ENTREVISTAS
Jaime Ramírez Yañez: El gobierno de la Cuatro T sin respuesta para el agro
– Por Gabriel Ibarra Bourjac
La carencia de una política agropecuaria del gobierno federal para alimentar a 130 millones de mexicanos está en juego sin depender del exterior, advierte José Ramírez Yáñez, dirigente del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano en el sur de Jalisco, al mismo tiempo apunta que el problema es que se protege los intereses de los industriales en detrimento de los productores agropecuarios.
Por otro lado le responde a la Presidenta Claudia Sheinbaum, quien pretendió descalificar al movimiento de productores al señalar que estaba movido por partidos políticos de oposición,
El campo mexicano atraviesa una de sus crisis más agudas en décadas, marcada por precios bajos para los productores, dependencia creciente de importaciones y una respuesta gubernamental que, para muchos, resulta insuficiente.
El 30 y 31 de octubre de 2025, miles de agricultores bloquearon 30 carreteras en Jalisco y otras entidades, exigiendo un precio justo por tonelada de maíz y una política agropecuaria integral. Tras dos días de protestas, el gobierno federal anunció un precio de garantía de 7,000 pesos por tonelada para pequeños productores, pero esta medida fue calificada por los líderes campesinos como «pírrica» y coyuntural, lejos de resolver el problema estructural.
José Ramírez Yáñez, dirigente del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano en el sur de Jalisco, es una voz autorizada en este conflicto. Fundador de Morena, excolaborador en campañas electorales y productor con décadas de experiencia, Ramírez representa a un sector que se siente traicionado por un gobierno que prometió defender al campo y combatir el neoliberalismo.
Desde su perspectiva, las acciones del gobierno federal no solo dividen al movimiento, sino que protegen los intereses de grandes industriales en detrimento de la soberanía alimentaria.
En esta entrevista con Conciencia Pública Ramírez Yáñez desmenuza los acuerdos alcanzados, critica la falta de visión de Estado en la Secretaría de Agricultura y Ganadería (Sader), y advierte sobre nuevas protestas si no hay cambios reales.
Destaca la urgencia de duplicar el presupuesto agropecuario, reactivar Fertimex, garantizar créditos baratos y bodegas, y replantear el modelo de importaciones que, según él, asfixia al productor nacional. También elogia el apoyo del gobierno de Jalisco como un «gesto», pero insiste en que la solución debe venir del ámbito federal.
Lejos de ser un conflicto pasajero, lo que está en juego es la capacidad del país para alimentar a 130 millones de mexicanos —y pronto más— sin depender del exterior. Ramírez no solo habla desde la indignación, sino desde la propuesta: urge una política de Estado que, como en infraestructura o seguridad, involucre al Ejército si es necesario, pero con resultados tangibles. Esta conversación revela las fracturas entre discurso y realidad en el México rural de la Cuarta Transformación.
EL PROBLEMA NO ESTÁ RESUELTO
Gabriel Ibarra Bourjac (GIB): Se hizo una gran manifestación: durante casi dos días se cerró la circulación en 30 carreteras de Jalisco y en diversas ciudades del país. Finalmente se llega a un acuerdo de cerca de 7,000 pesos por tonelada garantizados por el gobierno para pequeños productores. Platíqueme sus impresiones de todo esto.
José Ramírez (JR): Bueno, por principio, los funcionarios del gobierno de Sheinbaum aprendieron muy bien las tácticas de dividir. Eso fue lo que sucedió: dividieron el movimiento, concentraron la respuesta solo en Jalisco, Guanajuato y Michoacán. Al final, Michoacán no firmó, y fue una manera de dar respuestas parciales. El movimiento sigue en Baja California, Guanajuato, Michoacán y Jalisco porque ya están en puerta las cosechas y no pueden esperar más. A diferencia del noroeste, donde aún hay margen de días, aquí la respuesta del gobierno fue realmente pírrica.
GIB: ¿No fue una respuesta de Estado, de un gobierno que quiera resolver los problemas? ¿Fue una respuesta de coyuntura?
JR: Sí, exactamente. Debe haber un proyecto de Estado integrado para resolver el problema de la agricultura nacional, no solo para que brote de nuevo en unas semanas. Salieron con cuestiones muy vagas.
GIB: En este momento se sale del problema, pero el problema sigue. Estamos en el contexto de que se acaba de aprobar el Presupuesto de Egresos 2026. Ustedes habían propuesto duplicar el presupuesto para el campo, de 75 mil millones de pesos, y esa respuesta no se dio. ¿Cómo lo ven?
JR: Sí, los diputados no hicieron su chamba. Si no era duplicar, al menos subirlo un poco. Está bien apoyar la agricultura de traspatio, pero esa no genera excedentes. La población crece: somos 130 millones y pronto seremos 5 o 10 millones más. Necesitamos una agricultura que garantice autonomía alimentaria. Si no hay excedentes importantes como los que generan los agricultores medianos y grandes, este problema será recurrente.
UNA RESPUESTA MUY POBRE
GIB: Entonces, ustedes esperarían una política integral agropecuaria tendiente a la autosuficiencia alimentaria. Como me señalaba antes, importamos más del 50% de los granos que consumimos. Si esto sigue, la importación crecerá en detrimento de los productores mexicanos.
JR: Claro. La respuesta fue muy pobre. Proponen un sistema para el control del mercado, pero no es un asunto de mercado ni de comercialización: es de producción. Para eso se necesitan medidas que aseguren la producción: bodegas, créditos baratos, el regreso de Fertimex, una productora de semillas. Esa es la política integral, de Estado.
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, toma acciones sosas. Vendió por cinco monedas a Minsa, Gruma, Harinera, Cargill y Maseca. Defienden mal los intereses de los industriales, no de los productores. Sabían de la producción récord de maíz en Estados Unidos y no tomaron medidas en aduanas. Permitieron el ingreso masivo de maíz. No están a la altura, y por eso la pobreza sigue.
GIB: El gran ganador siguen siendo los industriales.
JR: Sí, porque inclusive pasaron maíz antes de que iniciara la cosecha. El Estado no respondió diciendo: «Esperen con las importaciones, consumamos primero el maíz nacional». Como se daba a 3,000 pesos, lo llenaron en bodegas. Esas acciones no se deben hacer.
GIB: Contradictorio para un gobierno que enarboló una política del bienestar, antineoliberal.
JR: Totalmente. Y ahora la presidenta dice que el movimiento está manipulado por representantes de otros partidos. Le contesto: si los hay, son de Morena. Yo soy fundador de Morena, contribuí con votos. Para unas cosas sí somos democráticos, para otras no. Hay discriminación política. Son productores; las banderas son reales. El campo vive una crisis por políticas federales que no dan estímulos ni apoyos, como sí reciben productores de otros países.
LAS MANIFESTACIONES CONTINUARÁN
GIB: Esto implica que las manifestaciones van a seguir, tal vez no la próxima semana, pero en tanto no se resuelva de fondo, los productores tomarán las carreteras cuando sea necesario.
JR: Sí, lo dijo Baltazar Valdés, líder en Sinaloa y Sonora: accedimos por cuestión humanitaria y los festejos próximos, pero pasando eso, se regresa. Si no hay respuestas, iremos a las aduanas. Como institución, tampoco funcionan: debieron parar las importaciones de granos y no lo hicieron. El siguiente paso serán las aduanas.
GIB: ¿Cuándo sería esto?
JR: Yo creo que pasando el 1 y 2 de noviembre, a partir del martes de la semana entrante
GIB: Y no hay respuesta del gobierno en ese sentido.
JR: Sí las hay, pero muy pírrica. No acorde a la magnitud del problema. Eso ya no se lo creen.
BUEN GESTO DE LEMUS
GIB: En el caso de Jalisco, ¿cómo toma la posición del gobernador con el apoyo de 150 pesos por tonelada, 180 millones de pesos?
JR: Fue un gesto bueno, de compartir. Pero es parte de la solución. Necesitamos créditos, bodegas, apoyos, regresar al extensionismo con técnicos agropecuarios, semillas, fertilizantes. Una respuesta de Estado. Los 180 millones contribuyen, pero no resuelven.
GIB: Se necesita algo más. El Gobierno de Jalisco no tiene capacidad para resolverlo; esa la tiene el federal, con una política agropecuaria distinta.
JR: Así es. Deben replicar lo que hicieron con trenes y aeropuerto: políticas de Estado serias. Europa se desarrolló con vías, Estados Unidos salió de la depresión con carreteras. Eso está bien. Pero en agricultura necesitamos algo así. Si requiere al Ejército como asesores o constructores, que entre. Han puesto el ejemplo: construyen rápido, económico y bien.
GIB: Aunque no sean agricultores.
JR: Pero aprenden rápido. Son hijos de agricultores. El punto es el ejemplo: el gobierno debe implementar políticas de Estado para desarrollar el país. Seguimos creciendo, somos más mexicanos. Medidas que solo resuelven a Minsa no bastan. Deben voltear al campo. Esperamos esa respuesta. Buscar culpables no es solución. Es un problema real. Debe haber mesa de diálogo sin señalamientos. Desde la primera ocasión, líderes como Baltazar y Yaco de Chihuahua fueron excluidos. Solo negoció gente de Jalisco, Guanajuato y Michoacán, y Michoacán no firmó. El acuerdo está incompleto.
