NACIONALES
CEM exige combatir las causas de la violencia y llama a la unidad nacional por la paz
																								
												
												
											– Por Francisco Junco
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) condenó enérgicamente los asesinatos de “constructores de paz” en el país, tras el homicidio del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
En un comunicado oficial firmado por los obispos Ramón Castro Castro, Héctor M. Pérez Villareal y Javier Navarro Rodríguez, los prelados señalaron que “hoy ya no basta aprehender al asesino, hay que combatir con determinación la causa de todos estos asesinatos”.
La CEM advirtió que la presencia de grupos armados en distintas regiones del país representa “el verdadero crimen a enfrentar”, señalando que los retenes, el despojo de tierras y las amenazas constantes contra productores, comerciantes y gobernantes evidencian “un grave debilitamiento del orden constitucional que los gobiernos, a nivel municipal, estatal y federal están obligados a garantizar”.
En medio de un contexto de creciente violencia, los obispos reconocieron la labor de sacerdotes, religiosas y agentes de pastoral que permanecen fieles a su misión de acompañar a las comunidades.
“La entrega silenciosa y valiente de estas personas es un signo vivo de la presencia de Cristo en medio de su pueblo, recordándonos que la luz nunca se extingue frente a la oscuridad”, destacaron.
Asimismo, los prelados llamaron a quienes están provocando la violencia a detenerla y respetar la vida humana. “Cada hermano es un don de Dios del que se nos pedirán cuentas cuando estemos ante Él: ‘Caín, ¿dónde está tu hermano?’”, citaron, recordando que “nadie nació para hacer el mal y nadie encontrará su camino de felicidad transgrediendo la dignidad de su prójimo”.
El Episcopado también exigió a las autoridades “combatir con determinación e inteligencia el verdadero crimen”, no sólo ante los asesinatos de figuras públicas como Bernardo Bravo y Carlos Manzo, sino frente a la inseguridad que “día con día ve ultrajadas sus libertades” a miles de ciudadanos.
La CEM reiteró su convicción de que la construcción de la paz es tarea de todos los mexicanos y puntualizaron que “familias, maestros, comerciantes, empresarios, miembros de las diversas denominaciones religiosas y ciudadanos… todos estamos llamados a defender los valores de nuestra Patria para vivir dignamente, en paz y libertad”.
Los obispos ofrecieron el Diálogo Nacional por la Paz como un espacio de encuentro y coordinación, pidiendo la intercesión de la Virgen de Guadalupe “para que juntos alcancemos la paz, la libertad y el desarrollo que nuestro México merece”.

