NACIONALES
Dice que no perdió, pero tampoco ganó
Tercera Instancia, por Modesto Barros González //
A toda costa el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, busca defenderse la baja en resultados que tuvieron sus afiliados a su partido en el proceso electoral del pasado domingo.
Por ningún lado quiere reconocer que sus “morenistas” perdieron presidencias municipales, diputaciones locales y federales, alcaldías en la Ciudad de México, y eso dice que no es perder, eso es desprestigio y escándalo que hacen periodistas que no los quieren y fifís contrarios.
Aunque no lo ha querido reconocer AMLO, el poder que por casi 25 años tuvieron sus allegados en los principales cargos de gobierno en la Ciudad de México, asegura que está “feliz, feliz, feliz” con los resultados obtenidos, posiblemente han utilizado lo que recomienda, la “Vitacilina” para que no les molestara el triste resultado obtenido.
Por lo que toca a Jalisco, los resientes seguidores de Morena, que contendieron para conseguir un cargo de elección popular, también deben de estar utilizando la misma receta del “ungüento” al verse materialmente “borrados” en los resultados del proceso electoral, con todo y que digan que ellos tienen otros datos o que les hubieran hecho fraude, que es una posible excusa que argumentarán, aunque hay que reconocer que tienen el derecho de defender sus resultados que le llegaran a favorecer.
Muy significativo fue que durante la noche del mismo domingo del proceso, los que manejan a Morena en Jalisco, ordenaron desmantelar el templete donde “festejarían” los triunfos obtenidos, pero parece que se les apareció el “chamuco” y tuvieron que quedarse con las ganas, pero eso si también han de estar como su máximo jefe feliz, feliz, feliz.
Por lo pronto el presunto triunfo del candidato de Movimiento Ciudadano (MC), para el Gobiernos Municipal de Guadalajara, Jesús Pablo Lemus Navarro, quien por primera vez en la historia continuará como Presidente Municipal, aunque de municipios distintos pero conurbados.
También el esfuerzo realizado por Juan José Frangie Saade, al obtener con resultado preliminares la Presidencia Municipal del importante gobierno de Zapopan, Jalisco.
Hasta el momento no se sabe si quien fuera muy amigo del grupo que hoy gobierna Jalisco y del mismo mandatario Enrique Alfaro Ramírez, se arrepienta de haberse cambiado de bando político cuando se deslumbró con Morena, según parece y se despojó del partido con el que sí obtuvo triunfos en el Gobierno Municipal de Tlajomulco de Zúñiga.
Ahora sí que perdió lo más por lo menos y posiblemente creyó que sus altos contactos en el poder del gobierno federal le permitiría obtener la presidencia municipal de Guadalajara y hasta luego buscar la gubernatura, pero como también dice AMLO, “lástima Margarito”.
Todavía faltan gritos y sombrerazos que utilizarán los perdedores de los distintos partidos políticos, más aquellos que en la noche del domingo ya les habían hecho creer que tenían el triunfo en la bolsa, pero al mediodía del lunes ya estaban en el suelo y el triunfo lo tenía su contrincante, aunque fuera en los resultados preliminares en el organismo electoral local y federal.
Por cierto merecido reconocimiento para los verdaderos organizadores del proceso electoral en todo el país, me refiero a los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), así como la mayoría de los funcionarios de ese organismo, ya que tuvieron que sortear los ataques directos o disfrazados que les hicieron malos candidatos, dirigentes de algunos partidos políticos y hasta del mismo Primer Mandatario (AMLO), quienes abiertamente han cuestionado los trabajos realizados.
Además del personal del INE, los cientos de miles de ciudadanos que participaron en el proceso electoral y que tuvieron que dejar a sus familias y hasta posibles ataques a sus personas por parte de los “malandrines” o de los inconformes con lo que estaba ocurriendo.
Ahora se debe de legislar y poner las acciones que aseguren un proceso electoral para 2024, cuando serán más reñidas al ser electo el próximo Presidente de la República, que algunos intentarían conseguir la “continuidad”, lo que tanto han criticado.
