CULTURA
Monterrey y El Cuahutémoc: Los derbys de jonrones con Espino
Crónicas de Ronnie Camacho //
Me permite revivir y recrear un pasado, que fue muy grato – le dije a un cronista de televisión en Monterrey, la pregunta contestada, viene al caso, porque el entrevistador traía en sus manos el reciente Libro de mis anécdotas, el cual él, ya había leído en parte y deseaba que se lo dedicara.
Me encontraba en la entrada principal como invitado a la inauguración del impresionante Salón de la Fama del Béisbol Profesional Mexicano. Ceremonia presidida por el Lic. Andrés Manuel López Obrador, Presidente Constitucional de nuestro País.
– Sabe usted Ronnie, que me gustó lo que he leído donde menciona a sus compañeros dándole su lugar a cada uno de ellos y de sus acciones a lo largo de su brillante carrera.
– Agradezco tu sentir – lo escribí pensando que había que hacer algo para que los fanáticos no se olvidaran de lo que hicimos en ésa década de los 60, 70, ya ves que todo ha cambiado.
Voy a citar un ejemplo, cuando me fui del Béisbol, trabajé en un puesto administrativo en la Mina del Grupo México en Cananea Sonora, ese lugar me abrazó con la nobleza de su gente, fueron 27 años, suficientes para conocer a una Comunidad entregada a su trabajo y cómo les gusta el Basquetbol.
Nadie sabía dónde me encontraba, incluyendo a los medios principales de nuestro País, hasta que empecé a escribir mis anécdotas en la página del Facebook, fue cuando me ubicaron, dándose cuenta que estaba con vida.
Jesús Alberto Uribe Maytorena, Presidente Ejecutivo de Toros de Tijuana, gran amigo de años atrás, fue el primero en organizarme un homenaje, donde lancé la primera bola de un juego de Beisbol, allá en la frontera y me confesó – Oye Ronnie, no sabía dónde estabas.
Juan Manuel Ley (qepd), me vio en el Aeropuerto de Hermosillo. – Hola Ronnie, donde andas, que has hecho, como estás.
– Todo bien – le dije a aquel hombre quien amaba a sus Tomateros, en los cuales, fui manager yendo a una final contra Los Cañeros de Los Mochis, me retiré dándole un abrazo y saliendo a abordar la nave. Pensé lo pronto que se olvida lo bueno y lo malo que hiciste en ésta difícil profesión, sus palabras me taladraron el cerebro y no me quedó de otra, que pensar en una buena actitud y olvidarme que una vez jugué Béisbol.
-Me gusta venir a Monterrey, tengo muy buenos recuerdos, citaré el Parque Cuauhtémoc, histórico lugar donde libré grandes batallas en Derbys jonroneros con el Sultán mayor Héctor Espino González, donde el manager Clemente Carrera “Sungo”, me traía lanzadores inicialistas del bullpen, a sacarme out en los finales de cada juego, pude enfrentarme a José Ramón López, Evelio Hernández, René Gutiérrez y en una ocasión trajo a Mike Cuellar y Castaño mi manager, comentó de la estrategia.
– Coño, creo que se equivocó el Sungo, o pensó que el Screwball de Cuellar es una curva rápida de un derecho.
DOS JONRONES EN JUEGO DE ESTRELLAS
Esos momentos comprometidos, había que resolverlos a favor de mi equipo Pericos de Puebla, la felicidad de los fanáticos cuando fallaba ante esos estupendos lanzadores, era apoteótica.
– Para qué le traes inicialistas a sacarlo out Sungo.
– Mira Chico, hay que morirse con tu mejor carta, nuestros brazos son los mejores de la Liga, mi filosofía es y seguirá siendo, que le den el palo, al mejor y no a un cansado inicialista, o a un indeciso y frío relevista” y agregó: “Este Camachito, me tiene traumado, en los dos juegos de Estrellas en Guadalajara, le di la base intencional a Espino para lanzarle a él, me falló la estrategia, bateó dos jonrones, uno en cada juego.
El “Guajiro” López, cada vez que se ofrece, me lo dice en mi cara: “Era la contestación que les daba a los medios. También hay que decir del fanatismo de las personas, eran leales y defensores de los Sultanes, cayendo también en la vulgaridad, cierta noche corriendo yo de segunda base, al dar vuelta por tercera, rumbo al jom plate, me zumbaron un botellazo que pasó a escasos centímetros de mi cabeza, habiéndose suspendido el juego por esa acción, todo eso pasaba en el Cuauhtémoc, sin embargo, nos gustaba jugar ahí, era el mejor ambiente beisbolero de la Liga y de muchas partes, de donde raramente recibía un aplauso, donde a nuestro equipo lo odiaban, le gritaban insultos al manager Sungo Carrera cuando realizaba cambios estratégicos que fallaban.
EL ÚLTIMO DERBY CON ESPINO
Recuerdo el último Derby Jonronero con Espino. Llegamos al gran final, 10 jonrones para Héctor y 8 para mí. Me quedaban solamente dos turnos, cuando saqué el noveno jonrón, la gritería cesó, en el Parque todos callaron, esperando mi turno final, volteo a ver a Espino me sonrió, la verdad, estaba tan concentrado en lo que iba a hacer, que no me di cuenta que el Superman me dio una palmada en mi hombro. Nazario Moreno, nuestro coach era mi lanzador, le señalé dónde quería el lanzamiento, la gente estaba esperando el resultado, nadie gritaba, solamente esperaban a que realizara mi último swing, vino el lanzamiento y le di duro entre center y left, pensé, ya le empaté, pero el destino me jugó una mala pasada, la bola rebotó en el filo de la barda y cayó adentro…
Y explotaron las gargantas de los fanáticos, muchos se metieron al campo y fueron a abrazar a Espino y la sorpresa que me llevé, a mí también me abrazaron, llegó el gran Chabelo Jiménez micrófono en mano de la X E T, quien emocionado a más no poder, logró que nos diéramos un gran abrazo, ahí mismo en el jom plate.
No se pueden olvidar tan fácil, esos momentos tan estrujantes, dramáticos en una dura prueba de concentración y de fuerza física. Eso fue para mí el Parque Cuauhtémoc, al cual Espino, le daba vida con sus jonrones espectaculares.
Dicen que cuando no jugaban los Pericos en Monterrey, los fanáticos cambiaban, no le gritaban a los contrarios. “¿No sería la influencia de Ronnie Camacho contra Héctor Espino?”
Pues a lo mejor eso podría ser, ya que en cuanto pisábamos el terreno de juego, la gente reaccionaba con gritos, con las gradas repletas de aficionados, que llegaban primero que los jugadores, eso sucedía en los juegos contra Sultanes”.
¿Y del Parque Monterrey?, bueno, aquí ya es otra cosa, es uno de los mejores del País, nuestro Béisbol dio un giro de 180 grados, dando paso a la modernidad, la comodidad a los fanáticos, la comodidad a los jugadores y están iniciando la nueva historia de ese lugar presentando juegos de roll oficial de Grandes Ligas.
También tuve el alto honor, de estar en la inauguración hace algunos años, invitado por el Salón de la Fama de Beisbol Profesional Mexicano, que antes patrocinaba la Cervecería Cuauhtémoc. Recuerdo aquellos amplios salones de recepción donde servían una excelente comida para todos, cuando se terminaba la entronización de los jugadores en turno.
A mí cuando me entronizaron, tuve la fortuna de que Alejo Peralta fuera también homenajeado, llegando en compañía de su inseparable compadre, Don Mario Moreno “Cantinflas” y le dice: “Oiga compadre, ¿y usted de que jugó?”
Jajaja sí, ese comentario fue el tema de los siguientes días”.
“Ronnie, gracias por darnos un poco de tu tiempo, ¿algo que quieras decirle a las nuevas generaciones de deportistas del País?
– Quiero decirles a todos los jóvenes deportistas que quieren ser triunfadores en la vida, que cuiden su talento, exploten sus facultades y sobre todo…ser respetuosos de las personas. Mis Padres me enseñaron valores…
– Tienes que saber ser, cuando eres y cuando no eres también tienes que saber ser. Son dos cosas diferentes que la vida me enseñó a través del Beisbol.
