JALISCO
Socalajara: Las administraciones bajo tierra
																								
												
												
											Opinión, por Ramiro Escoto //
Han sido días de prueba para las administraciones municipales en la Zona Metropolitana de Guadalajara, las lluvias que en exceso han traído más agua que en años anteriores han puesto a trabajar extra a todas las dependencias prácticamente 24/7 y aún con pendientes, mismos que se convierten en una verdadera bomba de tiempo a decir de algunos urbanistas.
Es un hecho que en los últimos meses la ciudad ha presentado abandono. Comienzo por los baches cuyo tamaño fue alcanzando dimensiones descomunales en calles y avenidas, los reportes llegaban a las dependencias y el número rebasaba las capacidades para actuar, algunos de esos se convirtieron en socavones, y entonces el municipio dejó de atenderlos para pasarlos a la atención del SIAPA, pero nunca hubo temprana acción, ni siquiera para acordonarlos, habrían sido vecinos quienes marcaban con palos, llantas, cartones y todo aquello que pudiera evitar un accidente lo que se colocaba a manera preventiva.
Guadalajara se convertía en un vaivén informativo: Coyula con un derrame de hidrocarburo que aún mantiene la obra en ese punto de Tonalá a más de 2 semanas de haberse reportado, la Av. López Mateos y su cruce con Periférico donde el socavón resultó más complejo que la simplona declaración del titular de Obras Públicas del Estado y del propio Gobernador, a horas de su aparición prometiendo una reparación en 10 días que no se cumplirá porque descubrieron que lo que sucedió ahí es más complejo de lo que de principio parecía.
Sobre el asunto, no sé si sea soberbia o riesgo de que les robe la chamba, el académico de la U de G, Arturo Gleason, a quien entrevisté justo el día de la aparición del socavón en esa importante avenida, advertía tiempo atrás al gobierno del estado sobre la revisión del Arroyo Seco, incluso señaló que el aviso más cercano fue justo el socavón que se abrió cerca de Plaza Centro Sur, del cual por cierto también permaneció en el abandono por días y en constante peligro para quienes circulan por ahí, desde transeúntes hasta vehículos de toda clase.
Gleason, tuvo que compartir sus teorías a través de redes sociales donde mediante un mapa, pronosticaba al menos 8 puntos de riesgo de socavones más profundos y grandes dentro de áreas habitadas y todos dentro de un perímetro de influencia del llamado Arrollo Seco que fue invadido por mancha urbana y el crecimiento urbano que, en su momento fue autorizado irresponsablemente. El riesgo está ahí latente, pero con el aviso de que puede suceder. El gobierno, por cierto, no se manifiesta de este estudio, porque Gleason ha sido incómodo por sus cuestionamientos al SIAPA donde no le contestan porque no tienen argumentos.
Fachadas que caen como piezas de Mazapán (la de la Unidad Administrativa Sur, por ejemplo) cornisas de la zona centro que se vinieron abajo tras los torrenciales, árboles que permanecen en el suelo con cables que aún no son reclamados por las compañías de telecomunicaciones que sólo tendieron nuevos y dejaron los otros ahí a la espera de su destino final sin multa municipal por lo que representa, es sólo parte de conocer que en este temporal las administraciones han sido totalmente rebasadas, sin idea de la priorización en la atención y respuesta y lo que falta, porque, las lluvias continuarán y ahora acompañadas por los remanentes de huracanes pronosticados para el Pacífico, donde según la mayoría alcanzará niveles superiores 3 o 4 grados y ello también pondrá en suerte al estado con la contingencia que merecerá la ocasión.
Para nuestra ciudad, el discurso de que es responsabilidad de anteriores administraciones no queda, porque al menos al SIAPA le correspondía atenderlas en tiempo y forma en los últimos 5 años, donde su ausencia agravó más lo que hoy estamos padeciendo y lo que falta, no hay día que en la radio no mencione y reporte uno nuevo y en redes sociales sólo advierten recibir los datos prometiendo la atención que no llega, sea por falta de presupuesto o por falta de personal.
Todo daño ocasionado por un socavón, un bache o un descuido de lo que corresponde a calles y avenidas deberá ser pagado por el municipio o el estado según la competencia a quien salga perjudicado, pues debe existir un seguro de daños a terceros. Y auguro que, si todos metiéramos una demanda por afectaciones a nuestros autos, el gobierno estaría en severos problemas. Discursos y/o disculpas, omisiones y no acciones, es la conciencia de quienes gobiernan Hoy en medio de una incertidumbre del mundo subterráneo que se hace presente tras una fuerte tormenta en la ya conocida como Socalajara, literal, las administraciones como avestruz, con la cabeza bajo la tierra.
