OPINIÓN
Tecnología y futuro: Las nuevas rutas del poder, la batalla por los datos

A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
En el año 1911, la Standard Oil Company, el imperio construido por John D. Rockefeller, enfrentó su caída tras un histórico fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Aquella empresa, que alguna vez dominó casi por completo la industria petrolera del país, fue dividida en más de treinta compañías más pequeñas.
Este acto no fue simplemente un golpe al monopolio, sino una declaración contundente de que ninguna entidad, por más poderosa que fuese, podía estar por encima del interés público. Ese momento marcó el nacimiento de una nueva era de regulación económica, donde el poder desmedido debía enfrentarse con normas claras y voluntad política.
Más de un siglo después, el escenario ha cambiado drásticamente, pero las lecciones de esa historia resuenan con fuerza. Hoy, el petróleo ha sido reemplazado por los datos como el recurso más valioso del mundo, y los gigantes tecnológicos como Amazon, Apple, Google y Microsoft han asumido el papel que alguna vez tuvo Standard Oil. Estos titanes libran una guerra silenciosa pero feroz en un territorio intangible: las nubes. No se trata de las que observamos en el cielo, sino de las vastas infraestructuras digitales donde se almacenan y procesan los datos que moldean nuestras vidas.
La acumulación de poder en manos de estas empresas es asombrosa. No solo ofrecen servicios indispensables para el mundo moderno, sino que cada clic, cada búsqueda y cada transacción digital fortalece su posición. Este dominio no se traduce únicamente en cifras astronómicas de ingresos, sino en un control sin precedentes sobre el desarrollo tecnológico, la economía global e incluso la forma en que interactuamos con el mundo. Y al igual que con Standard Oil, surge una pregunta inevitable: ¿es necesario poner límites a este poder?
Sin embargo, a diferencia de la era de Rockefeller, el problema no radica solo en el control de un recurso físico, sino en algo más complejo y abstracto: el control de los cimientos del mundo digital. Los datos no son solo «el nuevo petróleo»; son el núcleo de nuestras identidades, nuestras decisiones y nuestras aspiraciones. Y mientras estas empresas luchan por consolidar su dominio, la humanidad se encuentra en una encrucijada. ¿Podemos encontrar un equilibrio entre innovación, desarrollo y justicia? ¿O seguiremos permitiendo que las nubes se conviertan en tormentas que oscurezcan nuestro futuro?
El sector tecnológico ha pasado de ser un espacio de innovación a convertirse en el nuevo epicentro del poder global. Las empresas que dominan las infraestructuras de la nube no solo concentran riquezas inimaginables, sino también influencia. Desde las decisiones sobre qué servicios se priorizan, hasta el control de herramientas críticas para la economía, su alcance no conoce fronteras.
El problema que enfrentamos no es simplemente el del monopolio, sino el del impacto social que esta acumulación de poder puede generar. Las desigualdades del mundo físico encuentran un nuevo hogar en el espacio digital: las empresas pequeñas y medianas, especialmente en regiones menos desarrolladas, enfrentan barreras económicas para acceder a estas tecnologías. Quienes no pueden permitirse estos servicios quedan rezagados en un mundo que avanza sin tregua.
Aquí es donde entra el delicado pero urgente tema de la regulación. No basta con trazar líneas en el aire y esperar que las empresas se autorregulen. Pero tampoco se trata de un acto punitivo. Regular significa pensar en cómo proteger lo esencial: los derechos de las personas, la equidad en el acceso a la tecnología y la promoción de un entorno competitivo que no ahogue la innovación.
Cuando hablamos de regulación, no hablamos de frenos arbitrarios. La regulación debe ser una brújula que guíe el avance tecnológico hacia un futuro más justo y sostenible. Pero para lograr esto, necesitamos primero claridad sobre qué problemas queremos resolver.
Proteger la privacidad y garantizar la seguridad de los datos son prioridades ineludibles. Cada byte que se almacena en las nubes de estas empresas representa no solo información, sino también una parte de nuestras vidas. Sin reglas claras, el riesgo de abusos se magnifica, y las consecuencias pueden ser devastadoras, desde violaciones masivas de datos hasta usos discriminatorios de los mismos.
Por otro lado, está el tema de la concentración del poder. No podemos permitir que unas pocas corporaciones definan las reglas del juego en un espacio tan crítico como el digital. Pero el objetivo no debe ser frenar la innovación. Al contrario, la regulación debe promover un mercado en el que nuevos jugadores puedan surgir y competir en igualdad de condiciones, ampliando los beneficios de la tecnología a más sectores y regiones.
Esto también implica fomentar la innovación con propósito. La tecnología no debe ser vista como un fin en sí mismo, sino como un medio para mejorar la vida de las personas. Desde la atención médica hasta la educación, las posibilidades son infinitas. Pero estas oportunidades solo pueden materializarse si las herramientas tecnológicas son accesibles para todos, no solo para aquellos con los recursos suficientes para comprarlas.
Las nubes tecnológicas, como vastos océanos en el cielo, representan tanto una promesa como un desafío. Si no se regulan adecuadamente, pueden convertirse en tormentas que amplifiquen las desigualdades y perpetúen injusticias. Pero si se manejan con cuidado y visión, pueden ser la base de un futuro más justo e inclusivo.
Es una tarea monumental, pero no imposible. Requiere la cooperación entre gobiernos, empresas, expertos y la sociedad civil. Más aún, requiere un compromiso genuino con la promoción de los derechos humanos, la justicia económica y la sostenibilidad ambiental.
La historia de la Standard Oil nos recuerda que el poder no es eterno, y que las sociedades tienen la capacidad de intervenir cuando el equilibrio se rompe. Hoy, enfrentamos un desafío similar, pero en un terreno mucho más complejo y abstracto.
La batalla por las nubes es, en última instancia, una batalla por nuestro futuro. Las decisiones que tomemos en los próximos años definirán no solo cómo utilizamos la tecnología, sino también qué tipo de mundo queremos construir.
¿Seguiremos permitiendo que unos pocos definan las reglas? ¿O seremos capaces de construir un sistema que promueva el bien común y garantice que nadie quede atrás? En este cielo digital, las nubes ya no son solo metáforas. Son los nuevos escenarios del poder, y nuestra responsabilidad es asegurarnos de que, en lugar de tormentas, sean el punto de partida para un horizonte más brillante.
JALISCO
Edición 802: Los malos políticos convirtieron al SIAPA en botín
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LOS PELOTEROS
Charros domina a Sultanes con doble triunfo en el Palacio Sultán

-Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Charros de Jalisco sorprendió al líder de la Zona Norte, Sultanes de Monterrey, al llevarse una ventaja de 2-0 en la primera ronda de los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Con un pitcheo estelar, una ofensiva oportuna y un juego colectivo impecable, los jaliscienses vencieron 5-3 y 10-2 en el Palacio Sultán, silenciando a una afición regiomontana que abarrotó el estadio.
Ahora, los pupilos de Benjamín Gil regresan al Estadio Panamericano de Zapopan con el ánimo a tope, listos para consolidar su ventaja en casa y acercarse a las siguientes rondas en su búsqueda por la Serie del Rey.
Un pitcheo que marcó la diferencia
El primer juego, disputado el sábado, mostró el dominio absoluto del abridor Zac Grotz, quien lanzó seis entradas magistrales, ponchando a siete rivales sin permitir carreras. Su control frustró a la poderosa batería de Sultanes, favoritos junto a Diablos Rojos para llegar a la final.
Grotz contuvo a una ofensiva que lideró la Zona Norte durante la temporada regular, demostrando por qué Charros llegó a los playoffs como un equipo en ascenso.
En la tercera entrada, Mallex Smith rompió el empate con un jonrón solitario, poniendo el 1-0. En la quinta, la ofensiva jalisciense explotó con tres carreras: un imparable de Smith remolcó a Édgar Mendívil, un roletazo de Michael Wielansky permitió a Johneshwy Fargas anotar, y un hit de Kole Calhoun impulsó a Smith para el 4-0.
La séptima entrada trajo tensión. Grotz dejó un corredor en base, y Stephen Gonsalves, al relevar, otorgó un pasaporte. John Lester aprovechó y conectó un jonrón de tres carreras, apretando el marcador a 4-3. Sin embargo, Sasagi Sánchez subió al montículo y apagó la amenaza con un ponche clave a Casey, enfriando la ofensiva regiomontana.
En el noveno, Wielansky produjo la quinta carrera con un hit que permitió a Fargas anotar, asegurando el 5-3. Trevor Clifton cerró el juego, no sin drama: “El Chule” llegó a segunda con un hit, pero una jugada espectacular de Josh Fuentes en primera selló el out 27 y la victoria.
El domingo, Luis Iván Rodríguez, orgullo de Ocotlán, brilló en el segundo juego. Durante 4.2 entradas, permitió solo tres hits sin carreras, con dos bases por bolas y dos ponches. Relevado por Gonsalves, quien se llevó la victoria, Charros mantuvo el control.
Los relevistas Rafael Córdova, Miguel Aguilar, Andrew Pérez (quien permitió las dos únicas carreras de Sultanes), Sasagi Sánchez y McKinley Moore fueron intratables, limitando a Monterrey a un 10-2.
La estrategia de Gil, con cambios oportunos, mantuvo a Charros en control, vapuleando a un equipo que no esperaba tal exhibición.
OFENSIVA OPORTUNA Y JUGADAS CLAVE
La dupla de Mallex Smith y Michael Wielansky fue un dolor de cabeza para el pitcheo de Sultanes. En el segundo juego, Josh Fuentes y Drew Stankiewicz destacaron tanto en el bateo como en la defensiva. Fuentes empujó a Fargas en la segunda entrada para abrir la pizarra, mientras Garlick conectó un roletazo productor en la tercera y un “sac-fly” en la cuarta.
En el quinto inning, Sultanes amenazó con casa llena, pero Gonsalves resolvió con maestría. En el sexto, Stankiewicz brilló con una jugada defensiva espectacular y luego conectó un hit que remolcó a Calhoun, seguido por un imparable de Fuentes que llevó a “Stankie” al plato, poniendo el 5-0.
El séptimo inning marcó el rumbo del juego. Kyle Garlick conectó el primer jonrón de Charros en la postemporada, con Wielansky a bordo, para un 7-0 que parecía definitivo. Aunque Lester rompió la blanqueada con un jonrón de dos carreras (7-2), Sasagi Sánchez contuvo el daño con casa llena.
En la octava, un machucón de Donny Sands permitió a Fargas anotar, y un doblete de Mallex Smith remolcó dos más. En la novena, Charros agregó tres carreras, sellando el 10-2 que enmudeció al Palacio Sultán, un escenario donde Sultanes rara vez sufre derrotas tan contundentes.
UN EQUIPO MOTIVADO RUMBO A CASA
Clasificados como sexto lugar en la temporada regular, Charros ha sorprendido con un juego completo y motivado. Su hambre de triunfo los llevó a superar al líder de la Zona Norte en su propio estadio, un logro que pocos anticipaban. La afición regiomontana, conocida por su lealtad, quedó atónita ante la exhibición jalisciense, especialmente en el segundo juego, donde la diferencia fue abrumadora.
Con la serie al mejor de siete, Charros regresa a Zapopan con una ventaja sólida, listo para aprovechar el apoyo de su afición en el Estadio Panamericano.
El martes, la serie continuará con Luis Armando Payán como probable abridor por Charros, enfrentando a Justus Sheffield de Sultanes. La novena albiazul buscará mantener su racha, combinando pitcheo sólido, bateo oportuno y una defensa que no da tregua.
Este arranque fulgurante demuestra que Charros no solo quiere competir, sino pelear por el título. La pregunta es si podrán sostener este nivel frente a un Monterrey herido que intentará revertir la serie en Jalisco. Con un equipo afinado y un mánager como Gil, que ha sabido leer los momentos clave, Charros tiene todo para soñar en grande.
JALISCO
¿Qué hará Pablo Lemus con el SIAPA?

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
El problema del agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) ha alcanzado niveles críticos, y el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) está en el centro de la controversia.
Durante décadas, este organismo ha sido un reflejo de la negligencia gubernamental, convertido en un botín político y rebasado por una infraestructura obsoleta. El gobernador Pablo Lemus enfrenta ahora el desafío de rescatar al SIAPA, un reto heredado de administraciones omisas que descuidaron la gestión hídrica mientras la metrópoli colapsaba.
Pronto, Lemus presentará una reingeniería integral, elaborada con expertos y consultores externos, para modernizar el organismo y abordar el desabasto, las inundaciones y la ineficiencia operativa que afectan a millones de jaliscienses.
GOBIERNOS OMISOS Y POLITIZACIÓN DEL SIAPA
El tema del agua no figuraba entre las prioridades del gobierno anterior, encabezado por Enrique Alfaro, quien afirmó haber resuelto el abasto hasta 2050 con proyectos como la presa El Zapotillo. Sin embargo, las señales de colapso eran evidentes: tuberías de hasta 80 años, fugas que desperdician el 40% del agua, socavones recurrentes y un desabasto que deja a colonias sin servicio durante semanas.
Los gobiernos municipales de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá, que históricamente gestionaban el SIAPA mediante convenios, también relegaron el tema, y las circunstancias los han forzado a prestarle atención. La reforma de 2013 marcó un punto de inflexión. Al convertir al SIAPA en un organismo público descentralizado del Ejecutivo estatal, el gobierno de Jalisco asumió el control con 8 de los 12 votos en su Consejo, marginando a los municipios.
Esta centralización, aprobada el 24 de diciembre de 2013, abrió la puerta a la politización, con contrataciones basadas en cuotas en lugar de méritos. Alfaro no corrigió esta dinámica, y el organismo se deterioró aún más.
Ahora, Lemus enfrenta un problema estructural que explotó bajo su mandato, con una ciudadanía exigiendo soluciones urgentes.
UN LEGADO DE VISIÓN HIDRÁULICA
En el último medio siglo, solo dos gobernadores abordaron el tema hídrico con visión de Estado: Alberto Orozco Romero (1971-1977) y Enrique Álvarez del Castillo (1983-1988). Orozco impulsó el Colector Intermedio del Poniente, un túnel de 15,931 metros que alivió inundaciones al desahogar el saturado Colector San Juan de Dios. Construido con ingeniería avanzada, incluyó tramos de drenaje profundo adaptados a la topografía de Guadalajara, beneficiando a la metrópoli por décadas.
Por su parte, Álvarez del Castillo, con apoyo del gobierno federal de Miguel de la Madrid, lideró la construcción del Acueducto Chapala-Guadalajara, una obra de 42.6 kilómetros que garantizó el abasto desde el lago más grande de México.
Estas iniciativas reflejaron una planificación a largo plazo, pensando en las generaciones futuras.En contraste, los últimos tres sexenios, encabezados por Emilio González Márquez, Aristóteles Sandoval y Enrique Alfaro, se enfocaron en debates estériles, como la altura de la presa El Zapotillo (fijada en 60 metros, sacrificando el suministro a León, Guanajuato).
Durante 18 años, se ignoraron las necesidades de colectores metropolitanos y la modernización de la red hidráulica, dejando que la infraestructura colapsara bajo el crecimiento poblacional y la falta de mantenimiento.
EL DESAFÍO DE LEMUS: UNA REINGENIERÍA INTEGRAL
Pablo Lemus ha reconocido la magnitud del problema y anunció una reingeniería profunda del SIAPA, respaldada por auditorías externas para transparentar su operación. La propuesta, que se presentará a los alcaldes de la ZMG, incluye reducir la nómina inflada, modernizar drenajes y plantas de bombeo, y mejorar la calidad del agua.
Lemus rechazó incrementos tarifarios excesivos, como el propuesto de hasta 200% para 2026, limitándolos a ajustes por inflación. Además, se elaborará un plan a 90 días para mejorar la eficiencia operativa, acompañado de un diagnóstico técnico que revele la gravedad del colapso: tuberías obsoletas, pérdidas masivas y una gestión administrativa deficiente.
Resolver esta crisis requerirá una inversión millonaria y varios años de trabajo. Expertos estiman que modernizar la red hidráulica de la ZMG podría costar miles de millones de pesos, superando las capacidades del presupuesto estatal actual.
Lemus deberá decidir si opta por una solución de fondo, como una refundación del SIAPA, o un parche temporal que postergue el problema. Algunos proponen disolver el organismo y crear uno nuevo, pero la viabilidad depende de la coordinación con los municipios, que históricamente han delegado la responsabilidad al estado.
LA CORRESPONSABILIDAD DE TODOS LOS ACTORES
El éxito del Plan Integral de Rescate del SIAPA dependerá de la participación de todos: gobierno estatal, municipios, sociedad civil, académicos y medios de comunicación. Los alcaldes de la ZMG, quienes forman parte del Consejo del SIAPA, deben asumir un rol activo en lugar de ceder el control al Ejecutivo.
La sociedad civil y los medios tienen la tarea de vigilar la transparencia y exigir rendición de cuentas, especialmente tras casos de contrataciones irregulares que convirtieron al SIAPA en una “agencia de colocaciones” para aliados políticos.
Lemus enfrenta una oportunidad histórica para actuar con la visión de Orozco y Álvarez del Castillo, priorizando el interés público sobre cálculos políticos. El plan debe incluir proyectos ejecutivos claros, con metas medibles y plazos definidos, para evitar que quede en promesas.
La ciudadanía espera un diagnóstico crudo que detalle el estado de la infraestructura y un compromiso para evitar inundaciones, garantizar el abasto y proteger un derecho humano fundamental: el acceso al agua.
UN LLAMADO A LA ACCIÓN
El colapso del SIAPA no se resolverá en un sexenio, pero Lemus puede sentar las bases para un cambio estructural. La reingeniería debe abordar no solo la infraestructura, sino también la corrupción y la ineficiencia administrativa. La participación de expertos, la supervisión ciudadana y la coordinación intermunicipal serán clave para salvar a la metrópoli de un problema que, por irresponsabilidad de gobiernos pasados, se dejó crecer hasta volverse insostenible. Jalisco observa: ¿será Lemus el estadista que enfrente este desafío, o solo ofrecerá soluciones temporales? El tiempo y los resultados lo dirán.