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ENTREVISTAS

Sociólogo Francisco Aceves: Grave error cometería AMLO si decide cortina de El Zapotillo a 105 metros

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Por Mario Ávila //

Dejarse presionar por el grupo de empresarios jaliscienses con los que se reunió el pasado 26 de junio en Palacio Nacional y ceder a las pretensiones de autorizar la altura de la cortina de la presa El Zapotillo a los 105 metros de altura, sería un grave error del presidente Andrés Manuel López Obrador, en su camino a la consumación de la Cuarta Transformación del país.

Ello en opinión del sociólogo de la UdeG, Francisco de Jesús Aceves González, quien advierte que tres días después de esa reunión con los representantes del poder económico en la entidad, con suma facilidad llegaron a un entendimiento los gobernadores de Jalisco y Guanajuato, Enrique Alfaro Ramírez y Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, para construir un nuevo “Acuerdo de Entendimiento para el Aprovechamiento de las Aguas del Río Verde”.

Y dijo: “López Obrador no ha tomado postura, hay incertidumbre, no se sabe que va a pasar, pero lo más probable es que dejen la determinación a Conagua, que muy probablemente decida por los 105 metros”.

Ello implicaría, según el académico, una sentencia de muerte para los poblados de Temacapulín, Acacico y Palmarejo y a la vez implicaría el incumplimiento de López Obrador a la palabra empeñada con los habitantes de Temaca, en los mismos términos en los que ya han sido traicionados por los gobernadores de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval (PRI) y Enrique Alfaro (MC), quienes se habían comprometido en campaña a no inundar Temaca y ya en el ejercicio de sus funciones han cambiado radicalmente su postura.

Sobre la posibilidad de que se determine la cortina a 105 metros argumentando privilegiar el mal menor afectando a 300 habitantes se Temaca, a cambio del bien mayor para beneficiar a 6 millones de habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara y León, Guanajuato, Francisco Aceves expuso que a su juicio esta lógica no aplica en el caso de El Zapotillo, “porque ahí es más un problema de derechos y sería una situación tramposa, poner la solución bajo esa óptica que tiene que ver con las circunstancias y las condiciones”.

El caso de Temaca específicamente -dijo-, no se presta para una consideración del bien mayor o el mal menor, porque no es compatible el hecho de vulnerar el derecho a la vivienda, el derecho a la vida y el derecho a la conservación de su patrimonio como este pueblo que además tiene características históricas que datan del siglo XVI, no es una ranchería vamos.

Lo que se inundará -abundó-, con la cuestión de la resolución de un líquido, que por otro lado no es inminentemente necesario, si hubiera una sequía absoluta y no hubiera ninguna otra posibilidad de tomar agua de otro lugar para garantizar la sobrevivencia de millones de gentes, podría ser aceptable, se podría dar, pero no son las condiciones; de hecho el Observatorio Ciudadano del Agua que ha hecho estudios técnicos, ha dicho que existen muchas otras opciones para solucionar el problema, tanto en la región de Los Altos como en León, incluso llegan a decir que León es de las ciudades que tienen más recursos hídricos en la zona, por ello no se justifica el argumento de sacrificar a un poblado para beneficio de una supuesta mayoría.

TRAICIONES E INCERTIDUMBRE

Francisco Aceves, sociólogo y analista político, hizo un análisis de la gravedad del problema para los habitantes de Temacapulín, un dilema nació desde el gobierno de Francisco Ramírez Acuña y a su juicio ha ido empeorando en las administraciones de Emilio González, Aristóteles Sandoval y Enrique Alfaro.

Recuerda Aceves González que él desde el 2008 se metió al tema y lo utilizó como un sustento empírico para su clase de Opinión Pública en la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Guadalajara porque le pareció un ejemplo muy interesante, por lo que representa para el pueblo la gestación de este fenómeno que hizo a través de la acción colectiva, que variara una decisión de la gente del poder político y el poder económico.

Yo veo que hay varios elementos a considerar en este análisis del contexto, por un lado veo que la gente de Temacapulín iniciaron su lucha por la defensa de su territorio desde el 2005 con el gobierno de Vicente Fox y de Francisco Ramírez Acuña, por la defensa de sus casas, por la no destrucción de su pueblo y no tanto en contra de la construcción de la presa, sino en contra de la amenaza de ser mutilados de su territorio.

En ese momento entraron en contacto con el movimiento por la defensa de los ríos y en contra de la construcción de presas, un movimiento internacional y asumieron también dentro de sus demandas la defensa del libre cauce de los ríos.

Así las cosas, por un lado se defendía el derecho humano y reconocido internacionalmente de que tu vivienda no sea destruida y menos en contra de tu voluntad; o sea el destino de Temaca reside en la voluntad de los temacapulinenses; pero por otro lado también han sumado a esta demanda el libre flujo de los ríos, y en contra de la construcción de la presa, lo que le da al movimiento ya una dimensión también ecológica yendo en contra de este tipo de acciones que ya han demostrado que causan más perjuicios que beneficios.

A los embates iniciales originados por acuerdos entre Vicente Fox Quezada y Francisco Javier Ramírez Acuña cuando se habla de la construcción de la presa y la dotación de agua para León, Guanajuato, le siguió el sexenio de Felipe Calderón y Emilio González Márquez, que es cuando se plantea el incremento en la altura de la cortina a 105 metros, con lo que ya quedaría sepultado el pueblo de Temaca.

Es ahí justamente cuando se crea el Comité Salvemos Temaca en donde aparece en un papel protagónico el padre Gabriel Espinoza, rechazando las propuestas oficiales para la creación de un pueblo nuevo de Temacapulín, con planos y maquetas en donde se planteaba como un gran desarrollo parecido a Valle de Bravo, con mucha proyección turística y muchos beneficios para sus habitantes”.

Sin embargo, los vecinos de Temaca se oponen rotundamente al proyecto y es el momento en el que Emilio González dice que ‘si el 50% más uno está en contra de la presa, no hago nada’ y resulta que no fue el 50 más uno, sino que fue el 90% de los habitantes los que no querían la presa y no querían que se extinguiera su pueblo. Pese a ello González Márquez dijo, va y utilizó al Congreso del Estado para plantear oficialmente que la altura de la presa se vaya a 105 metros condenando a Temaca a ser inundado”.

Aquí juega un papel muy importante el colectivo de abogados que se ha dedicado a apoyar a este tipo de luchas y movimientos sociales y populares, es cuando establecen una batalla jurídica en diferentes instancias hasta que llegan a la Suprema Corte de Justicia de la Nación en donde se resuelve que es anticonstitucional el decreto del Poder Legislativo y que la altura de la cortina de la presa se queda a 80 metros. Desde ese entonces físicamente la cortina ya estaba terminada a los 80 metros”, planteó el investigador de la universidad pública de Jalisco.

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