ENTREVISTAS
Maru Jiménez publica «Testamento de una mujer inquebrantable», testimonio de alguien que tocó fondo y logró reconstruirse
Por Gabriel Ibarra Bourjac
Maru Jiménez llega a la entrevista con la misma naturalidad con la que habla de su vida: sin poses, sin filtros, con esa mezcla de fortaleza y ternura que solo se forja después de haber tocado fondo y decidido, aun así, volver a levantarse.
A sus 65 años —que lleva con la energía de quien apenas empieza— es fundadora de Editorial Auge, con casi cuatro décadas de historia, y una mujer que durante años se movió entre gobiernos, proyectos de desarrollo económico y círculos del poder. Pero hoy no viene a hablar de logros ni de currículum. Viene a hablar de lo que realmente importa cuando todo lo demás se derrumba.
Hace un año, Maru estaba en el lugar más oscuro que había conocido. Venía arrastrando pérdidas antiguas —la muerte de su madre y de su esposo en 2011 y 2012, con apenas 45 días de diferencia— y el golpe definitivo llegó con la partida de su hermana, esa cómplice del alma que una semana antes le dijo: “Tú sanas con la palabra”.
De aquel dolor nació Testamento de una mujer inquebrantable (o Lo perdí todo menos el alma), un libro que empezó como catarsis privada y terminó convirtiéndose en un grito de esperanza que hoy resuena en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y en miles de mensajes de jóvenes que la siguen en redes.
Lo que vuelve único este testimonio no son los logros de una vida profesional exitosa, sino la honestidad brutal con la que Maru se mira al espejo: la soberbia que tuvo, el control que creyó ejercer, los silencios que pesaron, el miedo que la paralizó durante años y, sobre todo, el perdón más difícil de todos: el que tuvo que darse a sí misma.
Escribirla la obligó a enfrentar verdades enterradas durante décadas y, al hacerlo, descubrió que sanaba no solo ella, sino quien la leía. Lo hizo sin máscaras, sin victimizarse, con la certeza de que lo que duele también transforma y de que la fe —esa lucecita que nunca se apagó— es más fuerte que cualquier oscuridad.
Esta no es la historia de una mujer que nunca cayó. Es la historia de una mujer que se cayó muchas veces, que tocó fondo, que pensó que ya no había salida y que, aun así, encontró dentro de sí la fuerza para ponerse de pie. Esa fuerza es la que ahora comparte con otros.
En esta entrevista con Conciencia Pública, Maru Jiménez nos cuenta cómo se rompe una mujer, cómo se reconstruye y, sobre todo, cómo se vuelve inquebrantable. Porque inquebrantable no es la que no sufre; es la que sufre, llora, se desarma… y vuelve a levantarse las veces que haga falta.
UNA MUJER AGRADECIDA CON LA VIDA Y CON DIOS
GIB: Maru, para quien no te conoce, ¿cómo te defines?
Maru Jiménez: Soy una mujer que ha sido madre, hija, hermana, amiga y, sobre todo, sobreviviente. Tengo tres hijos y dos nietas que son mi motor. Presido Grupo Abogé, una editorial con casi 40 años de trayectoria. Trabajé durante décadas en proyectos de desarrollo económico con gobiernos federales y estatales.
Hace un año, sin planearlo, decidí escribir mi autobiografía después de un golpe muy duro que me hizo volcar todo lo que llevaba dentro. Hoy soy una mujer profundamente agradecida con la vida, con Dios y con esa fuerza que me ha permitido levantarme una y otra vez, aunque he atravesado momentos muy oscuros.
“NUNCA PERDÍ LA FE NI LA ESPERANZA”
GIB: ¿Cuándo sentiste que realmente tocaste fondo?
Maru: Hace aproximadamente un año. Venía arrastrando dos o tres años de mucho dolor acumulado: pérdidas, cuestionamientos profundos, la sensación de que lo que creía sólido se derrumbaba. El detonador fue la muerte de mi hermana. Caí en una depresión fuerte; me sentía completamente perdida. Pero incluso en lo más oscuro había una pequeña luz que no se apagaba.
GIB: El título del libro es muy fuerte. ¿Qué significa “Lo perdí todo menos el alma”?
Maru: Que, aunque perdí estabilidad, seguridad y personas queridas, nunca perdí la fe ni la esperanza.
“ESCRIBIR FUE UNA CATARSIS SALVAVIDAS”
GIB: ¿El libro fue una catarsis?
Maru: Totalmente. Empezó como algo íntimo. Al principio solo quería sacarlo todo para mí y tal vez imprimir unos cuantos ejemplares para mis más cercanos. Jamás imaginé presentarlo en la FIL Guadalajara ni que llegaría tan lejos. Escribir me obligó a enfrentar verdades muy dolorosas que había evadido durante años.
GIB: ¿Qué fue lo más difícil de perdonar?
Maru: Perdonarme a mí misma. Reconocer mis errores, mis silencios, mi soberbia… eso duele muchísimo. Ese fue el proceso más profundo.
“ME GUSTA MÁS LA MARU DE AHORA”
GIB: ¿Hay algo que ya no quieras recuperar de tu vida anterior?
Maru: No quiero volver a la necesidad de justificarme ni a las máscaras. Hoy me quedo con la libertad y con la verdad.
GIB: ¿Qué significa ser inquebrantable?
Maru: Todos tenemos una fuerza interior que a veces desconocemos. Ser inquebrantable no es no caerse nunca; es caerse y levantarse las veces que haga falta. Todos tenemos una fuerza interior que a veces desconocemos. La vida nos va a seguir sacudiendo, pero mientras respiremos tenemos el compromiso con nosotros mismos de volver a ponernos de pie.
“LO ÚNICO QUE TENEMOS ES HOY”
GIB: ¿Qué le dices a quien esté en el fondo ahora?
Maru: Que ninguna oscuridad es definitiva. Que escriban su historia desde la verdad y desde el alma. Que pidan ayuda. Que sientan lo que tengan que sentir. El tiempo vuela y lo único que tenemos es hoy.
“TESTAMENTO DE UNA MUJER INQUEBRANTABLE” LLEGA A LA FIL
GIB: ¿Dónde encontramos el libro?
Maru: Lo presentamos este jueves 4 de diciembre a las 12 del día en el Pabellón de la Universidad de Guadalajara, en la FIL. Y el próximo lunes estará disponible en Amazon en físico, Kindle y audiolibro. Habrá una sorpresa especial para quienes se conecten. Lo digo con el alma: lean Testamento de una mujer inquebrantable. No sé si será un bestseller, pero sé que tocará corazones.



