Connect with us

OPINIÓN

Se le hizo bolas el engrudo al Congreso del Estado: Elección de consejeros de la Judicatura, ¿proceso turbio?

Publicado

el

Opinión, por Héctor Romero Fierro //

Como dicen en mi rancho, al Congreso del Estado se le “hace bolas el engrudo” en relación con el nombramiento de las dos vacantes de mujeres y un hombre, como consejeros del Consejo de la Judicatura del Poder judicial del Estado de Jalisco. Platicando con algunos de los aspirantes se puede comprobar que las instituciones del Estado no están a la altura de lo que requiere Jalisco para tener a los mejores, hombres y mujeres, al frente de estas u otros cargos igual de importantes.

Entre los aspirantes a dichos cargos descubrimos gente con un alto nivel académico y ético, algunos formados en las entrañas de la vida judicial o como exitosos litigantes, y hasta “busca chambas” que han aparecido en todas las convocatorias, del puesto que sea, inclusive si se abre para barrendero, ahí lo veremos aspirando al cargo.

Los filtros establecidos en la Convocatoria son los adecuados, y el diputado a cargo del proceso ha tratado, contra viento y marea, que no se le contamine. Sin embargo las instituciones que los tenían que aplicar no entienden que se están evaluando Abogados o Licenciados en Derecho, con alto perfil, por ejemplo, en los exámenes de Control de Confianza no es lo mismo preguntar a un policía si ha tenido contacto con miembros de la delincuencia, que preguntar a un abogado penalista que en el desempeño de sus funciones, que por supuesto que sí ha tenido relaciones profesionales con personas acusadas por diversos delitos, ya no digamos actuando como “defensor de oficio”, o funcionarios del Poder Judicial o preguntas que en nada ayudan a evaluar si el aspirante en realidad tiene una moralidad y ética que pasa cualquier filtro, contrario a varios aspirantes conocidos cuya ética y moral esta muy alejada de los estándares requeridos.

En el caso del examen denominado pomposamente “Evaluación Teoría y Práctica a los Aspirantes a Consejeros integrantes del Consejo de la Judicatura del Estado de Jalisco” estuvo peor, no podemos culpar a las Universidades por el fracaso de dicho examen, sino por escoger como sus representantes a personajes que en realidad no conocían las funciones que realiza un Consejero, ni tenían varios la idea de las propias preguntas que formularon, para así evaluar adecuadamente el perfil del aspirante, pareciera que el examen buscaba premiar más la buena memoria que el dominio de la materia, inclusive hasta jueces que hacen de la impartición de justicia su actividad diaria fallaron al no recordar algunas fechas intrascendentes. Las preguntas en realidad eran de “confusión múltiple” más que de “opción múltiple”, en la academia sabemos que una pregunta de esta naturaleza solo puede tener una respuesta correcta, cosa que no ocurrió en este examen. Las preguntas mas cuestionadas fueron las elaboradas por el ITESM, y la U.P., contrario a las del ITESO, la UdG, y la UNIVA, e inclusive algunas estaban fuera del temario. El colmo fue la batería de preguntas relativas a la Trasparencia, elaboradas como si se pretendiera evaluar a un consejero del ITEI.

Solo como ejemplo, sí se esta evaluando a un consejero del Estado de Jalisco para qué se le cuestiona la fecha en que se publicó en el Diario Oficial de la Federación la inclusión de Consejos de la Judicatura, uno en el ámbito federal, y otro a escala local del entonces Distrito Federal, luego entonces se plantean dos interrogantes en una sola pregunta, además lo irrelevante para conocer el perfil para el puesto.

Otra pregunta señalaba: “¿Todas las Audiencias de los “negocios” serán públicas? Yo creo que nadie entiende un procedimiento jurisdiccional como “negocio”, a solo que la pregunta se refiriera a los negocios de algunos jueces que me cuentan se da en otras latitudes.

Esta serie de irregularidades hacen que en la sociedad civil desconfiemos de este tipo de procedimientos y estemos casi seguros de que es nuevamente una simulación más para llevar a dichos cargos a gente pre acordadas en cumplimiento a cuotas de poder que a los ciudadanos en nada nos benefician. Queda claro que no se puede evaluar a los aspirantes en base a estas pruebas, donde además no participa directamente el CPS del Sistema Anticorrupción. Ejemplo, a un aspirante se le filmó al parecer sacando un acordeón, sin embargo, se le justificó diciendo que no era tal, que era una servilleta con un chocolate, debe ser mucho el amor por la golosina para sacarlo a medio examen solo para observarlo y volverlo a guardar, además de que por la temperatura corporal debe haber estado casi en estado líquido.

Platican que se evaluaba la opción de invalidar este proceso, no por sus irregularidades sino porque varios de los gallones del partido en el poder salieron muy bajos en las calificaciones, como fue el caso de un sobrino de un alto funcionario estatal, además de que varios de los aspirantes amenazan ya con judicializar el proceso.

Todo este circo es irrelevante, quien tendrá, como en otros casos similares, independientemente de las evaluaciones, la decisión de las personas que ocuparan dichos puestos será el Pleno del Congreso, por ello esperamos que los señores diputados escojan los mejores perfiles e insisto, no se repartan como cuotas políticas.

En otro tema, un grave error del presidente López poner un pésimo ejemplo ante los ciudadanos, y a pesar de que el país casi entero aun este en rojo en el semáforo del Covid-19 y no obstante que su vocero, dice que en los próximos días se presentara el tantas veces anunciado “pico de la curva” al salir esta semana que inicia de gira, aunque mas bien campaña electoral 2021, a cinco estados. Mal ejemplo que copian los gobernadores de Nuevo León y Jalisco. ¿Como recomiendan que los gobernados sigamos en cuarentena si predican con el pésimo ejemplo?, aunque los seguidores del Peje digan que la actividad política es esencial, es claro que si se contagia el presidente generaría un caos en el país.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

MUNDO

El movimiento separatista texano: ¿Por qué una guerra civil en EEUU?

Publicado

el

Actualidad, por Por Alberto Gómez R. //

Durante la sangrienta Guerra Civil (1861-1865), Texas formó parte de los estados esclavistas del sur que se enfrentaron con los estados del norte por su independencia.

Joshua Blank, director de investigación del Texas Politics Project en la Universidad de Texas, en Austin, explica que el movimiento secesionista siempre ha existido, pero sigue siendo “marginal”.

Un sondeo del Texas Politics Project de febrero (2024) muestra que el 26% de sus encuestados se siente primero texano y luego “estadounidense”, frente al 27% que creía lo mismo en 2014. “Nada ha cambiado y tampoco significa que ese 26% quiera divorciarse de Estados Unidos”, dice Blank. (swissinfo.ch)

Sin embargo, los movimientos separatistas se fortalecen y se multiplica el sentimiento en contra del actual gobierno federal y sus políticas internas y externas.

El representante estatal Bryan Slaton presentó un proyecto de ley (HB 3596) en marzo de 2023, que finalmente no salió adelante. La propuesta, denominada como “Ley del Referéndum de Independencia”, de haber sido aprobada, habría convocado a un referéndum estatal sobre la secesión de Texas de Estados Unidos.

La legislación propuesta buscaba permitir que los ciudadanos texanos expresaran su opinión a través de un referéndum sobre si el estado debería separarse de la unión. Sin embargo, la propuesta no logró avanzar más allá del comité, lo que significa que nunca llegó a ser discutida y votada en el pleno de la legislatura estatal.

Hace más de 200 años que ocurrió lo que ahora los historiadores han bautizado como “Independencia de Texas” o “Revolución de Texas”. Fue entre 1835 y 1836 y, en ese entonces, Texas se independizó de México, que era el país que tenía el poder sobre este territorio.

La guerra que ocurrió entre Estados Unidos y México, en parte, fue porque México no quería que Texas fuera parte de Estados Unidos, además de la frontera entre río Grande de Texas y México. También hubo otras causas, como que EEUU quería expandir y acoger a California, pero parte de la razón fue ese asunto de la frontera entre Texas y México.

Una década después, en 1846, el estado fue anexado a Estados Unidos bajo la aprobación del presidente James Polk. En 1845, (Texas) aplicó para ser parte de la Unión de Estados Unidos y el Senado y el Congreso aceptaron a Texas para que fuera parte de la Unión. (vozdeamerica.com)

La actual situación política, social y económica de los Estados Unidos está plagada de inconformidades y odio sobre factores internos en la nación: su gobierno, los inmigrantes -legales o no- el costo de la vida, las desigualdades sociales, la interacción racial, las ideologías políticas que se han polarizado y convertido en extremas, el clasismo, el supremacismo blanco, la falta de acceso a servicios de salud universales, los altos niveles de drogadicción -sobre todo de drogas sintéticas como el fentanilo- la destrucción del tejido social, la pérdida de valores,… y un largo etcétera.

Este sentir ya se ha generalizado, tanto así que el 61% de los estadounidenses está convencido de que Estados Unidos se encamina hacia una nueva guerra civil, según los resultados de una encuesta realizada por el semanario The Washington Examiner en octubre del 2020, y ese porcentaje se ha incrementado a la fecha.

Lo que comenzó con una sola pregunta de un votante sobre los orígenes de la Guerra Civil se ha transformado en un amplio enfrentamiento político en torno a un acontecimiento monumental en la historia estadounidense, convirtiendo a la Guerra Civil en un componente importante de una elección presidencial por primera vez en la historia reciente y exponiendo nuevas divisiones sobre raza, historia y progreso.

Los republicanos argumentan que el país ha ido mucho más allá de sus pecados anteriores y no se beneficia si la gente recuerda los peores componentes que ocasionaron la Guerra Civil, y le restan importancia. Los demócratas, por el contrario, ven ese vínculo entre la historia del racismo y la su actual realidad.

«La Guerra Civil nunca abandonó realmente la política estadounidense; simplemente parece haber estallado en este momento», dijo Tim Galsworthy, historiador de la Universidad Bishop Grosseteste que está escribiendo un libro sobre el Partido Republicano y los recuerdos de la Guerra Civil. «Cuando Estados Unidos está dividido, la Guerra Civil se convierte en ese gran punto de referencia, porque es el momento máximo de división».

El tema es especialmente volátil ahora, cuando la cuestión de la insurrección vuelve a estar en el centro de atención por primera vez en 160 años. Algunos de los adversarios del expresidente Donald Trump buscan descalificarlo por intentar anular las elecciones de 2020, mientras que sus partidarios restan importancia a la gravedad del asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos, retratándolo como una batalla heroica contra la injusticia.

Las imágenes del ataque del 6 de enero y de una manifestación de supremacistas blancos de 2017 en Charlottesville (ambos han ocupado un lugar destacado en las campañas presidenciales de Biden) proporcionan ecos explícitos de la Guerra Civil. La manifestación de Charlottesville estalló por los planes de la ciudad de retirar una estatua del general confederado Robert E. Lee, mientras que la insurrección del 6 de enero incluyó una bandera confederada blandida a través del Capitolio por un alborotador. (washingtonpost.com)

La representante Marjorie Taylor Greene, republicana de Georgia, quiere un “divorcio nacional”. En su opinión, otra Guerra Civil es inevitable a menos que los estados rojos y azules formen países separados.

Tiene mucho eco en la derecha, donde muchos otros (el 52% de los votantes de Trump, el propio Donald Trump y destacados republicanos de Texas) han respaldado diversas formas de secesión en los últimos años. Aproximadamente el 40% de los votantes de Biden también han fantaseado con un divorcio nacional. Algunos en la izquierda instan a una ruptura interna para “que esta nación, bajo la guía de Dios, vea renacer la libertad, y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparezca de la faz de la tierra”, como dijo Abraham Lincoln en su histórico discurso de Gettysburg (noviembre de 1863).

La Guerra Civil estadounidense fue un trauma nacional precipitado por la secesión de 11 estados del sur por la esclavitud. Por lo tanto, es comprensible que muchos expertos y comentaristas opinen sobre la legalidad, la viabilidad y la sabiduría de la secesión cuando otros claman por el divorcio.

Pero todo este discurso de secesión pasa por alto un punto clave que toda pareja en problemas conoce. Así como hay maneras de retirarse de un matrimonio antes de cualquier divorcio formal, también hay maneras de salir de una nación antes de separarse oficialmente. (theconversation.com)

La división de Estados Unidos, tanto política como territorialmente hablando, es poco probable que se sucediera en un solo evento, más bien gradualmente, como ya está ocurriendo. Las señales son muy evidentes y se diseminan en mayor número de estados, sobre todo en los que, ya sea por diferencias políticas, económicas, raciales o ideológicas, se han vuelto un caldo de cultivo para los movimientos secesionistas.

Continuar Leyendo

OPINIÓN

La importancia de los switchers

Publicado

el

Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //

Conforme se acerca la jornada electoral, es normal que una de las estrategias de los partidos políticos sea presentar encuestas donde van liderando las preferencias electorales. Es normal también, que algunas casas encuestadoras presenten ejercicios tendenciosos, realmente son pocas las encuestadoras que publican resultados de trabajos serios, con profundidad y a pesar de ello, éstas también pueden presentar encuestas con márgenes de error importantes.

Las empresas, por lo general, dividen a los encuestados en los siguientes segmentos: los electores que de forma segura votarán por un partido político; son llamados “voto duro”. Segundo, los que votarán en contra del partido del gobierno actual; este tipo de voto es llamado opositor. Tercero, los votantes que están indecisos. Cuarto, los electores switchers o cambiantes, que optan por modificar la orientación de su voto, ya sea producto de las campañas electorales o alguna otra circunstancia. Finalmente, se encuentran los abstencionistas quienes no acuden a votar.

Para un candidato o partido político es fácil saber en que segmento centrarse. El voto duro es importante mantenerlo, sin embargo, únicamente con los votantes seguros no se gana una elección, hay que ir sobre todo, por los denominados switchers.

Cuando una persona contesta una encuesta y afirma estar indecisa sobre por quién votar o incluso duda si acudirá a las urnas, por lo general ya tiene una idea de lo que hará, pero prefiere no compartirla, ya sea por mantener privacidad, porque no le gusta contestar la encuesta o porque ve alguna tendencia del encuestador que va en contra de sus afinidades.

A través de los años el votante switcher se ha multiplicado y se ha vuelto la parte central de las campañas electorales. Hace unas décadas en México solo había de dos sopas: El PRI o el PAN. Cada uno representaba una serie de valores entendidos y la gran mayoría de los votantes, sufragaba pensando en la marca partidista antes que en las personas.

Posteriormente, distintos partidos fueron apareciendo en la boleta. A finales de los ochenta el PRD se presentó de forma fuerte y casi se lleva la elección presidencial, también en la década de los ochenta surgió el Partido Verde. A principios de los noventa se fundó el Partido del Trabajo y a finales de esa década apareció Convergencia que hoy es Movimiento Ciudadano. A ellos les agregamos algunos partidos políticos locales que han pasado a través del tiempo.

Los partidos políticos, en busca de la rentabilidad electoral, se aliaron entre ellos y perdieron identidad. Por dar un ejemplo el Partido Verde empezó como independiente, pero en los últimos años ha sido aliado del PAN, del PRI, del PRD y actualmente lo es de Morena. El PRI y el PAN que eran antagónicos hoy son aliados electorales.

Todo lo anterior llevó a que los diferentes partidos sonarán a lo mismo y fue entonces que los votantes se enfocaron en las personas que aparecen en la boleta por encima de las marcas partidistas; de esta manera los votantes switchers, aumentaron de manera significativa. Es por eso, que salvo Morena que tiene un segmento de ciudadanos afines que vota al partido sin importar los candidatos, el resto de los institutos políticos tiene un voto duro muy pobre.

Habrá quien considere que los switchers son prácticamente un mito, pero si volteamos a ver los procesos electorales de México y Jalisco, en las últimas tres elecciones, los candidatos a presidentes y gobernadores ganadores han provenido de partidos políticos distintos, es decir los votantes cambian de opinión constantemente. El voto duro ha servido de poco para mantener al partido en el poder.

Los bunkers de los equipos de campaña, al notar que, en muchas ocasiones, las marcas personales son más fuertes que las partidistas se han enfocado en emprender guerra sucia sobre las figuras de las y los candidatos, esperando denostarlos y que los votantes, cambiantes de opinión, eviten decantarse por cierta persona.

Faltan pocos días para la jornada electoral y seguramente, las descalificaciones, fake news y guerra sucia arreciarán y veremos un proceso turbio, esperemos que esto no desaliente la participación ciudadana.

Salgamos a votar desde el compromiso con nuestra nación, con conocimiento sobre las y los mejores candidatos. Que el humo del marketing electoral no nos nuble el juicio.

Continuar Leyendo

NACIONALES

La política, la ética y el Estado

Publicado

el

Conciencia con texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //

Para millones de mexicanos la política, la ética y el Estado son elementos que, aunque conviven obligadamente, hace muchísimo que no tienen concordancia; que están desfasados entre sí y esto propicia el caos que vivimos actualmente en lo referente a nuestra integridad como nación.

Cuando hablamos de ética, vienen –irremediablemente- los conceptos del bien y del mal.

Y hablar del bien y del mal conlleva a los juicios obligados que determinan los valores de una sociedad, es decir la moral, que impera en los diferentes grupos humanos.

Pero la moral alude al acuerdo social de lo que es bueno, justo, deseable para un grupo de personas, pero…que puede diferir de lo que otro grupo u otra sociedad considera como tal.

Por ello en las distintas entidades de la República Mexicana se tienen conceptos diferentes sobre la actuación de los políticos en su ejercicio público.

¿Hay entonces moral de diseño para cada grupo social? Se pudiera decir que sí, porque en el plano colectivo son los usos, las costumbres, las tradiciones, la cultura, inclusive el género, los que pueden dar la orientación, el estilo o la forma en que esos grupos sociales consideran lo que es el bien y lo que es el mal en sus comunidades.

Esa es la moral pública. La que tienen todos pactada, sin necesidad de papeleo, simplemente porque “así es”. 

Los problemas surgen cuando los acontecimientos, conductas y comportamientos atentan en contra de esos acuerdos morales que existen en grupos sociales definidos. Quienes transgreden dichos acuerdos pueden ser señalados con índice de fuego, pueden ser penados socialmente o sufrir condenas creadas específicamente para “castigar” a quienes se han atrevido a violar dichos arreglos colectivos.

La moral, como otras situaciones, cambia de acuerdo a las circunstancias sociales. No es lo mismo hoy que hace 50 años. Por ejemplo, hace medio siglo se “castigaba” a las madres solteras incluso desde la autoridad, puesto que en las actas de nacimiento se clasificaba como “hijo natural” al niño cuyo padre no se hacía responsable o no daba su “nombre” por diversas situaciones morales.

Otro castigo social era para quienes no se casaban por lo civil o la Iglesia, puesto que se les negaban servicios religiosos o se les estigmatizaba por atentar contra las buenas costumbres que entonces imperaban. Hoy en día esas “conductas inmorales” carecen, en la mayoría de las sociedades, de exclusiones o sanciones sociales y oficiales.

La moral evolucionó. La moral cambió. Las sociedades evolucionaron, cambiaron y los acuerdos tácitos morales también mudaron de piel.

Algunos grupos sociales no reconocen ni dan validez a conceptos que predominan en las diferentes sociedades. La moral del norte de México, por ejemplo, dista bastante de la moral de las entidades del sureste o las del centro del país.

Algunos políticos parecen descarados cuando aceptan que sí robaron, “pero nomás poquito” y vuelven a pedir el voto y la confianza del electorado. Otros han sido incluso condenados por delitos, pero salen de la cárcel y vuelven a las andanzas políticas y a las inmoralidades.

El dicho famoso de que “en política la moral es un árbol que da moras” no es producto de la casualidad. Es consecuencia de la desfachatez, lo sinvergüenza y el cinismo que impera entre aquellas personas dedicadas a la política.

Sin embargo, la ética la política y el Estado no pueden estar sujetos a los vaivenes de la moral o a las veleidades morales.

La búsqueda del bien común es la finalidad de todas las sociedades; pero no será posible lograrlo con políticos rapaces, mentirosos, viles, falsos, acomodaticios, desleales, faltos de integridad personal, deshonestos, cínicos y sin compromisos sociales, de moral adaptada a su codicia, a sus ambiciones de grupo que los alejan de los valores fundamentales humanos.

Sobran los ejemplos de esta clase política que sólo actúa en función de un interés individual, de una conveniencia de partido o con sus cerradas miras ideológicas impuestas desde el poder que detentan. Sobran los ejemplos de esta clase política que dice una cosa y hace lo contrario; que se compromete a efectuar acciones benéficas y, con descaro, sin miramientos, destruye lo que beneficia a las mayorías, argumentando falsos preceptos de honradez, honestidad e integridad personal.

¿Cómo identificar a estos amorales, inmorales y políticos faltos de ética? Basta y sobra revisar sus palabras, sus discursos, sus diatribas y compararlos con sus actos de gobierno. Siempre salen perdiendo, aunque la percepción generalizada sea de connivencia.

Continuar Leyendo

Tendencias

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.