Connect with us

OPINIÓN

Alfaro no desafía, actúa con responsabilidad

Publicado

el

Metástasis, por Flavio Mendoza //

El Gobernador del Estado, Enrique Alfaro Ramírez, ha determinado tomar acciones en materia de seguridad sanitaria discordantes a las que el Gobierno de la República ha determinado para el ámbito nacional, lo que algunos han catalogado de desafío o en desacuerdo.

La realidad es que el problema que se anticipaba parece estar llegando al país, el Covid-19 se confirma en México, su evolución parece ir más rápido de lo que se anticipaba por el oficialismo, sin embargo, las acciones desde el Gobierno Federal no convencen a nadie de ser lo mejor en este momento, menos con los mensajes desde la mañanera del Presidente, en los que incluso invita a darse abrazos, además de actuar con total irresponsabilidad, mientras otros mandatarios en otras latitudes suspenden todas las concentraciones masivas, actos de protocolo político y demás actividades del Estado que impliquen la interacción de varias personas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador sigue con sus mítines presidenciales que llama asambleas en donde se pasea entre la gente que dice lo quiere mucho, los abraza y hasta besa a lo niños como pasó en Guerrero en este fin de semana.

Y el problema no es el Presidente, aunque por su edad debería tomar precauciones, sin embargo, está convocando a cientos y quizá miles a un punto de concentración sin ninguna medida sanitaria al respecto, arriesgando a todos los asistentes y al resto de esas comunidades o poblaciones, se detiene a desayunar, a admirar la naturaleza, recibe a las afueras de los hoteles a las personas que le quieren ver, pero más allá de ser el humilde personaje tan cercano a la sociedad que siempre ha sido, hoy es un irresponsable que se pone en riesgo, a lo que representa, a la población y a la nación en general.

Hemos visto cómo actuó una de las dos economías más importantes del mundo, China, que en 10 días ya tenía construido un hospital especial para pacientes con Covid-19, además de tener la capacidad económica y de recursos para aislar a la sociedad, identificar a los portadores y dar tratamiento a cada uno de ellos, aún así, se conoce el índice de mortalidad de la pandemia Covid-19 y los estragos que dejó. También tenemos acceso a información sobre cómo otras naciones han actuado ante los primeros casos y la aplicación de los protocolos acorde a las Fases que determinó la OMS. Por ejemplo Alemania, Rusia y otros países de primer mundo. También sabemos del caso de EUA, cuyo presidente primero desestimó el problema de salud, hasta que lo vivió en carne propia, sin embargo tiene la capacidad ese país de reaccionar con un poder económico increíble.

También conocemos los fracasos de Italia y España, sus estadísticas y sus riesgos, teniendo mejores condiciones que México, donde el Subsecretario en funciones de Secretario de Salud dice que no es necesaria la prueba para confirmar Covid-19, que esa solo es competencia del país, sin embargo, cómo saber la evolución de la pandemia, cuántos casos, dónde están y las medidas a partir de ello si se recomienda no confirmar con la prueba, que por cierto, no hay reactivos suficientes considerando las estadísticas y comportamiento en otras naciones.

Uno de los primeros Estados en suspender clases en el nivel superior fue Jalisco, la UdeG y otras Instituciones en acuerdo con el gobierno, quien además pide la suspensión de otras actividades no esenciales o de concentración masiva. Mientras el Secretario de Educación Pública Esteban Moctezuma en conferencia de prensa dijo que se adelantarían las vacaciones el 20 de marzo y regresarían hasta el 20 de abril, sin embargo, no se adelanta nada, se suspenden, pero no quiso usar el término. Pero el Gobernador Enrique Alfaro que ya había advertido de tomar sus propias acciones sin esperar a que actuara el gobierno federal, determinó esta mañana de domingo que las clases en educación básica se suspendían a partir del martes 17, es decir los alumnos ya no regresarán a las aulas hasta después de vacaciones de semana santa.

Mientras tanto a los maestros se les pedirá seguir trabajando, aunque no dice que directamente en las escuelas, para rescatar el ciclo escolar 2019-2020. Por las determinaciones del Gobernador y el Secretario de Educación Juan Carlos Flores Miramontes, parece que también le interesan los docentes y seguramente el trabajo y acuerdos los podrán tomar sin poner en riesgo a quienes también son padres, hijos, hermanos, abuelos o esposos, los docentes también deben resguardarse y trabajar en torno a un plan emergente que contemple re-densificar los contenidos de planes de estudio, tareas de avance y recuperación en casa, además de cumplir con los procesos de evaluación, sin afectar demasiado al cierre del ciclo los planes vacacionales o la economía del estado.

Esta acción más allá de desafiante es pertinente, firme, responsable y a tiempo, con la salud no se juega, aplaudo la decisión del mandatario jalisciense.

Twitter: @FlavioMendozaMx

Continuar Leyendo
Click to comment

Deja un comentario

JALISCO

Construyendo capital político: Tlajomulco, la escenografía del poder

Publicado

el

-Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco

Por más que intenten disfrazarlo de ceremonia médica, lo ocurrido en el hospital de Tlajomulco no fue un simple corte de listón: fue un ensayo general de cómo la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Pablo Lemus pueden, o no, convivir en el mismo escenario político.

Desde temprano, la liturgia de la política mexicana desplegó sus símbolos -aunque los de ahora sean diferentes-. Los camiones comenzaron a llegar con la lentitud de un desfile organizado: bajaban niños, mujeres, ancianos con mochilas, bolsas y sombreros.

Caras cansadas, resignadas, y ese gesto que mezcla curiosidad y obligación. Afuera, los vecinos se asomaban para ver pasar a la procesión de acarreados, como si observaran una obra de teatro que se repite sexenio tras sexenio.

El hospital, blanco, limpio, recién pintado, se presentaba como la “primera etapa del Hospital Regional de Alta Especialidad del ISSSTE”, una inversión federal que promete beneficiar a siete estados. Pero el verdadero guion era otro: el encuentro político. Sheinbaum, líder morenista, y Lemus, gobernador de Movimiento Ciudadano, compartiendo templete, reflectores y discursos.

Lemus habló primero. “Este estado te respeta, te admira y va a seguir trabajando contigo…”, comenzó, con una sonrisa que no alcanzaba a tapar la tensión. Apenas terminó la frase, se desató el coro de “¡Fuera Lemus! ¡Fuera Lemus! ¡Fuera Lemus!”. La presidenta, rápida, cortó en seco: “Temas políticos, ahorita no”.

Fue más que un llamado al orden; fue un acto calculado de defensa pública hacia un opositor, un gesto que no pasó desapercibido, porque esa escena ya la vivimos con su antecesor muchas veces: defender al líder de oposición mostrándose magnánimo; la presidenta lo aprendió y ejecutó bien.

El evento, a diferencia de visitas anteriores, fue abierto al público. Se esperaban dos mil asistentes; llegaron cerca de cuatro mil. La explanada estaba ocupada por médicos, brigadistas del programa “Salud Casa por Casa”, funcionarios municipales y estatales, y sobre todo por un mar de camisetas guindas. En las primeras filas, alcaldes y diputados morenistas se apretaban para entrar en cuadro con la presidenta.

En medio del protocolo, Sheinbaum escuchó una retahíla de peticiones que convirtió la inauguración en una ventanilla única.

Laura Imelda Pérez (Tlaquepaque) pidió un hospital de alta especialidad y un cablebús de 5 mil millones de pesos.

Sergio Chávez (Tonalá) exigió concluir la Línea 3 del Tren Ligero y recursos para equipar el nuevo hospitalito municipal.

Gerardo Quirino Velázquez (Tlajomulco) entregó el Plan de Recuperación de 10 mil viviendas abandonadas.

Alejandro Aguirre (Chapala) solicitó frenar el acueducto Solís-León por riesgo al lago de Chapala.

Héctor Raúl Pérez Gómez (Secretario de Salud) pidió garantizar el abasto de medicamentos oncológicos.

Todos buscaban la misma foto: la de la presidenta escuchando y asintiendo.

Mientras tanto, Lemus jugaba su propia partida. Llegó con una carpeta bajo el brazo: 15 asuntos pendientes para presentar a Sheinbaum. Entre ellos, dos prioridades que no figuran en el plan federal: la Línea 5 del Tren Ligero y el dique seco en Acatlán para desahogar el caos de la aduana de Manzanillo.

No improvisó. Ya había ensayado la conversación antes del evento. Aprovechó la comida —gorditas y aguas frescas servidas en el tercer piso del hospital— y, sobre todo, el trayecto casi sin comitiva hacia Acatlán. Viajaron apenas con un par de asistentes, lo que permitió un diálogo uno a uno, algo impensable en otras circunstancias.

El gran beneficiado del día fue el alcalde anfitrión, Gerardo Quirino Velázquez. Su plan de viviendas, que busca rescatar 10 mil casas abandonadas en Tlajomulco, recibió el respaldo público de Sheinbaum… y también de Lemus. Un raro momento de coincidencia entre presidenta y gobernador. Quirino aprovechó para posar con ambos y, de paso, con medio gabinete morenista.

La visita también sirvió para lo que pocas veces ocurre en Jalisco: reunir a todas las facciones de Morena en un mismo acto. Ahí estaban diputados federales como Merilyn Gómez Pozos, el senador Carlos Lomelí, alcaldes, regidores, operadores y líderes de base. Al menos por un día, todos parecían unidos, atrás de la reja de protección.

Pero la postal tenía grietas. Entre el público, cartulinas acusaban a Lemus y a otros emecistas de traicionar a la patria, vender el estado, privatizar servicios. Gritos y abucheos recordaban que, más allá del discurso de colaboración, hay un electorado que no olvida.

El acto dejó compromisos concretos: Lemus anunció 35 millones de pesos en vialidades para conectar el hospital, rutas alimentadoras desde la Línea 4 del Tren Ligero y apoyo para vivienda cercana para personal médico. Sheinbaum, por su parte, prometió respaldo a proyectos locales y destacó el modelo de salud de Jalisco, como gesto de apertura al diálogo.

También hubo gestos más sutiles. La defensa de Lemus frente a los abucheos marcó un punto de inflexión en la relación institucional. Y el hecho de que la presidenta recorriera la zona y atendiera peticiones in situ mostró una cercanía inusual, en contraste con anteriores visitas de guante blanco y agenda cerrada.

En Tlajomulco no solo se inauguró un hospital. Se midieron fuerzas, se tantearon alianzas, se enviaron mensajes cifrados. Para Sheinbaum, era la oportunidad de mostrarse como jefa de Estado capaz de tender puentes incluso con gobiernos opositores. Para Lemus, el momento de colocar en la agenda federal proyectos que Movimiento Ciudadano necesita vender como propios en la carrera política que viene.

Los otros alcaldes y funcionarios, conscientes de que no siempre tendrán a la presidenta en casa, aprovecharon para colar sus demandas. Algunos, con carpetas; otros, con discursos llenos de adjetivos. Todos, con la vista puesta en presupuestos y tiempos electorales.

EPÍLOGO: LA VUELTA A CASA

Cuando el acto terminó, los camiones se llenaron de nuevo. Afuera, el calor seguía, igual que las miradas curiosas de los vecinos. En el aire quedaba una sensación ambigua: por un lado, la narrativa oficial de colaboración y progreso; por el otro, los signos de desconfianza entre liderazgos morenistas que buscan la siguiente elección, las tensiones que ni las fotos conjuntas pueden borrar.

Tlajomulco fue el viernes la escenografía perfecta para el teatro del poder: un escenario donde se mezclaron aplausos, abucheos, promesas y cálculos. Donde se habló de salud, transporte, vivienda y medio ambiente, pero también —y, sobre todo— de política. Porque en este país, incluso cuando se inaugura un hospital, lo que se está construyendo es otra cosa: capital político.

En X @DEPACHECOS

Continuar Leyendo

NACIONALES

Estabilidad, el lujo que no conocimos

Publicado

el

-Opinión, por Miguel Anaya

Para quienes nacimos entre los ochenta tardíos y los noventa, el concepto de “normalidad” es un espejismo. Nuestra historia reciente es una sucesión de sacudidas que no nos han dado tregua, como si la vida viniera con un manual de supervivencia en lugar de un plan de futuro.

El primer golpe llegó en 1994. Ese año se acabó la sensación de seguridad y estabilidad de la mayoría, pues el asesinato del candidato presidencial más carismático de los últimos años evaporó esas ideas; por si fuera poco, la crisis de diciembre de aquel año dinamitó las aspiraciones de toda una generación de padres que habían creído en el progreso económico sostenido.

El famoso “Efecto Tequila” qué duró todo 1995 y más, no solo devaluó el peso, también sembró una lección que no hemos olvidado: todo lo que crees seguro puede desplomarse en cuestión de días.

Apenas nos recuperábamos del mareo financiero, y en 2001, las Torres Gemelas cayeron en un ataque que cambió para siempre la forma en que el mundo se mueve. A partir de ahí, cruzar fronteras dejó de ser un trámite burocrático y se volvió un acto de sospecha perpetua. La globalización siguió, pero ahora con miedo incluido.

En México, 2008 marcó un punto de no retorno. El gobierno federal declaró la guerra contra el narcotráfico, y la violencia dejó de ser un tema lejano para instalarse en la vida diaria; 17 años han pasado… Ese mismo año, el colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos arrastró a la economía mundial, cancelando proyectos, empleos y certezas. Los titulares no daban descanso: el virus AH1N1 llegó al país en 2009 para recordarnos que también las pandemias estaban en el menú.

Los años siguientes fueron una mezcla de balaceras, fosas, secuestros, recesiones, desplomes del petróleo y la sensación permanente de que “ahora sí tocamos fondo”, hasta que el COVID-19 demostró que siempre puede haber un sótano más profundo. Dos años de pandemia dejaron más que pérdidas humanas: apagaron planes, aceleraron migraciones, y nos hicieron replantear qué significa vivir, trabajar y relacionarnos.

Por si fuera poco, al tablero global se sumó la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que, aunque parezca lejana, golpea nuestros bolsillos cada vez que sube el precio de un teléfono, chip o de una pieza de maquinaria.

El resultado de todo esto es una generación, y la que viene detrás, sin aspiraciones a largo plazo, porque el largo plazo no existe. La casa propia es una quimera, la jubilación un chiste cruel, y los hijos una decisión que se posterga indefinidamente. Los valores han cambiado: el ahorro cede ante la idea de la inmediatez, la estabilidad ante la necesidad de adaptación constante y el patriotismo ante la globalización.

Construir un país requiere una visión colectiva que piense en proyectos para las próximas décadas, pero ¿cómo pedirla a quienes han vivido en estado de emergencia desde que tienen memoria? La consecuencia más peligrosa no es solo la falta de propiedad o estabilidad: es que hemos normalizado vivir al día, y un país que vive al día, también envejece al día.

Los millenials y la generación Z no son el futuro, son el presente. Un presente que dejó de pensar en prospectiva, en grandes proyectos, absorbido por la inmediatez, la escasez y el muy bajo sentido de pertenencia.

Quizá la verdadera tragedia no es la guerra e incertidumbre que hemos vivido de manera continua, sino que ya no sabemos imaginar un tiempo de paz y estabilidad. Quizá el verdadero reto es convencer a estas generaciones de que vale la pena imaginar, luchar y trabajar por un país de estabilidad y progreso, idea que, al día de hoy, parece una entelequia.

 

Continuar Leyendo

NACIONALES

La eterna lucha intestina

Publicado

el

-Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez

¿La lucha intestina en Morena es para aplicar los principios e ideales de la 4T, para retomar el rumbo que sirvió de estandarte para acceder al poder? ¿Acaso es una pugna entre malos y buenos? ¿Es solamente un reacomodo de las calabazas, una vez que la carreta va caminando?

Siempre es lo mismo. Cuando el PRI mandaba, los que perdían la contienda presidencial, por ejemplo, trataban de evitar el principal castigo: la banca; pero la banca donde no había sueldo, presupuesto ni negocios con el gobierno en turno. A la menor provocación, los “extraviados” renunciaban a sus lealtades y se sumaban ipso facto al carro del triunfador. A veces se les levantaba el castigo; otras veces sufrían el infierno de “vivir en el error”.

Lo usual era que el régimen que llegaba nuevo en cada sexenio trataba de borrar todo lo que su antecesor había hecho: bueno o malo. Usaban lo peor de los antecesores, como bandera para desprestigiar.

Los priistas eran feroces en esos lances. Eran caníbales despiadados. Eran sus reglas del juego. Llegaron los panistas al poder. Los “tradicionales” fueron hechos a un lado por los “pragmáticos” que se metieron como la humedad al partido hasta hacer desaparecer, casi, a los idealistas opositores de siempre.

Los neopanistas de alguna manera repitieron lo que los priistas dejaron como impronta. Los blanquiazules se hicieron al lado de quienes detentaron el poder; dejaron principios e ideales en sus discursos y se alinearon con quienes repartieron puestos públicos, diputaciones, senadurías y… negocios.

Es decir, esto que se ve en Morena es la misma película que se ha proyectado desde los tiempos de Obregón, al que le impidieron reelegirse de manera contundente.

Plutarco Elías Calles, más sagaz que don Álvaro, puso presidentes a modo para seguir gobernando, hasta que Lázaro Cárdenas desmanteló su red de poder que incluía diputados, gobernadores, senadores, jefes de cuarteles militares.

A algunos se les compró su lealtad, a otros hubo que amenazarlos; también hubo violencia contra los más callistas. Al final, cuando El Turco fue enviado como paquete exprés a Los Ángeles, California, surgió la “unidad patriótica” en torno al Tlatoani en el poder.

Esa estrategia se repitió, parece que se sigue repitiendo, con priistas, panistas, perredistas, porque es parte del sistema político que se implementó en México desde que la Revolución se bajó del caballo.

Para consuelo de muchos, no solo en nuestra nación se estilan estas guerras intestinas. Países de todo el orbe pueden dar testimonio de las maneras poco éticas, inmorales, también, de comprar o agenciarse ideologías, militantes y voluntades populares por parte de quienes detentan el poder.

En Morena subsiste el caciquismo. Es innegable que la influencia de AMLO rige la agenda política de la 4T. Tanto por su habilidad para maniobrar política, social y mediáticamente, como por los favores que sus allegados y seguidores le deben. (une más la complicidad que la sangre).

Quien piense que será fácil que el Peje se vaya a casita a darle pan a las palomas, no sabe el grado de maquiavelismo de López Obrador.

Los “golpes” hacia lopezobradoristas connotados (Alfonso Romo Garza, de Vector, su hijo Andy, Adán Augusto y los dilapidadores Monreal, Mario Delgado Carrillo, damas y caballeros con ropa y gadgets de costo millonario y…el infaltable, Fernández Noroña) más los “trapos sucios” que se acumulen en las próximas semanas darán un panorama sobre cómo los neomorenistas tratan de deshacerse de los “conservadores” (los que quieren conservar poder y prebendas allende su sexenio).

Nadie sabe en qué van a parar estas luchas intestinas. Lo que es evidente aún para los más cegatones, es que Morena se debate en una encrucijada: siguen bajo la “tutela” del máximo líder de la transformación o se impone el estilo personal de gobernar de la presidente y su grupo político.

¿Hasta qué punto serán determinantes los “cantos gregorianos” de los Chapitos, el Mayo Zambada y demás “cantantes” que den otros datos a quienes les están “soplando” anomalías a quienes tienen la responsabilidad de conducir a México?

Por lo pronto, no se asuste si de repente los acérrimos lopezobradoristas se lanzan en contra de su “líder moral”; o que surjan “corrientes” dentro del partido, llevando como bandera la ortodoxia de la que se ha desviado la 4T.

Cómo maniobren política y socialmente quienes buscan sacudirse la tutela tabasqueña; cómo y con qué “seduzcan” a los indecisos; cómo les hagan manita de puerco a los “ultra pejistas” y cómo se justifique ante la opinión pública hacer a un lado al tótem, será lo que pueda cambiar los modos y maneras o… dejar seguir la Cuarta Transformación según el plan original de la efigie morenista.

Así que, se advierten nuevas revelaciones no muy agradables de personajes de Morena. El contraataque no se hará esperar. La pax romana que supondría el continuismo de la 4T está por quebrarse. ¿Lograrán superar sus notables diferencias los pejistas y neomorenistas? ¿Habrá depuración de elementos vía jubilación,” expulsación” o exposición de ciertos excesos contrarios a la propaganda morenista de austeridad, honradez e integridad?

 

Continuar Leyendo

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.