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OPINIÓN

La escuela del México independiente

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Educación, por Isabel Venegas //

Sin importar el tamaño de la ciudad o pueblo en donde nacen los hombres o las mujeres, ellos son finalmente del tamaño de su obra, del tamaño de su voluntad de engrandecer y enriquecer a sus hermanos”.

IGNACIO ALLENDE

Hay un valioso significado en el concepto de Institucionalidad: seguir un orden, una organización, reconocer jerarquías, saber cuándo se está interviniendo de una forma interdisciplinar o trans-disciplinar para que, a partir de no perder esa dimensión bien identificada, se pueda retornar al núcleo de donde partió el problema.

La institución tiene la gran posibilidad de atender situaciones bien focalizadas y delimitadas, en contraparte la organización tiende a pervertir sus objetivos, y en ocasiones termina sirviendo para fortalecer cotos de poder; los feudos que controlan el recurso con el que se debiera atender la problemática terminan siendo absolutorios, de forma que, lo que en su momento pudo haber resultado de utilidad de pronto se vuelve en contra.

En casi todos los titulares de los principales medios de comunicación se leía: ¡Ganó la CNTE! ¡Le entregaron la educación del país! Por cierto, nada más por no dejar voy a definir, la CNTE es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (así, en femenino), es diferente del SNTE, Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (en masculino). La CNTE surge como organización opositora al SNTE, pero a pesar de tener una génesis y un espíritu totalmente diferentes, para efectos del logro de la contra – reforma, podemos contenerlos en una sola categoría, porque la lucha que en su momento emprendió la CNTE deriva en beneficios para el SNTE.

Que los maestros no ingresen al sistema educativo “necesaria y exclusivamente” a través de evaluaciones, no tiene su exacta relevancia si no se considera en la antesala el tema del otorgamiento de plazas de manera automática para los egresados de las escuelas normales, porque ¿qué caso tendría esa discusión?, cuando en términos generales ni siquiera podría haber vacantes en un círculo que, entre los egresados y las “palancas” ya se cerró.

Podríamos entonces plantear un juicio riguroso a una de los instrumentos del estado para formar a los futuros profesores. Revisar si efectivamente están dotándolos de las herramientas necesarias para llevar a cabo un proceso de transformación profunda en las escuelas de nuestro estado y de nuestro país. La CNTE por ejemplo, surge precisamente de ahí, de la escuela normal. En donde los “profes” que forman “profes” se encuentran ante un sistema que parece ahogarlos en una burocracia, una organización que cada vez se fue cerrando más y más, y que en lugar de trabajar para encontrar formas de acceder a mejoras laborales reales, concentró el poder y se dedicó a dar dádivas a los empleados.

A estas alturas ya está agotada la figura de la evaluación, la que por cierto también tuvo “prietitos en su arroz” con personas que no sabían prácticamente nada, que era evidente su falta de dominio del ejercicio docente, pero que misteriosamente lograron pasar el examen con calificación de idoneidad, con su consecuente plaza en una zona bien ubicada. Con algunos eventos de corrupción, el imaginario colectivo volvió a jugar una mala pasada. Por otro lado, el ente que debería ser el defensor de los derechos de los trabajadores, desaparece de la escena desde hace mucho tiempo.

Si bien es cierto que en algunos estados, el sindicato ha mantenido una línea de trabajo efectivo, parece que dejó ir una oportunidad para haberse erigido como la parte subjetiva del ejercicio de evaluación, pero para ello requería una solidez moral de la que carecía tal vez más por su omisión, que por sus mismos fallos. La falta de la presencia de Elba Esther durante los últimos años en el escenario de la vida magisterial, redujo la fuerza con la que el aparato sindical actuaba y a pesar de que hoy conquistan una de las metas más grandes en su anhelo desde con Enrique Peña Nieto, la sociedad ve con gran descontento lo que parecía ser una práctica ya enterrada con calificación reprobatoria.

¿Qué hacemos entonces? La evaluación, el otorgamiento de plazas de modo directo, la formación en las escuelas normales, el sindicalismo magisterial, un sistema educativo absolutamente vertical (aunque en el discurso se hable de la “autonomía curricular”). Todo ya está vivido, probado y re-probado, aunque tal vez no reflexionado.

José Trinidad Cázares Mata, en su artículo “Formando ciudadanos”, narra cómo por allá de 1820 la corona española emite un edicto real con el que mandataba la formación cívica a partir de la enseñanza de la Constitución firmada en 1812. Esa orden llegó también a la Nueva España, con lo que la Constitución se convirtió en el libro de texto de los niños de todo el reino español.

Para 1821, México se convertía en un país independiente y bajo el gobierno de Agustín de Iturbide se fortalecía la formación a través de un catecismo político, así fue que a partir del 1824 se establece mediante el artículo 5° de la Constitución política, que los estados deberían dar fomento a la educación.

Cázares sigue narrando de los ajustes y manejos de la política educativa en el país, para llegar hasta 1840 año en el que se enfatizaba la enseñanza de la religión católica. Era obligatorio –en aquel entonces- que los que quisieran acceder a una plaza, debieran no solo profesar, sino presentar un certificado de su párroco local, en donde constara que el futuro maestro frecuentaba los sacramentos y participaba de una vida activa en la comunidad. Para 1853, se tenía la indicación de consignar media hora por la mañana y media hora por la tarde, para el rezo y la oración.

Transcurridos 166 años, hoy nos parece una ofensa que alguien quiera atentar contra la escuela que se ha construido laica, pública y gratuita, amén de los que quisieran que esa formación y valores regresaran a los planteles escolares (aunque hoy ya no sea específicamente el catolicismo, sino otra corriente religiosa); hay una herencia de la que solemos no percatarnos, o no desde una mirada del sistema complejo, implicado por la herencia cultural.

Contemplado desde ese momento histórico, la imagen del profesor se suele confundir con la del misionero, el sacerdote. Hay voces que se quejan de la demanda laboral de los maestros y piensan que la exigencia de condiciones más favorables es muestra de una “falta de vocación”, con el implícito de los votos de pobreza, obediencia… y ¿por qué no? castidad. ¿Cómo podría entonces considerarse el plano del profesionalismo, cuando subyace un “techo de cristal” para el profesor? En el México independiente de España se tiene una dependencia de muchos otros factores nacionales e internacionales. Ahora somos esclavos del tiempo, del condicionamiento social y de un consumismo o materialismo desmedido.

La libertad solo se obtiene a partir de la conciencia real de las circunstancias, en una lucha que va cobrando facturas por cada generación que se va en medio de esa somnolencia o indiferencia colectiva. Mi invitación es a que, a partir de ver el cumulo de factores que hoy están jugando en contra de nuestros niños, de nuestras escuelas y de nuestros maestros, abracemos con profundo cariño la lucha que se ha ganado, y comencemos a vivir una comunidad de aprendizaje real, esa que no viene dictada desde las políticas gubernamentales, que no pasó por la cámara de diputados o senadores, esa que nos hace ver en cada cara de nuestros alumnos, la alegría por aprender y descubrir cosas nuevas, de ser cada vez mejores seres humanos.

Felices fiestas de independencia, y ¡Que viva México! ¡Que viva la escuela que hemos construido y que habremos de defender!

Mat. y M. en C. Isabel Alejandra María Venegas Salazar

E-mail: isa venegas@hotmail.com

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MUNDO

Musk, el gran perdedor en su choque con Trump

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

El enfrentamiento entre Elon Musk y Donald Trump, dos titanes que pasaron de aliados a fieros adversarios, revela una lucha de poder con profundas implicaciones. Musk emerge como el principal perdedor, con daños a su reputación, empresas y capital político, mientras Trump consolida su autoridad y avanza su agenda.

Este choque, más allá de una disputa personal, refleja tensiones entre nacionalismo y globalismo, errores estratégicos de Musk y desafíos para países como México en un contexto de políticas proteccionistas.

Musk cometió un error al integrarse al gobierno de Trump, asumiendo que su riqueza, influencia mediática y popularidad en redes le otorgarían un rol protagónico en Washington. Subestimó la dinámica política estadounidense, donde el poder reside en cargos electos, no en asesores externos. Su visión globalista y tecnocrática chocó con el nacionalismo de Trump, especialmente en temas como aranceles y gasto público, generando fricciones con figuras clave de la administración, como Peter Navarro y Howard Lutnick.

La incursión política de Musk tuvo un costo elevado para sus empresas, particularmente Tesla. Las acciones de la compañía se desplomaron, con pérdidas estimadas en 9,000 millones de dólares en valor de mercado, tras la controversia con Trump. Esta caída, junto con las críticas a su gestión, refleja una pérdida de confianza de los inversores, quienes percibieron que Musk priorizó ambiciones políticas sobre la innovación tecnológica. La estabilidad de Tesla y su futuro están ahora en entredicho, evidenciando el impacto desastroso de esta aventura.

El choque entre Musk y Trump también fue una batalla de egos. Musk, acostumbrado a liderar, no estaba preparado para un rol subordinado en una administración que exige lealtad absoluta a Trump. La ruptura era previsible: dos personalidades dominantes compitiendo por controlar la narrativa política en un momento de reacomodo del orden global. Musk buscó influir en políticas que beneficiarían a Tesla y SpaceX, como desregulación y contratos federales, pero subestimó el costo reputacional y financiero de alinearse con Trump.

En un contexto geopolítico, la agenda proteccionista de Trump, que prioriza la economía estadounidense frente a competidores como China, chocó con la visión globalista de Musk, defensor del libre comercio.

Este desacuerdo refleja tensiones más amplias entre nacionalismo económico y globalización, con implicaciones para México. Los aranceles propuestos por Trump podrían imponer nuevas barreras comerciales, afectando la economía mexicana, que depende de su relación con Estados Unidos. México debe prepararse para negociar con una administración fortalecida tras neutralizar a Musk.

Musk podría argumentar que su incursión política buscaba beneficiar a sus empresas a largo plazo, consolidando su imagen entre los círculos conservadores que apoyan su discurso de libre mercado. Sin embargo, los resultados inmediatos muestran un fracaso: no logró influir en las políticas clave y sacrificó la estabilidad de sus compañías. Su falta de experiencia en el ámbito público lo hizo vulnerable a los juegos de poder de Washington, una lección que otros empresarios han aprendido a un costo similar.

Para recuperar su posición, Musk debe enfocarse en restaurar la confianza en Tesla y sus otras empresas, evitando futuras incursiones políticas mal calculadas. Su reputación como innovador está en riesgo, y la percepción de oportunismo político podría alejar a inversores y consumidores. Mientras tanto, Trump sale fortalecido, manteniendo el control de su administración y demostrando que, en la política estadounidense, el poder electoral supera a la influencia mediática o económica.

El caso de Musk es un recordatorio de que el poder económico no siempre se traduce en poder político. Su intento de influir en Washington, sin comprender las dinámicas de poder, resultó en un revés significativo.

México y América Latina, por su parte, enfrentan el desafío de adaptarse a un entorno de políticas proteccionistas, donde la fortaleza de Trump podría complicar las relaciones comerciales. La lección es clara: en los juegos del poder, la estrategia y la preparación son tan cruciales como la ambición.

P.D. Tras su ruptura el 5 de junio de 2025, Musk acusó a Trump en X de aparecer en los archivos de Epstein, sin pruebas. Trump lo llamó “loco” en Truth Social, amenazando con cancelar contratos del gobierno estadounidense con Musk. Tesla perdió 150 mil millones de dólares. Musk reclamó la victoria electoral de Trump en 2024; Trump lo acusó de ingratitud, marcando un quiebre definitivo.

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Beisbol

Julio Urías y el sueño guinda: ¿Un regreso triunfal a Tomateros?

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Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //

¿Es posible que en octubre veamos a Julio Urías, el talentoso pitcher mexicano, lanzar con los Tomateros de Culiacán en la Liga Arco Mexicana del Pacífico? ¿O es solo un anhelo de los aficionados que soñamos con ver al monticulista sinaloense retomar su carrera tras la sanción impuesta por la MLB, que concluirá el 17 de julio de 2025, después del Juego de Estrellas?

La afición guinda, reconocida como una de las más apasionadas de México, vibraría con el regreso de su hijo pródigo al montículo. Urías podría encabezar un roster estelar junto a ex grandes ligas como el relevista Víctor González y el poderoso Joey Meneses, formando un equipo competitivo que elevaría el espectáculo de la Liga Arco y atraería a más aficionados al estadio.

A sus 28 años, Julio Urías sigue siendo un talento excepcional. Su recta, que supera las 97 millas por hora, y su variado repertorio de pitcheos lo consolidaron como una pieza clave en la Serie Mundial de 2020 con los Dodgers de Los Ángeles. Sin embargo, su carrera se vio opacada por un caso de violencia doméstica que derivó en cinco cargos menores en Los Ángeles. Aunque la Fiscalía del Condado no presentó cargos graves, Urías se declaró no culpable a uno de los delitos, mientras que los otros cuatro fueron desestimados tras aceptar un programa de tratamiento de un año.

La MLB, tras su investigación, determinó que Urías violó la Política Conjunta de Violencia Doméstica, Agresión Sexual y Abuso Infantil, imponiéndole una suspensión que finalizará a mitad de la temporada 2025. Aunque esto le permitirá recuperar su elegibilidad, el estigma y el «pacto no escrito» entre los dueños de equipos de Grandes Ligas podrían complicar su retorno al béisbol estadounidense.

Aquí es donde surge la posibilidad de verlo en la Liga Arco con los Tomateros, el equipo de sus amores desde niño. Vestir el uniforme guinda en Culiacán, su ciudad natal, sería más que un regreso al béisbol: sería una oportunidad para reconectar con sus raíces, donde brilló en categorías infantiles y juveniles antes de ser firmado por los Dodgers a los 16 años.

La afición culichi, conocida por su lealtad, recibiría a Urías con los brazos abiertos, ofreciéndole el apoyo que necesita tras los momentos difíciles. Este retorno cumpliría un sueño que el propio pitcher expresó en 2021: jugar con el equipo de su tierra. Más allá de lo deportivo, sería un capítulo de redención personal, un mensaje de que los errores no definen el futuro de un talento generacional.

Si Urías demuestra un cambio genuino y compromiso, su incorporación a los Tomateros no solo revitalizaría su carrera, sino que también inspiraría a peloteros y aficionados, mostrando que la perseverancia puede superar los tropiezos. Su llegada sería un hito para la Liga Arco, un impulso para el béisbol mexicano y una narrativa de superación que combina datos, pasión y emoción.

Aunque no hay certeza de que Urías juegue con los Tomateros, la posibilidad existe. Todo dependerá de si un equipo de MLB lo contrata tras el fin de su sanción o si decide regresar a casa para escribir un nuevo capítulo en su historia. La pelota está en el aire, y los aficionados guindas ya sueñan con verla cruzar el plato.

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MUNDO

El rompimiento de Musk con Trump

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Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //

El quiebre se anticipaba, lo que muchos preveían ocurrió antes de lo esperado: la ruptura entre el magnate Elon Musk y el presidente Donald Trump. Musk, quien había apoyado fervientemente a Trump durante su reelección en 2024 y fue nombrado jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), anunció su separación del gobierno trumpista, frustrado por políticas que calificó de “absurdas” y decepcionantes.

Críticas contundentes a la política fiscal

El 3 de junio de 2025, Musk arremetió en la plataforma X contra la ley “One Big Beautiful Bill Act”, aprobada por la Cámara de Representantes, que incluye recortes de impuestos por billones de dólares y un aumento en el gasto de defensa. La describió como una “abominación repugnante”, advirtiendo que incrementará el déficit presupuestario en $600 mil millones para el próximo año fiscal, según señaló en CBS News.

Musk, quien logró ahorros estimados en $175 mil millones a través de DOGE, criticó que el proyecto contradice sus esfuerzos de austeridad, alertando que “este nivel de gasto excesivo llevará a Estados Unidos a la esclavitud de la deuda”, con un déficit proyectado de más de $2 billones anuales y un 25% de los ingresos gubernamentales destinados a intereses.

Tensiones económicas y políticas

Análisis independientes de la Oficina Presupuestaria del Congreso respaldan las preocupaciones de Musk, estimando que la ley podría elevar el déficit entre $2.3 y $3.8 billones en una década, aunque cuestionan la efectividad de las cifras de DOGE por inconsistencias. Además, la eliminación de incentivos para vehículos eléctricos en el proyecto afecta directamente a Tesla, lo que podría influir en la postura de Musk, cuya empresa ya enfrenta protestas y caídas en ventas por su asociación con Trump.

Mientras tanto, Trump defiende los recortes fiscales, aunque reconoce aspectos mejorables, y su administración, a través de Stephen Miller, niega que la ley agrave el déficit, contradiciendo los análisis.

Un rompimiento con repercusiones

La ruptura no solo refleja diferencias ideológicas sobre el gasto público, sino también tensiones comerciales, como los aranceles que Musk ya había criticado por su impacto en Tesla. Aunque Trump no ha confrontado directamente a Musk, la influencia del magnate podría complicar el avance de la ley en el Senado, donde enfrenta resistencia de republicanos fiscalmente conservadores.

Este quiebre evidencia las complejidades de una relación marcada por intereses económicos y políticos en conflicto, dejando un escenario incierto para ambos.

Un futuro incierto en el tablero del poder

El rompimiento entre Elon Musk y Donald Trump no solo sacude la política fiscal estadounidense, sino que también podría redefinir alianzas en el escenario global. La salida de Musk del gobierno trumpista, junto con su capacidad para influir en la opinión pública y en el Senado, amenaza con frenar la ambiciosa «One Big Beautiful Bill Act», mientras las tensiones comerciales y los intereses de Tesla agravan el distanciamiento.

Este quiebre podría debilitar la cohesión del bloque republicano, afectar la credibilidad de Trump en temas económicos y abrir un nuevo capítulo de incertidumbre, donde la voz de Musk, aún poderosa, podría moldear el rumbo de Estados Unidos en un momento crítico.

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