JALISCO
Cuando un amigo se va…el triste adiós a Martín López Cedillo
Por Patricia Flores Ozuna //
Cuando un amigo se va…
Parafraseando la canción de Facundo Cabral y que hizo popular Alberto Cortes. Cuando un amigo se va queda un espacio vacío, que no lo puede llenar la llegada de otro amigo.
Así, esta semana, hemos despedido a un gran amigo y hermano Martin López Cedillo que inició el viaje sin retorno.
¿Quién fue Martín?
Un hombre con un corazón enorme en el que cabíamos todos: Su esposa, sus hijos, nietos, hermanos y amigos.
Abogado de profesión, formó parte de muchas asociaciones y se distinguió por dedicarse a apoyar las causas sindicalistas y a la política. Pero más allá de esto, su verdadera pasión era ser un buen anfitrión, le gustaba recibirnos y convivir en su casa a la que llamo Masua porque me contaba que eran las siglas de su nombre, el de Sonia su esposa y de cada uno de sus hijos e hija a quienes amaba profundamente y dedicaba su vida.
Siempre estaba dispuesto a una buena conversación sobre diferentes tópicos, lo mismo la política que la cultura y el arte, no en vano dedico gran parte de su tiempo a apoyar a los artistas que exponían en su galería y que se llego a convertir en un punto de reunión para pintores, escultores, políticos, escritores, periodistas, fotógrafos, cantantes y toda la policromía del zoológico humano porque Martin coleccionaba amigos.
Al calor de una copa de vino tinto o de un “caballito de tequila” la charla se volvía amena aderezada con música de fondo y los bocadillos que su esposa preparaba, siempre atenta, para los amigos que asistían cada vez a la inauguración de alguna exposición o, simplemente, a reunirse para compartir un momento en la vida.
Lo recuerdo con su gran sonrisa y sus chistes a flor de piel, siempre respetuoso con sus amigas y coloquial con los “cuates”.
También aquel día en que tomamos protesta casi mil compañeros de nuestro Colegio de Abogados, en el Palacio de Gobierno, o aquel otro en que después de escuchar una deliciosa conferencia con Armando Fuentes Aguirre “Catón”, organizada por el Consejo Ciudadano 100 por Jalisco, nos quedábamos todos a conversar con el distinguido articulista y escritor. Son tantos los momentos compartidos con mi buen amigo que podría escribir un libro, pero hoy solo me detengo en algunas pinceladas de su vida.
En los últimos meses, nos mostró de qué calidad estaba hecho: Un guerrero que supo hacer frente a la enfermedad y a la adversidad sin rendirse. Lo vi crecer espiritualmente y tomarse de la mano del Creador con gran Fe y Esperanza. Fue para mi una gran oportunidad acompañarlo en ese proceso y acercarlo a la oración que tanta paz otorga al alma.
Hoy has trascendido a la eternidad y sé que tenemos un gran intercesor que desde allá nos prepara un gran recibimiento.
Con cariño te dedico este pequeño homenaje a tu vida. Ya te echamos de menos, querido Martín. Disfruta tu nuevo espacio donde, estoy segura, seguirás cosechando nuevos amigos. Salúdame a todos los que encuentres en tu camino de luz y, especialmente, a Jesús, tu gran amigo y creador.
