JALISCO
Votar es algo más

Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //
Cuando México logró su independencia, la sociedad mexicana se enfrentó a la ardua tarea de dar forma al país que quería construir, a la responsabilidad de crear instituciones que fueran capaces de procurar el bienestar y el progreso y, por si fuera poco, encuadrar eso a través de un sistema de gobierno que aún no estaba clara.
Para emprender este trabajo se contaba con un documento básico que era el Plan de Iguala, y con la experiencia constitucional española. No había más, de ahí se partió para construir el país que hoy tenemos.
En un territorio tan grande y diverso había distintas formas concebir la elección del gobierno que debía formarse:
Una tradicional que consideraba que la representación del estado debía recaer en una sola persona, ya fuera por mandato divino o por poderío militar y que este personaje, en conjunto de un séquito de nobles tomara las decisiones importantes del país. La segunda visión era la idea moderna que consideraba a los individuos iguales ante la ley, otorgando soberanía al pueblo, eligiendo a sus autoridades bajo la premisa de «un ciudadano un voto».
Entre dimes y diretes, fue el 25 de noviembre de 1821, que Ramón Gutiérrez del Mazo, jefe político de la provincia de México, promulgó la ley sobre la elección de diputados constituyentes. Al no haber un censo de población certero, se propuso una forma de elecciones por medio de listas que otorgaban los partidos políticos existentes, y se propuso también que la elección para ayuntamientos se llevara a cabo el 21 de diciembre de ese mismo año, esto provocó un gran ánimo entre la sociedad.
Como resulta lógico, el proceso electoral fue controvertido, en la jornada electiva “popular» de la cual saldrían los nuevos ayuntamientos, no pudieron votar todos, había listas de electores que solo contemplaban a una pequeña parte de la población, además, los comerciantes más adinerados y los que ostentaban el control de las armas movilizaron personas para sufragar. Nada que ver con la actualidad, ¿verdad?
Posteriormente, en 1824, hace 200 años se llevó la primera elección presidencial en México, siendo electo el liberal Guadalupe Victoria y quedando en segundo lugar, como vicepresidente, Nicolás Bravo, además, se eligieron 38 senadores.
En México, 55 personas que han ostentado el cargo de presidente, evidentemente algunos mejores que otros y, casi siempre, los mejores gobiernos han sido aquellos que han contado con un contrapeso en las cámaras legislativas o en las instituciones no gubernamentales. Varios políticos han sucumbido ante el llamado del poder y del dinero, mientras otros tantos han dignificado el cargo dejando grandes proyectos de infraestructura para el país. Hay que decirlo: no todos han sido iguales.
También hay que decir que no ha sido fácil construir la democracia que hoy tenemos, en 200 años de elecciones, hemos transitado por una revolución, guerras de reforma, dictaduras, conflictos armados con Estados Unidos y Francia y muchas cosas más. Por si fuera poco, el instituto electoral tiene apenas 24 años de existencia y el voto femenino tiene instaurado solamente 70 años; hoy tenemos la muy alta probabilidad de que una mujer sea electa presidenta.
Si lo contextualizamos históricamente, el salir a votar de manera libre y secreta como hoy podemos hacerlo es algo atípico, casi un milagro. Votar, ese ejercicio que parece tan simple y que nos lleva tan solo un poco de tiempo de nuestro domingo, en realidad representa décadas de ideas y de luchas de generaciones enteras preocupadas por construir un país mejor.
Salgamos a votar. No desperdiciemos la oportunidad de vivir en un país y en una actualidad que nos permite expresarnos a través de las urnas; votemos informados, con responsabilidad, con conciencia y votemos por la candidata o el candidato que respondan preguntas simples pero certeras: ¿Qué candidatura representa mejor la idea del país que quiero para mí y para mi familia? ¿Quiero un rumbo similar al que se lleva o quiero algo nuevo? ¿Quién tiene mayor credibilidad para cumplir lo qué se dice?
Después de contestar estas dudas, sufragar se vuelve un ejercicio certero que nos permitirá acercarnos a construir el país que merecemos.
JALISCO
Jalisco en riesgo: el acueducto Solís–León podría arrebatar agua al Lago de Chapala

-Por Redacción Conciencia Pública
El nuevo Plan Nacional Hídrico 2024‑2030 de Claudia Sheinbaum trae una bomba para Jalisco: la construcción de un acueducto que llevará agua de la Presa Solís, en Guanajuato, hacia León y el corredor industrial. La obra, con capacidad para desviar hasta 3,800 litros por segundo, amenaza con reducir los aportes al Lago de Chapala, del que depende buena parte del abasto de agua para el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG).
Con una inversión de 15 mil millones de pesos, los trabajos iniciaron en julio de este año con los primeros 10 kilómetros de tubería. El proyecto total contempla entre 140 y 200 kilómetros de extensión, además de estaciones de bombeo y plantas potabilizadoras. Aunque el gobierno federal lo presenta como solución para atender la crisis hídrica en Guanajuato, en Jalisco preocupa la ausencia de consulta y estudios públicos de impacto.
La alarma radica en que la Presa Solís forma parte de la cuenca Lerma‑Chapala, y sus excedentes alimentan históricamente al lago. Desviar volúmenes significativos a León podría romper el delicado equilibrio hídrico y comprometer el suministro para millones de jaliscienses, especialmente en épocas de sequía.
Académicos y especialistas en agua han pedido reinstalar el Consejo de Cuenca Lerma‑Chapala para evaluar los impactos del acueducto. La Asociación Mexicana de Hidráulica advierte que, sin acuerdos claros, el ingreso de León al reparto generará un conflicto hídrico de gran escala en la región.
El Gobierno de Jalisco enfrenta ahora el reto de exigir transparencia y participación en las decisiones federales. El acueducto Solís–León podría convertirse en la obra que defina el futuro del agua en la entidad: un desafío que no admite pasividad ni silencio.
LO QUE DICEN LAS AUTORIDADES DE GUANAJUATO
Las autoridades de Guanajuato anunciaron que la obra contará con estaciones de rebombeo, especialmente entre León y Silao, y planes para que cada tramo funcione de forma independiente; esperan iniciar el suministro este año conforme se concluyan fases progresivas de construcción.
La gobernadora Libia Dennise García ha señalado que aproximadamente la mitad de la inversión (7 mil 500 millones de pesos de los 15 mil millones totales) provendrá de la federación, mientras que el resto correspondería a créditos estatales y aportaciones municipales.
El déficit hídrico en la cuenca Lerma‑Chapala es preocupante: se estima un desbalance anual cercano a 700 millones de metros cúbicos, cantidad equivalente a cinco veces lo que León pretende extraer vía el acueducto, lo cual intensifica el riesgo para los aportes hacia el Lago de Chapala, actualmente en un 44 por ciento de su capacidad. Este desequilibrio se agrava ante proyecciones que prevén que Jalisco, Guanajuato y otros siete estados enfrentarán agotamiento hídrico entre el 40% y el 80% para 2030.
Cabe destacar que el Lago de Chapala, con una capacidad cercana a 8,000 millones de metros cúbicos aporta aproximadamente el 60% del agua potable de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), y ha sido reconocido internacionalmente como sitio Ramsar por su importancia ecológica.
Al tratarse de la principal fuente de abastecimiento regional, cualquier reducción significativa de los excedentes que recibe de la Presa Solís afectaría directamente al abastecimiento de millones de personas en Jalisco durante temporadas críticas.
📌 Datos clave del Acueducto Solís–León:
-
Ubicación: De la Presa Solís (Acámbaro, Guanajuato) a León y municipios del corredor industrial.
-
Extensión: Entre 140 y 200 kilómetros.
-
Caudal estimado: 3,800 litros por segundo (≈120 millones m³/año).
-
Municipios beneficiados: León, Celaya, Irapuato, Salamanca, Silao y Acámbaro.
-
Inversión total: 15 mil millones de pesos (financiamiento federal y estatal).
-
Preocupación en Jalisco: Posible reducción de aportes al Lago de Chapala, afectando el suministro de agua al Área Metropolitana de Guadalajara.
-
Petición de expertos: Reinstalar el Consejo de Cuenca Lerma‑Chapala para garantizar reparto equitativo y sustentable.
JALISCO
Edición 800: Temor fundado de que Jalisco oculte a desaparecidos por el Mundial 2026, Víctor Manuel González Romero
Si quiere descargar el PDF: CLICK AQUÍ
Lectores en teléfono celular: Para una mejor lectura online girar a la posición horizontal
JALISCO
Lemus ante el desafío histórico del SIAPA

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
La política, en su versión más superficial, se ha convertido en un escenario de promesas vacías durante las campañas, donde los candidatos abordan los grandes problemas de la ciudad con discursos grandilocuentes que, una vez en el poder, se diluyen en selfies y mensajes huecos en redes sociales.
Este “empobrecimiento de la política” se refleja en la gestión del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), organismo responsable de abastecer de agua a cerca de seis millones de habitantes en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Sin embargo, lo que alguna vez fue un modelo eficiente de gestión intermunicipal ha sido desvirtuado por prácticas políticas irresponsables que lo han llevado al borde del colapso, dejando a la ciudad en una crisis hídrica que exige soluciones urgentes.
El declive del SIAPA comenzó hace años, cuando políticos voraces lo convirtieron en un botín político. Durante el gobierno de Emilio González Márquez, el organismo se transformó en una “agencia de colocaciones” para aliados del PAN. Junto con el entonces dirigente estatal del partido, González Márquez repartió gerencias y direcciones entre alcaldes y líderes políticos, priorizando lealtades sobre la competencia técnica.
Este modelo de “cuotas y cuates” se consolidó con los gobiernos posteriores, que continuaron usando al SIAPA como un espacio para colocar a allegados, sin importar su preparación. Un caso emblemático es el de la famosa publirrelacionista, quien, tras manejar relaciones públicas en el Instituto Jalisciense de Reinserción Social (INJANRESO) y firmar convenios para la venta de productos de reclusos, fue nombrada en una plaza directiva del SIAPA por decisión arbitraria de un aliado político.
Este tipo de prácticas refleja la frivolidad que ha caracterizado la gestión del organismo en las últimas décadas.
Como resultado, el SIAPA enfrenta una crisis multidimensional: administrativa, financiera y técnica. Está prácticamente en bancarrota, con un déficit estructural que lo ha dejado al borde de la quiebra.
Mientras tanto, la infraestructura hidráulica de la ZMG, con tuberías y colectores obsoletos, es incapaz de satisfacer las necesidades de una población en crecimiento. Esta situación se agrava en temporadas de lluvias, cuando las inundaciones exponen el colapso de los sistemas de drenaje, poniendo en riesgo vidas y propiedades.
La irresponsabilidad de los políticos que han manejado al SIAPA con fines clientelares ha llevado al organismo a un punto crítico, donde la inacción ya no es una opción. Este escenario ha estallado en el mandato del gobernador Pablo Lemus, quien enfrenta una bomba de tiempo heredada por décadas de negligencia.
Inicialmente, la reestructuración del SIAPA no parecía estar en su agenda prioritaria. La reciente aprobación de un aumento tarifario, impulsada con el peso político del gobierno estatal y los votos de los alcaldes metropolitanos, se llevó a cabo sin un diagnóstico claro ni un plan concreto de reingeniería. Sin embargo, el caso de la publirrelacionista, que destapó las “miserias” del organismo, junto con las crecientes quejas de la ciudadanía y actores políticos por el deficiente servicio de agua, ha obligado a Lemus a actuar.
“Estamos trabajando en una reingeniería absoluta del SIAPA, que abarca desde recursos humanos, áreas administrativas, atención al cliente, hasta la mejora en el suministro de agua potable”, afirmó el gobernador el 27 de julio de 2025.
Subrayó que, tras el incremento de tarifas, el SIAPA está obligado a mejorar: “Lo dije desde el día que se aprobaron las tarifas: el SIAPA debe dar un mejor servicio”.
Lemus ha anunciado una inversión inicial de 9,000 millones de pesos para modernizar la red hidráulica de la ZMG, un esfuerzo crucial para reemplazar tuberías y colectores obsoletos. Este proyecto requiere la colaboración de los alcaldes metropolitanos, quienes forman parte del consejo de administración del SIAPA.
El gobernador ha prometido convocar a sectores clave —técnicos, académicos, empresarios, organizaciones civiles y medios de comunicación— para presentar un plan integral que aborde no solo la gestión del organismo, sino también la infraestructura subterránea de la ciudad.
Entre las soluciones propuestas está el drenaje profundo, una medida necesaria para mitigar el caos que las lluvias provocan en una metrópoli colapsada, donde las inundaciones representan un peligro constante.
La decisión de Lemus es una de las más trascendentes en Jalisco en las últimas cuatro décadas. Rescatar al SIAPA implica no solo sanear un organismo en crisis, sino también realizar una “cirugía mayor” a las entrañas de la ciudad.
Este desafío pone a prueba la capacidad del gobernador para superar las inercias de la frivolidad política que han marcado a la entidad. Si logra ejecutar un plan transparente y efectivo, demostrará el valor de una “buena política” que priorice el bienestar colectivo sobre los intereses de grupo.
Sin embargo, el éxito dependerá de la coordinación con los municipios, la participación de la sociedad y la rendición de cuentas. La ciudadanía, cansada de promesas vacías y selfies, exige resultados concretos: un SIAPA eficiente y una ciudad que funcione, incluso en los días de temporal.
Este momento histórico puede ser un punto de inflexión para Jalisco, donde la gestión responsable del agua marque la diferencia entre el empobrecimiento de la política y un gobierno que cumpla con su mandato.