MEDIOS
Periodistas alertan: el algoritmo convierte la polarización en odio
Por Francisco Junco
Transcripción de texto a voz
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, periodistas, y dentro del programa TVMorfosis, advirtieron que el ecosistema digital ha convertido la polarización en un negocio basado en la hipersegmentación que fomenta el odio.
Durante el programa número 50 de TV Morfosis, dedicado a analizar cómo los algoritmos moldean el debate público, coincidieron en que el problema no es sólo tecnológico, sino profundamente social.
La discusión giró alrededor del impacto que tienen las plataformas en la construcción de comunidades digitales cerradas que consumen información diseñada para reforzar sus prejuicios.
Joan Enric Úbeda explicó: «El algoritmo no solamente segmenta públicos, sino que les distribuye contenidos… y si no se hace bien o se tiene una determinada intencionalidad, lo que estamos haciendo es querer construir realidades o modelar la realidad con unos objetivos”, Úbeda es director de Marketing y Comunicación Institucional la Universidad de Valencia.
Cristina Fallarás, barcelonesa, periodista y escritura, advirtió que estas dinámicas no son neutras, pues “el odio genera beneficios”. Añadió que quienes producen discursos violentos lo hacen porque “el algoritmo les permite una enorme difusión de ese contenido… y los canales se lucran y se lucra aquel que difunde odio”.
Por su parte, el periodista tapatío y conductor de noticieros de Canal 4, Jaime Barrera, señaló que la democratización que trajeron las redes derivó en un sistema dominado por grandes plataformas que operan sin supervisión real.
Afirmó que “hay poca exigencia de parte de la autoridad para lo que está pasando en las plataformas y cómo están generando interacciones que se les traducen en ingresos, pero que están generando riesgos a la convivencia social”.
El programa expuso cómo comunidades extremistas, como los grupos incel, se potencian gracias a la lógica algorítmica.
Jaime Barrera subrayó que estas cámaras de eco “provocan un efecto de aislamiento ideológico… que propicia sentimientos de polarización y de odio radical”.
Joan Enric añadió que la idea de que las redes serían “la gran ágora pública” quedó atrás.
“La esfera pública digital se nos ha convertido en pequeñas microesferas… y eso permite reafirmar patrones que en otros campos no serían aceptables”, subrayó.
Fallarás recordó que el odio digital siempre termina en el mundo real: “El odio que recibes en las redes aterriza. Aterriza en la calle y en el cuerpo… yo he vivido acoso, agresiones, una paliza en la calle… todo porque ese odio se monetiza”.
Los panelistas coincidieron en que se requiere alfabetización digital, regulaciones más claras y responsabilidad de las plataformas para frenar la polarización y el odio.
“Esto acaba de empezar”, concluyó Fallarás, “y no puede ser que cinco grandes tecnológicas nos impongan una manera de vida”.



