CULTURA
Arrancó la competición en París: Los Juegos Olímpicos, negocios e intereses ocultos

Actualidad, por Alberto Gómez R. //
Los Juegos Olímpicos son uno de los eventos deportivos más prestigiosos y seguidos a nivel mundial, atrayendo la atención de millones de espectadores cada cuatro años. Sin embargo, detrás de la imagen de unidad y competencia deportiva, existe un complejo entramado de intereses económicos, políticos y sociales.
Hay un gran negocio de los Juegos Olímpicos y tiene una destacada importancia sociopolítica, además de los verdaderos intereses que subyacen en la organización de las olimpiadas. Estos eventos reflejan el poder de las naciones desarrolladas sobre las menos desarrolladas y pretenden perpetuar nociones de superioridad racial.
Desde su resurgimiento en Atenas en 1896, los Juegos Olímpicos han sido un reflejo de la evolución de la sociedad global. Lo que comenzó como una celebración del espíritu atlético se ha transformado en un gigantesco espectáculo mediático, con implicaciones que van más allá del deporte. La creciente comercialización y profesionalización de los juegos han generado un impacto significativo en la economía mundial, atrayendo a patrocinadores, medios de comunicación y corporaciones multinacionales.
EL NEGOCIO DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS
Uno de los pilares económicos de los Juegos Olímpicos son los derechos de transmisión. Las cadenas de televisión pagan sumas astronómicas para asegurar la exclusividad de la cobertura, lo que a su vez genera ingresos publicitarios inmensos. Por ejemplo, NBC pagó más de 7 mil millones de dólares por los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos hasta el 2032. Este flujo de ingresos no solo financia el evento, sino que también beneficia a las ciudades anfitrionas y al Comité Olímpico Internacional (COI).
Las corporaciones globales invierten millones en patrocinios olímpicos, buscando asociar sus marcas con valores de excelencia, perseverancia y unidad. Empresas como Coca-Cola, Visa y Samsung han sido patrocinadores oficiales durante décadas. Este tipo de patrocinio no solo proporciona fondos esenciales para la organización del evento, sino que también garantiza una visibilidad global sin precedentes para las marcas involucradas.
La organización de los Juegos Olímpicos implica una inversión masiva en infraestructura. Las ciudades anfitrionas construyen estadios, villas olímpicas, y mejoran su red de transporte, con la esperanza de revitalizar su economía local y atraer turistas. Sin embargo, esta inversión no siempre resulta beneficiosa a largo plazo. Muchas ciudades han quedado endeudadas y con infraestructuras inutilizadas después de los Juegos, cuestionando la verdadera sostenibilidad de tales gastos.
IMPORTANCIA SOCIOPOLÍTICA
Los Juegos Olímpicos tienen un poder único para unir a las naciones, fomentando un sentido de camaradería y paz. A lo largo de la historia, han servido como plataforma para la diplomacia y la reconciliación, proporcionando oportunidades para el diálogo entre naciones en conflicto. La famosa imagen de los atletas de Corea del Norte y del Sur desfilando juntos en los Juegos de PyeongChang 2018 es un testimonio del potencial unificador de este evento.
Sin embargo, los juegos también han sido utilizados como herramientas de propaganda política. Gobiernos autoritarios han aprovechado el escenario olímpico para mostrar una imagen positiva al mundo y fortalecer el nacionalismo interno. Un ejemplo notable es la Olimpiada de Berlín 1936, donde el régimen nazi utilizó los juegos para promover su ideología y demostrar su supuesta superioridad racial.
En esta edición de los Juegos Olímpicos de París 2024, hay muchos aspectos que analizar -que serán objeto de otro artículo- entre estos la exclusión de Rusia y Bielorrusia para participar, bajo el argumento del conflicto bélico con Ucrania; pero el COI y la comunidad internacional del deporte no dicen nada de la participación de Israel, que continúan el genocidio sobre el pueblo palestino, o de Estados Unidos, quienes están detrás de casi todos los conflictos, intervenciones armadas, o derrocamientos de gobiernos legítimos alrededor del mundo.
La elección de las ciudades anfitrionas a menudo genera controversias relacionadas con los derechos humanos. Países con historiales cuestionables en esta área, como China en 2008 y Rusia en 2014, han sido criticados por utilizar los Juegos para desviar la atención de otros asuntos. Estas naciones han enfrentado protestas y boicots internacionales, poniendo en tela de juicio la ética del COI al seleccionar las sedes, mostrando una proclive obediencia a los intereses occidentales.
INTERESES OCULTOS EN LA ORGANIZACIÓN
El COI, una organización “sin fines de lucro” con sede en Suiza, tiene un control casi absoluto sobre los Juegos Olímpicos. Con miembros que a menudo son criticados por su falta de transparencia y responsabilidad ética, el COI ha sido acusado de tomar decisiones basadas en intereses económicos y políticos más que en los valores olímpicos. La elección de las ciudades anfitrionas y la distribución de los ingresos son áreas donde se percibe una fuerte influencia de intereses corporativos y políticos.
A pesar de las promesas de beneficios económicos, muchas ciudades anfitrionas han enfrentado dificultades financieras después de los juegos. Los costos de construcción y mantenimiento de las infraestructuras olímpicas, junto con la necesidad de financiar la seguridad y la logística, a menudo superan los ingresos generados. Atenas 2004 y Río de Janeiro 2016 son ejemplos claros de cómo la organización de los juegos puede dejar a las ciudades con una carga económica considerable y estructuras subutilizadas.
La preparación para los Juegos Olímpicos a menudo implica el desplazamiento de comunidades vulnerables. Los proyectos de renovación urbana y la construcción de nuevas instalaciones frecuentemente resultan en la gentrificación, desplazando a residentes de bajos ingresos y alterando el tejido social de las ciudades anfitrionas. Estos desplazamientos generan tensiones sociales y críticas sobre las verdaderas prioridades de los organizadores.
REFLEJO DEL PODER GLOBAL
Históricamente, las naciones desarrolladas han dominado los Juegos Olímpicos, tanto en términos de medallas ganadas como en la capacidad de albergar el evento. Países como Estados Unidos, Rusia y China suelen liderar el medallero, lo que refuerza su imagen de poder y superioridad en el escenario global. Esta dominancia no es casualidad, ya que estas naciones cuentan con recursos significativamente mayores para invertir en entrenamiento y desarrollo deportivo.
La brecha entre las naciones desarrolladas y las en desarrollo se hace evidente en los Juegos Olímpicos. Mientras que los países ricos pueden invertir en instalaciones de entrenamiento de primer nivel y programas de desarrollo de atletas, los países menos desarrollados a menudo carecen de los recursos básicos necesarios para apoyar a sus atletas. Esta disparidad no solo se refleja en el medallero, sino también en la participación misma, con muchos países luchando por enviar delegaciones completas debido a limitaciones financieras.
Las naciones desarrolladas también tienen acceso a avanzados recursos tecnológicos y científicos que pueden marcar la diferencia en el rendimiento deportivo. La utilización de técnicas avanzadas de análisis de rendimiento, nutrición deportiva y medicina del deporte puede proporcionar una ventaja significativa a los atletas de estos países. Este acceso desigual a la tecnología y la ciencia refuerza aún más las disparidades en los resultados de los Juegos Olímpicos.
SUPERIORIDAD RACIAL Y REPRESENTACIÓN
Los Juegos Olímpicos han sido utilizados históricamente para promover ideologías de superioridad racial. El ejemplo más infame es el de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, donde el régimen nazi intentó utilizar el evento para demostrar la supuesta superioridad de la raza aria. Aunque Jesse Owens, un atleta afroamericano, desafió y venció esta narrativa al ganar cuatro medallas de oro, el intento de utilizar los juegos para tales fines dejó una marca indeleble.
En tiempos más recientes, los Juegos Olímpicos han trabajado para promover la diversidad y la inclusión. Sin embargo, aún existen desafíos significativos. La representación de minorías étnicas y de género en muchas delegaciones olímpicas sigue siendo desigual, reflejando las desigualdades sociales y económicas más amplias. La lucha por una representación justa y equitativa en los juegos es un reflejo de la lucha más amplia por la justicia social y la igualdad en todo el mundo.
La inclusión de mujeres en los Juegos Olímpicos ha sido un proceso lento y a menudo controvertido. Desde su exclusión en los primeros Juegos modernos hasta su lucha por la igualdad en el siglo XXI, las atletas femeninas han enfrentado numerosos obstáculos. A pesar de los avances significativos, como la inclusión de más eventos femeninos y la creciente visibilidad de las atletas, las disparidades en términos de financiamiento, apoyo y reconocimiento persisten.
Los Juegos Olímpicos son mucho más que una competencia deportiva; son un fenómeno global con profundos impactos económicos, políticos y sociales. Aunque ofrecen oportunidades para la unidad y el diálogo internacional, también revelan intereses ocultos y controversias que cuestionan su verdadera finalidad. La influencia del COI, las implicaciones económicas para las ciudades anfitrionas, y las controversias sobre derechos humanos son aspectos que deben ser considerados al evaluar el legado de los Juegos Olímpicos.
Además, los juegos reflejan y perpetúan las disparidades de poder entre las naciones desarrolladas y las menos desarrolladas, así como las ideologías de superioridad racial. Para que los juegos cumplan con su propósito original de promover la paz y la excelencia atlética, es esencial una mayor transparencia y responsabilidad en su organización y ejecución. Asimismo, se debe trabajar en reglas más equitativas y claras para una participación inclusiva donde se privilegien las habilidades de los deportistas, y no los intereses político-económicos de los países o grupos de interés que administran y promueven este tipo de eventos deportivos.
CARTÓN POLÍTICO
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LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
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CULTURA
Premios Ariel, la magia del cine mexicano: Jalisco es epicentro del evento

– Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias
Los Premios Ariel, máximo reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) se entregarán el 20 de septiembre. Por tercer año consecutivo, Jalisco ha sido la sede de los Premios Ariel, en esta ocasión se celebran en Puerto Vallarta.
La AMACC impulsa una política de itinerancia para que los Ariel dejen de celebrarse exclusivamente en la Ciudad de México, buscando y fortalecer la conexión entre la industria cinematográfica nacional y los diversos estados. Jalisco ha mostrado una receptividad notable a esta política, ofreciendo no solo capacidad logística e infraestructura adecuada, sino también apoyo institucional y económico.
A través de la Secretaría de Turismo y FILMA Jalisco, el estado ha otorgado incentivos para atraer producciones, políticas públicas de cine y recursos concretos para la realización de la ceremonia, como los más de 10 millones de pesos destinados a la producción del evento 2025. Además, la elección de Puerto Vallarta como sede se vincula con un interés estratégico por consolidar un polo cinematográfico dentro del estado.
Con apoyos como el “cash rebate”, la comisión de filmaciones y la existencia de festivales de cine consolidados como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), demuestra que puede ofrecer garantías logísticas y técnicas para eventos de gran magnitud, al mismo tiempo que refuerza su visibilidad cultural y turística.
El gobierno del estado ha buscado que los Ariel sirvan también como plataforma de promoción turística, vinculando cine, cultura y visitantes; la cobertura mediática que genera el evento, junto con los atractivos turísticos de Puerto Vallarta, amplifica la proyección del estado en el ámbito nacional e internacional.
Esta política contempla además la diversificación dentro del propio territorio jalisciense: si bien los premios se han celebrado en Guadalajara y ahora en Puerto Vallarta, la intención es rotar la sede dentro del estado en futuras ediciones, mostrando así la variedad de escenarios y consolidando a Jalisco como un punto neurálgico del cine mexicano contemporáneo.
Entre las películas nominadas, Pedro Páramo de Rodrigo Prieto se consolidó como una de las favoritas, obteniendo 17 nominaciones. La ópera prima de Prieto es una adaptación de la emblemática novela de Juan Rulfo que fusiona el realismo mágico con una estética cinematográfica contemporánea, aprovechando la experiencia del director como director de fotografía.
Su propuesta visual busca capturar la atmósfera surrealista de la obra literaria, y cada encuadre, cada composición lumínica, remite a la memoria de un México lleno de fantasmas y ecos del pasado. Prieto logra, con sorprendente soltura para un debut en la dirección, trasladar la intensidad emocional y la ambigüedad de los personajes a la pantalla, mostrando un cine que dialoga tanto con la tradición literaria como con el lenguaje cinematográfico moderno.
La Cocina, dirigida por Alonso Ruizpalacios, también acaparó la atención de la crítica y del público, con 15 nominaciones en diversas categorías. Ruizpalacios, conocido por su capacidad de mezclar humor, crítica social y frescura narrativa, invita a explorar las dinámicas de poder y género en un contexto culinario, donde la cocina se convierte en un microcosmos de tensiones, aspiraciones y secretos.
La dirección de Ruizpalacios se distingue por su ritmo ágil, su atención al detalle y la manera en que los personajes se despliegan en un espacio aparentemente cotidiano, transformando lo familiar en un escenario de reflexión sobre la sociedad contemporánea mexicana.
Sujo, codirigida por Fernanda Valadez y Astrid Rondero, recibió 13 nominaciones y ofrece una mirada íntima y profunda a la búsqueda de identidad de una joven que enfrenta los retos de la migración y la pertenencia. Valadez y Rondero despliegan un estilo cinematográfico sensible, que combina la narrativa íntima con un fuerte compromiso social.
La película se mueve entre el drama personal y la denuncia de condiciones sociales, logrando un equilibrio entre emoción y reflexión, mientras invita al espectador a contemplar los dilemas humanos y la construcción de la identidad frente a contextos adversos.
Corina, de Úrsula Barba Hopfner, con 9 nominaciones, centra su historia en las complejidades de las relaciones humanas y la búsqueda de la verdad en la interacción entre sus personajes. Hopfner demuestra un manejo refinado de la introspección dramática y una capacidad notable para capturar la esencia de cada individuo, explorando cómo los deseos, miedos y secretos moldean las decisiones y la convivencia. Su dirección, delicada y precisa, pone en primer plano la psicología de los personajes y transforma la narrativa en un examen de la condición humana contemporánea.
Finalmente, Un actor malo, que obtuvo 5 nominaciones, se destaca por su reflexión sobre la identidad, la percepción pública y los conflictos entre la vida personal y la fama. La película combina elementos de comedia y drama con un estilo original y arriesgado, mostrando cómo la construcción de la imagen propia y la exposición ante los demás pueden convertirse en territorio de exploración artística y social. Su dirección, creativa y audaz, logra mantener la tensión entre humor, ironía y crítica, permitiendo al espectador identificarse con los dilemas del protagonista y reflexionar sobre el espectáculo de la vida pública.
El conjunto de estas películas refleja la diversidad y riqueza del cine mexicano contemporáneo. Cada una de ellas ofrece una perspectiva única sobre temas universales como la identidad, el poder, la migración y las relaciones humanas, evidenciando la capacidad del cine nacional para dialogar con su contexto histórico y social. La crítica y la audiencia han reconocido que, más allá de la técnica y la narrativa, estas producciones invitan a la reflexión y al cuestionamiento, ofreciendo miradas que son tanto íntimas como colectivas, particulares y universales.
Los nominados a los Premios Ariel ponen de manifiesto la evolución y el dinamismo de la industria mexicana. Las películas y sus directores son la muestra de que el cine mexicano continúa siendo un espacio de innovación, reflexión y expresión artística que resuena dentro y fuera del país, consolidando su relevancia en el panorama global.
CULTURA
México celebra el Día Nacional del Charro: tradición, deporte y orgullo patrio

– Por Redacción Conciencia Pública
Cada 14 de septiembre México rinde homenaje a una de sus tradiciones más representativas: la charrería.
El Día Nacional del Charro fue instaurado en 1934 como una manera de reconocer al charro como figura central de la identidad mexicana y al mismo tiempo consolidar este deporte ecuestre como una práctica cultural de enorme arraigo.
Esta celebración se vive en todo el país, desde los lienzos charros hasta las plazas públicas, con un ambiente que enlaza historia, destreza y orgullo patrio.
En redes sociales, la fecha adquiere una fuerza particular. Hashtags como #DíaDelCharro y #DíaNacionalDelCharro agrupan miles de publicaciones en X, Facebook, TikTok e Instagram.
Usuarios comparten fotos de trajes bordados, sombreros de ala ancha, montas de caballos y suertes espectaculares como manganas, coleaderos o el paso de la muerte.
También abundan los mensajes de autoridades, artistas y asociaciones que felicitan a los charros y escaramuzas, exaltando el valor de mantener vivas las costumbres.
La Federación Mexicana de Charrería y la Asociación Nacional de Charros son protagonistas en la promoción de actividades conmemorativas.
Desde sus cuentas oficiales en internet se difunden la agenda de charreadas, congresos y campeonatos que se desarrollan en distintos estados del país.
Las escaramuzas, grupos femeninos que ejecutan rutinas a caballo con precisión y estética, se han vuelto además un símbolo de inclusión y disciplina dentro de esta disciplina reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2016.
En municipios y capitales estatales (Guadalajara no es la excepción), el Día del Charro se acompaña de desfiles, exhibiciones y actos solemnes. No faltarán hoy los honores a la bandera ni los espectáculos ecuestres que refuerzan el vínculo entre tradición y mexicanidad.
La fecha, además, se sitúa estratégicamente en la antesala de las Fiestas Patrias, lo que le otorga un carácter doblemente simbólico: recordar el legado charro y enmarcar la conmemoración de la Independencia.
En la esfera digital, las publicaciones destacan tanto la herencia familiar como la profesionalización del deporte.
Muchos jóvenes charros y escaramuzas utilizan hoy en día redes TikTok e Instagram para mostrar rutinas, vestimentas y entrenamientos, contribuyendo a que nuevas generaciones se acerquen a la charrería.
Esa combinación entre tradición e innovación ha hecho que la conversación en línea sea particularmente activa, alcanzando públicos que van más allá de los asistentes habituales a los lienzos.
Así, el Día Nacional del Charro se mantiene como una de las celebraciones más singulares del calendario mexicano: una fusión de historia, arte ecuestre y pasión comunitaria.
La charrería no solo sigue viva, sino que se adapta a los tiempos modernos sin perder su esencia.
En cada suerte, en cada traje de gala y en cada caballo brioso, resuena el eco de una tradición que México reconoce como suya y que proyecta al mundo como parte de su identidad.
CULTURA
La legendaria actriz Kim Novak recibe a sus 92 años el León de Oro en Venecia

– Por Redacción Conciencia Pública
La legendaria actriz estadounidense Kim Novak, conocida por su papel en Vértigo del también legendario director Alfred Hitchcock, recibió el León de Oro por su trayectoria en la 82ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia, este lunes 1 de septiembre de 2025.
A sus 92 años, Novak hizo una rara aparición pública para aceptar este prestigioso reconocimiento, presentado por el director mexicano Guillermo del Toro.
Durante la ceremonia, Novak fue ovacionada de pie durante ocho minutos. En su discurso, expresó su preocupación por la situación mundial actual y abogó por la unidad y la creatividad para salvar las democracias.
La entrega del premio coincidió con el estreno del documental El vértigo de Kim Novak, dirigido por Alexandre O. Philippe y producido por su amiga y representante Sue Cameron. El documental ofrece una mirada íntima a su vida, explorando su infancia difícil, su lucha contra el trastorno bipolar y su decisión de alejarse de Hollywood en los años 80 para preservar su identidad.
Además, Novak expresó su desconfianza hacia una próxima película biográfica sobre su vida que protagonizará Sydney Sweeney, mostrando reservas sobre cómo será retratada en la cinta.
Este reconocimiento en Venecia reafirma el legado de Kim Novak como una figura icónica del cine clásico y una mujer que ha luchado por mantener su autenticidad a lo largo de su vida.