta. Y pone un ejemplo elocuente, “no es lo mismo liberar a alguien porque no se leyó un derecho a tiempo, que porque no se comprobó su responsabilidad. Hay que cuidar las formas, sí, pero sin perder de vista la justicia de fondo”, apunta. Desde esa visión, Francisco Reséndiz cree necesario revisar la legislación para que no se convierta en un laberinto que sirva como impunidad.
El juez habla con firmeza sobre temas que no todos tocan con tanta claridad, por ejemplo, aseguró que la diversidad llegó para quedarse. “No puede haber discriminación por preferencia sexual, por origen étnico o por discapacidad. Es una deuda histórica que tenemos con los grupos vulnerables”. Defiende los protocolos para juzgar con perspectiva de género, y asegura que su compromiso es procurar una justicia que no sólo sea formalmente igual, sino sustantivamente justa.
En un México donde la desconfianza hacia las instituciones prevalece, Reséndiz ofrece su trayectoria: nueve años como titular del Juzgado Séptimo de Distrito y una carrera forjada en la experiencia.
En la inédita elección de jueces del 1 de junio de 2025, lamenta no poder prometer resultados tangibles como un político que ofrece obras públicas. “Solo prometo proteger los derechos de quienes lleguen a mi juzgado, porque así lo manda la Constitución”, asegura con convicción. “No lo hago por poder, sino por deber”.
CARTÓN POLÍTICO
Herida abierta
NACIONALES
Daniel Cosío Villegas y el dominio presidencial

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Muy certero el dicho aquel de “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.
Daniel Cosío Villegas, historiador, economista, catedrático, intelectual reconocido por tirios y troyanos, escribió varios libros que dieron luz para comprender cómo se hizo y cómo funcionó el Sistema Político Mexicano, confeccionado por revolucionarios, entre los que sobresalen, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y otros.
Don Daniel Cosío Villegas, quien tuvo que aclarar la mentirijilla que propagó de haber nacido en Colima, en 1900, cuando en verdad nació en la Ciudad de México en 1898, estableció en varios de sus libros, ensayos y textos, que México vivió alrededor de 70 años un sistema autoritario, presidencial y con un partido dominante.
Habrá que estar muy atentos a lo escrito por este sociólogo y diplomático que desnudó y encabritó a no pocos miembros de la élite que gobernó nuestro país desde que la Revolución se bajó del caballo hasta que llegó Fox con sus botas piteadas.
Don Daniel consideró que los poderes metaconstitucionales, de por sí concesionados en la Magna Carta de 1917, motivaron la Centralización del Poder en los rubros de política, economía y geografía. Esta concentración fue perversa, centralista y castrante para el resto de las entidades de la República. Tiempos hubo que en política “no se movía una hoja del árbol” sin la aprobación del Presidente de la República (así con mayúsculas) porque su poder era inmenso, total y arbitrario.
La subordinación de las autoridades municipales, estatales, así como de los poderes Legislativo y Judicial, al omnímodo poder presidencial se tornó, incluso, patético, absurdo y kafkiano.
El presidente priista en turno era un dios sexenal, que hacía y deshacía según su voluntad, su ánimo y sus intereses personales y de grupo. ¡Ay de aquél o aquellos que osaran ir en contra de la voluntad del todopoderoso presidente! Le esperaba cárcel, muerte política o… de veras.
Con esas condicionantes se canceló así la actividad política como factor de movilidad social; brilló la ausencia de un programa político claro y se apoderó del poder el oportunismo descarado y descarnado de las huestes “hienas” que pululan siempre buscando la carroña que dejan los “leones” de la grilla.
Un factor más fue el partido único, mediante el cual se legitimaron los cambios sexenales para aparentar la democracia hacia afuera, hacia los observadores mundiales. Mientras se mostraba esa falsa careta democrática al interior del partidazo y de otros partidos paleros, se practicaba la sumisión total al detentador del poder político.
Don Daniel Cosío Villegas publicó en 1972, bajo el auspicio de la Universidad de Texas, su ensayo “El sistema político mexicano, las posibilidades de cambio”.
Estableció que la creación del Partido Nacional Revolucionario, ideado en 1920, pero nacido hasta 1929, fue creado para eliminar el caudillismo de los neopolíticos postrevolucionarios, la mayoría hombres de armas, y así disminuir la violencia. Esto generó la “pax post revolución”, con el beneficio de sentar bases sólidas de la economía y algunos programas con objetivos sociales.
Octavio Paz, premio Nóbel de Literatura, solía decir que Cosío Villegas, “nos hizo conscientes de la dignidad humana”. Cosío Villegas fue director de la Escuela de Economía de la UNAM en 1933. Fue el primer director del Fondo de Cultura Económica, de 1934 a 1948 y presidente del Colegio de México de 1957 a 1963. Justamente don Daniel, siendo diplomático en Portugal, sugirió al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, traer a México a los intelectuales españoles perseguidos por Francisco Franco por su afán republicano.
Ellos, los refugiados españoles fundaron la Casa de España, a la postre convertida en el Colegio de México. En 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho aprueba y se crea el Colegio Nacional. Entre sus iniciadores está don Daniel Cosío Villegas y los jaliscienses, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Mariano Azuela, acompañados por Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Chávez, Alfonso Reyes, Alfonso y Antonio Caso, Ignacio Ochoterena, Diego Rivera, José Vasconcelos e Ignacio Chávez.
Cosío Villegas estableció que “el dominio presidencial mata todo espíritu cívico y convierte la vida política del país en una farsa profundamente aburrida”.
A este gran pensador mexicano se le consideró un liberal constitucionalista. Sus palabras parecieran resonar en estos tiempos de regresión al tiempo en que el sistema político mexicano se regía por el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la sumisión de los poderes, la compra de voluntades, el absolutismo y totalitarismo encarnado en un partido único al servicio del presidente en turno.
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