JALISCO
Tototlán entre el lodo y la esperanza, familias resisten al desbordamiento del Tajo
– Por Francisco Junco
El amanecer en Tototlán trajo consigo escenas de angustia y solidaridad. El desbordamiento del río El Tajo afectó a más de 450 viviendas y dejó a decenas de familias con lo poco que alcanzaron a rescatar.
Entre la incertidumbre, la presencia del gobernador Pablo Lemus Navarro dio un respiro a la población.
«A unas horas de que sucedió esta emergencia, aquí estamos presentes, personalmente, nada de enviados, está el gobernador atendiendo a la gente directamente», señaló el mandatario estatal.
Las colonias más afectadas, como El Tajo y Lindavista, mostraban calles cubiertas por el agua y familias resguardadas en albergues improvisados.
En uno de ellos, conocido como La Dulcera, alrededor de 50 personas, entre ellas adultos mayores, mujeres y niños, encontraron refugio, atención médica y un plato caliente. El rostro humano de la emergencia se vio reflejado en madres que cargaban a sus hijos con la esperanza de volver pronto a sus hogares.
La ayuda no tardó en llegar. Maye Villa de Lemus, presidenta del DIF Jalisco, visitó los albergues y colonias afectadas con víveres, agua y artículos de primera necesidad.
“Estamos aquí para acompañarlos, no están solos”, expresó mientras entregaba cobijas y pan dulce a familias que aún no superaban el susto de haber visto el agua entrar a sus casas en plena madrugada.
La coordinación entre el Gobierno de Jalisco, el municipio de Tototlán y Protección Civil fue clave para evitar pérdidas humanas.
Más de 50 elementos trabajaron sin descanso en rescates y en la instalación de un puesto de mando que permitirá continuar con la evaluación de daños y la declaratoria de emergencia. El compromiso, insistió Lemus, es devolver a las familias lo que el agua les arrebató.
En medio de la tragedia, la respuesta solidaria también se manifestó en gestos sencillos: brigadistas que ofrecieron su hombro para consolar, vecinos que compartieron comida, y la instalación de un centro de acopio en Guadalajara para canalizar donaciones.
Así, Tototlán no solo enfrenta una emergencia, también da ejemplo de unión, acompañamiento y la certeza de que el dolor compartido puede transformarse en esperanza.


