OPINIÓN
COVID-19: El aula jalisciense en línea, y en el corazón
Educación, por Isabel Venegas //
Estudiaba yo la licenciatura en matemáticas por allá del 95, mis maestros eran rusos, mexicanos y cubanos, y la Universidad de Guadalajara crecía en el reconocimiento a sus programas de estudio. En aquel entonces era muy común que nos dieran un examen el lunes para que lo entregáramos el viernes, exámenes que solían ser de una sola pregunta y con eso era suficiente para hacer sentir que nos iba a volar la cabeza.
No había problema si nos reuníamos en la casa de alguien, si buscábamos en libros, si consultábamos a algún maestro. Cabe recordar que casi no había red de internet, era cara, lenta y de hecho no todos tenían computadora en casa.
Responder esas preguntas no requería de memorizar, no era cuestión de aprender un algoritmo, una serie de pasos que te permitieran transformar una operación. Era utilizar la lógica o tal vez construir un nuevo razonamiento para ese ejercicio en particular; era una forma libre de aprender, descubrir y trabajar en equipo, que hoy por hoy la mayoría de los estudiantes de secundaria y preparatoria siguen sin poder dimensionar.
En aquel entonces el Dr. Ricardo Ulloa Azpeitia del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingeniería (CUCEI) nos hablaba de la educación a distancia, de las enormes ventajas que podría traer al sistema educativo mexicano el hecho de que cada quien estudiara desde sus casas; él hacía un enorme esfuerzo por mostrar los beneficios de un modelo que se sostiene por el desarrollo de habilidades de autogestión, organización, que requiere de fortalecer otros mecanismos de comunicación pero que a la vez genera formas propositivas, mitiga el tiempo de traslados (que en nuestras comunidades ya va en promedio a una hora por viaje) y con ello se impacta de manera positiva y sustantiva a la mejora del medio ambiente.
Pero clamaba en el desierto, la mayoría pensaba que para que eso llegara todavía faltaba mucho en nuestro país, y que en caso de darse no sería para todas las carreras, medicina, ingenierías, matemáticas, artes, cada una con su particularidad y sus retos se aferraba al campo presencial, sin embargo gracias a la tenacidad del Dr. Ulloa, así como a la de muchos otros visionarios se fue logrando que cada vez más módulos tuvieran contenido en las redes virtuales, que se diseñaran plataformas educativas, y que se construyeran redes de investigación internacionales cuya principal forma de comunicación fuera digital, ahorrando con ello mucho dinero y tiempo en traslados, pero también enriqueciendo las perspectivas por la aportación de visiones muy diferentes.
Es cierto que no fue una transición fácil y es que para muchos el impacto no era tan positivo, sabiendo que en ello va implícita la importancia que prevalece ante cualquier modelo educativo: la transmisión de ciertos valores, la convivencia, la organización social; todo eso sin poner siquiera en el segundo plano los costos enormes de acercar internet a los sitios más complicados o de dotar de equipos de cómputo a los ciudadanos que más lo necesitan. En términos de economía, ¿qué resultaba más económico, llevar una computadora a la casa de un estudiante de bachillerato, o implementar un programa para regalarle boletos de transporte público cada semestre? Cuantificando lo que a ese joven le representa dejar de pagar su pasaporte mensual, pero también lo que significa el personal y toda la maquinaria de gobierno que requiere un programa como ese.
De pronto, cuando todavía estábamos viendo si un modelo en línea era lo suficientemente bueno, si tenía mecanismos para asegurar la calidad o no, o de qué manera pueden atenuarse las desventajas en la recuperación de las relaciones sociales y el contacto con el otro para una construcción social significativa, el momento llegó. Nos tomó a todos por sorpresa, teníamos tantas herramientas en casa que nadie pudo eludir la responsabilidad de seguir con el trabajo escolar.
El Secretario Juan Carlos Flores giró indicaciones claras y contundentes: ¡Todos a sus casas! Había que resguardar a los estudiantes para evitar un contagio por el COVID19, pero eso no significaba que nos íbamos de vacaciones. Desde la situación de cada quién y con los recursos que se tuvieran a la mano, el colectivo docente del estado tendría que sacar todo su ingenio, su creatividad y su empeño por no dejar perder un ciclo escolar.
Y el caos comenzó: algunos maestros (que no entendían mucho del sistema en línea) pensaron que deberían lanzar 25,000 tareas, creyendo que sus alumnos iban a hacer tan solo la tercera parte, y como dice el dicho “de lo perdido, lo encontrado”; otros profesores comenzaron a aprender ellos mismos de cómo utilizar la interfaz de “hangouts”, “zoom” o “Skype”, y con la emoción del momento le dieron su número de celular a los alumnos para mantener comunicación (el chiste se cuenta solo).
Los correos electrónicos, las asesorías en línea, la grabación de videos explicando un ejercicio o la revisión de tareas vía classroom, fueron para algunos docentes una pesadilla, algo que simplemente no tenían presupuestado porque si bien es cierto que una hora de clase implica multiplicarla por tres (una hora antes para hacer la planeación y una posterior para la evaluación), no solo era la generación de trabajo extra, sino la sorpresa de un territorio que definitivamente vino a trastocarlo todo, pero planteando un reto que se aceptó con entereza.
Los padres de familia representaron una gran ayuda en la tarea, y al igual que todos ellos también vieron cómo la realidad superaba a toda ficción, de a poco fueron advirtiendo que la jornada debía ajustarse a la real y que sus hijos debían invertir tiempo tras la computadora por lo menos una cantidad similar al que permanecían en la escuela, a pesar de que muchos papás tenían ganas de ponerse a ver películas con ellos o pedirles que ayudaran a barrer y a trapear, pronto descubrieron que el tema seguía y que incluso podían re-aprender juntos.
La Secretaría de educación Jalisco, también redobló su jornada normal y se dedicó día y noche a producir materiales tanto impresos como para transmitir en televisión abierta, especialmente para aquellos que no tenían internet o que carecían de los dispositivos digitales propicios.
Claro que hay quejas, cierto es que no estábamos listos para esto y que a pesar de haber hecho un excelente trabajo debemos aprender la lección porque muy seguramente nos vamos a volver a encontrar pronto ante una situación similar; regular la cantidad de trabajo, pensar objetivamente la intención de cada ejercicio, fortalecer las redes de colaboración docente, capacitar en el manejo de las nuevas tecnologías y centrar la atención no solo en el estudiante, sino en el proceso de enseñanza-aprendizaje, es decir, no desvincular un fenómeno en el que aprenden y enseñan al mismo tiempo tanto los estudiantes como los profesores.
Los últimos años hemos visto una sobre explotación de recursos en las redes sociales que no habían servido como hasta ahora en la contingencia, y si bien muchos fueron notas falsas, contenidos de manipulación emocional y memes, también pudimos observar cuánta tecnología estamos desaprovechando.
Toda mi admiración a la comunidad educativa del Estado de Jalisco que desde el día 15 de marzo, comenzó a vivir una experiencia única, no solo por el reto sino por la respuesta llena de compromiso y pasión.
Maestros que no han parado y que han visto multiplicadas sus ya de por sí extenuantes jornadas, gracias a ustedes Jalisco seguirá siendo cuna de grandes médicos, enfermeras, químicos, ingenieros, etc. que no solo llevan en sus mentes conocimiento, sino también en sus corazones la más grande lección: la entrega con la que fueron acompañados por sus maestros en aquel marzo del dos mil veinte.
NACIONALES
La presidenta Sheinbaum: ¿Acatará tratados internacionales?
De primera mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín //
EL CLAROSCURO de la reforma judicial. Por un lado, los opositores a esta reforma promovida por López Obrador y consumada por Claudia Sheinbaum, tienen en el Artículo Primero de la Constitución y en la actuación de los organismos internacionales que vigilan el cumplimiento de los ordenamientos jurídicos para la defensa de los derechos humanos, un argumento más de lucha.
Por el lado oficial, dueña de los tres poderes del Estado Mexicano y seguidora de la “cuarta transformación” -que ha hecho a un lado los criterios de organizaciones internacionales que exponen sus opiniones con respecto al gobierno de México-, la presidenta Sheinbaum podría promover de una vez por todas las reformas constitucionales que harían a un lado el actual ordenamiento contemplado en la Carta Magna para dejar de considerar todo tratado internacional como Ley Suprema.
No podemos olvidar que en el paquete de reformas constitucionales para establecer la “Ley Suprema” del Congreso de la Unión por encima del Poder Judicial Federal, se contemplaba una reforma para hacer a un lado del texto lo relativo a los “tratados internacionales”, pero al final del día no se contempló.
Hasta ahora, el Artículo 1 de la Constitución se contempla así:
“En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece”.
Por parte de los organismos internacionales dedicados a la defensa de los derechos humanos, hay un tema neurálgico en relación a México, luego de la reforma judicial y la expectativa de una posible violación a los derechos humanos ante la selección de los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial Federal a través del voto popular, porque los nuevos juzgadores podrían sujetarse a las consignas políticas y no a la Ley.
Una abogada experta en el sistema interamericano de derechos humanos –Tamara Taraciuk-, dijo a “Proceso” lo siguiente:
“Si el Estado Mexicano ignora las eventuales recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, este organismo se transforma en una suerte de Fiscalía y lleva el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José, Costa Rica y este tribunal inicia un proceso que podría culminar en una sentencia condenatoria vinculante que el Estado Mexicano tendría la obligación de cumplir como firmante de la Convención Interamericana de Derechos Humanos”
Aparte, de forma paralela, en la Organización de las Naciones Unidas se desarrolla un proceso en el que el Estado mexicano tiene que responder. La reforma también está en la mira de la relatora especial de la ONU para la Independencia de Jueces y Abogados y de la Comisión de Venecia, un organismo de la Unión Europea que vela por el constitucionalismo y el Estado de derecho y del cual México forma parte. De parte de estas organizaciones no hay sentencias vinculantes pero sí pronunciamientos políticos.
Aparte, el artículo 133 de la Constitución establece que los tratados internacionales son parte de la Ley Suprema de la Unión, junto con la Constitución y las leyes del Congreso.
Palabras más, palabras menos, ante el inminente riesgo de violaciones a los derechos humanos por la puesta en práctica de una reforma judicial cuyos jueces electos por el voto popular atenderían las recomendaciones de quienes los colocaron para “administrar la justicia” y no a la interpretación de la Constitución en sus primeros 29 artículos relativos a las garantías individuales o derechos del hombre y la mujer, el gobierno de México podría recibir una condena internacional y verse obligado a modificar parte de su reforma al Poder Judicial de la Federación.
Eso por un lado, pero por otro, podría ser una oportunidad para que el régimen impuesto por López Obrador y perfeccionado por Claudia Sheinbaum, quite los candados constitucionales que le oprimen aún, el propósito de establecer de una vez por todas un régimen en manos de una sola persona, es decir, una autocracia en la que las libertades y derechos humanos de sus ciudadanas y ciudadanos se sujetarían a la voluntad del Estado, el mismo que sería capaz de declarar de utilidad pública, toda propiedad privada.
NO HABRÁ DIÁLOGO CON LA OPOSICIÓN
SI LA presidenta Sheinbaum hizo de manera personal una crítica pública al nuevo dirigente nacional del PAN, Jorge Romero, es porque está enviando un mensaje de que no habrá diálogo alguno con la oposición… Decir que Romero es “el jefe del cartel inmobiliario” en la ciudad de México, podría haber corrido a cargo de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez o de la presidenta de MORENA, Luisa María Alcalde, pero no fue así… Un asunto de bajo perfil fue tomado como un pretexto para decir a todos los mexicanos que esta “construcción del segundo piso de la cuarta transformación”, solo gobernará para los simpatizantes, haciendo a un lado a todo aquel o aquella que piense diferente… Adiós entonces a la aspiración de un llamado desde palacio nacional a la unidad de las y los mexicanos…
JALISCO
Madruguete legislativo: El pacto silencioso que define la política jalisciense
Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
El reloj marcaba las 2:33 de la madrugada cuando la 64 Legislatura del Congreso de Jalisco, bajo el tenue resplandor de la noche, decidió consumar lo que muchos en el recinto describieron como un “madruguete”. En una sesión cargada de tensión, se aprobó la integración de las 20 comisiones legislativas, un acto que, más que ser un simple trámite administrativo, reveló la maquinaria oculta que mueve los hilos del poder en el estado.
Mientras la mayoría de los legisladores dieron su voto favorable, los cinco integrantes del Partido Acción Nacional (PAN) se opusieron con firmeza. Claudia Murguía Torres, coordinadora de la bancada panista, alzó la voz contra lo que calificó como un “acuerdo vergonzoso” entre Movimiento Ciudadano (MC) y Morena. Con un tono severo, señaló la falta de transparencia y la premura innecesaria de una sesión que, según ella, podría haberse realizado con luz de día y mayor deliberación.
La crítica de Murguía resonaba más allá del recinto: “No hay urgente necesidad”, afirmó, cuestionando la prisa por votar cuando aún quedaban días para cumplir el plazo legal. Y, sin embargo, su voz parecía ahogarse en un entorno donde las alianzas veladas y los intereses partidistas ya habían definido el resultado.
El coordinador de MC, José Luis Tostado, respondió con la habilidad retórica que caracteriza a los políticos experimentados. Negó cualquier pacto exclusivo con Morena y afirmó que los acuerdos fueron alcanzados con siete de los ocho grupos parlamentarios. Pero los hechos hablan más alto que las palabras, y el reparto de las presidencias de las comisiones legislativas parece contar una historia distinta.
EL REPARTO DEL PODER
Movimiento Ciudadano, como era de esperarse, se quedó con las comisiones clave: Hacienda y Presupuestos, Seguridad y Justicia, Movilidad y Transporte, entre otras. Con estas posiciones, MC asegura su dominio sobre los recursos financieros, la agenda de seguridad y los proyectos de movilidad, consolidando así su narrativa de partido hegemónico en Jalisco.
Morena, por su parte, tomó el control de comisiones que, aunque importantes, carecen del impacto presupuestal que caracteriza a las de MC. Igualdad Sustantiva y de Género, Vigilancia y Sistema Anticorrupción, y Participación Ciudadana son comisiones que encajan con la retórica progresista del partido, pero cuyo alcance real en términos de poder legislativo es limitado.
El PAN, relegado a un papel testimonial, mantuvo las comisiones de Asistencia Social, Familia y Niñez, así como Gobernación. Estas presidencias son más un consuelo simbólico que una herramienta de influencia real. Mientras tanto, el PRI y los partidos minoritarios —Hagamos, PVEM, PT y Futuro— obtuvieron presidencias que parecen más un intento de mantenerlos en la mesa de negociación que una concesión de poder auténtico.
LA SOMBRA DE UN PACTO NO TAN SILENCIOSO
El PAN, con razón o sin ella, parece haber sido el único partido dispuesto a denunciar públicamente lo que otros solo murmuran en los pasillos: la existencia de un acuerdo entre MC y Morena. Aunque ambos partidos lo niegan, su coordinación para sacar adelante esta votación en una sesión de madrugada sugiere que hay más en juego que el cumplimiento de un plazo legal.
En este contexto, la declaración de Julio Hurtado, diputado panista, resulta especialmente elocuente: “El que hoy estemos debatiendo este tema a las 2 de la mañana habla por supuesto de lo vergonzante que es para Movimiento Ciudadano arrancar esta Legislatura entregándole el control de lo que hoy es la gran coyuntura nacional”.
EL PESO DE LOS NOMBRAMIENTOS
La sesión no solo fue polémica por la distribución de las comisiones. También se tomó protesta a Eduardo Fabián Martínez Lomelí como secretario general del Poder Legislativo. Martínez Lomelí, cercano al gobernador Enrique Alfaro, es una figura clave en la operación legislativa y su continuidad refuerza la influencia de MC dentro del Congreso.
Su permanencia no es un detalle menor; representa el control administrativo y técnico del Legislativo, un poder que muchas veces opera lejos de los reflectores, pero que es crucial para la agenda de cualquier partido en el gobierno.
LA GLOSA 2024: OBRA DE TEATRO EN PUERTA
Otro de los puntos aprobados fue la realización de la Glosa 2024 los días 20, 21 y 22 de noviembre. Este ejercicio de rendición de cuentas, en teoría, debería ser una oportunidad para que los legisladores cuestionen a los titulares de las dependencias gubernamentales sobre su gestión. Sin embargo, los antecedentes nos enseñan que estas sesiones suelen ser más un espectáculo político que un verdadero ejercicio de fiscalización.
LA COREOGRAFÍA DEL PODER
Lo ocurrido en esta primera sesión de madrugada de la 64 Legislatura no es un hecho aislado; es una muestra del entramado político que define a Jalisco. Movimiento Ciudadano, Morena y los demás partidos están inmersos en un juego donde la prioridad no es el bien común, sino la consolidación de poder. Las críticas del PAN, aunque legítimas, también deben ser vistas con escepticismo; ningún partido está libre de pecados en esta danza de intereses y no podemos olvidar que, la legislatura pasada el PAN tenía en Claudia Murguía a la diputada más naranja de los azules.
Si algo dejó claro esta sesión inaugural, es que el Congreso de Jalisco no será el espacio para el debate plural. Los acuerdos entre MC y Morena marcarán la pauta, mientras el resto de las fuerzas políticas se adaptan o perecen. En la penumbra de la madrugada, las decisiones se tomaron con una urgencia cuestionable y una opacidad indignante. Para los ciudadanos, queda la amarga certeza de que, en este juego de poder, su voz sigue siendo un eco perdido en el vacío legislativo.
En X @DEPACHECOS
NACIONALES
El costo de la transparencia
Opinión, por Salvador Romero Espinoza //
La propuesta de reforma al artículo 116 de la Constitución para desaparecer a los 32 institutos de transparencia locales del país, nos costará casi 20 veces más de lo que actualmente nos cuestan dichos institutos, de acuerdo a la distribución de funciones y obligaciones que establece para las contralorías de cada una de las casi 7,000 autoridades estatales y municipales del país.
En primer lugar, hay que señalar que el presupuesto aproximado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) es de 1,000 millones de pesos anuales, mientras que el presupuesto aproximado de los 32 institutos de transparencia locales del país, ronda los 1,300 millones de pesos al año; el Instituto de Transparencia Jalisciense (ITEI), por ejemplo, tiene un presupuesto aproximado de 60 millones de pesos anuales, básicamente el mismo desde hace 12 años; es decir, la totalidad de los 33 institutos de transparencia cuestan a cada mexicana y mexicano alrededor de $17 pesos al año, menos de lo que cuesta un refresco.
De esos presupuestos, alrededor del 70% de los recursos se destina a lo que se conoce como “Capítulo 1000”, es decir, al pago de sueldos, salarios, prestaciones y honorarios de las personas que apoyan a dichos institutos de transparencia a cumplir con sus funciones, que en el INAI son alrededor de 800 personas y en el resto de los institutos de transparencia del país alrededor de 1,200 personas; el ITEI, por ejemplo, tiene una plantilla de personal de 94 personas.
Por su parte, la propuesta de reforma constitucional, denominada de “simplificación administrativa”, cuya finalidad es la destrucción de 39 organismos constitucionales autónomos (creados como contrapesos al poder público), establece también una propuesta de modificación al artículo 116 (relativo a las atribuciones de las entidades federativas), que violenta completamente el esquema federalista mexicano y el principio de soberanía de los estados que forman nuestra República, pues prohíbe a las entidades el que puedan preservar a sus institutos de transparencia, a pesar que dicho artículo fue concebido para reconocerles atribuciones a las entidades federativas, no para imponerles prohibiciones.
En dicha propuesta de reforma se establece la desaparición obligatoria de los 32 institutos de transparencia del país para que cada contraloría o equivalente de cada autoridad, realice las atribuciones que actualmente realizan dichos institutos, entre otras, conocer de las quejas, impugnaciones, recursos e inconformidades que presente la sociedad en contra de la opacidad de las instituciones públicas, así como las verificaciones a sus portales de transparencia y la capacitación a su personal y a la sociedad civil.
Este esquema conllevaría un enorme gasto presupuestal, dado que -haciendo a un lado a la Federación- actualmente existen casi 7,000 sujetos obligados (o autoridades) estatales y municipales (en Jalisco rondan los 600), por lo que una debida tutela de los derechos fundamentales a la información y a la protección de datos personales, que actualmente está encomendada a los institutos de transparencia, implicaría que en cada contraloría de cada autoridad se contrataran, al menos, 3 tres nuevas personas: una responsable de la resolución de recursos en materia de acceso a la información y de las denuncias por incumplimiento de obligaciones de transparencia; otra responsable de las verificaciones a los portales de transparencia y de la capacitación; y otra especializada en resolver controversias relacionadas con la protección de datos personales.
En otras palabras, en el discurso oficial para justificar la destrucción de los institutos de transparencia, se ha señalado que son costosos para el presupuesto y que su desaparición implicaría un ahorro para el erario público, sin embargo, con el esquema propuesto, si en verdad se quieren proteger adecuadamente estos derechos humanos, se tendrían que contratar a alrededor de 21,000 personas nuevas para tutelarlos de manera eficiente por los sujetos obligados estatales y municipales (en contraste con las alrededor de 1,200 personas que actualmente laboran en los 32 institutos locales), por lo que, en realidad, este esquema propuesto, además de todas las implicaciones negativas que tiene, también nos costaría a las y a los mexicanos, cuando menos 17 veces más de lo que actualmente nos cuestan los institutos de transparencia locales del país.
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