Las dos Claudias de la Delgadillo

Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //

“No hay nada que no tenga precio; cuídate de no pagar con tus principios y valores” me dijo mi padre cuando acepté trabajar en para un gobierno.

Claudia Delgadillo busca convertirse en la primera gobernadora de Jalisco como candidata del Verde, pagando caro, muy caro, con sus principios ambientalistas, la candidatura que le regalara el presidente López Obrador.

Se atribuye a Groucho Marx haber dicho: “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”. ¿Hasta dónde Claudia Delgadillo tiene otros principios que deleiten más a López Obrador y limpien la imagen anti-ambientalista de éste, Morena y su 4T? Me pregunto sí Claudia es la candidata “para disfrazar de verde a Morena, el PT y la 4T” como se menciona en sus promocionales de su pre candidatura.

Sé de voz de amigos priistas en común que Claudia ha llamado pidiéndoles su apoyo. Ellos, en razón de su viejo priismo, parecieran dispuestos a apoyarla sin, necesariamente, darle su voto el 2 de junio de 2024… para mi es traicionar valores y principios políticos y caer en una trampa.

Yo les he sugerido pedirle a Claudia definirse públicamente, y desde ya, sobre temas como la decisión de la bancada de Morena, PT y Verde de negar recursos a Acapulco para su reconstrucción en el Presupuesto Federal 2024; sobre la extinsión de la Financiera Rural y del Fondem así como de otros fideicomisos; de la cancelacion presupuestal de los programas gubernamentales de apoyo al campo y la producción de alimentos; de la desaparición de las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo; de la opasidad en el uso de los recursos públicos y la asignación de contratos sin licitaciónes de ley, de lamentable estado de los programas de salud pública y más.

Todos nuestros amigos mutuos me ha dicho: “Eso jamás haría Claudia”, y entonces les he preguntado su razón de apoyar a López Obrador, sus partidos y la 4T a través de Claudia Delgadllo. Para mi, Claudia es la carnada de una trampa que nos ha tendido López Obrador en Jalisco.

Claudia Delgadillo me parecería una buena candidata si no fuera por quiénes le acompañan; entre otros, Carlos Lomelí. El PT se identifica con el dictador de Corea del Norte.

Se dice: “El respeto se gana, la honestidad se aprecia, la confianza se siembra y la lealtad se regresa”; Claudia juega con todo ello; me parece demasiado alto el precio que ya paga por la candidatura al gobierno de Jalisco.

Sin mayores detenimientos, todos pedimos a los políticos respetarse a sí mismos al cubrir sus vidas y actos públicos de principios y valores, es decir, a ser honestos, honrables y probos. No se vale echarlo todo por la borda para merecer los favores de quien ha demostrado ser el peor presidente en la historia de México: López Obrador.

López Obrador es cobarde, cínico y traidor. Su negativa a pisar el puerto y ciudad devastados de Acapulco, y escuchar las carencias y demandas del pueblo que le dio su voto, lo demuestran. López Obrador no defiende la investidura presidencial sino su disfraz presidencial.

Claudia mantiene amigos en el Revolucionario Institucional pues, desde la congruencia, dio cimiento a su prestigio; hoy se le pide lo mismo: Congruencia. Claudia debe alejarse de la pedantería de López Obrador al recordar que, de ganar, deberá hacerse cargo de los compromisos contenidos en su Cuarta Transformación y no de su personal visión de gobierno para un mejor Jalisco; por ello, debe hablarnos de su verdadero plan de gobierno.

El gobierno de Enrique Alfaro no ha sido sano, de ahí su endeudamiento de escándalo, violencia e inseguridad. Eso no queremos y ni merecemos; pero tampoco un gobierno ineficaz, entregado a la delincuencia, asociado con otros gobernates decadentes de América Latina y temeroso de escuchar los reclamos del pueblo. Enrique Alfaro y Andrés Manuel López se tocan por sus incongruencias. De ambos se hablarán pestes cuando al fin se hayan ido, y quizá huyan del país para no ser detenidos, enjuiciados y sentenciados el mismo día del cambio de gobierno su sus partidos, MC y Morena, no ganan.

Robin Fisher, presidenta de Big Fish Marketing, nos dice: “La gente cambia, las cosas cambian, las tendencias cambian, los trabajos cambian, los sentimientos cambian y en medio de tantas modificaciones, lo único que nos acompaña es el prestigio que nos hemos forjado a base de congruencia”. Un gobernante que vive en la congruencia da certeza e inicia una relación sana y adecuada con su pueblo.

Termino con una frase de Charles de Gaullle: “He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos”.