MUNDO
Siguen las sanciones norteamericanas: ¿Qué falta para una guerra entre Estados Unidos y China?

Por Alfredo Jalife-Rahme (Sputnik Mundo) //
No amaina la guerra multidimensional de EEUU contra China, mientras Trump asesta nuevas sanciones tras el cierre mutuo de consulados en Houston y Chengdu. Alemania no jala con la pugnacidad de Pompeo y es castigada con el retiro de la tercera parte del ejército norteamericano. Pekín parece esperar el resultado de la elección presidencial en EEUU.
No fue casual que el pugnaz secretario de Estado, Mike Pompeo —exdirector de la CIA y zelote evangelista sionista—, haya formulado la política de EEUU en la Biblioteca Presidencial Richard Nixon en el sur de California: «el viejo paradigma del compromiso ciego con China simplemente no podrá seguir. No debemos regresar a él», en referencia a la visita de Nixon a China en 1972 y a la normalización de las relaciones en 1979 con Deng Xiaoping.
En 48 años, la odisea ascendente de China ha sido la más vertiginosa en la historia de la humanidad.
Tampoco fue casual que de los cinco consulados que tiene China en EEUU, Trump haya ordenado el cierre del Consulado de Houston: importante feudo del Partido Republicano y adonde acudió el mandarín Deng Xiaoping a colocarse un sombrero de cowboy.
Global Times, portavoz oficioso del Partido Comunista Chino, afirma que la «elección presidencial de EEUU enloqueció a Washington», mientras la Unión Europea se resiste a tomar partido entre China y EEUU y Mike Pompeo intenta seducir a Dinamarca y a Reino Unido para conformar una coalición contra Pekín, que hasta ahora no ha prosperado ni siquiera con Reino Unido, que juega doble.
Global Times aduce que los «países europeos tienen intereses diferentes. Algunos son más cercanos a Washington mientras otros son íntimos con Pekín» por lo que «es difícil para ellos tener una política común hacia China» cuando los «hacedores de la política en Europa tratarán de mantener relaciones favorables con EEUU, pero no sacrificarán sus relaciones favorables con China».
Alemania, máxima superpotencia geoeconómica de Europa, ha sido castigada por Trump, debido a su rebeldía y su notable relación con China, y ha ordenado el retiro de la tercera parte de la presencia militar estadounidense en suelo teutónico, que la deja a merced estratégica de Rusia, de la que depende de su abastecimiento de gas con el ducto Nord Stream 2.
Hoy Alemania se inclina más al Este euroasiático que al Oeste noratlántico, mientras se gesta una nueva recomposición geoestratégica ante el ascenso inobjetable de Rusia y China y el declive inexorable de EEUU después de 31 años de la caída del Muro de Berlín.
En una serie de cuatro extensos artículos, South China Morning Post —propiedad de Alibaba y con sede en Hong Kong— aborda los probables escenarios de confrontación militar de EEUU contra China, en particular, en los dos sensibles contenciosos del mar del Sur de China y de la isla renegada de Taiwán.
Shi Jiangtao, anterior diplomático chino, comenta que la «sombra de un Pearl Harbor planea sobre el despliegue de la guerra fría entre las dos superpotencias conforme las tensiones crecen en varios frentes», donde destaca un «mayor riesgo de una confrontación no planeada conforme se deterioran las relaciones a un ritmo sin precedente».
Jiangtao cita el pesimismo de Henry Kissinger, anterior secretario de Estado, quien abrió al inicio de la década de 1970 el camino para la visita histórica de Nixon a China «con el fin de aislar a la anterior URSS».
Jiangtao afirma que Kissinger, a sus 97 años de edad, «ahora ve a China como el único rival estratégico de Washington» y advirtió el año pasado en Pekín que «un conflicto militar ‘sin restricciones’ entre los dos países pudieran ser peor que las previas guerras mundiales». Agrega que hace dos años Kissinger sentenció que «desde un punto de vista histórico, China y EEUU están casi destinados a los conflictos».
Según Brian Klein, anterior diplomático estadounidense, «la más dura postura de EEUU en el mar del Sur de China forma parte de la campaña de reelección de Trump».
El asunto del mar del Sur de China no es menor, cuando su importancia estratégica, en la región Indo-Pacífico, es descomunal: lo atraviesa la tercera parte del transporte global con un comercio de 3 billones de dólares cada año. Además de pletóricas reservas de petróleo y gas, contiene bancos de pesca fundamentales para la seguridad alimentaria de los millones de habitantes del sudeste asiático. Es limítrofe con nueve países, además de China: Brunéi, Camboya, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Taiwán, Tailandia y Vietnam.
A juicio de Eduardo Baptista, los escenarios de «juegos de guerra» sugieren que la confrontación entre EEUU y China se puede escenificar en el mar del Sur de China, en lugar de Taiwán, y se puede deber a un «accidente más que a un ataque militar deliberado».
Baptista basa sus asertos en el libro La Nueva Geopolítica de Asia: Ensayos Sobre la Reconfiguración de la Región Indo-Pacífico de Michael R. Auslin, un sinófobo de línea dura de dos centros neoconservadores globalistas Hoover Institution y American Enterprise Institute.
La extrema dureza retórica de Mike Pompeo tilda de «ilegales» los reclamos de Pekín sobre el mar del Sur de China.
Curiosamente, la distancia de EEUU al mar del Sur de China es de 13.364 kilómetros y enmarca el todavía poder marítimo hegemónico de Washington en el mundo y que ahora ha colocado a dos de sus portaviones, de los 11 que detenta, en ese turbulento mar en disputa.
David Ochmanek, prominente investigador del think tank Rand, expone que en todos sus escenarios de «juegos de guerra» surge victoriosa Pekín en el mar del Sur de China.
La guerra tecnológica de EEUU contra China no ha dado los resultados esperados. La empresa china Tencent se posicionó como el operador de redes sociales más importante del mundo, con una capitalización de mercado de 670.000 millones de dólares y ha desplazado a Facebook, con una capitalización de mercado de 657.800 millones de dólares. Además, la perseguida Huawei desbancó a Samsung y a Apple del primer lugar de la venta de teléfonos celulares.
Fuera de un accidente, a Trump no le conviene una guerra en el mar del Sur de China y/o en Taiwán contra China, lo que entraría al terreno aleatorio de su desenlace y/o empantanamiento, a 100 días de la búsqueda de su reelección. En este escenario, Trump puede vivir el fracaso de Jimmy Carter con su operación fallida de rescate de los rehenes estadunidenses en Teherán, lo cual le costó su reelección.
Los chinos son grandes negociadores y saben seducir al adversario. Amén de que, en mayo, contra toda la lógica convencional, China compró mas de 10.000 millones de dólares de Bonos del Tesoro de EEUU. Llamó poderosamente la atención, también contra toda lógica convencional en medio de la guerra multidimensional, que la principal exportadora de chips del mundo, la estadounidense Qualcomm haya celebrado un acuerdo con Huawei que tanto requiere de sus chips.
En la coyuntura presente ni a Estados Unidos ni a China les conviene una guerra cuando ni siquiera se sabe cuál será la decisiva postura de Rusia que ostenta una «asociación estratégica» con China, que tratará de evitar al máximo la conflagración militar, en espera del resultado de la elección presidencial del 3 de noviembre.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
CULTURA
Descubren ciudad sumergida de más de 2,000 años frente a Alejandría

– Por Redacción Conciencia Pública
Un hallazgo arqueológico de gran relevancia ha salido a la luz en Egipto: los restos de una ciudad sumergida en la bahía de Abukir, frente a Alejandría.
Se trata de una urbe que habría formado parte de la antigua urbe de Canopo, célebre en la época ptolemaica y romana por su riqueza cultural, sus templos y su intensa vida social.
El descubrimiento ha sido anunciado por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, en coordinación con arqueólogos submarinos que trabajan bajo el apoyo de la UNESCO.
Entre los vestigios encontrados destacan templos, viviendas, depósitos de agua y un muelle de unos 125 metros de largo que da cuenta del desarrollo urbano alcanzado por esta ciudad.
También fueron localizadas estatuas, incluidas esfinges y figuras dañadas por el paso del tiempo, que confirman la importancia simbólica y religiosa que tuvo la zona.
Según los expertos, estas piezas datan de más de 2,000 años de antigüedad y permanecieron ocultas bajo el mar durante siglos.
Los investigadores sostienen que el hundimiento de la ciudad ocurrió entre los siglos III y VIII D.C., a consecuencia de una combinación de fenómenos naturales: terremotos, el hundimiento progresivo del delta del Nilo y el ascenso del nivel del mar.
Estas catástrofes provocaron que extensos territorios costeros quedaran sumergidos, sepultando bajo el agua ciudades que fueron en su tiempo centros de comercio y devoción.
El equipo arqueológico responsable del rescate de estos vestigios enfatizó que la investigación se ha realizado con sumo cuidado para preservar el patrimonio.
Algunas piezas ya han sido recuperadas y serán exhibidas en museos egipcios, mientras que otras permanecerán bajo el mar para asegurar su conservación. Este proyecto se enmarca en la Convención de la UNESCO sobre patrimonio cultural subacuático.
El descubrimiento de Canopo se suma a otros hallazgos realizados en las últimas décadas en la costa de Alejandría, como las ciudades sumergidas de Thonis-Heracleion y Menutis, así como los restos de la isla de Antirhodos, donde se encontraba un palacio atribuido a Cleopatra.
También se han recuperado fragmentos del legendario Faro de Alejandría, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
Con cada nuevo hallazgo, Egipto no solo enriquece la comprensión de su pasado, sino que refuerza su atractivo como destino cultural y turístico.
Las ciudades sumergidas de Alejandría ofrecen una ventana fascinante a un capítulo perdido de la historia, revelando cómo la grandeza de la civilización egipcia también quedó grabada bajo las aguas del Mediterráneo.
MUNDO
Estados Unidos intensifica despliegue militar en el Caribe y eleva tensiones con Venezuela

– Por Redacción Conciencia Pública
Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en la región del Caribe con el envío de buques de guerra, submarinos nucleares y más de cuatro mil marines, en lo que la administración Trump ha calificado como una operación contra el narcotráfico y los grupos criminales transnacionales.
El despliegue, dirigido por el Comando Sur de EEUU, incluye destructores equipados con el sistema Aegis, un crucero lanzamisiles, aviones de patrullaje marítimo y unidades expedicionarias de infantería.
El Pentágono confirmó que tres destructores —el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson— se encuentran ya en aguas cercanas a Venezuela, acompañados por el Grupo Anfibio Iwo Jima y la 22ª Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina. En conjunto, estas fuerzas suman más de 4,000 efectivos, con capacidades ofensivas y de vigilancia que superan lo habitual en las operaciones rutinarias de seguridad marítima.
De acuerdo con fuentes oficiales, el objetivo de este despliegue es combatir lo que Washington ha denominado “narcoterrorismo”. La administración estadounidense acusa a organizaciones como el Cártel de los Soles, el Tren de Aragua, el Cártel de Sinaloa y el CJNG, así como a la pandilla MS-13, de operar en alianza desde la región y poner en riesgo la seguridad hemisférica. La operación es vista como una extensión de la política de mano dura de Trump contra el crimen organizado en América Latina.
La presencia de estas fuerzas no es un hecho aislado, sino parte de una larga tradición de influencia militar estadounidense en el Caribe. Desde la base de Guantánamo en Cuba hasta instalaciones en Puerto Rico, Panamá y Colombia, Washington mantiene más de 70 bases en América Latina.
Además, unidades como la Joint Task Force Bravo, con sede en Honduras, han servido históricamente como plataformas para operaciones contra el narcotráfico y acciones de asistencia humanitaria en la región.
La reacción de Venezuela no se ha hecho esperar. El presidente Nicolás Maduro ordenó la movilización de 4,5 millones de milicianos como respuesta al movimiento de los buques de guerra estadounidenses frente a sus costas. Maduro acusó a Washington de preparar una provocación e incluso prohibió el uso de drones civiles en territorio venezolano como medida de seguridad, argumentando que se busca proteger la soberanía del país frente a una posible agresión.
Analistas internacionales consideran que esta escalada puede derivar en un aumento de la tensión regional. Si bien Estados Unidos justifica la operación como un esfuerzo para frenar el tráfico de drogas, su despliegue militar tan cercano a Venezuela es interpretado como una señal de presión política de que van contra el régimen de Maduro. Al mismo tiempo, países vecinos observan con cautela, temiendo que la militarización afecte las rutas comerciales y provoque inestabilidad.
El Caribe, históricamente escenario de intervenciones estadounidenses —desde las llamadas “Banana Wars” hasta la invasión de Granada en 1983—, vuelve a colocarse en el centro del tablero geopolítico.
Esta nueva estrategia refuerza la idea de que la región sigue siendo un espacio estratégico para Washington, donde confluyen intereses de seguridad, narcotráfico y poder político, en una coyuntura que amenaza con tensar aún más la relación entre Estados Unidos y Venezuela.
JALISCO
Guadalajara se consolida como ciudad que cuida a las personas en movilidad

– Por Francisco Junco
En Guadalajara, la migración no es vista sólo como un fenómeno estadístico, sino como una realidad humana que toca vidas y familias. Con la renovación de la Carta de Entendimiento entre el municipio y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la presidenta municipal, Verónica Delgadillo, refrendó el compromiso de construir una ciudad que cuide también a quienes transitan, llegan o regresan en busca de un lugar seguro.
El reto no es menor, sólo en el primer trimestre de 2024, el 54% de las personas migrantes en tránsito por la ZMG tenía como destino Estados Unidos, y de ellas, el 91% carecía de documentación migratoria.
A esta realidad se suma que, en lo que va del año, más de 2,467 jaliscienses han sido repatriados desde ese país, lo que confirma a Guadalajara no sólo como ciudad de paso, sino también como territorio de retorno y reconstrucción de proyectos de vida.
El acuerdo con ACNUR se acompaña del Diagnóstico de Movilidad Humana y del Protocolo de Atención Integral, dos herramientas que ofrecen una radiografía puntual de las necesidades de la población migrante y marcan rutas claras de atención en salud, identidad, educación, empleo y cultura.
“Nuestra visión de gobierno es hacer de Guadalajara la Ciudad que te cuida… no sólo es buena voluntad, es tomar acciones para construir comunidad”, expresó Delgadillo al firmar el documento junto con Giovanni Lepri, representante de ACNUR en México.
Los organismos internacionales reconocieron a Guadalajara como una de las primeras ciudades en América Latina en diseñar protocolos locales de atención a migrantes, lo que fortalece su papel como punto de destino, tránsito y retorno.
Para el Jefe de Misión Adjunto de la OIM, Jeremy MacGillivray, este paso significa abordar la migración de forma ordenada y segura y apuntó que le “alegra mucho que una ciudad como Guadalajara tome el liderazgo”.
Más allá de los compromisos, la política migratoria local busca impactar directamente en las personas.
Nadine Cortés, directora de Relaciones Internacionales y Atención a Personas Migrantes, destacó que se trata de un protocolo práctico que convierte principios en procedimientos y asegura que “ninguna persona migrante esté sola en Guadalajara”.
Para ello, se han capacitado funcionarias y funcionarios, además de ampliar la Ventanilla Informativa a colonias y comunidades en los Martes Comunitarios.
Con este esfuerzo, Guadalajara envía un mensaje claro y que sepan que las fronteras no borran la dignidad. La ciudad se reconoce como epicentro de movilidad humana y se prepara para responder con solidaridad, coordinación y políticas públicas basadas en la evidencia.
Cada paso, cada protocolo y cada alianza internacional buscan lo mismo, que la migración en Guadalajara se viva con respeto, inclusión y humanidad.