OPINIÓN
Prensa y derechos humanos
																								
												
												
											Los Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
No deja de sorprendernos el gobernador Enrique Alfaro con las confrontaciones continuas que protagoniza con su estilo particular de atacar y descalificar a través de los mensajes que envía en los videos, mostrando ser un político diferente, sí, que le gusta hablar de frente, encarando los temas, presumiendo ser muy sincero. Y sí, tanto que se pasa con una lógica que no es la de la política concebida como el arte de construir consensos, acuerdos por medio del diálogo inteligente, con razones y argumentos.
Muy comentadas han sido las descalificaciones que realizó durante las últimas dos semanas contra el ombudsman de Jalisco Alfonso Hernández Barrón y la institución que representa, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, un organismo creado por la sociedad para que sirva de contra peso a los excesos y abusos del Estado. De igual forma el diario insignia de Jalisco, como se considera a El Informador, que cumplió ya un siglo de vida, fue centro de la descalificación, tildándolo Alfaro de prensa chantajista que tergiversa la realidad, atacando a su gobierno porque decidió no darle publicidad este año.
En el caso de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Alfaro se molestó porque ésta preparaba una segunda Macro recomendación sobre la contaminación del río Santiago a la luz de la primera Macro recomendación al cumplirse diez años de la misma y once de la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, quien perdió la vida por el agua que ingirió al caer al río por accidente cuando jugaba en su colonia al lado de otros menores.
La forma de expresarse tan peyorativa tanto del gobernador como de su coordinador del gabinete de seguridad, Macedonio Tamez hacia la CEDHEJ, descalificando a su titular resultó muy penosa. Rudeza excesiva mostraron los dos personajes sin respeto a una institución.
Y durante la pasada semana, el gobernador Alfaro rompió lanzas con quien ha sido su gran aliado en este arranque tan complicado que ha tenido la administración que encabeza, cuando el diario se dedicó a apuntalar sus principales acciones y programas de gobierno, alineando incluso su política editorial en la confrontación que tuvo el líder de Movimiento Ciudadano desde antes que tomara posesión del Gobierno del Estado contra el Gobierno Federal y la política del Presidente López Obrador.
El apoyo que le brindó el dueño de este diario, Carlos Álvarez del Castillo, fue siempre muy generoso, haciendo sinergia con un grupo de empresarios jaliscienses con los que el editor ha hecho causa común desde hace varias décadas.
¿Cuál fue la causa de la irritación del gobernador con Carlos Álvarez? Hay diversas versiones, pero no creo se circunscriba al tema de la publicidad como el gobernador ha asegurado y que comentario aparte, en forma discrecional este gobierno la ha manejado, como se puede percibir con cerca de 70 millones de pesos que le otorga a las tres empresas que han estado ligadas a su proyecto político y que en la construcción de la imagen de su gobierno poca utilidad le han dado, si advertimos la imagen tan deteriorada que tiene actualmente el gobernador.
LA NARRATIVA DE LA SEGURIDAD
¿Qué saca de quicio al gobernador Alfaro? ¿Qué su narrativa sobre la seguridad no se la repliquen los medios como ellos la buscan imponer y los culpa de la percepción negativa que tienen los ciudadanos hacia su gobierno?
Si los funcionarios que tiene en el campo de la seguridad no ofrecen resultados, qué culpa tienen los periodistas y la prensa. Si el 99.5 por ciento de los homicidios quedan impunes, es porque las áreas de gobierno para darnos seguridad simplemente son inoperantes. Si en el primer año de gobierno fueron 2,100 las personas desaparecidas que ya no regresaron a sus casas, ¿qué culpa tenemos los periodistas?
No es un invento, el Gobierno Federal lo publicó en su Informe sobre Localización de Fosas Clandestinas y Desapariciones en México.
Pero como medio informativo, ¿cómo quedarse callado ante los miles desaparecidos que se registran en Jalisco y las decenas o centenas ya de tumbas clandestinas en las que se descubren muchos cuerpos sin vida que aparecen desmembrados una semana sí y otra tmabién? ¿Cómo generar una percepción positiva de que el modelo y la estrategia de seguridad que instrumenta este gobierno es exitosa?
A lo mejor tiene razón Alfaro en que los delitos patrimoniales van a la baja, pero como advierte el maestro e investigador del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara, Alfonso Partida Caballero, la gente ya no denuncia, los estudios del Inegi así lo señalan, únicamente el 6.3% de los delitos se denuncian, el 92.7% no se denuncian. ¿Cuántos robos hemos o han sufrido alguno de nuestros familiares en los últimos dos años y cuántos hemos denunciado?
La inseguridad nos golpea a todos, descalificar las críticas no es la forma inteligente de resolver problemas, es agravarlos y esos arrebatos del gobernador Alfaro lo están conduciendo a un negro tobogán que le hará cada vez más complicado encontrar la luz en la oscuridad. El rompimiento con El Informador es una señal ominosa de un gobierno perdido en su laberinto por derecho propio.
