NACIONALES
Claudia Sheinbaum, marca la diferencia con AMLO
De primera mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín //
Ante las dudas respecto a la actitud que asumirá Claudia Sheinbaum en relación con López Obrador y la injerencia de éste último en palacio nacional a pesar de haber dejado el poder, se ha establecido ya una diferencia muy importante.
AMLO designó a su gabinete basado en la lealtad a su persona y no en la capacidad para el cumplimiento de sus funciones. La virtual presidenta electa presentó a sus primeros seis colaboradores, ofreciendo un denominador común en todos ellos: capacidad probada.
No solo eso. El anuncio de la creación de una nueva secretaría de Estado para contemplar el fomento a las ciencias, humanidades y tecnologías, contradice el pensamiento mediocre del aún Presidente, quien siempre fue un crítico de aquellos que alcanzaron un nivel académico destacado.
Luego entonces, por lo pronto, sobre la mesa se han expuesto las primeras diferencias entre Andrés Manuel y doña Claudia. Marcelo Ebrard y Juan Ramón de la Fuente en Economía y Relaciones Exteriores, conllevan un mensaje a los mercados financieros al que se une Rogelio Ramírez de la O, como secretario de Hacienda.
La relación entre el gobierno de la “cuarta transformación” y el de los Estados Unidos no pasa por su mejor momento y en la designación de estos personajes estaría la fórmula de tranquilizar y reordenar la agenda de ambos mandatarios.
Resulta más que evidente que el nuevo gobierno que iniciará funciones el próximo 1 de octubre, busca retomar la tranquilidad y tratar de evitar una crisis en las finanzas nacionales, ya que se heredará una tesorería federal con un importante déficit presupuestal y el aumento a la deuda externa del país, hasta en poco más de dos billones de pesos.
Desde luego, habría que esperar a ver la actuación de la nueva presidenta de México, ya sentada en la silla presidencial.
Por lo pronto, recordamos aquel viejo proverbio popular, que toma vigencia en todas las organizaciones del servicio público y la iniciativa privada, por sus jefes: “El inteligente se rodea de inteligentes; el tonto se rodea de tontos”.
