CULTURA
Reflexiones sobre ser galerista, el arte de vender arte: Galería de Héctor Díaz cumple 5 años
Por Raúl Cantú //
Zapopan, como nunca se había visto, fue el anfitrión de artistas internacionales de Norteamérica, Centroamérica, Latinoamérica, el Caribe, Europa y África.
Posicionar a Jalisco como una de las regiones más importantes en el mundo del arte ha sido una de las prioridades de la galería.
“Ser galerista no es una vocación, ni tampoco una profesión, es uno de los oficios más complejos de mundo. No es casualidad que seamos tan pocos en México”, precisa Héctor Díaz en entrevista con Conciencia Pública.
Héctor comparte sus reflexiones sobre el ser galerista e indica que por extrañas y desconocidas razones, se sabe poco sobre el funcionamiento de las galerías y sobre los galeristas detrás; es una industria demasiado hermética, quizá por eso es tan romántica.
“A mi me hubiera gustado leer sobre galeristas mexicanos, pero casi no hay información disponible, los medios cubren principalmente artistas y exposiciones”, apunta.
Héctor Díaz nos presenta sus reflexiones breves sobre las diez áreas en donde se ha desempeñado, con el interés de transparentar la labor y comprender el esfuerzo, de un galerista en acción.
Artistas
“Un galerista representa artistas; si solamente colabora con ellos, entonces es un Art dealer. Me siento orgulloso de las representaciones que he asumido, talentos internacionales que van desde Moscú, Rusia, en Europa, hasta Punta Arenas, Chile, en Latinoamérica, o desde Costa Rica, en Centroamérica hasta Nigeria, en África, o desde Cuba, en el Caribe, hasta Sicilia, en el Mediterráneo, por nombrar algunas regiones del mundo”.
“Nadie te enseña a tratar con artistas, se requiere sensibilidad, transparencia, confianza, sentido del humor, y profesionalismo absoluto, simplemente: lo tienes o no lo tienes. La relación con un artista es similar a la de un familiar, muy cercana, y parecida a la de una pareja, muy celosa, requiere un balance; solo con interminables pláticas, experiencias y logros, se solidifica”.
Exposiciones
“Las galerías nos distinguimos por nuestras exposiciones, son un arte, requieres conocimientos profundos de curaduría, museografía y conservación, además de un sello estético que te caracterice. Las buenas exhibiciones son las que, además de vender bien, fortalecen el currículum del artista y el portafolio del coleccionista”.
“Las exposiciones no son para los coleccionistas, éstos son contados, son para el público; representan una responsabilidad cultural y social en la comunidad, ciudad y país donde se presentan”.
Eventos
“La parte más glamorosa del negocio son los Openings y eventos, siempre bajo un halo seductor de arte, prensa, vino, canapés, música y personalidades del mundo artístico, cultural, social, empresarial e intelectual (también influencers y hasta presuntos coleccionistas que van por los tragos, la foto y el ambiente)”.
“Los eventos deben ser chic y exclusivos, es igual de importante la gente que no se invita como la que se invita; se debe hablar de éstos y aparecer en la prensa rosa. Sin embargo son mas una costumbre que una verdadera estrategia comercial; los coleccionistas prefieren un trato personalizado, son alérgicos a las multitudes y a los reflectores”.
Coleccionistas
“El arte de vender arte es hacer que alguien adquiera algo que no necesita, pero gracias al galerista lo desea”.
“Es una industria de lujo –las buenas galerías por supuesto–; la mayoría de galeristas descubren pronto que acomodar arte requiere de habilidades extraordinarias en relaciones públicas para ganar dinero, no se trata de hablar de arte, sino de de vinos, de viajes, de cine, de literatura, de política… los galeristas que no tienen mundo, y carisma, tienen un gran problema”.
“Hay coleccionistas ocupados que mediante una llamada con su galerista invierten miles de dólares en una o varias obras; hay otros que se toman tus vinos durante horas platicando contigo y se gastan solo unos cientos de dólares, a veces nada… en la práctica, no sabes quién y cuánto… pero aprendes a perfilar y a cerrar”.
Subastas
“Además de las ventas que pueden generar por su amplio alcance con coleccionistas, juegan un papel importantísimo en el valor de las obras de un artista, porque ¿quién le pone el precio al arte? ¿el artista? No, la galería por supuesto, pero cuando una casa de subastas publica los valores de un artista en su catálogo, entonces se tiene un respaldo adicional de una institución. La adrenalina del momento es única, los pujadores, los estimados que suben cuando va bien, o la decepción cuando ni siquiera rebasó el precio de reserva”.
“Es un arte negociar con casas de subastas, desde la presentación del artista y la obra hasta el día del evento y su posterior manejo con medios”.
Medios
“Nadie se imagina que una buena galería debe ser experta gestora con medios de comunicación. No conozco otro negocio que requiera publicar tanto y tan constante: artistas, exposiciones, coleccionistas, colaboradores, eventos, opinión, y más”.
“He tenido la oportunidad de aportar al mundo de las ideas compartiendo mis posturas sobre la industria del arte mediante artículos de Opinión La gestión con editores, periodistas e intermediarios, es un arte, no tratas con medios, sino con personas, les caes bien o les caes mal”.

Héctor Díaz con Gabriel Ibarra y Benjamín Fernández
Editorial
“Un galerista debe saber leer y redactar una biografía (aunque sea corta), así como una declaración de artista, un historial de exhibiciones y una bibliografía. Entre más organizado sea el pasado, más fácil será presentarlo en el presente, y proyectarlo en el futuro”.
“También es necesario conocer sobre diseño, publicación y difusión de catálogos y libros de arte. Las galerías somos indispensables en gestiones editoriales, tanto para los artistas como para los coleccionistas”.
“Si una galería no aporta valor en el mundo editorial debería aprender urgentemente”.
Asesorías
“Los buenos galeristas identificamos talento, pero en muchos casos no basta, porque la industria requiere de otras habilidades, entonces uno se vuelve asesor de artistas; y en algunas ocasiones hasta de otros galeristas”.
“Ser galerista es tan complejo que debes saber tanto que puedas enseñarle a cualquier miembro del ecosistema”.
“He asesorado a unos 30 artistas de varias partes del mundo los últimos 5 años, y a uno que otro galerista mexicano”.
Institucionalización
“Una galería es una empresa, una empresa extremadamente difícil, entiéndase por favor. Si no eres bueno en los negocios, y no me refiero a ser emprendedor o tener habilidades para vender, sino en la administración de una organización internacional, la vas a pasar muy mal. Sugiero ampliamente implementar una institucionalización para llevar suavemente las operaciones y poder planear y ejecutar el futuro de la galería, los coleccionistas, los artistas, los colaboradores y los socios”.
Mi galería llegó al punto en donde, después de una gran introspección y una tremenda organización, operamos internamente bajo estándares internacionales, con procesos tan profesionales y complejos como los de una franquicia”.
Industria
“No basta con entender el negocio del arte, se debe comprender la industria del arte. Las ventas de las galerías en mercados locales harán que se estanquen o fracasen, porque el coleccionismo reside en ciertos mercados mundiales, mismo que requiere de estrategias precisas, propias y exclusivas del mercado del arte”.
“Comprender la industria te abre las puertas al mercado internacional y a los grandes capitales. La única manera de comprender una industria es leyendo sobre su economía de mercado”.
