OPINIÓN
La escuela de las emociones

Educación, por Isabel Venegas //
La semana pasada hablaba sobre la necesidad de volver a creer en la razón, esto es, el rigor que hace falta en la mayoría de los temas que se discuten actualmente, ya sea por una tendencia a ser políticamente correctos, por la flojera a discutir o por la carencia de conocimientos para argumentar con una estructura lógica; pero esas ausencias al mismo tiempo pueden derivar en la toma de decisiones importantes, o incluso la generación de políticas públicas que vinculan a muchas afectaciones sociales.
Tampoco se trata de estar discutiendo sobre todo a todas horas, sino de priorizar ideas que tienen gran impacto y trascendencia, el acto mismo de asignar categorías y priorizar tópicos, tiene que ver con la razón. Esa es la más grande misión (por no decir la palabra “utilidad”) de la escuela y la universidad, espacios que son recinto ideal para la creación de propuestas y debates, que son propiamente ejercicio para la formación analítica, de escucha al otro y de profunda observación a los fenómenos que suceden a su alrededor.
Si hemos abordado la fe en la razón, vamos luego a considerar la fe en la emoción, es decir, la educación de las emociones. Siempre es placentero pensar en la alegría, la felicidad, la paz, pero ¿se está educando para la ira, la tristeza, el miedo? Hay problemas que se viven en las escuelas como la agresión (Bullying) que no solo encienden las alertas sobre una constante de malas prácticas al interior de los planteles, sino que son el presagio de lo que seguirá sucediendo a lo largo de la vida de esos estudiantes y futuros profesionistas; pautas de comportamiento que se van reproduciendo muchas veces sin atención ni evaluación alguna, para las cuales se suele contar con pocos recursos de modo que se permita analizar los mecanismos de reacción ante cada circunstancia, el beneficio o la necesidad de controlar lo que se siente, y las posibles consecuencias de vivir sin reflexionar sobre esas situaciones, sin discutir qué es bueno y qué es malo, o mejor dicho qué es más conveniente o adecuado, de acuerdo al escenario en el que se encuentra.
Victoria Camps tiene un libro muy bueno sobre la búsqueda de la felicidad, entendiendo que la felicidad no es algo que se define como un estado o categoría fija, sino la búsqueda en sí misma, ¡Y por favor! No confundas esa propuesta filosófica con la figura hollywoodense en la que Chris Gardner (personaje de la vida real representado por Will Smith) quien se empeña en ingresar a trabajar como agente de bolsa, primero debe invertir su tiempo y su trabajo como aprendiz con la esperanza 1/1000 de ganar un puesto en la Bear Steams & Company, empresa que al cabo de un año le concede un empleo de tiempo completo. Solemos dejar de ver a los otros 999 que empeñaron el mismo esfuerzo (o quizá más) para no obtener nada, y que significan a la empresa ganancias por el trabajo medido en “horas hombre” multiplicado por días y meses; en ese contexto de abuso empresarial no solo es el protagonista de la historia, sino más de mil los que quieren conseguir vivir en plenitud.
Por eso es bueno hablar de la educación en la razón y en la emoción. Ambos son elementos de los que fluyen la creatividad, la verdadera innovación y la sana convivencia. De otro modo, los gobiernos se ven obligados a regular las conductas de los ciudadanos, imponiendo cuotas y dictando lineamientos que gran parte de la población no hace suyos, y que cuando viene una campaña opositora ¡triunfa!, como la mayoría de los casos en los que los candidatos a puestos políticos retoman discursos de xenofobia, discriminación, sexismo, racismo, intolerancia religiosa, etc.
Te propongo un ejemplo, si se le preguntaras a cualquier persona su opinión acerca de los hechos relacionados con el holocausto, no te imaginas una respuesta diferente a «fue terrible», esperarías que cualquiera contestara que es una de las tragedias más grandes de la humanidad y que sería prácticamente imposible que pudiera volver a suceder; sin embargo, existen grupos neo-nazis que proponen las ideas más radicales, cuyos fondos no son pocos debido a la gran aceptación de un sector que no aprendió nada de la historia y que no fue empático con el dolor de las víctimas.
Veamos otro ejemplo, el caso del movimiento Me-too, que si bien es cierto no fue dictado desde un gobierno, sí fue acogido por la agenda mediática y no tuvo más remedio que avanzar. Hagamos un recuento, un grupo de mujeres (sin el calificativo de feministas) se da a la tarea de denunciar conductas de abuso de género; estás quejas podían haberse referido a abusos laborales, verbales o hasta sexuales genitales, pero viendo que la justicia institucional muchas veces había desestimado sus denuncias, la mayoría de ellas optó por utilizar las redes sociales, eso significaba que no era necesaria más que la declaración de la afectada para validar la queja.
En México, hubo historias de todas, desde la chica que expuso su caso sucedido hacía 20 años atrás, hasta la que formó parte del grupo político de Pedro Kumamoto, en donde dos miembros de la plataforma Wikipolítica, también conocida como Futuro Jalisco, son denunciados y expulsados luego de haber sido señalados por ejercer acoso sexual, abuso y violencia de género; estos elementos de la plataforma de independientes, fueron involucrados en narrativas que traían el hashtag #MeTooMx, creado para visibilizar episodios de acoso y violencia hacia las mujeres
Un tema que necesita tener mucha madurez para que no sea el escenario de un linchamiento mediático para una cantidad “X” de casos en los que no había elementos, y validaba la posibilidad de venganzas por temas de despecho, de incomprensión o de muchos otros esquemas. Parecía que en nuestro país como en otros, el movimiento etiquetado con #MeToo había encontrado un modo de hacer justicia, con la injusticia.
Claro que el movimiento feminista pidió que no se enjuiciara la voz de las demandantes, quienes volviendo al ejemplo de la que tardó muchos años para animarse a denunciar, era precisamente porque habían vivido una historia llena de sufrimiento, y en cuyo caso cuestionar su situación implicaba volverlas a victimizar; sin embargo, también era verdad que para algunos hombres la pura queja de alguien representaba perder su empleo, su estabilidad emocional o incluso su familia, de manera absolutamente injusta.
Hay estudios que dejan ver cómo a los pocos meses de esos acontecimientos, las actitudes machistas y el comportamiento velado de abuso de poder comenzó a tener de nuevo frecuencias que ya no se veían tanto. Tal vez estamos manejando el tema mal, y es que la violencia genera violencia, del tipo más peligroso, ese que subyace en la vida cotidiana y que se ejerce sin razón y sin medida; para algunos, el linchamiento no solo fue en las redes, sino que pasó de estar en lo virtual a lo real, y en ambos escenarios la toma de justicia por mano propia, seguía generando conflictos que solo agitaron las redes sociales, pero no terminan fortaleciendo la cultura de la paz.
Seguramente estas líneas habrán movido algunas de tus emociones: enojo, tristeza, angustia, etc., y hacía allá caminaba la intención, no tanto a juzgar el hecho en sí (para eso deberá haber debates más profundos). El verdadero propósito es mostrar la necesidad de educar las emociones, lo que significa identificar qué es bueno para poder tomar el control y aprovechar cada espacio y situación. Es necesario llevar la lógica y la sensación a ese constructo social que nos permite seguir viviendo en armonía, sabiendo que en la medida de ese diálogo será lo que verdaderamente estemos heredando a las siguientes generaciones como algo de valor.
El miedo es bueno porque es nuestro mecanismo de alerta, pero en forma desmedida nos paraliza y puede ser lo que nos prive de vivir momentos fantásticos. La ira es mala cuando nos hace estar en permanente conflicto con las personas o las cosas que nos rodean, pero es buena cuando hace que yo me levante y tome el valor suficiente para actuar ante una infamia. Educar las emociones implica que podamos identificar con claridad lo que sentimos, porqué lo sentimos, y qué podemos hacer con eso; significa también entender lo que es la verdadera autoestima que, desde pensadores como Aristóteles, representa una virtud que es dada solo a aquellos que se han encargado de cultivarla, solo el virtuoso puede tener una buena estima de sí.
Como dice la misma Dra. Camps, “La felicidad está en uno mismo ¡Claro, en uno muy enriquecido! Porque si se está vacío, por más que se busque resulta que no va a encontrar nada”, esa tarea de enriquecimiento, de constante cultivo de virtudes, se llama EDUCACIÓN.
JALISCO
Colomos III: La batalla por el patrimonio ecológico de Jalisco

– Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
El caso de Colomos III ha encendido las alarmas en Jalisco, un estado que lucha por equilibrar el desarrollo con la preservación de sus pulmones verdes.
La resolución del Sexto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, que otorgó un amparo a Ricardo Ramírez Angulo para recuperar 5.75 hectáreas en esta área protegida, ha desatado una tormenta política y jurídica.
El gobernador Pablo Lemus ha sido contundente: “Por ningún motivo permitiré que cercenen a Colomos III. Sobre mi cadáver”, afirmó, prometiendo agotar todas las instancias legales para proteger este bosque urbano.
Pero, ¿qué hay detrás de este choque entre la justicia federal, los derechos de propiedad y la defensa del patrimonio ecológico? ¿Es esta una batalla genuina por el bien común o un nuevo capítulo en los “juegos del poder”?
El artículo 14 constitucional es el cimiento de esta controversia. Nadie puede ser privado de sus propiedades sin un juicio justo, en un tribunal establecido, con todas las formalidades del procedimiento. En Colomos III, el amparo concedido al particular se basa en que el gobierno de Jalisco, bajo la administración de Aristóteles Sandoval en 2017, intentó recuperar el predio mediante actos administrativos, no un juicio de nulidad.
Las escrituras públicas, registros catastrales y pagos de impuestos sustentan la confianza legítima del propietario, quien reclama posesión desde hace años. La justicia federal invalidó los agravios del Ejecutivo estatal, reafirmando que la privación de derechos exige un proceso judicial transparente, no decisiones unilaterales.
Lemus, con su característica vehemencia, ha acusado a “algunos jueces” de actuar “corruptamente” en sus últimos días en funciones, sugiriendo que la resolución favorece intereses privados sobre el bien colectivo. “Quedan muchas instancias legales por dirimir. Les doy mi palabra: nuestro Bosque Urbano se mantendrá intacto”, dijo, respaldado por el presidente municipal de Zapopan, Juan José Frangie, quien comparte la visión de proteger áreas verdes como legado para las futuras generaciones.
En este contexto, habría qué preguntar: ¿La defensa del medio ambiente se ha hecho con la ley en la mano o es una cortina de humo para ocultar errores institucionales?
El caso Colomos III destapa un patrón inquietante. En el Bajío y el Bosque de la Primavera, hemos visto cómo las autoridades han intentado recuperar terrenos sin respetar el debido proceso, solo para ser frenadas por la justicia federal.
En Colomos III, el gobierno validó las escrituras desde los gobiernos panistas que antecedieron al de Aristóteles Sandoval, al quedar registradas las escrituras que amparan la propiedad de Ricardo Ramírez Angulo desde el momento que quedó asentado en el Registro Público de la Propiedad y el catastro municipal cobró el impuesto predial.
Si hubo una irregularidad con estas escrituras debió de irse al fondo del asunto, esto es, investigar y en su caso denunciar a las autoridades estatales que validaron esas escrituras, lo que no se hizo.
Tengamos presente que la confianza legítima no es un concepto abstracto; es el derecho de los ciudadanos a creer en las instituciones que validan sus propiedades. Romper eso sin un proceso justo es pisotear la constitución.
La resolución judicial no solo protege al particular, sino que expone la fragilidad de un sistema que actúa con arbitrariedad, confiando en que la fuerza política superará la legalidad.
Lemus, en su cruzada por Colomos III, ha elevado la apuesta: “Primero dejo de ser gobernador antes de que construyan esas torres”, declaró, refiriéndose también a un proyecto de 140 departamentos en un predio contiguo.
En el caso del terreno de Colomos III, el hecho de que esté sobre un manantial, no implica que por ese hecho el particular no pueda detentar la propiedad, que no es lo mismo que sobre esa superficie se pueda edificar. Son dos cosas diferentes.
Si nos basamos en lo que establece la ley, tanto el Ayuntamiento de Zapopan como el Gobierno del Estado pueden negar permisos para su construcción y evitar la construcción. El particular a su vez puede alegar su derecho a construir, pero ese sería otro pleito jurídico.
Más que ir contra el particular aquí lo que procedería de parte del gobierno de Pablo Lemus es quién fue y con qué argumentos validó en otros sexenios la validez de esa propiedad que hoy pertenece al empresario Ricardo Ramírez Angulo.
Hemos advertido que en este caso de Colomos III el gobierno estatal intentó bloquear el proceso judicial con recusaciones frívolas, como nombrar abogados externos para generar conflictos de interés con el magistrado. Estas tácticas, que retrasaron la resolución por más de un año, son un “juego del poder”: Manipular el sistema judicial para ganar tiempo no es defender el interés público; es jugar con la confianza ciudadana”.
La justicia federal desechó estas maniobras, permitiendo una resolución que prioriza el estado de derecho sobre la presión política. La defensa de Colomos III como área de conservación, con sus mantos acuíferos y biodiversidad, es una causa que vale la pena defender. El bosque no es solo un terreno; es el latir de Jalisco, el derecho de las futuras generaciones a un entorno sano.
La batalla no se gana con discursos. Habrá que ver la defensa jurídica que lleven adelante los abogados del Gobierno del Estado. Consulté a varios abogados sobre este caso y coincidieron que el asunto está muy claro: al particular le asiste la razón, ya que cuando fue despojado no se le dio derecho de audiencia.
Si el gobierno validó las escrituras, ¿por qué no las impugnó a tiempo? ¿Quién permitió que este litigio se prolongara? La respuesta estaría en la necesidad de una vigilancia ciudadana implacable, que exija cuentas claras y no se conforme con promesas o declaraciones políticas.
Colomos III un reflejo de las tensiones entre el poder, la justicia y el clamor ciudadano. Más que culpar a la autoridad de justicia federal, el Ejecutivo debe revisar quién o quiénes validaron las escrituras de quienes se asume como propietario de Colomos III, si es que existe una irregularidad en el Registro Público de la Propiedad y habría que revisar a funcionarios de tres o cuatro gobiernos anteriores al actual.
La sociedad jalisciense requiere se proteja su patrimonio, pero también se respete la ley. Los ciudadanos deben exigir transparencia en los actos jurídicos que realizan sus gobernantes y con su presión incansable, son la verdadera esperanza para que Colomos III siga siendo un bosque, no un cementerio de promesas rotas.
Es momento que los jaliscienses dejen la apatía y tomen las riendas, vigilando cada paso para que la justicia, la transparencia y la sustentabilidad no sean solo palabras, sino el latir de un estado transformado.
JALISCO
Movimiento Ciudadano y UdeG: La unidad unánime que esconde el miedo al desgaste

– Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco
Un millar de delegados, el 92% de la lista, acudieron puntuales a la llamada del partido naranja en su quinta convención estatal. La cifra es presentada como muestra de unidad, pero también exhibe el peso de la disciplina: en Movimiento Ciudadano nadie quiere desentonar cuando la batuta la llevan el gobernador Pablo Lemus y el dirigente nacional Jorge Álvarez Máynez.
La aclamación fue unánime, sin votos en contra, sin voces disonantes. En la política, los unanimismos suelen esconder más temores que entusiasmos.
¿Es lo mismo que está pasando en la Universidad de Guadalajara con las “elecciones” de sus sindicatos: el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara (STAUdeG) y el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Guadalajara (SUTUdeG)?
La protagonista, Mirza Flores, recibió la ratificación como coordinadora estatal hasta 2028. Ella misma lo dijo: “La silla del poder es prestada”. Una frase que suena a advertencia, pero que también funciona como vacuna retórica frente a los males que hundieron al PRI y al PAN: la soberbia y el alejamiento de la gente. Flores lo sabe y lo repite como mantra, consciente de que su papel no es el de caudillo, sino el de guardiana de la cercanía. Sin embargo, no deja de ser paradójico: en un partido que se ufana de ser movimiento ciudadano, las decisiones se siguen tomando de arriba hacia abajo, con respaldo calculado y bendiciones previas.
Curioso… Lo mismo pasó en la UdeG, donde los nombres de los lideres sindícales ganadores ya se conocían, ¡Solo faltaban las elecciones!
El plan que presentó Mirza Flores tiene ambición de hegemonía: conquistar todas las alcaldías de la Zona Metropolitana de Guadalajara, recuperar territorios perdidos como Puerto Vallarta y Tepatitlán, y mantener a Jalisco como la cantera de votos más fértil para el partido. Nada menos que replicar el éxito de 2021, cuando MC logró mayoría en el Congreso local, pero ahora bajo la sombra de Pablo Lemus, un político con estilo empresarial que intenta suceder al caudillismo alfarista. Caudillo que, por cierto, dobló a la universidad en cuyas instalaciones se realizó la convención estatal que ungió a Mirza Flores.
En este juego de equilibrios, Flores se ubica como la bisagra: entre el legado de Enrique Alfaro —al que define como respeto e inspiración— y la proyección de Lemus como jefe político del estado. El discurso es claro: unidad interna, cero fracturas, disciplina férrea.
La pregunta incómoda es si este modelo podrá resistir el desgaste natural del poder y el embate de Morena en 2027, que ya acecha con candidatos competitivos en la metrópoli. Entre los cuales, por cierto, no estará Ricardo Villanueva como candidato, ni repetirá Jesús Becerra -líder del SUTUdeG- quien actualmente está desaparecido como regidor en Guadalajara.
Los discursos en la convención abundaron en promesas de cercanía y servicio. Se recordaron programas sociales: medicamentos oncológicos gratuitos para niños, útiles y calzado escolar, infraestructura educativa. Nada mal como vitrina de logros.
Pero mientras tanto, la memoria de Cecilia Ruvalcaba, regidora asesinada en Teocaltiche, flotaba como recordatorio de la fragilidad del proyecto naranja en territorios violentos. La mención de Máynez no fue casual: fue un acto de contrición forzada para reconocer que no todo es marketing ni aplausos en la Casa Ciudadana.
Respecto a la promesa que hizo Pablo Lemus de pacificar Teocaltiche en 45 días… No se pronunció ninguna autocrítica.
Mirza Flores, abogada formada en género y ciudadanía, se presenta como rostro fresco y feminista en un partido dominado por varones con oficio de caudillos. Su apuesta es a la inclusión y a la disciplina, al trabajo territorial y al contacto con la gente. En la entrevista previa a la convención lo resumió con precisión: “Mi tarea es sumar y multiplicar”. Pero el riesgo, otra vez, es el de la aritmética política: sumar cuadros puede implicar también sumar vicios, y multiplicar estructuras puede derivar en multiplicar cuotas.
Recordé a Natalia Juárez, nueva secretaria del STAUdeG, que en redes al saberse ganadora dijo: “Estamos convencidas y convencidos de que la suma de esfuerzos es la mejor manera de responder a los retos que enfrentamos y de construir un sindicato que represente con dignidad y unidad a todas y todos los académicos de la UdeG”, esperemos que no pase lo mismo que con el PRD Jalisco, donde, también hablaba de unidad… y terminó enterrando al partido.
La convención de emecistas cerró con unidad exhibida, metas ambiciosas y discursos de confianza. Pero bajo la superficie laten los dilemas de siempre: ¿podrá MC conservar su ADN de cercanía o caerá en la burocracia que promete evitar? ¿Se convertirá Jalisco en bastión rumbo a la presidencia de 2030 o en laboratorio de tensiones internas?
El partido naranja se ufana de ser diferente, pero la política mexicana —esa que Mirza dice haber aprendido desde que tocaba puertas en 2012— enseña una lección vieja: los partidos que olvidan de dónde vienen terminan repitiendo la historia de los que prometieron nunca ser iguales.
En X @DEPACHECOS
JALISCO
Sueños que se hacen realidad

– Opinión, por Erick Brandon Palacios Sánchez
Queridos amigos y lectores de Conciencia Pública, es un honor para mí volver a escribir en las páginas de este prestigioso semanario.
En los últimos meses, he tenido la satisfacción de alcanzar algunos logros importantes. El pasado 8 de agosto, recibí mi título profesional como Licenciado en Periodismo Digital por la UdeG. Y el sábado 30 de agosto de 2025, tuve el honor de ser invitado a la asamblea de elecciones del Círculo de Periodistas y Escritores de Jalisco A.C., donde fui propuesto como Vicepresidente de esta honorable organización gremial.
Este nombramiento simboliza un enorme compromiso para mí, ya que tengo la firme convicción de hacer que el periodismo jalisciense sea un espacio que abra las puertas al periodismo de inclusión, dando voz a las personas con discapacidad, adultos mayores y todos los sectores que necesiten una voz, un reflector o una pluma para describir sus necesidades.
Deseo expresar mi gratitud al Maestro Xavier Zaragoza Núñez, presidente honorario vitalicio y fundador del Círculo, por su voto de confianza para asumir esta gran misión.
La nueva mesa directiva
– Presidente: Sergio Octavio García Aceves
– Secretaría General: Victoria Falcón Águila
– Vicepresidente: Erick Brandon Palacios Sánchez
– Secretario de Actas y Acuerdos: Horacio García González
– Secretario de Organización: Arturo Robles Grey
Reconozco la gestión del presidente saliente, C. Pablo Arturo Morales Euzarraga.
Fundación y misión del Círculo de Periodistas y Escritores de Jalisco A.C.
Esta organización gremial nació en 2009, inspirada en personajes jaliscienses del periodismo independiente como David Hernández Hurdanidia y Salvador Quesada Ramírez. Sus fundadores fueron el Maestro Xavier Zaragoza Núñez y Miguel Ángel Torres Delgado. Entre sus principales tareas está darle voz a la llamada prensa chica y agrupar a escritores y periodistas interesados en el fenómeno informativo y en el acontecer social.
PRINCIPALES OBJETIVOS
– Agrupar a periodistas y escritores para promover valores como la ética, el respeto y la capacitación continua del gremio.
– Promover actividades culturales de alto impacto, como la entrega de la medalla David Hernández Hurdanidia.
MI PLAN DE TRABAJO
Como vicepresidente del círculo, mi plan es promover cursos de capacitación presencial para que los jóvenes desarrollen el amor por las letras y la pluma. También busco involucrar a las juventudes en las actividades de nuestra organización y consolidar de manera profesional el oficio del periodismo en las nuevas generaciones.
Gracias por su amable atención, queridos lectores del Semanario Conciencia Pública.