Guadalajara vibra con la XVII Megacabalgata

– Por Francisco Junco

El reloj marcó las 12:30 en punto cuando el eco de los primeros cascos retumbó en el Lienzo Charro de Jalisco, Y es que desde “la casa de los meros charros” partió la XVII Megacabalgata, una fiesta de tradición y orgullo que reunió a cientos de jinetes, calandrias adornadas, ponis, carros antiguos y familias enteras que salieron a disfrutar del espectáculo por las calles de los municipios de Guadalajara y Tlaquepaque.

Más de cuatro mil caballos avanzaron por la avenida Dr. R. Michel, entre los aplausos de transeúntes y automovilistas que no podían ocultar su asombro.

Entre los relinchos, y los jinetes con sombreros de charro, el diputado Sergio Martín Castellanos, organizador de la cabalgata, se destacaba entre el grupo y no dejaba de ocultar su emoción. Ataviado en un elegante traje de charro gris con bordados plateados en las mangas y el pecho, espuelas brillantes, un sombrero con tejidos azules y montando un imponente caballo negro, Martín dio inicio al recorrido que despertó la admiración de todos los presentes.

“Estamos muy contentos de comenzar el recorrido desde aquí, desde el Lienzo de Charros de Jalisco, la casa de los meros charros, hasta llegar a la Unión Ganadera, más conocida como la Expo Ganadera”, comentó y agregó que allá se van a “encontrar con las bandas, son cinco las que van a tocar, y va a ver mucha alegría”.

El recorrido mostró un espectáculo diverso, no solo cabalgaron hombres, sino también mujeres y niños, orgullosos de lucir sus atuendos, de charros y charras, algunos acompañados de ponis y calandrias decoradas con flores y cintas.

La Megacabalgata, explicó el legislador, nació del amor al campo y la camaradería entre ganaderos. “El origen nace con los ganaderos de la Unión de Ganadería que nos juntamos para realizar una cabalgata por la ciudad de Guadalajara y Tlaquepaque. Queríamos llevar a cabo esto que nos apasiona, las cabalgatas del campo en la ciudad, seguir conviviendo y hacer que la charrería y los caballos bailadores estén protegidos”, contó con orgullo.

Más que un desfile, la cabalgata se ha vuelto un símbolo de unión y de amor por las raíces. “El objetivo es demostrarle a la gente y al Gobierno del Estado que estamos unidos, que aquí no vienen acarreados, que viene gente con voluntad y con cariño”, dijo el diputado Sergio Martín, quien recordó que esta celebración tiene un significado especial, ya que “hace diez años la cabalgata tomó mi nombre porque se iba a parar, y dijimos, ‘si ustedes no la quieren hacer, yo la hago’. Me junté con todos mis amigos, y de ahí nace, que lleve mi nombre. Lo agradezco mucho, porque esto ya va a quedar para toda la vida, aunque yo no esté, estarán mis hijos o mis nietos”.

Con cinco kilómetros de recorrido, la caravana cruzó avenidas como R. Michel y Pila Seca hasta llegar a la Unión Ganadera, donde los caballos bailadores ofrecieron un espectáculo que hizo vibrar al público.
Familias enteras aplaudieron y los jinetes levantaron el polvo en un ambiente de fiesta, orgullo y tradición.

Entre música de tambora el diputado lanzó una frase que resume su vida y su pasión: “Nacimos a caballo y yo creo que nos vamos a morir a caballo”.

Con esas palabras, la XVII Megacabalgata avanzó por las calles tapatías, recordando que Jalisco sigue siendo tierra de tradiciones vivas, de charrería, de familia y de profundo amor por el campo.