Connect with us

NACIONALES

Slim para Pemex

Publicado

el

-Opinión, por Luis Manuel Robles Naya

Podemos frasearlo al revés, Pemex para Slim, y no estaríamos equivocados, aunque no deja de ser una suposición imposible por aquello de la soberanía y sería absurdo que se repitiera la operación Telmex, pero en el mundo de las suposiciones todo lo que se ve es, aunque la autoridad lo niegue.

En febrero 26 de 2024 publiqué en Conciencia Pública una columna titulada “¿Slim en Pemex?” en la que resaltaba el interés del empresario por la industria de los hidrocarburos dada su creciente inversión en el sector. Rescataba en esa colaboración algunos datos sobre las inversiones y sociedades empresariales realizadas por el grupo Carso y la firma de inversión familiar de Slim, Control Empresarial de Capitales, que le daba acceso a los proyectos petroleros más prometedores.

Señalé también: “No es un secreto la relación estrecha que tiene el señor Slim con el presidente, lo que lo hace potencialmente poseedor de información privilegiada, o al menos, por la cercanía, intuir el sentido de las políticas venideras y eso lo ha hecho voltear hacia la industria, o bien es solamente su olfato y aguda percepción, lo que lo hace avizorar que rescatar a Pemex y al sector energético nacional requerirá forzosamente de la participación privada y quiere tener un lugar preponderante.”

Actualmente hay información que confirma mucho de lo especulado entonces. Es inminente el rescate de Pemex, su situación financiera requiere liquidez que ya no puede el gobierno mexicano proporcionar en suficiencia, como no lo pudo hacer en el sexenio anterior. Coincidentemente (?) el 3 de julio los medios dieron a conocer una reunión que tuvo el empresario con la presidente Claudia Sheinbaum, la cuarta en lo que va del sexenio, para hablar de Pemex, entre otras cosas, justo cuando el gobierno ha anunciado su intención de permitir la participación del sector privado y el ingeniero Slim se pronunciara el primero de julio, en el día del ingeniero, por una mayor participación de la iniciativa privada en el sector energético nacional.

Lo que he venido señalando desde hace tiempo respecto a la situación de Pemex está terminando por ser reconocido. En Junio del 2020, en esta misma Conciencia Pública señalé: “Entonces, ¿Qué hacer con Pemex? La respuesta no está dentro de la administración de la empresa que debe seguir buscando disminuir costos, aumentar producción y manejar inteligentemente su deuda. Es el gobierno de México el que debe redefinir sus prioridades y dejar que Pemex sea una empresa competitiva cuya recuperación a largo plazo, obedezca a sanas prácticas empresariales.

La solución a la que se opone, la administración actual por querer borrar los símbolos de la que llaman era neoliberal, es la apertura a la inversión privada en los términos que se había planteado en la reforma energética anterior, es decir, conservando el Estado la propiedad absoluta de los recursos naturales, compartiendo riesgos y utilidades y cobrando impuestos a las empresas asociadas.”

El tiempo parece darnos la razón y hoy diversos medios, entre ellos, Proceso, Reporte Índigo y El Financiero han informado que el Grupo Carso absorbe el 62% de los Contratos de Desarrollo Mixto, que es el formato con el que Pemex se abre a la participación privada, y se convierte en el socio principal de Pemex con una inversión estimada en 2 mil millones de dólares.

Hay otras 8 empresas que participan en esta nueva modalidad con el 38% restante y es difícil que pueda haber más de una decena ya que pocas empresas mexicanas cuentan con el respaldo financiero para asociarse con una empresa, carente de liquidez, con altos pasivos.

Por otra parte, los contratos mixtos se constriñen a campos que ya están produciendo y necesitan inversión, sin que la exploración para el aumento de reservas, que sigue siendo exclusiva de la empresa estatal, cuente con recursos suficientes para ampliar las áreas de búsqueda.

Con todo, la industria de los hidrocarburos tiene futuro, la visión empresarial de Carlos Slim lo demuestra y se confirma con el hecho de que ninguna empresa dedicada a esto tenga perdidas, salvo Pemex, por supuesto. El olfato financiero del magnate tiene rato oliendo las ganancias y sabiendo que el recurso en México depende del gobierno, extiende sus redes y logra convencer, incluso a radicales del estatismo, de lo necesario de su participación.

El movimiento se avizoraba desde el sexenio anterior así que no debemos llamarnos a sorprendidos ni envolvernos en las banderas nacionalistas cuando nos demos cuenta en el futuro inmediato que la empresa petrolera mexicana seguirá siendo nacional, pero será privatizada con la muy posible participación mayoritaria de ya saben quién. Al tiempo.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.