MUNDO
Elecciones el 10 de noviembre en España: Violencia en Cataluña golpea aspiraciones de Pedro Sánchez

(Cortesía Sputnik Mundo)
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, pensaba que la sentencia del Tribunal Supremo que condenó a los líderes separatistas por sedición tendría un efecto calmante sobre los sectores independentistas catalanes. Ahora es fácil comprobar que se equivocó y que los violentos disturbios que han vivido las principales ciudades de Cataluña, pero en especial Barcelona, le pueden costar muy caro ante la inminente cita electoral.
El mundo ha sido testigo de la violencia desatada por grupos independentistas radicales que han sobrepasado las previsiones de las fuerzas de orden público, incluidas las dependientes del Gobierno autonómico de Cataluña, que se emplearon a fondo coordinadas con las estatales para hacer frente a la violencia callejera.
La agenda de los partidos catalanes pro-independencia no tiene como objetivo prioritario los comicios generales del 10N, sino la perseverancia en su ánimo de seguir presionando al Estado. La iniciativa Tsunami Democrático, que organizó las protestas en las calles de Cataluña, y de la cual se acusa al propio presidente catalán, Quim Torra, en coordinación con los elementos radicales de los llamados CDR («Comités de defensa de la República») ha arrasado los planes de los gurús de la Moncloa.
ESTANCAMIENTO SOCIALISTA
Los sondeos publicados en las últimas horas reflejan que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez no solo no aumentaría el número de escaños, sino que podría incluso perder alguno y quedar por debajo de los 123 actuales. En un ambiente de crispación callejera y con la tardía reacción del Gobierno en poner fin a la revuelta, son los partidos «de orden» los que pueden salir beneficiados de la explosión de violencia.
Sánchez se encuentra en una difícil situación. Obligado a jugar el papel de autoridad que el poder legítimo le confiere, la campaña electoral y la eventual necesidad de contar con el apoyo de los partidos independentistas que le auparon al poder, le frenan para actuar con la determinación y fuerza legítima que desplegaría si su futuro no dependiera de los votos ajenos.
Su visita relámpago y casi clandestina a Barcelona para obtener la foto y el vídeo junto a policías heridos en las refriegas nocturnas de la ciudad, es una obligación para un primer mandatario, pero es también una necesidad para un candidato que intenta borrar la imagen de inacción ofrecida en las primeras noches de destrozos.
Pedro Sánchez, que exigió al presidente catalán una firme condena a la violencia, espera que los acontecimientos de los últimos días agudicen también la división entre los partidos políticos independentistas. De hecho, «Esquerra Republicana de Catalunya» (ERC) ha enviado señales para diferenciarse de la radicalización callejera, que han valido a sus líderes el escarnio y los insultos de los ultras del independentismo.
De aquí a las elecciones del 10 de noviembre es difícil que otro asunto pueda desbancar a la crisis independentista catalana y centrar la atención de los ciudadanos/votantes. En ello no van a colaborar los separatistas; más bien al contrario. Así, el propio Quim Torra ya ha anunciado que pondrá en marcha el procedimiento para excarcelar a los políticos condenados por el Tribunal Supremo.
VOX Y PP SIGUEN CRECIENDO
Algunos sondeos —más o menos interesados, como todos— muestran también que el estancamiento del voto socialista va acompañado de la subida espectacular de los nacionalpopulistas de Vox, que podrían convertirse en la tercera fuerza política del país, por encima de Unidas Podemos y Ciudadanos. Vox pide la imposición del «estado de excepción» en Cataluña, en una iniciativa que, a pesar de las críticas de sus rivales por su radicalidad, no le resta apoyos, más bien al contrario.
El Partido Popular, de Pablo Casado, sería otra de las fuerzas ascendentes, como se veía incluso ya antes de los disturbios en Cataluña. La reacción moderada de Casado a la crisis de los últimos días estaría dando resultado y acercándole en expectativa de votos al propio PSOE. El PP no pide la aplicación del articulo 155 de la Constitución, que priva a Cataluña momentáneamente de las competencias de autonomía política, sino un paso previo, la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional.
Más estruendoso en sus declaraciones y en sus peticiones es el partido Ciudadanos (C’s), de Albert Rivera. El único catalán entre los líderes de los partidos constitucionalistas exige la aplicación del 155, como ya se hizo tras la declaración ilegítima de independencia en 2017 en acuerdo con socialistas y «populares». C’s, cuya negativa a apoyar un programa moderado con el PSOE le costó una crisis interna y el abandono de algunas de sus principales figuras, no frena su sangría de votos y, siempre según los sondeos, puede convertirse en la principal víctima de las nuevas elecciones.
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UNIDAS PODEMOS, REHENES DE LA AMBIGÜEDAD
La ambigüedad sobre el asunto catalán no le juega una buena partida a «Unidas Podemos» (UP), que no abandona su idea de apoyar una consulta de autodeterminación en esa región española, algo que la Constitución no permite. La violencia de los independentistas en las calles catalanas ha puesto la lupa en esa ambigüedad. En todo caso, la crisis de UP y su pérdida de apoyo en la izquierda es el resultado de su negativa a votar positivamente la investidura de Pedro Sánchez. El Gobierno socialista supo utilizar una negociación urgente y poco seria para dejar a UP como la formación responsable de abortar el nacimiento de un gobierno de izquierdas.
Los socialistas esperan también que el nuevo partido surgido de una escisión de Unidas Podemos, «Más País», de Íñigo Errejón, no solo robe votos a UP, sino que pueda servirle de muleta adicional en busca de futuras mayorías en el Congreso de Diputados.
PROBLEMAS SOCIALES SILENCIADOS
Con Cataluña dominando la atención en la campaña electoral, las cuestiones económicas y sociales de toda España vuelven a un segundo plano. Una situación peligrosa cuando la recesión mundial que podría veir amenaza con erosionar la débil recuperación registrada en los últimos años.
Los ciudadanos catalanes son los primeros en sufrir las consecuencias económicas de la crisis independentista. Problemas sociales, de sanidad, de educación —y también la huida de empresas— siguen agudizándose ante el olvido del Gobierno autonómico, que ha hecho de la lucha por la independencia su única prioridad.
Para muchos no es tan extraño. Son los hijos y los nietos de la burguesía local los que componen el núcleo de la protesta tanto violenta como pacífica. Son los partidos que representan a esa burguesía tradicional los que protagonizan el enfrentamiento con el Estado. Los problemas de la mayoría de los catalanes que no están de acuerdo con la idea de independencia no cuentan con la atención de las autoridades autonómicas que también deberían representarles.
JALISCO
Lleva Ballet Folclórico de Guadalajara cultura y tradición a Estados Unidos

– Por Mario Ávila
El Ballet Folclórico de Guadalajara se presentó en el Rosemont Theatre de Chicago, en el evento estelar de la Segunda Ruta de la Gira Internacional 2025, México en el Corazón.
Los bailarines tapatíos compartieron escenario con el Mariachi Estelar de México en el Corazón y la Banda Orquesta Colores, y presentaron estampas, música y canciones de Guanajuato, Yucatán y Jalisco ante los más de 4 mil 400 asistentes.
Este espectáculo se realiza anualmente e incluye al Mariachi Estelar como uno de sus principales artistas, junto con el Ballet Folclórico Guadalajara y la Banda Orquesta Colores.
Participaron en el evento Sergio Suárez, presidente de NAIMA (North American Institute for Mexican Advancement); Ron Serpico, alcalde de Melrose Park; Susana Mendoza de Illinois Comptroller; Reyna Torres, cónsul general de México en Chicago; Andrea Blanco, coordinadora del Gabinete Social del Gobierno de Jalisco; y Manuel Romo, secretario de Gobierno del Gobierno de Guadalajara.
Esta es la segunda parada de la ruta de México en el corazón, la primera fue en la Ciudad de Sioux City, en Iowa en donde se presentó por primera vez, y más de mil personas asistieron a disfrutar de este espectáculo.
La gira continuará por el Medio Oeste, Sur y la Costa Este de los Estados Unidos.
Para fechas y ciudades entrar en este sitio web: http://www.mexicoenelcorazon.org
CARTÓN POLÍTICO
Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
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LAS CINCO PRINCIPALES:
Arranca el Sistema Estatal de Participación Ciudadana en Jalisco
La corrupción urbanística: Valle de los Molinos y Colomos III
MUNDO
La tradición del saqueo: Naturaleza depredadora del poder imperial

– Actualidad, por Alberto Gómez R.
(Parte 1) A lo largo de la historia de la humanidad, el poder económico de los grandes imperios se ha construido frecuentemente sobre pilares tan sombríos como la guerra, el saqueo sistemático y el sometimiento de pueblos enteros.
Este patrón de comportamiento, visible desde los primeros imperios de la antigüedad hasta las potencias contemporáneas, revela una lógica de acumulación basada en la extracción violenta de recursos más que en la productividad o la innovación endógena.
El historiador económico Douglas North, citado en uno de los documentos analizados, señalaba que los imperios antiguos establecían sistemas burocráticos sofisticados que permitían la expropiación sistemática de excedentes de las regiones conquistadas.
En el mundo actual, Estados Unidos representa la última encarnación de este impulso imperial, aunque sus métodos hayan evolucionado hacia formas más sofisticadas de dominación económica y militar.
Como se advierte en el panorama actual, esta potencia estaría experimentando un rápido declive relativo en el escenario global, lo que intensificaría sus comportamientos depredadores hacia naciones ricas en recursos que se resisten a someterse a su hegemonía.
Venezuela, con las mayores reservas petroleras certificadas del planeta, se encontraría en la mira de este mecanismo de saqueo contemporáneo, al igual que lo estuvieron Irak, Libia y Siria en las últimas décadas, solo por citar algunos ejemplos.
LOS CIMIENTOS HISTÓRICOS DEL SAQUEO IMPERIAL
Los primeros grandes imperios de la historia establecieron las bases de lo que sería una larga tradición de explotación económica mediante la conquista. En Mesopotamia, Egipto, China y la India, surgieron estructuras estatales centralizadas que «legislaban, impartían justicia y ejecutaban sobre un extenso territorio que agrupaba a muchas ciudades» (eumed.net).
Estos imperios perfeccionaron sistemas de extracción de riqueza mediante tributos, esclavitud y control de las rutas comerciales.
El Imperio de Alejandro Magno ofrece un ejemplo temprano de cómo la conquista militar servía como vehículo para la acumulación de riqueza. Como se describe en los documentos, Alejandro y sus falanges macedonias conquistaron todo el Imperio persa en tan sólo ocho años, apoderándose de inmensos tesoros y estableciendo un sistema de control sobre territorios que se extendían hasta la India. Patrón similar exhibiría el Imperio Romano, que transformó el Mediterráneo en su «Mare nostrum» y extrajo recursos de todos los territorios conquistados, desde las minas de plata hispanas hasta los graneros egipcios.
Con la era de los descubrimientos, las potencias europeas perfeccionaron el arte del saqueo imperial a escala global. España y Portugal inauguraron lo que podría considerarse el primer «imperio global» de la historia: «por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes del mundo» (eumed.net).
El flujo de metales preciosos desde América hacia Europa financió las guerras y el desarrollo económico europeo durante siglos, a costa del exterminio y la explotación de poblaciones indígenas.
El Imperio británico llevaría este modelo a su máxima expresión, estableciendo una red global de colonias y territorios controlados que proveían de recursos naturales y mercados cautivos a la metrópoli. El comercio de esclavos, la extracción de recursos en condiciones de cuasi-esclavitud y la destrucción de industrias locales competitivas fueron algunas de las estrategias empleadas para consolidar su hegemonía económica.
ESTADOS UNIDOS, LA SUPERPOTENCIA DEPREDADORA
Estados Unidos emergió como potencia global practicando una versión modernizada del juego imperial tradicional. Bajo la Doctrina Monroe y su corolario Roosevelt, se autoproclamó potencia hegemónica en América Latina y el Caribe, interviniendo militarmente en múltiples ocasiones para proteger sus intereses económicos. La diplomacia de las cañoneras y las intervenciones directas aseguraban el acceso a mercados, recursos y rutas comerciales estratégicas.
Tras la Segunda Guerra Mundial, con las potencias europeas debilitadas, Estados Unidos ascendió a la condición de superpotencia global, rol que se consolidaría tras el colapso de la Unión Soviética.
Como se señala en uno de los documentos, «después de que se desintegrase la Unión Soviética a principios de 1990, Estados Unidos quedó como la única superpotencia restante de la Guerra Fría». Esta posición hegemónica le permitió moldear las instituciones internacionales a su medida y establecer un sistema económico global que privilegiara sus intereses.
La economía estadounidense se ha vuelto profundamente dependiente de lo que el presidente Eisenhower denominó el «complejo militar-industrial». Con un presupuesto militar que supera al de los siguientes diez países combinados, Estados Unidos ha convertido la guerra en un negocio extraordinariamente lucrativo para sus corporaciones de defensa.
Como se documenta en uno de los artículos revisados, la administración Biden ha solicitado al Congreso «842 mil millones de dólares para el Pentágono en el año presupuestario 2024», lo que representa «la solicitud más grande desde el pico de las guerras de Irak y Afganistán» (france24.com).
Este apetito insaciable por el gasto militar requiere enemigos externos y conflictos perpetuos, creando un círculo vicioso de intervencionismo que justifique tales desembolsos. Los resultados son visibles en las sucesivas guerras e intervenciones que han marcado las últimas décadas, desde Vietnam hasta Afganistán, pasando por Irak, Libia y Siria.
EL SAQUEO CONTEMPORÁNEO
La invasión de Panamá en 1989 constituye un ejemplo paradigmático de cómo Estados Unidos utiliza pretextos para justificar intervenciones militares que persiguen objetivos geoeconómicos estratégicos. Como se documenta extensamente en varios de los materiales consultados, la llamada «Operación Causa Justa» fue oficialmente justificada como una medida necesaria para detener el narcotráfico y defender la democracia.
El general Manuel Antonio Noriega, quien había sido durante años un aliado útil para Washington y colaborador de la CIA, fue convertido de pronto en enemigo público número uno. Como se describe en los documentos, Noriega «había sido aliado clave de Estados Unidos durante el final de la Guerra Fría, trabajando como agente de la CIA, al tiempo que tejía vínculos con el narcotráfico» (elnacional.com). Cuando dejó de ser funcional a los intereses estadounidenses, fue acusado de narcotráfico y derrocado mediante una invasión militar que causó entre 500 y 4 mil víctimas panameñas, según distintas fuentes.
El verdadero objetivo de la invasión, sin embargo, habría sido asegurar el control estratégico del Canal de Panamá en vísperas de su traspaso completo a soberanía panameña, previsto para el año 2000 según los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Como se señala en uno de los documentos, estos tratados «condicionaba la defensa del canal de manera conjunta, a través de un tratado adicional, dando la posibilidad de intervenir militarmente en Panamá si la operación del canal se viese comprometida».
La invasión aseguró que, aunque panameño en papel, el canal permaneciera bajo control efectivo estadounidense.
Continuará…