NACIONALES
Samuel y la simulación de lo nuevo
Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
¡Increíble y sorpresivo! Ha resultado el escenario político y gubernamental en Nuevo León en los últimos días, ya sabemos los antecedentes, Samuel Alejandro García Sepúlveda pide licencia para ir a la candidatura por la presidencia de México abanderando a Movimiento Ciudadano (MC) y comete un primer error, tratar de imponer a su sucesor, al creer que él podría dejar un encargado de despacho en el gobierno cuando entrara en vigor la licencia que le solicito al Congreso del Estado, pero la figura jurídica es un gobernador interino que él no elige, sino el Congreso Local, es en este punto fue que todo lo sucedido, se convirtió en una serie de sucesos muy desafortunados para Nuevo León, para el país e indiscutiblemente para Movimiento Ciudadano (MC).
En este contexto podemos observar a detalle, la realidad de la política en nuestro país, políticos anunciando que son atrevidos, nuevos y que vienen a acabar con la vieja política, pero no es precisamente la realidad, les corre por las venas la sed de poder y buscan con prácticas impositivas y discursos simulados mantener el dominio; para el joven Samuel García argumentar un absurdo del sobre porque él debía dejar un encargado del despacho, lo llevó a una práctica de la vieja política tratar de reventar una sesión del Congreso. Sin embargo; aunque la voluntad de los ciudadanos de Nuevo León fue hace más de dos años votando por MC, no sustituye la ley y esta es muy clara, es el Congreso local quien elegiría un gobernador interino en ausencia legal del gobernador constitucional, pero a Samuel García no le favorecía dejar su corta administración en manos de la oposición mucho menos un Nuevo León que ya no fuera Movimiento Naranja durante su campaña presidencial.
Hoy el riesgo de Samuel García es no poder ni recuperar el gobierno estatal y menos la postulación a presidente, quedar sin nada y ver desde la barrera.
Le duró poco la energía de ser el nuevo, dos años y medio de gobierno estatal y solo diez días de precampaña para demostrar que no era un político maduro y previsor, facturando inclusive una crisis de gobernabilidad y credibilidad a Nuevo León que además no se merecía, colocando en riesgo a MC en esa entidad federativa para que de nueva cuenta pueda ser una opción, disipando la opción de continuidad para MC.
La gravedad de lo que sucedió mantiene el descontento y evidencia fuertemente que en México las prácticas impositivas y autoritarias de las viejas escuelas políticas prevalecen y que los discursos son eso, palabras motivadoras y nada más, concurren en los personajes políticos actuales aunque juren ser nuevos, novedosos e imparables.
Como gran lección para los ciudadanos mexicanos y próximos votantes, podremos rescatar sin duda, la importancia de la división de poderes, el equilibrio y contrapeso que se ejerce entre ellos para evitar autoritarismo, ilegalidad e inconstitucionalidad de aquellos que ostentan administraciones públicas; los congresos locales y el de la unión deben ser diversos y plurales, integrados por todas las fuerzas políticas para generar proporcionalidad, debemos recordar que cuando votemos por el ejecutivo local y nacional, nos corresponde equilibrar con los votos al poder legislativo, pues es y debe ser un contrapeso político; en el caso de los poderes judiciales estatales y federal, es obligatorio considerar que es inviable su desaparición o su conversión a la elección popular para su conformación, son la justicia y la legalidad convertida en realidad, en este penoso caso de Nuevo León y Samuel García, mostraron su efectividad y la necesidad de poseer su funcionamiento en el país.
En este sentido, la reflexión debe prevalecer en la sociedad, para las figuras políticas que contendrán en las próximas elecciones del 2024 obligadamente razonarlas a fondo, actualmente advertimos la desafortunada caída de Samuel García y no debemos negar que resultó impactante la forma en la evidencia su ignorancia a la ley y las obligaciones de los poderes legislativo y judicial, el ego y su mal manejo de la frustración lo dejaron vulnerable, francamente desilusionante percibir su falta de preparación política a través de los argumentos justificativos inviables que sostenía, sin base y sustento jurídico para decir por qué sí debería pasar lo que él quería y porque a él le convendría las cosas de la manera que exponía, cayó de una desafortunada manera, pero la lección no es para Samuel García, es para la sociedad mexicana en proceso de elegir gobiernos, no se observaron las banderas rojas de su inmadurez política y de su personalidad egocéntrica.
