Los Astros fuera de línea

Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac // 

¡Qué sorpresas nos da el beisbol!

¡Quién iba a imaginar lo que hemos visto en estos dos primeros juegos de la Serie Mundial!

¡Que Nacionales podría humillar al gran equipo de Houston, cuyos Astros se han visto desalineados!

Más dolorosa la segunda derrota que la primera para Houston con esa contundencia de 12-3.

Para Eduardo Almada no hay sorpresa, al recordar que Washington es el conjunto que tuvo el mejor record de la Nacional a partir del 23 de mayo, sólo Houston lo superó con una victoria más.

Y pasar sobre los dos grandes lanzadores de Houston, los únicos que ganaron 20 o más victorias durante la presente temporada en las dos Ligas, como son Gerrit Cole (20-5) y Justin Verlander (21-6), quienes no pudieron con la batería de Washington, un equipo altamente motivado, que lleva en línea 8 victorias seguidas en postemporada.

Primero el tres veces Cy Young, Max Scherzer, logra superar a Gerrit Cole, quien en la temporada regular logró 326 ponches, le anotaron los increíbles Nacionales 5 carreras, para sellar la victoria que al final se cerró a favor de Washington 5-4, con la extraordinaria actuación del joven pelotero dominicano Juan Soto, quien se sobrepuso al nerviosismo de estar por primera vez en una Serie Mundial para robarse el show al remolcar 3 de las 5 carreras de su equipo.

BRILLA STRASBURG

Después a Stephen Strasburg le tocaría brillar, sosteniendo un duelo durante 6 entradas con Justin Verlander, quien al igual que Clayton Kershaw, se le niegan las actuaciones de figuras invencibles que han sostenido durante las temporadas regulares.

Ambos lanzadores habían sido sacudidos en la primera entrada con 2 carreras, superando el bache y ser dueños de la situación las siguientes cinco entradas sin permitir carrera, luciendo su calidad.

La fatídica séptima entrada resultó letal para el cuerpo de pitcheo de Astros de Houston ante sus seguidores que vivieron una pesadilla al anotar en 6 ocasiones la novena de Washington.

El cuerpo de relevo de Astros no pudo contener la explosión de Washington que inició el receptor Kurt Suzuki al desforrar a doña blanca y romper el empate sobre los lanzamientos de Velander. Aquello se convirtió en una catástrofe, convirtiendo el estadio de Houston en un funeral.

Brillaron con sus batazos oportunos, además de Suzuki, Adam Eaton, quien pegó jonrón y Asdrubal Cabrera, que ante los lanzamientos de Verlander había tenido una noche de gatos negros con 3 ponches, pero en sus dos siguientes oportunidades se desquitaría ante el cuerpo de lanzadores de relevo de Houston al producir 3 carreras para reafirmar la victoria de Washington.

EL TERCER JUEGO

La moral de los Nacionales está a grado sumo, mire, pegarle a los dos ases del beisbol de Grandes Ligas como son Cole y Verlander entre quienes está el Cy Young de 2019 de MLB, no estaba en la mente del mundo beisbol.

Desde 1933 Washington no había tenido oportunidad de vivir las emociones de una Serie Mundial. Los seguidores de Nacionales tendrán la oportunidad de vivir la Serie Mundial en el Nationals Park y la carta en este tercer juego del viernes es el venezolando Aníbal Sánchez, quien se enfrentará a otro lanzador estelar de Grandes Ligas, Zack Greinke.

Washington tiene todo para llevarse el trofeo de Serie Mundial, pero no se puede cantar victoria, no olvidemos que Astros es el mejor equipo de la temporada de Grandes Ligas que lo sustentan sus 107 victorias, el máximo número de este año. La localía le favorece a Nacionales, pero el equipo plagado de estrellas puede levantarse. Vamos a ver de qué están hechos los de Houston ante un equipo que no sólo le perdió el respeto, sino que lo humilló.

¿Serán capaces los Altuve, Springer, Bregman, Gurriel y Correa, de levantarse y responder a las expectativas de que sería el equipo campeón, después de haber derrotado al poderoso equipo de Yankees de Nueva York?

Todo puede pasar, es lo bello del beisbol. Las estadísticas juegan en contra de Astros, pero se trata de uno de los mejores equipos que puede superar estos dolorosos tropiezos.

Houston la tiene difícil, pero puede cambiar el rumbo de la historia.