NACIONALES
La muerte prematura del gobierno de coalición

Opinión, por Iván Arrazola //
Una de las propuestas que ha impulsado la oposición a raíz de la irrupción y consolidación de Morena en el sistema electoral, es la de generar un gobierno de coalición, a través de dicha figura lo que se busca es que entre varias fuerzas políticas puedan gobernar el país, presentar una agenda de iniciativas, una plataforma de gobierno, y que tanto el gabinete como la bancada legislativa se integre por diversas fuerzas políticas.
Con ello se evitaría que una sola fuerza política tome las decisiones y aunque en la presidencia de la República siga recayendo la responsabilidad de dirigir al país, el Ejecutivo siempre deberá tomar en cuenta a la mayoría multipartidista en el Congreso y la opinión de un gabinete en el que estarán representadas las diversas fuerzas políticas que integren la coalición.
En muchos sistemas parlamentarios el gobierno de coalición es la norma para gobernar, existen poderosos incentivos para mantenerla unida, el principal es que, si la coalición se rompe, se debe de convocar a nuevas elecciones, de las cuales emergerá un nuevo gobierno y una nueva configuración en el Congreso.
Este diseño tan común en los sistemas parlamentarios ha demostrado que en los sistemas presidenciales no necesariamente funciona, generalmente en los sistemas presidenciales los acuerdos son electorales, pero no de gobierno, quizás con la excepción de Chile que durante algún tiempo funcionó, en la mayoría de los casos lo que se acuerda son las posiciones que le corresponde a cada partido de la alianza, pero no un proyecto de gobierno compartido.
El primer intento serio de gobierno de coalición que representa la coalición Fuerza y Corazón por México, parece que morirá antes que nazca. Esta semana se anunciaba que el PAN y el PRI rompían el acuerdo que tenían en Coahuila, en donde habían competido en alianza para ganar la gubernatura.
Así lo anunciaba Marko Cortés en sus redes sociales, en las que hacía público el acuerdo que el PRI y el PAN habían firmado en torno a la alianza que harían en Coahuila. Cortés señala que «Es una verdadera pena que el recién entrado gobernador Manolo Jiménez mienta con tal facilidad; quién miente e incumple en lo poco, miente e incumple en lo mucho».
La noticia llegaba en un momento en el que se detonaba otro escándalo, la ex directora de Notimex, Sanjuana Martínez, denunciaba que, a cambio de una cuantiosa liquidación, debía entregar 20% de los recursos a la campaña de Claudia Sheinbaum.
La oposición no pudo aprovechar este escándalo de presunta corrupción gubernamental, quien terminó aprovechándolo fue el presidente, que en su conferencia mañanera aprovechó para criticar el acuerdo hecho por el PAN y el PRI en Coahuila, señaló que era un acuerdo “mafioso” y que “cuando se reparten mal el botín hay motín”.
El acuerdo revela peticiones especificas por parte del PAN, entre los compromisos se encuentran que el gobernador Manolo Jiménez entregue las siguientes posiciones a Acción Nacional: 6 distritos, 2 secretarias de gobierno, 20 % de las subsecretarías, 20% de las oficinas del registro civil, el Instituto de transparencia y 6 notarias, entre otras peticiones.
El acuerdo es revelador en dos sentidos, llama la atención que el PAN pida el 20% en varios rubros, cuando únicamente aportó a la votación del candidato del PRI a la gubernatura el 6% de los votos, cuatro puntos más que el otro aliado, que fue el PRD, mientras que el PRI aportó el 46%, en ese sentido, el PAN pretende obtener más de lo que le corresponde, encareció la negociación después del proceso electoral, y el PRI y el gobernador no parecen estar dispuestos a pagar un precio tan alto.
Por otro lado, después de esta experiencia y por la manera en que Marko Cortés da a conocer el acuerdo, es claro que esto podría afectar el futuro de la alianza a nivel federal, porque no existe la confianza suficiente para establecer acuerdos y que estos se cumplan. En Coahuila el gobernador no está obligado a entregar nada de lo establecido en el acuerdo, ante la impotencia, Marko Cortés dio a conocer el acuerdo, pero eso no cambiará la situación, el PAN no recibirá nada en Coahuila y es posible que luche por tratar de conservar el registro después de que se rompió la alianza en el estado.
En el caso de la alianza a nivel federal podría tener otra afectación, ante la desconfianza que priva entre los actores que la conforman, es posible que, aunque electoralmente vayan juntos, no logren concretar una alianza de gobierno en caso de ganar.
La revelación de Marko Cortés refleja entre otras cosas, que las alianzas en México continúan siendo fundamentalmente un reparto de espacios, cómo se distribuirán estos puestos dependerá de cómo las dirigencias de los partidos decidan premiar a los cercanos, antes que pensar en méritos, piensan en premiar lealtades, antes que pensar en un proyecto, hay que pensar en el hueso, aunque en teoría la idea de un gobierno de coalición parece una medida incluyente en medio de la polarización que vive el país, parece claro que en este momento que el gobierno de coalición en caso de que nazca, nacerá muerto.
NACIONALES
México busca frenar autos asiáticos con arancel del 50%

– Por Redacción Conciencia Pública
El Gobierno de México anunció su intención de imponer un arancel del 50 por ciento a los automóviles importados de países asiáticos sin tratados de libre comercio, como China, India, Corea del Sur, Tailandia e Indonesia.
La medida, que representa un salto desde el 20 por ciento actual, busca frenar la entrada masiva de vehículos de bajo costo que, según autoridades federales, ponen en riesgo la competitividad de la industria automotriz nacional.
El anuncio forma parte de un paquete de reformas arancelarias que pretende abarcar importaciones por alrededor de 52 mil millones de dólares.
Además de los automóviles, se contempla aplicar nuevos gravámenes de entre el 10 y 50 por ciento a productos como acero, textiles, motocicletas y juguetes. De acuerdo con la Secretaría de Economía, la estrategia busca proteger más de 325 mil empleos vinculados directamente con el sector automotriz y manufacturero en el país.
La iniciativa surge en un contexto de presiones internacionales. Estados Unidos ha insistido en que México reduzca su dependencia comercial de China, en el marco de la revisión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). Washington considera que el ingreso creciente de autos eléctricos chinos, ensamblados a precios muy por debajo del mercado, amenaza con desestabilizar la cadena de valor regional que sostiene al acuerdo trilateral.
El Gobierno de México justifica la medida en el terreno de la defensa comercial, argumentando que los vehículos provenientes de Asia están siendo vendidos por debajo de los precios de referencia, lo cual constituye una práctica desleal.
El arancel del 50 por ciento es el máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC) y colocaría a México como uno de los países más restrictivos frente a las importaciones automotrices chinas.
No obstante, la propuesta aún debe pasar por el Congreso de la Unión, donde se espera un intenso debate entre los defensores de la industria nacional y quienes advierten que un aumento de esta magnitud podría repercutir en la inflación y en el bolsillo de los consumidores.
Aunque el partido en el poder cuenta con mayoría, especialistas prevén que habrá presiones de distintos sectores empresariales antes de que se concrete la votación.
De aprobarse, los nuevos aranceles modificarían de manera sustancial el mercado automotriz en México, elevando los precios de las marcas asiáticas y obligando a las armadoras a replantear sus estrategias de inversión y distribución.
Para el gobierno, se trata de una medida necesaria para proteger a la industria nacional; para los críticos, una apuesta arriesgada que podría tener costos económicos y políticos de gran alcance.
MUNDO
TMEC enfrenta nubarrones económicos: riesgo de estanflación en la región

– Por Redacción Conciencia Pública
La economía de los países del TMEC —Estados Unidos, México y Canadá— atraviesa un escenario de creciente incertidumbre marcado por la desaceleración del crecimiento y las presiones inflacionarias.
Aunque ninguno de los tres socios comerciales ha entrado oficialmente en un proceso de estanflación, los riesgos de caer en este fenómeno se han intensificado en los últimos meses debido a las tensiones comerciales, las tarifas arancelarias y el enfriamiento de la actividad productiva.
En el caso de Estados Unidos, analistas y organismos internacionales han señalado la presencia de un entorno conocido como “stagflation-lite”: una versión leve de estanflación caracterizada por inflación persistente y crecimiento económico débil.
Las tarifas impuestas a México, Canadá y otros socios han encarecido bienes y servicios, lo que eleva los precios al tiempo que limita la competitividad. La Reserva Federal ha reconocido la complejidad del momento, pero evita hablar de una estanflación plena como la de los años setenta.
Canadá enfrenta también un panorama complicado. Su crecimiento económico se ha frenado y diversos sectores productivos anticipan pérdidas importantes debido a los aranceles de Washington. Medidas de emergencia como el programa “Buy Canada” buscan proteger empleos y mitigar el impacto en la industria automotriz y energética, aunque las proyecciones apuntan a la posible pérdida de decenas de miles de empleos si las tensiones comerciales se prolongan. La inflación no ha escalado con la misma fuerza que en Estados Unidos, pero el riesgo de estanflación no se descarta.
México, por su parte, lidia con un crecimiento prácticamente nulo, con estimaciones de apenas 0.4 % del PIB en 2025, lo que coloca al país al borde de la recesión. A diferencia de sus socios, la inflación mexicana se ha mantenido moderada, en torno al 3.5 % anual, dentro del rango objetivo del Banco de México.
No obstante, la combinación de bajo dinamismo económico y presiones externas genera preocupación. El banco central ha optado por recortar tasas de interés en un intento de estimular la economía sin perder el control inflacionario.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y otros organismos han advertido que la política de tarifas en Estados Unidos está generando un “shock de oferta” que afecta no solo al propio mercado estadounidense, sino también a Canadá y México.
El encarecimiento de insumos y bienes intermedios repercute en las cadenas de suministro de la región, golpeando la inversión y elevando los costos para las empresas y consumidores.
En conjunto, el TMEC enfrenta un escenario de alto riesgo: crecimiento bajo, tensiones comerciales y presiones inflacionarias que ponen en entredicho la estabilidad económica regional.
Aunque la estanflación no se ha instalado de manera formal, la combinación de factores actuales mantiene a los tres países al filo de este fenómeno, lo que obliga a sus gobiernos y bancos centrales a buscar estrategias coordinadas que eviten repetir una crisis como la de los años setenta.
👉 Este cuadro ayuda a visualizar rápido que ninguno de los tres socios está formalmente en estanflación, pero todos enfrentan presiones distintas: EE. UU. por inflación, México por bajo crecimiento y Canadá por el impacto de las tarifas arancelarias impuestas por Donald Trump:
JALISCO
El gobernador Pablo Lemus y los alcaldes de Tlaquepaque y Tlajomulco acuden a reunión de seguridad en Palacio Nacional

-Por Redacción Conciencia Pública
El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro; el titular de la Secretaría de Seguridad, Juan Pablo Hernández; el Fiscal del Estado Salvador González de los Santos; así como el alcalde de Tlajomulco Gerardo Quirino y la alcaldesa de Tlaquepaque Laura Imelda Pérez, estuvieron presentes esta mañana en Palacio Nacional para compartir las acciones que se han venido implementando en el estado en materia de seguridad.
Lemus compartió en un video que: «En coordinación con los tres niveles de gobierno, Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, seguimos trabajando para que las y los jaliscienses tengan una entidad con mayor seguridad y un tejido social reforzado».