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JALISCO

Marcha contra gobierno de Morena en Guadalajara: Miles exigen justicia por Manzo y protesta termina con actos de violencia

Publicado

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Por Francisco Junco

Entre gritos de “¡Viva México!”, “¡Fuera Morena!” y “¡Fuera Claudia!”, además de una manta que advertía “¡Basta de balas de indiferencia, despierta México!”, alrededor de nueve mil personas se manifestaron en Guadalajara en la marcha convocada por Generación Z México.

La protesta en la capital jalisciense, que forma parte de las más de 30 movilizaciones realizadas en el país este 15 de noviembre, comenzó en punto de las 11 horas, cuando el sol caía vertical sobre la Glorieta de las y los Desaparecidos, aún con la frescura de la mañana y un ambiente familiar y festivo que comenzaba a contagiarse.

La mayoría de los asistentes llevaba sombreros, no solo para cubrirse del sol, sino como símbolo de la marcha: “¡Carlos Manzo vive, la lucha sigue!”, se escuchaba en las primeras consignas.

El lugar se llenó de murmullos, banderas y cartulinas mientras poco a poco se formaba un contingente que no dejaba de crecer. Cerca de cinco mil personas llenaban cada rincón de la glorieta, listas para iniciar el recorrido rumbo a Casa Jalisco.

Desde los primeros pasos quedó claro que no sería una marcha pequeña. Jóvenes, familias completas, adultos, niños, adultos mayores y grupos de distintas causas comenzaron a avanzar por avenida Chapultepec con un orden inesperado para una movilización que buscaba expresar el hartazgo frente al sistema gubernamental federal.

La columna humana tomó avenida Vallarta convertida en un mar de voces que exigían justicia y daban salida a la frustración. Conforme avanzaba el contingente, más personas se unían desde banquetas, calles laterales y estaciones del transporte público. Para entonces, el cálculo ya se acercaba a las nueve mil personas.

La ruta continuó hasta la emblemática Glorieta de La Minerva, que recibió el paso de los manifestantes como un punto natural de encuentro de inconformidades acumuladas.

Desde ahí, la marcha subió por López Mateos y se dirigió hacia Manuel Acuña, donde se ubica Casa Jalisco, la residencia oficial del gobernador. El ambiente se tensó ligeramente, no por amenazas, sino por la expectativa de lo que encontrarían.

Al llegar, los primeros manifestantes observaron cómo elementos de la Policía Estatal, que habían colocado rejas metálicas alrededor de los muros blancos de la propiedad, comenzaron a retirar el mallado. El gesto provocó sorpresa entre los asistentes, que esperaban resistencia y se toparon con una retirada ordenada.

Frente a Casa Jalisco, las consignas se elevaron con más fuerza. Entre gritos de “¡Fuera Morena!” y “¡Fuera Claudia!”, se escuchaban también voces que proclamaban “¡Viva México, viva Jalisco!”.

Una frase retumbaba especialmente en la fachada blanca de la residencia oficial del gobernador: “Carlos Manzo no murió, Morena lo mató”. La indignación recordaba el asesinato del alcalde de Uruapan, ocurrido el 1 de noviembre en un evento multitudinario.

El sombrero de cartón, monumental, de tres metros de largo y metro y medio de alto, fue cargado durante todo el trayecto como símbolo del Movimiento del Sombrero que enarbolaba Carlos Manzo. Al llegar a Casa Jalisco, fue depositado solemnemente frente a la puerta principal.

Frente a la entrada, los manifestantes guardaron un minuto de silencio en memoria del alcalde. El sonido habitual de la ciudad se detuvo por instantes, sustituido por un silencio que pesó más que cualquier consigna.

Después del homenaje, los asistentes entonaron el Himno Nacional. El canto se escuchó firme, sin interrupciones, y recogió el espíritu patriótico que acompañó la jornada. Los sombreros en alto, recordando al alcalde de Uruapan, acompañaban la presencia del Movimiento del Sombrero. Las banderas tricolores y de Movimiento One Piece ondeaban a lo largo de la calle Manuel Acuña.

“Hacernos sentir a estos narco-gobiernos, tanto locales, estatales como federales: ya basta”, expresó Cristian Uriarte, uno de los organizadores, al explicar el objetivo de la marcha. Su voz buscaba condensar el sentir generalizado.

“Los jóvenes mexicanos ya estamos hartos de tantas mentiras, de tantas falsedades, de tantas fosas clandestinas, desaparecidos, de tantas faltas de oportunidades, ya estamos hartos. Es por eso que nos unimos y levantamos la voz”, añadió.

El organizador destacó también que la marcha se mantuvo en calma durante todo el trayecto. “Hasta ahorita, hasta este momento, saldo blanco… no hay derrame de sangre. Pacífica, consciente… más que nada, la marcha fue consciente. El pueblo fue consciente, y hasta eso se unió a un solo latido”.

El joven sostuvo que la esperanza recae en las nuevas generaciones: “La esperanza está en cada uno de nuestros jóvenes que hace sentir lo que siente su corazón… las esperanzas están puestas en un presente, en una generación Z que está más despierta que nada”.

Sobre la asistencia, Cristian Uriarte detalló: “Lo que tengo entendido, manejamos desde un inicio cinco mil personas, pero se fueron uniendo más… ahorita son entre ocho mil y diez mil gentes de diferentes generaciones”.

Al referirse a la presencia de adultos mayores, niños y familias enteras, Uriarte resaltó que se sentía honrado por la respuesta al llamado de Generación Z México: “Sentimos un gran honor, mucha humildad, mucho cariño, reciprocidad… son abuelos, son padres, son madres que dicen ‘voy a apoyar a mi hijo, voy a apoyar a mi hija’”.

La marcha concluyó en Casa Jalisco, aunque el organizador advirtió que podrían surgir nuevas movilizaciones: “Hay que estar atentos, porque también puede que haya más en el transcurso del fin de semana”.

La ciudad recuperó su ritmo poco después, pero el eco de los cantos, el silencio por Manzo y la presencia de miles dejó una marca clara: una protesta masiva, firme y, sobre todo, pacífica, que buscó hacerse escuchar sin recurrir a la violencia.

Aunque la mayoría del contingente se dispersó frente a Casa Jalisco, un grupo de manifestantes decidió continuar la movilización y se dirigió hacia Palacio de Gobierno, en el Centro Histórico de Guadalajara, para prolongar las protestas y mantener la presión simbólica sobre las autoridades estatales.


PROTESTA TERMINA EN VIOLENCIA: “BLOQUE NEGRO” IRRUMPE EN PALACIO DE GOBIERNO

Por Francisco Junco

A pesar de que la marcha realizada por la mañana transcurrió de manera pacífica y sin disturbios, horas más tarde un grupo de manifestantes, vestidos de negro y con el rostro cubierto con pasamontañas, se desplazó al Centro Histórico, donde los hechos tomaron un rumbo violento que derivó en destrozos a edificios públicos, varias personas detenidas y algunos lesionados.

De acuerdo con información oficial, 47 personas fueron detenidas, además de daños materiales en Palacio de Gobierno, el Congreso local y Plaza de Armas. Se reportaron 13 personas atendidas por servicios médicos, tres de ellas trasladadas a un puesto de socorros; mientras que el Congreso confirmó afectaciones en puertas, ventanas, mobiliario y oficinas del recinto legislativo.

Pasaban de las 15:00 horas cuando un grupo de jóvenes que había llegado a Casa Jalisco se desprendió del contingente y avanzó hacia Palacio de Gobierno.

Ahí comenzaron las agresiones. A pesar de que los uniformados intentaron repeler los ataques desde el interior, lanzando agua hacia los manifestantes, no pudieron contenerlos.

Ya pasaban de las 17:00 horas cuando el grupo identificado como “bloque negro” logró irrumpir en el edificio utilizando mobiliario urbano y una escalera metálica.

Tres puertas ubicadas sobre la calle Ramón Corona fueron derribadas. Piedras, palos y objetos metálicos reventaron cristales del inmueble, mientras otros manifestantes lanzaban bombas molotov y prendían fuego a papelería, sillas, escritorios y diversos muebles.

En Plaza de Armas se reportaron luminarias destruidas, daños al mobiliario público y losas arrancadas con barras metálicas. También hubo destrozos en obras de la Plaza Liberación e intentos de incendiar una de las ventanas del Congreso.

Hacia las 18:00 horas, la línea antimotines rodeó Palacio de Gobierno, así como los edificios del Congreso y del Poder Judicial. Durante los enfrentamientos se emplearon gases lacrimógenos, mientras manifestantes denunciaban el uso de gas pimienta y respondían con piedras y basura como proyectiles.

En videos difundidos en redes sociales se observó a un joven con quemaduras en la pierna tras intentar incendiar una de las puertas del recinto.

El Congreso del Estado, en un comunicado, confirmó daños a la puerta principal, al museo, ventanas y dos oficinas, así como al lactario del recinto.

Por su parte, el Gobierno del Estado informó que actuó “conforme a la ley” ante los disturbios, asegurando gasolina, thinner, bombas molotov, barras metálicas, petardos y una pistola, portados por algunos detenidos, entre ellos personas provenientes de la Ciudad de México, Guanajuato y Michoacán.

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