OPINIÓN
Carecen partidos de atractivo para jóvenes: Relevo generacional
																								
												
												
											A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
Probablemente uno de los mejores relevos generacionales que he tenido la oportunidad de ver en mi corta vida ha sido el de la Selección de Futbol de Alemania en los procesos correspondientes al Mundial de 2006, las Eurocopas del 2008 y 2012 y los mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 donde levantaron la copa mundial.
Para la Selección Alemana el mundial del 2006 fue un punto de inflexión ya que quedaron fuera de un mundial en el que además de ser anfitriones, tuvieron que ver a dos grandes e históricos rivales tales como Italia y Francia disputar una final en el Estadio Olímpico de Berlín.
A partir de ese momento algo cambió de manera radical en el futbol alemán, no solo en lo deportivo, sino también en lo administrativo y todo aquello relacionado al proyecto de gestión deportiva para el corto, mediano y largo plazo.
De esta manera se implementó una limpia de gran calibre en la selección, y también, se consolidó una gran reforma deportiva para la propia Bundesliga. Con esta limpia y reestructuración, la Selección Alemana dijo adiós a algunos referentes históricos, mantuvo jugadores de renombre y con un proceso formativo integral tales como Philip Lahm, Bastian Schweinsteiger, Per Mertersacker, Lukas Podolski, entre otros talentos jóvenes que comenzarían a foguearse en el escenario internacional arropados por un limitado de veteranos.
Con esta nueva cara, Alemania llegó a la Euro 2008, mientras que para el mundial del 2010 y la Eurocopa del 2012, se integrarían otro grupo de jóvenes como Thomas Müller, Toni Kroos, Mesut Özil, Manuel Neuer, entre otros. Grupo que para el 2014, y tras 6 años de preparación y formación, lograría levantar la tan anhelada Copa del Mundo.
Los cambios generacionales son necesarios, no solamente en el deporte, sino en cualquier ámbito de la vida. No importa que tan gloriosa haya sido la época de la vieja guardia, la incursión de los jóvenes en todos los ámbitos de la vida no solo son necesarios, sino que también forman parte del ciclo de la vida misma, por ello, resulta contraproducente y atraer consecuencias negativas cuando se impide la incursión de las juventudes en el deporte, en la iniciativa privada, o en la política. No puedes ir contra la propia naturaleza.
Pero, por otro lado, el caso deportivo de Alemania no solamente nos refleja está condición humana relacionada con la incursión de los jóvenes en diferentes ámbitos, sino que también nos demuestra que, aunque la participación de las nuevas generaciones es necesaria y natural, ésta debe de estar acompañada de un proceso formativo integral que les permita a estas nuevas generaciones no solo sostenerse, sino también, sostener los pilares fundamentales del proyecto a largo plazo trasado.
Al igual que en el deporte, la política requiere también un relevo generacional para evolucionar y adaptarse a los desafíos de una sociedad en cambio constante, que día tras día, arroja nuevas problemáticas.
Por eso, la experiencia de la Selección de Futbol de Alemania nos ofrece lecciones valiosas sobre cómo la introducción de jóvenes talentos, combinada con una planificación estratégica, puede conducir al éxito. De manera análoga, en el ámbito político, es esencial fomentar la participación de los jóvenes, proporcionándoles no solo oportunidades o lanzándolos a competir por diputaciones solo por el hecho de cumplir con una cuota, sino también un proceso formativo integral que les permita no solo contribuir al presente, sino también liderar el futuro.
En este contexto, la principal responsabilidad no recae únicamente en el Gobierno o las instituciones que lo conforman. Los partidos políticos desempeñan un papel fundamental, ya que no solo sirven como plataformas para la participación pública, sino también como espacios formativos para las nuevas generaciones. Es crucial reconocer que los partidos políticos llevan consigo una deuda significativa con las juventudes y la sociedad en general ya que han sido incapaces de abordar de manera efectiva la demanda particular de un sector importante que busca la participación política para representar las causas que podrían convertirse en las grandes crisis del mañana.
No obstante, en la actualidad, los partidos políticos han experimentado una desviación notable de sus orígenes y principios fundamentales. En lugar de mantenerse como vehículos para la representación democrática y la participación ciudadana, muchos han evolucionado hacia grupos de intereses cooptados y herméticos, lo cual ha dado lugar a un escenario donde la participación política se gestiona en función de intereses variados y a menudo opacos, dejando a un lado la esencia misma de la democracia y alejándose de la misión original de abogar por el bienestar común.
En este nuevo paradigma, los partidos políticos a menudo priorizan sus agendas internas sobre las necesidades y aspiraciones genuinas de la sociedad. La participación se ve condicionada por la influencia de lobbies, grupos de presión y poderes económicos, lo que genera una desconexión entre los ciudadanos y sus representantes políticos, fomentando así un escenario de escepticismo hacia las instituciones políticas.
De esta forma, la falta de conexión entre los partidos políticos y los jóvenes puede resultar en un distanciamiento perjudicial para la salud democrática de una nación. Es esencial que los partidos no solo abran sus puertas a la participación de los jóvenes, sino que también ofrezcan programas formativos que les permitan comprender mejor los procesos políticos y desarrollar habilidades de liderazgo.
Por eso es por lo que, para revertir esta tendencia, es imperativo que los partidos no solo abran sus puertas a la participación juvenil, sino que también implementen programas formativos que fortalezcan la comprensión de los jóvenes sobre los procesos políticos y fomenten el desarrollo de habilidades de liderazgo. La inclusión activa de los jóvenes en la toma de decisiones no solo enriquecerá las perspectivas, sino que también desempeñará un papel crucial en la construcción de una sociedad más resiliente y adaptativa para enfrentar los desafíos del presente y del futuro.
