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JALISCO

La participación del cardenal Francisco Robles Ortega en el Cónclave y el rol de los cardenales de Latinoamérica

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Por Redacción Conciencia Pública //

Los cardenales latinoamericanos desempeñan un papel crucial en el cónclave de 2025 para elegir al sucesor de Francisco, dado su número significativo y su influencia en una Iglesia cada vez más diversa. Con 23 de los 133 cardenales electores provenientes de América Latina (aproximadamente el 17% del colegio), representan la segunda región más numerosa después de Europa (45,2%). Su voto podría ser decisivo en un cónclave polarizado entre progresistas y conservadores.

Sin embargo, su inclinación no es uniforme y dependerá de factores como su alineación con el legado de Francisco, sus prioridades pastorales y el contexto sociopolítico de sus países.

BRASIL Y MÉXICO CON MAYORÍA CATÓLICA

América Latina es una región donde el catolicismo sigue siendo mayoritario, con países como Brasil (el más grande en número de católicos), México y Colombia aportando la mayoría de los cardenales electores. Francisco, como el primer papa latinoamericano, priorizó esta región al nombrar cardenales, muchos de ellos de periferias y con un enfoque pastoral. Sin embargo, la diversidad cultural y eclesiástica de la región significa que no todos los cardenales comparten la misma visión.

Algunos son progresistas alineados con las reformas de Francisco (como la sinodalidad, la justicia social y la apertura a temas como la comunidad LGBTQ+), mientras que otros tienen inclinaciones más tradicionales, especialmente en temas doctrinales como el celibato sacerdotal o el matrimonio.

POSIBLES TENDENCIAS DE VOTO

  • Progresistas (inclinados a continuar el legado de Francisco)
  • Muchos cardenales latinoamericanos fueron nombrados por Francisco y comparten su visión de una Iglesia más inclusiva y cercana a los pobres. Estos cardenales probablemente voten por candidatos progresistas o moderados que garanticen la continuidad de las reformas.
    • Ejemplos clave:
      • Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga (Honduras, 82 años): Aunque ya no es elector por su edad, su influencia como coordinador del C9 de Francisco es notable. Es progresista en temas sociales y podría impulsar un candidato como Luis Antonio Tagle o Pietro Parolin.
      • Odilo Pedro Scherer (Brasil, 75 años): Arzobispo de São Paulo, es un moderado con inclinaciones progresistas en temas pastorales. Podría apoyar a un candidato como Matteo Zuppi o Parolin, buscando un equilibrio que mantenga las reformas de Francisco.
      • Víctor Manuel Fernández (Argentina, 62 años): Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, es un progresista cercano a Francisco y defensor de aperturas como las bendiciones a parejas homosexuales. Aunque él mismo es candidato, probablemente apoyaría a otro progresista si no logra suficientes votos.
    • Tendencia: Estos cardenales, que representan una mayoría relativa dentro del bloque latinoamericano, priorizarán un papa que continúe el enfoque pastoral y descentralizado de Francisco, probablemente votando por candidatos como Tagle, Zuppi o Parolin.
  • Conservadores (inclinados a un retorno a la tradición)
  • Algunos cardenales latinoamericanos, a pesar de ser nombrados por Francisco, provienen de contextos donde el catolicismo es más tradicional, y sus posturas tienden a ser conservadoras en temas doctrinales y litúrgicos. Podrían votar por candidatos que busquen moderar o revertir las reformas más progresistas de Francisco.
    • Ejemplos clave:
      • José Luis Lacunza Maestrojuán (Panamá, 81 años): Aunque ya no es elector, su postura más tradicional refleja a algunos cardenales de la región que podrían apoyar a un candidato conservador.
      • Juan Luis Cipriani Thorne (Perú, 81 años): También mayor de 80, Cipriani, ligado al Opus Dei, es un ejemplo de la corriente conservadora en América Latina. Su influencia podría reflejarse en cardenales más jóvenes que compartan su visión.
      • Celso Morga Iruzubieta (España/Chile, 77 años): Aunque nació en España, es arzobispo de Mérida-Badajoz y ha trabajado en América Latina. Su postura conservadora podría alinearse con cardenales latinoamericanos más tradicionales, apoyando a candidatos como Robert Sarah o Péter Erdő.
    • Tendencia: Este grupo, aunque minoritario dentro de los latinoamericanos, podría unirse a los cardenales conservadores europeos y africanos para apoyar a candidatos como Sarah, Burke o Erdő, especialmente si ven en ellos una oportunidad de fortalecer la ortodoxia doctrinal.
  • Factores regionales y culturales
    • Brasil (6 cardenales electores): Brasil, con figuras como Scherer y João Braz de Aviz, tiende a inclinarse hacia el progresismo pastoral, pero también tiene cardenales más tradicionales, como Paulo Cezar Costa (Arzobispo de Brasília, 57 años), que podrían optar por un moderado como Parolin o incluso un conservador si el cónclave se polariza.
    • México (3 cardenales electores): Cardenales como Carlos Aguiar Retes (Arzobispo de México, 75 años) son más progresistas y cercanos a Francisco, probablemente apoyando a Tagle o Parolin. Sin embargo, el contexto mexicano, con una fuerte devoción popular, podría llevar a algunos a preferir un candidato que refuerce la tradición.
    • Otros países: Cardenales de países como Colombia (Rubén Salazar Gómez, 82 años, no elector) o Argentina (Mario Aurelio Poli, 77 años) tienden a ser progresistas debido a la influencia directa de Francisco, pero otros, como Daniel Fernando Sturla (Uruguay, 65 años), podrían inclinarse hacia un moderado o conservador dependiendo de las negociaciones en el cónclave.

CÓMO PODRÍAN VOTAR

  • Mayoría progresista-moderada: Alrededor de 15 de los 23 cardenales latinoamericanos probablemente apoyen a candidatos progresistas o moderados que continúen el legado de Francisco, como Tagle, Zuppi o Parolin. Esto se debe a que la mayoría fueron nombrados por Francisco y comparten su visión de una Iglesia más sinodal y enfocada en las periferias.
  • Minoría conservadora: Un grupo más pequeño, quizás 5 o 6 cardenales, podría inclinarse por candidatos conservadores como Sarah, Burke o Erdő, especialmente si provienen de contextos eclesiásticos más tradicionales o si sienten que las reformas de Francisco han ido demasiado lejos.
  • Voto estratégico: Algunos cardenales latinoamericanos podrían optar por un voto estratégico. Por ejemplo, si ven que un progresista como Tagle no logra los 90 votos necesarios, podrían respaldar a un moderado como Parolin para evitar un candidato conservador. Del mismo modo, los más tradicionales podrían unirse a los conservadores africanos y europeos para apoyar a alguien como Erdő si ven una oportunidad de cambio.

NO VOTARÁN EN BLOQUE

Los cardenales latinoamericanos no votarán como un bloque uniforme, pero la mayoría probablemente se incline hacia candidatos progresistas o moderados que continúen el legado de Francisco, como Tagle o Parolin, debido a su alineación con las prioridades pastorales y sociales del papa fallecido. Sin embargo, un grupo menor, influenciado por contextos más tradicionales, podría apoyar a candidatos conservadores o moderados-conservadores como Erdő o Sarah.

Su papel será crucial en un cónclave polarizado, especialmente si las votaciones se prolongan y se necesita un candidato de consenso. La diversidad de América Latina asegura que su voto será un reflejo de las tensiones globales dentro de la Iglesia.

EL CARDENAL FRANCISCO ROBLES ORTEGA: SU POSICIÓN ES MÁS PASTORAL Y PRAGMÁTICA

El cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, muestra una inclinación predominantemente conservadora en su postura eclesiástica, aunque con matices que reflejan su contexto pastoral en México.

Su trayectoria y declaraciones públicas indican un fuerte apego a la doctrina tradicional de la Iglesia Católica, especialmente en temas morales y sociales, pero también una sensibilidad hacia cuestiones de justicia social que podría interpretarse como un punto de encuentro con algunas preocupaciones progresistas.

En temas doctrinales, Robles Ortega ha sido firme en su defensa de principios conservadores. Por ejemplo, se ha opuesto contundentemente a la despenalización del aborto en Jalisco en 2024, calificándola como un «asesinato de inocentes» y abogando por alternativas que apoyen a mujeres en situación de vulnerabilidad sin penalizarlas.

Asimismo, ha expresado críticas hacia el matrimonio igualitario, afirmando en 2013 que una sociedad que fomente familias homosexuales «no tiene futuro», y ha advertido contra la «ideología de género», considerándola una imposición que amenaza la visión antropológica cristiana.

Estas posturas lo alinean claramente con el ala conservadora de la Iglesia, que prioriza la fidelidad a la tradición en asuntos de moralidad y familia.

Sin embargo, Robles también ha mostrado una postura más pastoral y pragmática en otros ámbitos, lo que podría interpretarse como un intento de equilibrar su conservadurismo con las realidades sociales de su arquidiócesis. Ha sido un crítico vocal de la violencia y la inseguridad en Jalisco, denunciando la presencia del crimen organizado, incluyendo su propia experiencia al ser retenido por narcotraficantes en 2022, y exigiendo a las autoridades aplicar la ley para garantizar la seguridad.

Además, ha abogado por una Iglesia que no excluya a personas en situaciones irregulares, lo que sugiere cierta apertura pastoral, aunque sin comprometer los principios doctrinales. Su oposición a iniciativas políticas que considera contrarias a los valores democráticos, como la propuesta de Andrés Manuel López Obrador para eliminar organismos autónomos en 2024, también refleja una preocupación por la justicia social y el bien común, un tema que a menudo resuena con sectores progresistas.

En el contexto del cónclave de 2025, Robles, de 76 años, es uno de los dos cardenales mexicanos electores, junto con Carlos Aguiar Retes. Aunque ha sido mencionado como un posible candidato a papa, su inclinación conservadora y su origen mexicano reducen sus posibilidades en un colegio cardenalicio diverso y polarizado, donde expertos advierten un posible giro «reaccionario» hacia un liderazgo más tradicional.

Es probable que Robles vote por un candidato moderado-conservador, como Péter Erdő, o incluso un conservador más firme como Robert Sarah, alineándose con su visión de una Iglesia que mantenga la ortodoxia doctrinal mientras aborda los desafíos sociales de manera pastoral. Sin embargo, su apoyo a la comunidad LGBTQ+ en términos de acompañamiento, como se ha señalado en algunos comentarios públicos, podría hacerlo considerar a un moderado como Pietro Parolin si busca un equilibrio entre tradición y diálogo.

En resumen, José Francisco Robles Ortega es un cardenal conservador en lo doctrinal, pero con un enfoque pastoral que lo lleva a priorizar la justicia social y la seguridad en su región. Su voto en el cónclave probablemente refleje esta dualidad, inclinándose hacia un candidato que combine fidelidad a la tradición con una capacidad de mediación en una Iglesia dividida.

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