LOS PELOTEROS
Charros, el orgullo tapatío que sueña con la gloria

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Los Charros de Jalisco están sorprendiendo en los playoffs de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) 2025, emergiendo como un auténtico caballo negro.
Tras una temporada irregular, con rachas brillantes opacadas por caídas abruptas, lograron el sexto boleto a la postemporada con un cierre espectacular. Ahora, en las semifinales, están a un paso de la final de la Zona Norte, demostrando que tienen la garra para pelear por la Copa del Rey en el Centenario de la LMB.
En la primera ronda, Charros enfrentó al líder de la División Norte, Sultanes de Monterrey, un bicampeón que parecía imbatible. Con una ventaja de 3-0, los jaliscienses estuvieron cerca de barrer, pero Sultanes remontó y forzó un séptimo juego.
En el Palacio Sultán, Charros mostró temple y aseguró la serie 4-3, avanzando como un equipo transformado. Sultanes, gracias a su promedio, regresó como el mejor perdedor, prometiendo un posible reencuentro.
En las semifinales, Charros se mide contra Algodoneros de Unión Laguna en el Estadio Francisco I. Madero de Torreón. Lejos de la irregularidad de la temporada regular, el equipo exhibe un juego colectivo inspirado: todos corren, batean y fildean con precisión. El pitcheo, liderado por figuras como el guasavense Luis Armando Payán (suma 3 victorias en play-offs), el estadounidense Zac Grotz y el ocotlense Luis Iván Rodríguez, han sido clave.
En los primeros dos juegos contra Algodoneros, Charros dominó con victorias contundentes de 9-3 y 7-4, impulsado por el bateo explosivo de Willie Calhoun, Kyle Garlick y Mateo Gil, quien despertó de un slump con tres jonrones en la serie.
De regreso en el Estadio Panamericano de Guadalajara, Charros buscó barrer a Algodoneros con una ventaja de 2-0. El sábado, el guasavense Luis Armando Payán brilló en la loma, lanzando siete entradas magistrales, con siete ponches, tres hits y una sola carrera limpia, asegurando un triunfo de 8-1 que puso la serie 3-0.
Mateo Gil, apodado “el hijo del papá”, volvió a destacar, consolidándose como un motor ofensivo. La afición, respondiendo al llamado del mánager Benjamín Gil, llenó el estadio con cerca de 11,000 almas, un respaldo que refleja el orgullo tapatío por su equipo.
El domingo, sin embargo, Tláloc interrumpió la fiesta. El cuarto juego, con Algodoneros liderando 1-0 en el tercer inning, fue suspendido por lluvia, postergando la acción para el lunes.
A pesar de este contratiempo, Charros está a una victoria de la final de la Zona Norte, donde podría reencontrarse con Sultanes de Monterrey, un rival experimentado al que ya vencieron.
La serie promete ser un duelo de titanes, pero los jaliscienses han perdido el miedo y juegan con la confianza de un equipo destinado a hacer historia.
DIABLOS, GRANDES FAVORITOS
En el otro frente, los Diablos Rojos del México avanzan como favoritos al título. Tras barrer 4-0 a los Leones de Yucatán y tomar una ventaja de 3-0 sobre Pericos de Puebla con un triunfo de 13-6 el domingo, suman siete victorias en los playoffs de 2025, tras ocho en su campeonato de 2024. Su paso arrollador los perfila como el rival a vencer, con 17 gallardetes en su historia.
Una final entre Diablos y Charros sería un sueño para los aficionados, un choque de titanes que elevaría el béisbol en Guadalajara.
El esfuerzo de la directiva de la familia González Íñigo por mantener béisbol todo el año en Jalisco, con Charros compitiendo en la LMB (verano) y la Liga Mexicana del Pacífico (invierno), es digno de reconocimiento.
Sin embargo, la afición tapatía no ha respondido en verano como en invierno. Benjamín Gil, con su pasión característica, reclamó esta apatía, instando a los jaliscienses a llenar el Panamericano y apoyar al “gran equipo de Jalisco”.
La respuesta en la serie contra Algodoneros, con una entrada récord el domingo, muestra que el mensaje caló, aunque la lluvia frustró el clímax. Charros tiene la oportunidad de hacer historia. De eliminar a Algodoneros y superar a Sultanes, podría enfrentar a Diablos en una final épica. Guadalajara, única ciudad con béisbol profesional todo el año, merece vibrar con su equipo.
El llamado de Gil no es solo a llenar gradas, sino a ser parte de un legado. Que la afición tapatía se una a esta fiesta, empuje a Charros hacia la gloria y demuestre que Jalisco es la capital del béisbol mexicano.
LOS PELOTEROS
Un llamado a la grandeza de Benjamín Gil: “Hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros”

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Benjamín Gil no es solo un manager de beisbol, es un líder que lleva la pasión por este deporte en la sangre y un amor profundo por Jalisco en el corazón.
Sus palabras, cargadas de sentimiento, no son un simple reclamo a la afición; son un grito de guerra que busca encender el alma de Guadalajara, una ciudad que tiene la oportunidad única de escribir su nombre en los anales del beisbol mexicano.
Los Charros de Jalisco, bajo la guía de Gil y el respaldo de la familia González Íñigo, están al borde de un logro histórico: ser campeones en verano y en invierno, un hito sin precedentes que puede cambiar el rumbo del deporte en México.
Pero este sueño no se construye solo en el diamante; se forja en las gradas, en el rugido de una afición que hace temblar el estadio y convierte cada juego en una experiencia inolvidable.
Tiene razón Gil cuando expresa que Guadalajara no es cualquier ciudad. Es la cuna del beisbol mexicano, la única en el país con dos equipos profesionales, uno en la Liga Mexicana del Pacífico y otro en la Liga Mexicana de Beisbol.
“Respeto a Chivas y Atlas, pero hoy el gran equipo de Guadalajara es Charros de Jalisco. Representamos a la gente tapatía, con su coraje, corazón y garra de trabajadores entregados. Guadalajara es única en México por tener dos equipos. Deberíamos ser la ciudad más beisbolera del país, pero en el estadio no lo demostramos”, expresó el timonel de Charros esta semana al solicitar el apoyo de la afición tapatía”.
Esta distinción debería traducirse en una afición inquebrantable, en estadios llenos de pasión, en un apoyo que se sienta desde el primer lanzamiento hasta la última jugada. Sin embargo, como Gil lo expresó con el corazón en la mano, la respuesta de la afición no ha estado a la altura.
En los juegos de play-off, el Estadio Panamericano, que debería ser una fortaleza inexpugnable, ha visto gradas con apenas 6 mil personas, mientras otras plazas del país reúnen a 15 mil o más por partido. Esta apatía duele, no solo al equipo, sino a todos los que creen en el potencial de Guadalajara para ser la capital indiscutible del beisbol.
A quienes critican desde la comodidad de los chats, a los que prefieren mirar hacia otras ligas o se pierden en la mezquindad de ignorar los logros de los Charros, les decimos: el beisbol es más que un juego, es unión, orgullo y comunidad.
Durante décadas, Guadalajara careció de un equipo profesional porque la afición no respondió. Hoy, gracias al esfuerzo de empresarios serios como la familia González Íñigo, los Charros son una realidad vibrante, un equipo que representa la garra, el coraje y el espíritu trabajador de esta gran ciudad.
No dejen que esta oportunidad histórica se desvanezca en el silencio. Este es el momento de despertar, Guadalajara. No se trata solo de llenar el estadio, sino de ser parte de un legado. Traigan a sus familias, vengan con sus amigos, griten por cada batazo, celebren cada out.
Hagan que los Charros sientan que no están solos en esta batalla épica. Que el Estadio Panamericano se convierta en un volcán de pasión, donde los rivales teman jugar y los jugadores se sientan invencibles. No esperen a la final para unirse a la fiesta; sean parte de ella desde ahora, desde esta serie, desde este preciso instante.
Guadalajara, esta es tu hora de brillar. Demuestra que eres la afición más grande, la más leal, la que nunca se rinde. Los Charros son el reflejo de tu carácter, de tu lucha, de tu grandeza. No dejes que te lo cuenten.
¡Vive la historia, sé parte de la leyenda! Que el próximo juego marque el inicio de una fiesta que resuene en todo México. ¡Arriba los Charros, arriba Guadalajara!
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Charros de Jalisco brilla en los playoffs: Se enfrentará en semifinales a Algodoneros

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
Charros de Jalisco ha sorprendido a propios y extraños al clasificar a las semifinales de la Zona Norte en los playoffs de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), tras derrotar al líder Sultanes de Monterrey en una serie vibrante.
Con un pitcheo estelar, una ofensiva oportuna y una defensa sólida, los pupilos de Benjamín Gil demostraron que están listos para pelear por el título, rompiendo expectativas tras 34 años sin postemporada.
UN ARRANQUE EXPLOSIVO CONTRA SULTANES
Charros enfrentó a un formidable Sultanes de Monterrey, líder de la Zona Norte, en una serie de siete juegos. A pesar de las predicciones que los descartaban, los caporales lograron un cierre espectacular en la temporada regular, dejando fuera a Saraperos de Saltillo para asegurar su lugar en los playoffs.
En el decisivo séptimo juego, disputado en el Palacio Sultán, Charros se impuso 6-0, sellando la serie con cuatro victorias. El mexicano Luis Armando Payán fue la figura estelar. En el último juego, lanzó 6.1 entradas, permitiendo solo un hit y manteniendo el cero, una actuación magistral que maniató a la ofensiva regia.
Payán, orgullo de Guasave, ya había brillado el martes previo en el Estadio Panamericano, lanzando cinco entradas y guiando a Charros a una victoria contundente de 14-2 sobre Sultanes. Sus dos salidas en la serie, ambas victoriosas, lo consolidan como el pilar del cuerpo de lanzadores.
OFENSIVA Y DEFENSA A LA ALTURA
La ofensiva de Charros respondió desde el primer inning del juego decisivo. Calhoun abrió el marcador con un elevado de sacrificio que trajo a Wielansky al plato. El momento clave llegó con el cuadrangular de Garlick, un bombazo al jardín izquierdo con Mateo Gil y Sands en base, sumando cuatro carreras de inmediato.
Garlick volvió a remolcar en la tercera entrada, y Calhoun anotó la sexta carrera en la quinta, asegurando una ventaja cómoda.
La defensa, que había sido irregular en la temporada, se mostró impecable. En la octava entrada, con bases llenas y John Lester, el mejor bateador de Sultanes, al plato, Trevor Clifton entró al relevo y dominó con un roletazo, sofocando la amenaza. Sasagi Sánchez también contribuyó al cerrar la puerta a Monterrey, consolidando una actuación colectiva de alto nivel.
UN EQUIPO TRANSFORMADO BAJO EL LIDERAZGO DE GIL
Charros ganó tres de los cuatro juegos disputados en Monterrey, un logro notable frente a la afición local. Aunque Sultanes se recuperó ganando tres juegos consecutivos tras perder los primeros tres, Charros mostró resiliencia y carácter en el juego definitivo.
El manager Benjamín Gil, conocido por su capacidad para motivar, ha transformado a un equipo que durante la temporada regular tuvo altibajos en uno que ahora juega con hambre de triunfo. “Charros no solo compite, viene por el título”, afirmó Gil tras la victoria.
El cuerpo de lanzadores inicialistas, liderado por Payán, Zac Grotz y Luis Iván Rodríguez, demostró solidez. Grotz, quien abrió el primer juego en Monterrey, contuvo a la poderosa ofensiva regia, mientras Rodríguez, oriundo de Ocotlán, lanzó 4.2 entradas sin carreras en el segundo juego. Este trío, respaldado por relevistas como Gonsalves y Clifton, da a Charros una base sólida para las semifinales.
SEMIFINALES DEFINIDAS: CHARROS CONTRA ALGODONEROS
Con la victoria, Charros avanzó a las semifinales de la Zona Norte, donde enfrentará a Algodoneros de Unión Laguna. Por su parte, Sultanes se medirá a Tecos de los Dos Laredos, que eliminó a Acereros de Monclova (10-4) en el séptimo juego. Las semifinales prometen intensidad, pero Charros llega con un impulso innegable, motivado por su espíritu combativo y el liderazgo de Gil.
UN LEGADO EN CONSTRUCCIÓN
La hazaña de Charros marca un hito tras 34 años sin playoffs, un logro que resuena en la afición jalisciense. La máquina naranja está afinada, jugando con inspiración y disciplina.
Este equipo, que combina talento mexicano y extranjero, ha demostrado que puede superar a los gigantes de la LMB. Con Payán como estandarte y Gil como estratega, Charros no solo busca competir, sino escribir un nuevo capítulo glorioso en su historia. Jalisco está listo para soñar con el campeonato.
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Julio Urías podría debutar con Tomateros de Culiacán en la Liga Mexicana del Pacífico

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac
La afición de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) podría ver en acción al pitcher mexicano Julio Urías, quien recibió una invitación de los Tomateros de Culiacán para integrarse a su pretemporada rumbo a la temporada 2025-26.
El club guinda incluyó al serpentinero en su lista de jugadores convocados para el Summer Camp, que comenzará el 8 de septiembre.
Tras un período de inactividad derivado de una sanción por violencia doméstica impuesta por la MLB, Urías no fue contratado por ningún equipo de Grandes Ligas tras finalizar su contrato con los Los Angeles Dodgers en 2023.
Desde el 17 de julio de 2024, el pitcher es agente libre y está habilitado para firmar con cualquier organización, aunque aún no hay noticias sobre su futuro en la Gran Carpa.
Tomateros de Culiacán, que posee los derechos del lanzador, le ofrece la oportunidad de regresar al béisbol profesional.
Si Urías se mantiene en el roster tras la pretemporada, podría debutar en la LMP en la temporada que inicia el 15 de octubre contra Algodoneros de Guasave.
Además, el pitcher participaría en los juegos de preparación en Puerto Vallarta y La Paz.
Esta invitación representa una puerta abierta para que Julio Urías retome su carrera en el béisbol mexicano, mientras los aficionados esperan con expectación su posible regreso al diamante.
Para la Liga ARCO Mexicana del Pacífico sería un gran imán que el culichi vistiera el uniforme guinda, dado su gran cartel construido hasta antes de la suspensión que se registró en MLB, toda vez que había sido el pitcher más ganador en la Gran Carpa en las últimas dos temporadas con Dodgers, sobresaliendo su actuación en la Serie Mundial, clave para que Los Ángeles se coronaran campeones.
Hay gran expectación sobre la decisión que tome Urías ante esta invitación de Tomateros de la ciudad donde nació el gran lanzador que conquistó el mejor béisbol del mundo.
Aunque hay incógnita del estado de su brazo por dos años de estar fuera de actividad profesional, ha trascendido que no ha dejado de entrenar para mantenerse en forma.
Ojalá Julio decida regresar al béisbol ante su gente, la que vio su nacimiento y desarrollo como pelotero desde su niñez hasta su adolescencia, antes de ser firmado por los Dodgers de Los Angeles.