NACIONALES
Decisiones peligrosas

Opinión, por Ramiro Escoto Ratkovich //
Lo ocurrido con Ferrosur no debe pasar por alto, porque constituye a todas luces una expropiación que pone en riesgo las inversiones en México, así lo aseguró el Consejo Coordinador Empresarial; y no es para menos considerando el modus operandi, así como el momento utilizado para hacerlo y aplicarlo, a través de las fuerzas armadas con un tono como se ve en otros países latinoamericanos bajo un régimen dictatorial.
El sábado, y ante la pregunta de un reportero al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López al respecto, sólo negó contundente que esa acción no es un acto calificado como de expropiación sino como una “ocupación temporal”, además comentó que eso se debe a un asunto de seguridad porque justificó que por esa vía corre el transporte de combustible, y de alimentación del Golfo al Pacífico y que de hecho hubo conversación con el Grupo México sobre ese tramo y al no haber acuerdo entre ambas partes el gobierno actuó “legalmente” para tomar esa decisión.
¿A qué le suena esto de “Lega”l?, es decir, en últimas fechas, desde el Gobierno federal se han generado “ideas” de transformación basadas más en caprichos y deseos que en apego a la constitución, la ignorancia o la obediencia de facto de legisladores del partido en el poder han sacado esas propuestas en fast track y las intentaron hacer nuevas leyes, no tomando en cuenta que el máximo órgano superior que es la Suprema Corte de Justicia se encargaría de analizar y desechar por declararlas inconstitucionales; el grado de desacuerdo y enojo de este apego a derecho llegó a mandar ataúdes con los rostros de los ministros que habrían votado en contra de los proyectos sugeridos por el presidente, sin que se les brinde protección adicional o resguardo ante un mensaje que llega también a otros personajes que estarían involucrados directa e indirectamente en el 2024.
Tan sólo es preguntarnos: ¿Por qué la CNDH no se ha pronunciado en ninguno de estos dos casos?, la institución que velaría por esta clase de hechos guarda un silencio cómplice que parece quedar incluso así por lo que restan de las acciones que estarían viéndose en los próximos meses, y peligroso resulta el antecedente de esta semana que pone el propio Guillermo Lasso en Ecuador, quien disolvió la asamblea y generó un mensaje antes de las elecciones adelantadas: se gobernará a través de decretos.
Esta semana, hay que observar el resultado de la decisión del Gobierno y las vías férreas y el impacto en inversionistas y economía, lo que puede generar para muchos el pretexto ideal para la fuga de capitales o el hecho de decidir no invertir de momento en México, y sólo hay que escuchar, a aprender a escuchar a estas alturas lo que se manda decir por parte de los actores políticos de la primera línea: un presidente que dice que en la reforma electoral si no hay plan A O B, será el C, o todavía quedarían muchas letras del abecedario para implementar eso que dice, requiere el país, así como la reforma al Poder Judicial, y para ello no descartemos una “consulta pública” para exponer la voluntad del pueblo como en el pasado.
El gobierno tampoco ha hecho por bajar el nivel de violencia en el país que sigue registrando masacres, independientemente que de estas se desprendan ajustes de cuentas entre delincuentes, sin detenidos ni procesados, México está a merced de una implacable impunidad que advierte riesgos que ya están en la mesa de decisiones de inversionistas.
Aún recuerdo a inicios de este sexenio, cuando el presidente enviaba a realizarse las famosas mesas de pacificación que no concluyeron su primer fin, porque la exigencia de acabar con células delictivas parecía no estar entre los planes, y que sólo con frases como “Los voy a acusar con sus mamás” y “abrazos no balazos” querían hacer parecer un mandato de facto, que se convirtió en una burla y hasta en un motivo de ataque ante las cifras que superan incluso a las del presidente Calderón, a quien por cierto ya no menciona en este rubro de la inseguridad.
El presidente ahora, en el último tramo de su sexenio, llama a su gobierno “Humanista” dejando bajo el sol a miles de personas adultas mayores en espera de que sean atendidas en el “Banco del Bienestar”, a miles de agro productores en el desamparo y a la deriva con aquellos apoyos que quedaron en el limbo y cuya consecuencia dejará problemas de abasto alimenticio en próximos meses, sin dejar a un lado a todos aquellos que no piensen como él, lleve al ejecutivo a tomar decisiones peligrosas.