CULTURA
A Puerto Ángel…la noche de los dioses
Columna Crónicas de un Trotamundos de Fernando Zúñiga //
…Había caído en medio del bosque, sentía adormecidas mis piernas. Derribaron mi Messerschmitt Bf 110…alcancé a saltar en el paracaídas. Los restos del aparato debieron haber caído a varias millas de distancia…
…Estuve, desde mi caída, inconsciente. El frío y los sonidos de la noche me despertaron. No había dolor en ninguna parte de mi cuerpo. Entonces me percaté de la insensibilidad de la cintura hacia abajo…
…El amanecer se empezó a filtrar por entre los árboles de hojas rojas y amarillas del otoño. Era una luz brumosa y de tonalidad que en mi infancia había visto por entre los vitrales de la iglesia de mi pueblo. También entonces empecé a percibir los diferentes aromas, musgos, helechos y el olor de alguna chimenea…
…Mis pensamientos…acelerados, en mi mente embotada por los ruidos de la explosión, el olor de los gases, el dolor sin dolor de la sorpresa y el instinto de sobrevivencia. La velocidad de la luz, fulgor, instantes, trueno insonoro, eternidad, parto, la nada, el todo el rezo…
…Mis pensamientos acelerados….Esther mi novia desde la adolescencia, Hans, Adolf, Nathan, Rudolph, Werner, Tamara, Sara, Annika, Herta, Raquel, Frieda, Joachim, Baruj, Ezra, Erich, Helmut, Heinz, Jaziel….la cerveza, el jazz, las aulas, mi abuela, mi hermano Uwe, las caminatas por el bosque, las parrandas, los primeros escarceos amorosos (*fajes, así lo dijo, en español mexicano) …las notas del piano de Mamá y el violín de mi hermana Hilde.…Papá leyendo en su sillón favorito…
En medio de su relato, la mirada en…humedecida, su voz en off…sus manos crispadas, su rostro de siglos de edad y como fondo la noche estrellada, el murmullo del Océano Pacífico rebotando en el acantilado.
…Aparecieron de repente, de la nada, con el estruendo de la mirada del niño-adulto de la guerra, escrutadora y acerada, infante-viejo, inocencia y…eran dos niños y una niña de edad entre 12 y 8 años. Vestían ropas humildes…. descalzos…. delgados de la guerra. Mi aturdimiento me impedía escuchar sus voces, mi miedo disparó mis fantasmas de la delación y al unísono mi vieja Luger contra cada uno de ellos…
…Mi padre me sentenció aquella noche que me acompañó a la estación del ferrocarril para despedirme……ojalá nunca tengas que usarla, porque casi seguro tendrás que ver la mirada del otro…
Bebíamos mezcal, su joven esposa María, indígena zapoteca, de gran belleza, silenciosa, etérea, sutil, perfumaba la noche de negro: cabellera, ojos…y la mirada tan profunda en el tiempo como la del mismo Klaus, quien había cambiado su nombre al mexicanísimo Pancho, así, a secas.
Por un instante fugaz, en contraluz del fuego de la leña en el fogón, cuando vi el perfil de Klaus/Pancho mirando a su mujer, pude captar en el brillo de sus pupilas el agradecimiento de un ser humano hacia aquel que nos ha redimido al paraíso.
En Francia en algún bosque, todavía rondan los duendes y se cobijan las Hadas y se escucha el murmullo de un río que lo cruza sin prisa, arrastrando hojas rojas y amarillas, antes de la nieve del invierno…los pájaros se ocultan en los Robles para cantar al amanecer, mientras algunas parejas pasean en bicicleta y los niños acompañados de los viejos buscan las multicolores setas y algunas avellanas para asar al fuego de alguna chimenea. A lo lejos…los toros negros, los caballos blancos corriendo libres junto al vuelo de los flamencos….
En Alemania la luz del sol de mediodía penetrando por entre los vitrales de una capilla de pueblo construida en el borde del campo y con la madera de árboles de algún bosque cercano. Alguna pareja de viejos orando mientras los niños corren tras die kometen (el papalote) que elevan al cielo azul los vientos de primavera que deslizan por la ladera…
La noche en Puerto Ángel, aquel lejano 1968, el titilar de las estrellas, el canto de los grillos, el fulgor de las luciérnagas, el viento de la selva, los chaneques retozando en el río con el agua a las caderas, entonan un himno a la vida en la lengua de sus dioses zapotecos ancestrales…
Guendanabani’ xhianga’ sicarú
Sicarú guendanabani’
Sicarú guendanabani’ dxi lii hrucaalú’lu
Sicarú guendanabani’ dxi qui gápu dxiibi
FZG Guadalajara VI/2016
