OPINIÓN
La academia y sus niños catedráticos: Atlas aunque ganen
Por Esteban Trelles //
El equipo de futbol Atlas de Guadalajara, las antiguas “margaritas”, ahora con el mote de “zorros”, su mascota, tiene una historia muy particular terrorífica y patética.
El antiguo Paradero, club inicial del Atlas, quedó en el olvido (propiedad del Estado) para dar paso a una serie de complejos deportivos de nivel con la expansión del Club de Golf, Atlas Copérnico y el majestuoso Atlas Colomos, digno de su estirpe de burguesía de la gente bien de la sociedad tapatía, con el desfile de personalidades industriales y empresariales de sus directivos.
El fantasma de la mediocridad está impregnado en este Club con las nada envidiables marcas negativas del futbol mexicano: temporada 70-71, 34 juegos 5 ganados 17 derrotas.
Se puede establecer que los rojinegros tienen la influencia argentina de jugadores y técnicos a pesar de brasileños y otras nacionalidades, con los destacados Valdatti, Novello, Macharelli, Albrech, entre otros muchos.
1951, es el año de su máximo logro de la era profesional, con el campeonato de liga obtenido que casi de inmediato empezó “el calvario de la mediocridad” en la temporada 53-54, al descender la primera de las tres caídas como en la lucha libre que por fortuna regresaron siempre al año siguiente en cada uno de sus campeonatos disputados.
Tiempo después alrededor de los ochentas tienen una pésima racha negativa para marcar gol en la portería contraria que se prolongó cerca de 1075 minutos, más de 9 derrotas consecutivas en la Primera División que debió llegar un argentino para variar (Pitarch), para al fin meter el balón en la meta contraria “rompiendo el maleficio” del ayuno del gol que el comentarista televisivo “Perro” Bermúdez bautizo a dicho jugador “el exorcista”, un delantero intrascendente que vino como muchos otros extranjeros con vacaciones pagadas, 11 años sin calificar a liguilla del 73 al 84, obviamente el Veracruz es el peor equipo en la historia (2019).
“LA ACADEMIA Y SUS NIÑOS CATEDRÁTICOS”
En contrapartida como aspecto positivo debemos reconocer la mística y la filosofía futbolística desde siempre de clase, excelsitud, juego bonito, toque fino, de técnica depurada, con categoría llamada “La Academia y sus niños catedráticos” que valga la redundancia, daban cátedra de buen futbol, ganadores de torneos de copa oficiales, pentagonales, cuadrangulares, que sobresale “El Trofeo Ciudad de Guadalajara” que ganó entre otros al mítico Bayer Múnich de Alemania de los años 70’s en serie de penales contra los Bekenbahuer, Müller y compañía con un inspirado joven guardameta rojinegro Héctor Brambila que detuvo todo incluyendo penales (algunos desviados) en una noche apoteósica y extraordinaria que se tenga memoria en el majestuoso Estadio Jalisco.
El inolvidable comentarista deportivo icono no solo de futbol sino beisbol también, el espectacular Ángel Fernández (RIP), bautizó a este equipo atlista “Los amigos del balón”, que en los últimos años conservan pinceladas de buen futbol con encuentros en los minutos finales “al filo de la navaja”, con ventaja mínima en el marcador, que sus aficionados comentan frecuentemente “ganamos a lo Atlas”, sacando la casta de la “furia rojinegra”.
La cantera más productiva, la mejor trabajada es sin discusión la de Atlas; forjadores y hacedores de auténticos “cracks” desde siempre en toda su historia, con futbolistas referentes por “camadas” generacionales por encima de cualquier equipo del futbol mexicano, la inmensa mayoría incluso vistiendo la casaca nacional.
Su máximo referente de todos los tiempos es sin duda alguna Alfredo “Pistache” Torres, mundialista, auténtico “crack” de jugador, y como Director Técnico realizó la proeza de ascender en dos ocasiones, convirtiéndose en “El Bombero Apagafuegos”, hecho en casa, oriundo del antiguo pueblito de la Experiencia, cuna de grandes jugadores, convertida actualmente en una Colonia de Zapopan.
Curiosamente los Sindicatos afiliados al partido hegemónico en el poder por más de medio siglo, maneja de manera brillante a la fecha la Cultura Deportiva beneficiando al futbol de México:
El SUTAJ de los camioneros, las fábricas textiles de propietarios extranjeros, El Club “Imperio” de la Experiencia del municipio zapopano, el Club Occidente de Atemajac del Valle, la Fábrica de El Salto Jalisco de la zona conurbada donde nacieron futbolistas para “Chivas y Atlas”, y otros equipos más incluyendo mundialistas que por cuestiones de espacio omitimos nombres que iniciaron: Jesús Del Muro (SUTAJ), Ignacio “Gallo” Jáuregui (D.O.S.), y el propio Alfredo “Pistache” Torres, terminando los tres como Directores Técnicos (actualmente no existen las fábricas pero sin los clubes referidos), una camada importante Joel Andrade, el “Güero” Aceves, Ricardo “Astroboy” Chavarín, Berna García y muchísimos más.
Entre paréntesis como dato estadístico con los Sindicatos, que será tema de análisis importante deportivo en otra columna, debemos mencionar la sucursal del equipo Toluca de Primera División en esta ciudad en el “Club del Ferrocarrilero”, con más de ochenta jugadores debutados en primera división con Rogelio Becerra (RIP), de un trabajo de más de cuatro décadas, patrocinado por el español Nemesio Diez (RIP), con resultados “canteranos” como semillero del “Club Chorizero”, terminando con el fallecimiento de Becerra, tomando la batuta “El Flaco” Macías.
El equipo Atlas con la genética de prosapia futbolística de talento indiscutible del embrión generacional de marca registrada que jamás nunca perderá por los siglos de los siglos, individualmente traspasa nuestras fronteras con futbolistas comprometidos con su estirpe e historia con el sello de supremacía de lo hecho en México está bien hecho, para muestra no solo un botón sino varios, básicamente de los últimos años: Oswaldo Sánchez referente que solo jugó en México extraordinario guardameta; Jared Borguetti, máximo goleador en Selección Nacional (detrás del Chicharito Hernández), quien jugó en Inglaterra; Pavel Pardo, medio campista campeón en Alemania; Rafael Márquez, junto a Hugo Sánchez, los máximos triunfadores en el extranjero de todos los tiempos, el primero defensa y el segundo delantero. Rafa campeón en Francia y España, particularmente con el Barcelona ganando todo Liga, Copa del Rey, Champions League, UEFA, etc. El principito Andrés Guardado, campeón e ídolo en Holanda, capitán de su equipo y selección nacional, actualmente en España (Real Betis), por cierto los directivos deshonestos tardaron años en entregarle su prima de transferencia.
Atlas no trasciende como equipo, no por falta de futbol de calidad que le sobra, sino falta de compromiso ético y moral de sus dirigentes, no se trata de buscar y señalar culpables que por supuesto los hay y en demasía a lo largo de su historia, que jamás nunca les importo los campeonatos pero es incuestionable que la responsabilidad recae en sus presidentes por la venta indiscriminada de sus jugadores de un semillero importante que como el petróleo algún día terminará.
El colmo llegara a una final perdiendo en penales contra Toluca dando la batalla que el susodicho Presidente “Bebeto” de la Torre desmanteló de inmediato el equipo vendiendo a los Osorno, Zepeda, “Chatito” Rodríguez y compañía que esa generación pudo campeonar en torneos subsecuentes.
La mediocridad llegó al absurdo de su directiva ganando dos o tres encuentros consecutivos ante Chivas, ufanándose y vanagloriándose atreviéndose a colocar en zonas estratégicas de Guadalajara y Zapopan espectaculares con la leyenda: “Es mejor ganar un clásico que un campeonato”, irónicamente se revirtió la moneda empezando con una goleada de 4-0 a favor de Chivas en una seguidilla de derrotas para los rojinegros que los espectaculares los quitaron de inmediato quedando en el olvido y anecdotario.
Por cierto como dato negativo, el grito homofóbico en los estadios se debe al “Aseador de Calzado”, del barrio de Sta. Tere que surgió precisamente con Oswaldo Sánchez, guardameta que se fue a Chivas y la Porra lo “saludaba” (FIFA viene multando a México por años).
Increíblemente en la venta a TV Azteca mantuvieron a directivos nefastos, esperemos que el Grupo “ORLEGI” comandados por Alejandro Irarragorri Gutiérrez le de vida campeonil al equipo.
Lo mejor de Atlas indiscutiblemente es La Fiel, el aficionado de hueso colorado que se niega a perder su identidad que está ahí permanentemente en las malas que orgullosos dicen “Soy Atlas aunque ganen”.
100 Años de Soledad, no de García Márquez, sino de la vida deportiva sin campeonatos de liga de Atlas.
