CULTURA
Diálogo con el artista: «Mi mayor temor es quedarme sin ideas», Juan de la Cruz

Por Gabriel Ibarra Bourjac //
“La muerte del artista viene cuando se queda en una zona de confort y no me gusta caer en eso”.
“Hay días en los que me quedo viendo los lienzos, sin hacer nada que volver a repetir lo que ya hice. Es parte del proceso de la búsqueda, de la evolución”.
“Los personajes (que pinta) son producto de la observación. Me gusta irme a algún lugar, sentarme en una banca y ver a la gente pasar y me quedo con la expresión, no precisamente la cara de fulano o zutano”.
“Y generalmente la expresión de la gente en la calle es triste, la mayoría está triste, va pensando en sus deudas, no se qué le agobia tanto”.
Como artista dice tener el hambre del mundo. “Es insaciable. Mi mayor temor es quedarme sin ideas, habrá quien diga que tiene miedo de no vender, mi mayor temor es que pasen varios días y no tener algo que hacer, que nada me inspire, que pierda la inspiración”.
Es Juan de la Cruz, el artista de la plástica que nació en 1983 en Amatitán y que se ha ido ganando su espacio y reconocimiento en el mundo del arte jalisciense. Algunos expertos lo ven volando muy altos en el mundo de la plástica nacional y mundial.
Su caminar por el mundo del arte lo disfruta y lo vive con intensidad. “Es muy satisfactorio, todo lo que ha pasado tenía que pasar y nunca lo he sufrido, siempre de algo aprendo, tiene que haber la disposición, puedes quejarte de todo lo que quieras, pero al final de cuentas la vida te va acomodando y he tenido la fortuna de encontrarme con gente que cree en mi obra, que le gusta lo que hago y he sido muy afortunado”.
Dice que es muy importante la disposición que se tenga ante la vida. “Tienes que ser consciente de todo lo que conlleva. Hace rato hablaban del genio de los artistas, de cómo somos difíciles. Y sí lo somos. He trabajado con artistas, antes de trabajar de lleno, trabajé en una galería manejando artistas y eso me enseñó mucho del trato con ellos y de todo lo hay detrás de una maquinaria que hay para representar a un artista, eso me dio mucho piso, cuando ves los gastos que conlleva enmarcar o los materiales, exponer, eso te ubica mucho y a mi me ha ayudado bastante para agarrar piso como tal. Hay temporada en la que hay muy buena venta y hay temporada en la que no hay o que tardan en pagar los clientes”.
“Como ya lo hice, estuve en el otro lado. A paciencia infinita resultados inmediatos. Sigues haciendo lo que te gusta y las cosas se van dando, con paciencia, sin la tenacidad de la prisa”.
LA ENTREVISTA
Pregunta. Naces en Amatitán…cómo fue tu introducción al mundo de la arte…cómo se expresó y nace el artista.
Juan de la Cruz. Desde la infancia copiando a grupos que veía. Veía algo y lo copiaba. Vi que tenía la facilidad y a raíz de eso le pedí a mi madre que me metiera a cursos de pintura a los 11 o 12 años y de ahí fue paulatino, primero, aprender la técnica de niño que no aprendes mucho, le agarras el gusto y nunca lo he dejado de hacer.
Pregunta. De niño qué pintabas…
Juan de la Cruz. Paisajes agavero, cosas muy figurativas, animales, gente, me llegaba de repente gente que quería retratos. No había una propuesta como tal en la infancia, era más ejercicio y práctica, ni siquiera tenía la visión.
Pregunta. Pero ya traías el talento, la vocación, la habilidad. Creces y decides estudiar. ¿Qué estudias?
Juan de la Cruz. Estudié diseño gráfico por el miedo que tienen todos los artistas de dedicarse a esto, que todo mundo te dice a esa edad y tu estás muy susceptible que te vas a morir de hambre…y me dije voy a estudiar una licenciatura…estudié diseño gráfico, lo ejercí por algunos años, pero nunca dejé de pintar hasta que ya ahora de plano no hago nada de diseño, estoy de lleno en la plástica.
Pregunta. ¿Y cuándo te introduces al mundo de la plástica? ¿Cuándo se manifiesta ese llamado…yo quiero ser pintor, ese es mi camino?
Juan de la Cruz. No lo dejé de hacer nunca. Siempre pintaba y en la carrera también hay muchas optativas de arte, de hecho por eso la tomé, estaba entre arquitectura, fotografía y diseño y diseño es donde había más materia de técnica de arte. Nunca lo dejé, me gradúe y lo seguí haciendo. Ya conforme iba estudiando un poco más la historia del arte me iba interesando más e iba medio cuadrando una especie de propuesta. Ya de lleno hace unos 8 o 9 años y todavía los complementaba porque el diseño es muy útil para generar propuestas.
Pregunta. ¿Qué te enseña el diseño?
Juan de la Cruz. El diseño es muy práctico, por ejemplo, un artista que no puede tomar fotografías de sus obras, diseñar sus certificados, ahora tenemos todo un equipo que lo hace pero en un principio es muy útil tener ese conocimiento. Hay fundamentos del diseño que son aplicables en la pintura, como teoría del color, psicología del color.
PINTABA COSAS MUY TÉTRICAS
Pregunta. En la preparatoria, en la carrera qué dibujabas…
Juan de la Cruz. Era una temática muy oscura, la verdad, muchos monstruos, demonios, ahora que está de moda Guillermo del Toro, se me hace padrísimo que los llevó al cine, eran cosas muy tétricas, la verdad que hoy las veo y me causan gracia. Jugué siempre con la forma humana, pero era muy distorsionado, muy monstruosa, tal cual.
Pregunta. Así con esos trazos, ya empezabas…
Juan de la Cruz. No, estaba muy encasillado en la técnica, mi realismo, era muy realista. De hecho me costó trabajo desprenderme de ese figurativo para llegar a algo propio, deslindándome de esa técnica tan hermética que a final de cuentas hoy en día la considero vacía de propuesta. La técnica es sólo eso, técnica, no hay un discurso como tal.
Pregunta. ¿Cómo nace la concepción? ¿Cómo hace Juan de la Cruz?
Juan de la Cruz. Mediante la práctica, el estudio. La obra está muy basada más que en técnica en cuestión psicológica, filosófica, social…creo que allí cuando se complementa lo que me interesa a mi o que me llama la atención en cuanto a estudio, es cuando la obra va adquiriendo algún valor.
“SOY MUY EXISTENCIALISTA”
Pregunta. ¿Juan de la Cruz cómo se define…quién es Juan de la Cruz?
Juan de la Cruz. Si habría qué elegir palabras muy particulares, creo que soy muy existencialista, muy crítico, hasta cierto punto sarcástico, me gusta creer que tengo sentido del humor, no hay que tomarse las cosas tan en serio.
Pregunta. ¿Eres feliz?
Juan de la Cruz. Me gusta estar dispuesto a la felicidad, no le saco la vuelta, no creo que exista la felicidad como línea de tiempo, existe la actitud o la disposición a ver lo bueno de las cosas, porque todo tiene el lado bueno y el lado malo, no me gusta tirarme a la tragedia. La felicidad creo que es más mental que otra cosa.
Pregunta. ¿Cómo creas tus figuras?
Juan de la Cruz. Primero pienso en la composición, que haya movimiento en el lienzo y ya después voy definiendo, casi siempre son figuras humanas, en mayor o menor medida distorsionadas, pero siempre parto del ser humano, del humanismo, el existencialismo que había referencia.
Pregunta. ¿Alguna influencia pictórica?
Juan de la Cruz. Como tal una sola no, vas absorbiendo lo que ves, de lo más clásico, lo más viejo hasta lo más nuevo, pero habría que elegir algunos, los expresionistas alemanes, Picasso es punto de referencia para todos en algún momento, Francis Bacon, mexicanos, Orozco. De hoy en día un alemán Baselitz, de México Aceves Navarro, Antonio Ramírez, de todos tomas algo.
Pregunta. Tu estilo cuándo se definió…
Juan de la Cruz. Se definen todos los días
Pregunta. Juan de la Cruz tiene un estilo…
Juan de la Cruz. Dicen, no me gustaría pensar, sí, definir un lenguaje, pero no pensar encasillarme, generalmente trabajo por series y cuando termino cierta cantidad de obras en cierto estilo de técnica, en colores o lo que sea, pienso en lo que sigue…no, esto ya gustó voy a hacer más de estos…. Suena feo decirlo como tal pero es una tortura estar buscando nuevas formas de expresarte. La muerte del artista viene cuando se queda en una zona de confort y no me gusta caer en eso. Hay días en los que me quedo nada más viendo los lienzos, sin hacer nada que volver a repetir lo que ya hice. Es parte del proceso de la búsqueda, de la evolución, tiene que a ver evolución.
CAPTURA LA EXPRESIÓN DE LA GENTE
Pregunta. Tus personajes los sueñas…
Juan de la Cruz. No, los creo de lo que veo. Por ejemplo tengo una serie de rostros cotidianos, se llama “La serie”, puras caras. Me gusta irme al centro y sentarme en una banca y ver a la gente pasar y ver sus expresiones, y me quedo con la expresión, no precisamente la cara de fulano o zutano. Generalmente la expresión de la gene en la calle es triste, la mayoría está triste, va pensando en sus deudas, no se que lo agobia tanto, pero si te pones a ver a la gente, están agobiados. En el entorno, voy viendo caras, expresiones y eso es la esencia que me gusta.
Pregunta. Eres muy introspectivo…
Juan de la Cruz. Creo que sí, paso mucho tiempo solo, me gusta.
HACERSE AMIGO DE LOS DEMONIOS
Pregunta. Tienes demonios…
Juan de la Cruz. ¿Quién no? El chiste es hacerte amigo de ellos, no tenerles miedo, que se vuelvan tus mejores amigos, que te ayuden.
Pregunta. ¿Cómo pintas? ¿Te tardas tiempo? ¿Cómo?
Juan de la Cruz. Pinto muy rápido, puedo tardarme días en la concepción de la imagen, pero al momento de la ejecución, generalmente tengo muy claro lo que voy a hacer. Creo que sería lo adecuado en el neo expresionista.
Pregunta. Tienes hambre como artista…
Juan de la Cruz. Toda, sí…insaciable, diría yo. Ese es mi mayor temor, quedarme sin ideas, habrá quien te diga que tiene miedo de no vender…mi mayor temor es que pasen varios días y yo no tenga algo que hacer, que nada me inspire, que pierda la inspiración.
Pregunta. Pintas por inspiración…
Juan de la Cruz. Muchas veces pintas por oficio y la inspiración llega en el proceso. Decía Picaso que si han de llegar las musas que te encuentren trabajando y yo hago eso mismo, si no tengo la inspiración me pongo a hacer estudios anatómicos, como mi obra gira en torno a la figura humana, me pongo a hacer manos, rostros, anatomías, y ya en ese proceso surgen muchas veces las ideas de lo que son las deformaciones o los cuadros.
“QUIERO LLEGAR A LA INMORTALIDAD”
Pregunta. Eres un artista joven que está triunfando, tu obra gusta mucho y hay muchas expectativas en torno a ti, a donde puedes llegar…¿Tienes claro eso?
Juan de la Cruz. Sí, alguna vez me lo preguntaron y yo dije “quiero llegar a la inmortalidad”…(ríe) y es la verdad, como artista no puedes aspirar a otra cosa, tienes que aspirar a pasar la historia del arte, si no para qué lo haces, así pienso.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 807: Magistrada Fanny Jiménez revoca rechazo de pruebas y defiende Bosque de Los Colomos
Si prefiere descargar el PDF en lugar de leer online: CLICK AQUÍ
Lectores en teléfono celular: Para una mejor lectura online, girar a la posición horizontal.
LAS NOTICIAS PRINCIPALES:
Crónica de una semana tensa en la UdeG: La rebelión estudiantil que desafía a la FEU
CULTURA
Premios Ariel, la magia del cine mexicano: Jalisco es epicentro del evento

– Conciencia en la Cultura, por Luis Ignacio Arias
Los Premios Ariel, máximo reconocimiento de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) se entregarán el 20 de septiembre. Por tercer año consecutivo, Jalisco ha sido la sede de los Premios Ariel, en esta ocasión se celebran en Puerto Vallarta.
La AMACC impulsa una política de itinerancia para que los Ariel dejen de celebrarse exclusivamente en la Ciudad de México, buscando y fortalecer la conexión entre la industria cinematográfica nacional y los diversos estados. Jalisco ha mostrado una receptividad notable a esta política, ofreciendo no solo capacidad logística e infraestructura adecuada, sino también apoyo institucional y económico.
A través de la Secretaría de Turismo y FILMA Jalisco, el estado ha otorgado incentivos para atraer producciones, políticas públicas de cine y recursos concretos para la realización de la ceremonia, como los más de 10 millones de pesos destinados a la producción del evento 2025. Además, la elección de Puerto Vallarta como sede se vincula con un interés estratégico por consolidar un polo cinematográfico dentro del estado.
Con apoyos como el “cash rebate”, la comisión de filmaciones y la existencia de festivales de cine consolidados como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), demuestra que puede ofrecer garantías logísticas y técnicas para eventos de gran magnitud, al mismo tiempo que refuerza su visibilidad cultural y turística.
El gobierno del estado ha buscado que los Ariel sirvan también como plataforma de promoción turística, vinculando cine, cultura y visitantes; la cobertura mediática que genera el evento, junto con los atractivos turísticos de Puerto Vallarta, amplifica la proyección del estado en el ámbito nacional e internacional.
Esta política contempla además la diversificación dentro del propio territorio jalisciense: si bien los premios se han celebrado en Guadalajara y ahora en Puerto Vallarta, la intención es rotar la sede dentro del estado en futuras ediciones, mostrando así la variedad de escenarios y consolidando a Jalisco como un punto neurálgico del cine mexicano contemporáneo.
Entre las películas nominadas, Pedro Páramo de Rodrigo Prieto se consolidó como una de las favoritas, obteniendo 17 nominaciones. La ópera prima de Prieto es una adaptación de la emblemática novela de Juan Rulfo que fusiona el realismo mágico con una estética cinematográfica contemporánea, aprovechando la experiencia del director como director de fotografía.
Su propuesta visual busca capturar la atmósfera surrealista de la obra literaria, y cada encuadre, cada composición lumínica, remite a la memoria de un México lleno de fantasmas y ecos del pasado. Prieto logra, con sorprendente soltura para un debut en la dirección, trasladar la intensidad emocional y la ambigüedad de los personajes a la pantalla, mostrando un cine que dialoga tanto con la tradición literaria como con el lenguaje cinematográfico moderno.
La Cocina, dirigida por Alonso Ruizpalacios, también acaparó la atención de la crítica y del público, con 15 nominaciones en diversas categorías. Ruizpalacios, conocido por su capacidad de mezclar humor, crítica social y frescura narrativa, invita a explorar las dinámicas de poder y género en un contexto culinario, donde la cocina se convierte en un microcosmos de tensiones, aspiraciones y secretos.
La dirección de Ruizpalacios se distingue por su ritmo ágil, su atención al detalle y la manera en que los personajes se despliegan en un espacio aparentemente cotidiano, transformando lo familiar en un escenario de reflexión sobre la sociedad contemporánea mexicana.
Sujo, codirigida por Fernanda Valadez y Astrid Rondero, recibió 13 nominaciones y ofrece una mirada íntima y profunda a la búsqueda de identidad de una joven que enfrenta los retos de la migración y la pertenencia. Valadez y Rondero despliegan un estilo cinematográfico sensible, que combina la narrativa íntima con un fuerte compromiso social.
La película se mueve entre el drama personal y la denuncia de condiciones sociales, logrando un equilibrio entre emoción y reflexión, mientras invita al espectador a contemplar los dilemas humanos y la construcción de la identidad frente a contextos adversos.
Corina, de Úrsula Barba Hopfner, con 9 nominaciones, centra su historia en las complejidades de las relaciones humanas y la búsqueda de la verdad en la interacción entre sus personajes. Hopfner demuestra un manejo refinado de la introspección dramática y una capacidad notable para capturar la esencia de cada individuo, explorando cómo los deseos, miedos y secretos moldean las decisiones y la convivencia. Su dirección, delicada y precisa, pone en primer plano la psicología de los personajes y transforma la narrativa en un examen de la condición humana contemporánea.
Finalmente, Un actor malo, que obtuvo 5 nominaciones, se destaca por su reflexión sobre la identidad, la percepción pública y los conflictos entre la vida personal y la fama. La película combina elementos de comedia y drama con un estilo original y arriesgado, mostrando cómo la construcción de la imagen propia y la exposición ante los demás pueden convertirse en territorio de exploración artística y social. Su dirección, creativa y audaz, logra mantener la tensión entre humor, ironía y crítica, permitiendo al espectador identificarse con los dilemas del protagonista y reflexionar sobre el espectáculo de la vida pública.
El conjunto de estas películas refleja la diversidad y riqueza del cine mexicano contemporáneo. Cada una de ellas ofrece una perspectiva única sobre temas universales como la identidad, el poder, la migración y las relaciones humanas, evidenciando la capacidad del cine nacional para dialogar con su contexto histórico y social. La crítica y la audiencia han reconocido que, más allá de la técnica y la narrativa, estas producciones invitan a la reflexión y al cuestionamiento, ofreciendo miradas que son tanto íntimas como colectivas, particulares y universales.
Los nominados a los Premios Ariel ponen de manifiesto la evolución y el dinamismo de la industria mexicana. Las películas y sus directores son la muestra de que el cine mexicano continúa siendo un espacio de innovación, reflexión y expresión artística que resuena dentro y fuera del país, consolidando su relevancia en el panorama global.
CULTURA
México celebra el Día Nacional del Charro: tradición, deporte y orgullo patrio

– Por Redacción Conciencia Pública
Cada 14 de septiembre México rinde homenaje a una de sus tradiciones más representativas: la charrería.
El Día Nacional del Charro fue instaurado en 1934 como una manera de reconocer al charro como figura central de la identidad mexicana y al mismo tiempo consolidar este deporte ecuestre como una práctica cultural de enorme arraigo.
Esta celebración se vive en todo el país, desde los lienzos charros hasta las plazas públicas, con un ambiente que enlaza historia, destreza y orgullo patrio.
En redes sociales, la fecha adquiere una fuerza particular. Hashtags como #DíaDelCharro y #DíaNacionalDelCharro agrupan miles de publicaciones en X, Facebook, TikTok e Instagram.
Usuarios comparten fotos de trajes bordados, sombreros de ala ancha, montas de caballos y suertes espectaculares como manganas, coleaderos o el paso de la muerte.
También abundan los mensajes de autoridades, artistas y asociaciones que felicitan a los charros y escaramuzas, exaltando el valor de mantener vivas las costumbres.
La Federación Mexicana de Charrería y la Asociación Nacional de Charros son protagonistas en la promoción de actividades conmemorativas.
Desde sus cuentas oficiales en internet se difunden la agenda de charreadas, congresos y campeonatos que se desarrollan en distintos estados del país.
Las escaramuzas, grupos femeninos que ejecutan rutinas a caballo con precisión y estética, se han vuelto además un símbolo de inclusión y disciplina dentro de esta disciplina reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial desde 2016.
En municipios y capitales estatales (Guadalajara no es la excepción), el Día del Charro se acompaña de desfiles, exhibiciones y actos solemnes. No faltarán hoy los honores a la bandera ni los espectáculos ecuestres que refuerzan el vínculo entre tradición y mexicanidad.
La fecha, además, se sitúa estratégicamente en la antesala de las Fiestas Patrias, lo que le otorga un carácter doblemente simbólico: recordar el legado charro y enmarcar la conmemoración de la Independencia.
En la esfera digital, las publicaciones destacan tanto la herencia familiar como la profesionalización del deporte.
Muchos jóvenes charros y escaramuzas utilizan hoy en día redes TikTok e Instagram para mostrar rutinas, vestimentas y entrenamientos, contribuyendo a que nuevas generaciones se acerquen a la charrería.
Esa combinación entre tradición e innovación ha hecho que la conversación en línea sea particularmente activa, alcanzando públicos que van más allá de los asistentes habituales a los lienzos.
Así, el Día Nacional del Charro se mantiene como una de las celebraciones más singulares del calendario mexicano: una fusión de historia, arte ecuestre y pasión comunitaria.
La charrería no solo sigue viva, sino que se adapta a los tiempos modernos sin perder su esencia.
En cada suerte, en cada traje de gala y en cada caballo brioso, resuena el eco de una tradición que México reconoce como suya y que proyecta al mundo como parte de su identidad.