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JALISCO

Hablemos de la FIL

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Desde los campos del poder, por Benjamín Mora Gómez //

Si las masas pueden amar sin saber por qué, también pueden odiar sin ningún fundamento”.

William Shakesperare.

El 2 de junio de 2021, El Heraldo de México, filtró la presunta injerencia del ex rector de la Universidad de Guadalajara y presidente del patronato de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Raúl Padilla López, dentro del partido local jalisciense Hagamos.

Hoy, Hagamos está coaligado con Morena. PT y Verde en Jalisco en la candidatura de Claudia Delgadillo hacia la gubernatura de Jalisco, y hoy también, el presidente Andrés Manuel López Obrador llama a la FIL, cónclave de derecha. ¡Reflexionemos!

En aquel momento de 2021, Raúl Padilla dijo en Hagamos: “Mi felicitación a las candidatas y al candidato, a sus equipos de trabajo, a sus coordinadores. Nuestro agradecimiento por la labor que se está desarrollando. Se están viendo los resultados, creo que pasando las elecciones nos vamos a sentir muy orgullosos de lo que estoy cierto se va a lograr en esta primera incursión”.

Entonces, Tonatiuh Bravo Padilla, también ex rector y en aquel momento aspirante de Hagamos a la presidencia municipal de Guadalajara, recomendó escuchar a Raúl Padilla -su jefe, maestro y amigo- en la toma de decisiones político-partidistas.

Me pregunto, a quién hoy escuchan y defienden Tonatiuh Bravo y la dirigencia de Hagamos: A la voz del fundador de la FIL o a su crítico sempiterno, Andrés Manuel López Obrador. Y pregunto también, a quién escucha y defiende Claudia Delgadillo, a la FIL y a su Alma Mater, la Universidad de Guadalajara, o a “Lo-Pillo”.

A quien menos entiendo es a Ernesto Gutiérrez Guízar, presidente de Hagamos, quien permite la ofensa de López Obrador a la gran obra cultural de la Universidad de Guadalajara y Raúl Padilla López.

Según declaró el rector general de la máxima Casa de Estudio de Jalisco, Ricardo Villanueva Lomelí, el 4 de octubre pasado, la edición 37 de la FIL estaría dedicada a honrar la memoria de su fundador y presidente, Raúl Padilla López.

Al dedicar esta edición de la FIL a la memoria de Raúl Padilla creí que serviría para reivindicarle ante los ataques del presidente López Obrador que le calificó como «un cacique» perteneciente a un «bloque de conservadores». El presidente, en su reconocida paranoia mañanera vio a la FIL como dedicada a atacar a su administración (13 de noviembre de 2020).

El presidente López Obrador llamó cónclave de derecha al encuentro de 70 escritores provenientes de los 27 estados miembro de la Unión Europea y de Ucrania, como precisara Gautier Mignot, su embajador en México, quién destacó que les inspiran valores de sustentabilidad, inclusión, digitalización, hospitalidad y economía circular… ninguno de ideología de derecha. Además, señaló que la Feria ayudaría a visibilizar a la Unión Europea en toda América Latina.

Karla Planter Pérez, rectora del Centro Universitario de los Altos (CUAltos) y coordinadora ejecutiva del programa académico de la FIL, precisó que en esta edición de la feria participan 36 países, en los ámbitos político, social, económico, cultural, medioambiental y de género. A este encuentro se negó a llegar Claudia Sheinbaum por cuestiones de agenda. Me preocupa que la señora Sheinbaum llegue a ser tan cerrada al mundo como lo es su jefe político López Obrador.

Insisto en lo dicho por Karla Planter: la FIL de 2023 es el gran espacio nacional en dónde hoy se profundiza en los ámbitos político, social, económico, cultural, medioambiental y de género, y pregunto porqué nuestra Claudia -la de Jalisco- Delgadillo dobla sus manitas ante AMLO. ¿Cuál de los seis ámbitos – político, social, económico, cultural, medioambiental y de género- le parece tan menor que no valga la pena atender como parte de un cónclave de derecha, acaso el medioambiental y el de género? Conozco a Claudia y me duele mirarla tan entregada a los caprichos, rabietas y decires de López Obrador. Ojalá sus ansias de poder no sean mayores que sus principios y valores.

La cultura es identidad y pertenencia. Conocer otras culturas nos humaniza y universaliza. A esto se opone Andrés Manuel López Obrador quien cree que el mundo empieza y se acaba en Macuzpana. Salvador Cosío lo explica desde la carencia intelectual del pejesidente.

Entre los políticos, mujeres y hombres, que abandonan a sus partidos hay una constante: Me fui porque “me abandonaron”, “me ignoraron”, “prefirieron a”, “se aprovechaba de mi liderazgo”. Así, su otrora partido y su dirigencia son la causa de todo el dolor, daño y sufrimiento.

Estas mujeres y hombres, liderezas y líderes políticos, abren ciclos de retroalimentación de odio y exclusión con efectos imprevisibles desde palabras envenenadas, promotoras de rencores, resentimientos, exclusión y división social y partidista.

Por ello Claudia busca a amigos priistas para “ganarlos a su causa”; es tan igual a los católicos que abandonan a su Iglesia y se vuelven cristianos o agnósticos. Creo que nuestro amado Jalisco sufre de demasiada sangre como para vilipendiar encuentros de esperanza, cultura y humanidad como la FIL.

Ojalá Hagamos reconsidere su alianza con Morena, que Claudia se reencuentre con la dignidad de su universidad y la comunidad universitaria entienda quién es el enemigo de su Casa de Estudios.

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