ENTREVISTAS
No se debe abandonar la construcción de presas: El Zapotillo debe ser concluida, dice el especialista Héctor Enrique Salgado
Por Diego Morales //
Creo que en este momento no se puede abandonar la construcción de presas, nuestra economía y tecnología no está para aprovechar el agua de la atmósfera, se puede a través de un sistema de enfriamiento, condensas el aire, le quitas la humedad que tiene.
La reutilización de aguas en las casas es poco a poco, no se puede hacer de un día a otro, el tema del tratamiento en los fraccionamientos, la separación de drenajes, desafortunadamente toda el agua que cae ahora se echa a perder. «Se debe hacer una primera inversión de colectores de agua pluvial, el poder jalar el agua de lluvia, limpia, tenerla en un reservorio, en un colector será de mucho más impacto que trabajar casa por casa, muchísimo más». Si se toman las decisiones técnicas adecuadas, en un lapso de cinco o seis años se terminaría la crisis de abastecimiento de agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Esta es la visión del investigador y especialista en temas hídricos Héctor Enrique Salgado, quien señala que además del proyecto de la Presa El Zapotillo en el cual se ha invertido tiempo y dinero, se tienen otras alternativas en la ciudad para llevar a cabo una gestión integral del vital líquido.
LA ENTREVISTA
¿Son números basados en cálculos alegres?
“Desde 1990, la Conagua ha realizado mediciones que se han trabajado promedios, expectativas de generación de agua. Las lluvias siempre están cambiando, un año llueve más o menos que el otro, hay que trabajar con un promedio de las lluvias, por lo menos de los últimos 5 años, para saber si existe esa agua o hay más. También, el tema ambiental, hay varios aspectos, que no desaparezca el río, las presas son la primera idea para captar agua de lluvia, pero también hay un pacto, inundas el hábitat de muchas especies donde se construye, en este caso está la posibilidad de tener que inundar varias poblaciones, ahí se genera un problema político, a nadie le gusta que le digan muévete de aquí y vete a otra casa nueva, hay que darle el trato humano que merece”.
Es difícil hacer eso con la gente…
“Es un manejo político. Recordemos cuando se amplió la calle Díaz de León, se tuvieron que remover algunas tumbas, no andarás pasando sobre ellas, no se debe hacer. El tema es saber con toda certeza cuánta agua hay disponible, para proceder, y creo que en función de lo que justicia corresponde a cada estado por la proporción, se habla del 76 por ciento para Jalisco y el resto para Guanajuato, pero se está dando más de lo que pasa por su superficie”.
¿De verdad El Zapotillo es la única salida?
“Está invertido mucho tiempo, dinero, estudios, trabajo técnico, académico y político en El Zapotillo. Desde luego hay alternativas para el agua de Guadalajara, a mí se me ocurre una un poco loca, esto es utilizar la Barranca de Oblatos como captación, va a decir la gente que está contaminado por el Río Santiago, entonces hacemos una carretera con 4 metros arriba del río, con 5 kilómetros que tiene la barranca es hacer un piso de concreto que sirva como base para la nueva presa, que tendrá dos paredes para hacer un recipiente para contener el agua de la lluvia, captando, que sea de lo más caro, tener drenajes separados en toda la Zona Metropolitana, para que el agua de la lluvia se vaya sin estar en contacto con el agua residual hacia este vaso, que puede captar tranquilamente 5 o 7 metros cúbicos por segundo, ahí puede estar el futuro del agua, el Río Santiago seguiría fluyendo por debajo”.
Y el Río Santiago si lo dejas de contaminar, se limpia…
“Es trabajar sobre el agua residual, de lo que genera el Río Santiago, que nace en el Lago de Chapala, trae de origen la misma contaminación que tiene el Lago de Chapala. Hay esfuerzos que se han hecho, está la planta de tratamiento del Ahogado, la de Agua Prieta, que tratan entre los dos 10 metros cúbicos por segundo. El agua de la Presa del Ahogado, tiene un nivel de tratamiento muy alto comparado con la de Agua Prieta, desafortunadamente no se aprovecha, pero eso es un camino. Si Guadalajara no tiene disponibilidad de agua, no debería dar autorizaciones de agua, ni fraccionamientos, decirles a los que existen que traten sus aguas, que ahorren agua con sistemas de tratamiento”.
Se habla que la construcción de presas tiene un costo ecológico y ambiental a futuro, ¿se deberían buscar otras alternativas?
“Creo que en este momento no se puede abandonar la construcción de presas, nuestra economía y tecnología no está para aprovechar el agua de la atmósfera, se puede a través de un sistema de enfriamiento, condensas el aire, le quitas la humedad que tiene. La reutilización de aguas en las casas es poco a poco, no se puede hacer de un día a otro, el tema del tratamiento en los fraccionamientos, la separación de drenajes, desafortunadamente toda el agua que cae ahorita se echa a perder, se debe hacer una primera inversión de colectores de agua pluvial, el poder jalar el agua de lluvia, limpia, tenerla en un reservorio, en un colector, será de mucho más impacto que trabajar casa por casa, muchísimo más”.
Si se hacen obras faraónicas de infraestructura, pero no se hace nada en las tuberías, no avanza…
“Es la gestión integral, hacer un conjunto de acciones que vayan caminando a la par. Debería haber un plan de cómo traer agua a Guadalajara, cómo cuidar la que ya hay, con campañas que se hacían y ya no veo que se hagan en los medios de comunicación, si se camina junto en 5 o 6 años tendremos agua suficiente, está bien que se construya la presa, pero deja que fluya, la que ocupamos la tenemos aquí disponible”.
Si se tomaran las decisiones técnicas adecuadas, en 5 o 6 años, ¿se acabaría la crisis de abastecimiento?
“Definitivamente”.
¿Por qué se habla del enorme costo de la región de Los Altos?
“El Río Verde es agua superficial. La región de Los Altos es lechera, todas las reces consumen bastante agua, para un litro de leche se necesitan varios litros de agua, esa agua debe estar garantizada, incluso desde el plan original se separaron un poco más de 12 millones de metros cúbicos para el tema agropecuario. En teoría está contemplado, pero es un tema de medir la cantidad de agua”.
FRENAR NUEVOS DESARROLLOS
En la gestión integral, ¿tendría que caminar con la gestión eficiente del territorio y el crecimiento de las ciudades?
“Cómo vas a autorizar nuevos desarrollos habitacionales si no podemos tener los servicios de esos desarrollos, si no le das los suficientes servicios a los que ya se tienen. Frenar el desarrollo es complicado, pero si hay una crisis de suministro de agua, primero vamos abatiendo ese problema, viendo cómo le hacemos llegar el agua a la gente. Si empezamos a abrir el desarrollo sin ningún freno, tendremos graves problemas”.
¿Sería viable destruir la infraestructura del Zapotillo o no usarlo?
“Es toda una discusión, van miles de millones de pesos invertidos, definitivamente en su momento se debe sentar a negociar con las personas que habitan esos pueblos, si logran convencerlos que se trasladen se va a utilizar. Otra manera que veo complicada son los 80 metros. Si recuperamos para la zona metropolitana tres metros cúbicos por segundo eso le da a varios millones de habitantes agua, es una buena negociación”.
Y en el caso de las Villas Panamericanas, ¿qué sería lo mejor?
“Ahí había un proyecto de llevar centros de investigación Conacyt a los niños, era una buena salida, porque el autorizar vivienda en las Villas se va a generar un desarrollo, se harán grandes fraccionamientos en la Zona del Bajío, el costo menor sería decirle adiós a las Villas Panamericanas, es dinero, va contra el desarrollo de la sociedad, autorizarlas nos impactará negativamente”, puntualizó.
