MUNDO
El argentino le dice a México cómo puede vencer a Morena
De primera mano, por Francisco Javier Ruiz Quirrín //
NO SE PUEDE estar de acuerdo con los “neomesías”, vengan de donde vengan. Se les ha calificado de “derecha” –como Javier Milei en la Argentina- o de “izquierda” como Hugo Chávez y Nicolás Maduro en la sufrida Venezuela y también se suma a Andrés Manuel López Obrador, quien aparentemente comulga con la “izquierda” cuando la verdad es que su discurso es de aquel antiguo y rancio PRI. Como sea es un “populista”, mentiroso y manipulador.
Sin embargo, podemos establecer que los argentinos han puesto sobre la mesa la fórmula para derrotar al oficialismo basado en el régimen socialista, tan fracasado como en los hechos lo ha demostrado la historia antigua y reciente. El Estado “populista”, socialista y tendiente a desarrollar una dictadura, lleva a las naciones a la ruina.
En Argentina la inflación ha rebasado el 140 por ciento y “puedes llevar baldes de dinero” tratando de conseguir comida y no encontrarás, así como también puedes comprar dólares ofreciendo fajos de billetes. El “populismo” de un régimen inspirado en Juan Domingo Perón, seguido por los Kirchner y adaptado ahora por Alberto Fernández, hartó a la población, quien encontró en las palabras de Milei, su sentimiento esperanzador para salir del tremendo hoyo en que se encuentra.
De alguna manera el “derechista” Javier Milei ha resultado un fenómeno parecido al López Obrador de las elecciones del 2018, cuando 30 millones de mexicanos depositaron en él la confianza de acabar con la corrupción de los regímenes encabezados por el PRI y el PAN.
Luego entonces, uno de los dos elementos que se conjugaron para la victoria de la “derecha” en la Argentina, está más que confirmado: El hartazgo popular.
El otro elemento para que el socialismo de Fernández fuese derrotado, fue la extraordinaria participación popular en las urnas. El pasado domingo y en una segunda vuelta, votó más del 70 por ciento del padrón electoral de ese país. Milei obtuvo el 56 por ciento, su adversario (Sergio Massa, titular de la cartera de Economía en el régimen de Fernández), obtuvo el 44 por ciento.
Sin duda, el aparato de Estado operó con todo para la movilización el día “D” de los comicios electorales, pero no pudo con la avalancha popular que lo sepultó.
No podemos decir que estamos de acuerdo con las posturas y proyecto de gobierno de Javier Milei, vaya, ni siquiera le conocíamos, pero sí estamos de acuerdo con la Democracia y la actitud del pueblo argentino, abrumado por un gobierno fracasado.
Ahora, independientemente de que en todo el mundo “el péndulo” ha comenzado su regreso abrazando a la “derecha” y propinando contundentemente derrotas a la “izquierda” (en América, a la Argentina habría qué añadirle la enorme oposición y su poder mostrado en Chile, Perú y Colombia y, en Europa, Italia ha sorprendido a todos) no se puede asegurar que la derrota de MORENA es un hecho para el próximo 2024 en nuestro país.
Si utilizamos las matemáticas, la oposición al partido de López Obrador tiene todas las posibilidades de alzarse con el triunfo, porque cada día se prueba más que un 60 por ciento del total de casi 100 millones de electores mexicanos, están en contra de MORENA.
Sin embargo, esa mayoría es la que está disfrutando su “estatus” y en política está “en sueños”, desdeñando la posibilidad de votar.
El aparato de Estado, puede movilizar a 30 millones de personas a través del control de sus programas asistenciales, mientras que el llamado Frente Amplio por México, esperaría a una respuesta a su favor en base al sentimiento que genere entre los millones que se oponen al Presidente.
Si tan solo en México votara el 60 por ciento del total del padrón electoral, MORENA tendría la seguridad de que no obtendría las dos terceras partes (mayoría calificada) en el Congreso de la Unión, lo que no permitiría introducir las iniciativas que antes de dejar el poder enviaría AMLO, con el propósito de controlar al Poder Judicial Federal y controlar abiertamente el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En Argentina, la ciudadanía tiene la obligación constitucional de ir a votar a las urnas. En México, el sufragar es una obligación y un derecho, pero el ausentismo no se sanciona.
¿Quiere ganar el Frente Amplio por México encabezado por Xóchitl Gálvez? La respuesta es lógica. ¿Tiene elementos para poder crecer? Sí. Sólo si el equipo conformado alrededor de esta candidata obtiene y aplica la fórmula correcta que deja atrás los malos momentos de las últimas semanas vividas por la mujer que en su niñez vendió gelatinas para subsistir.
Tienen una gran ventaja. Claudia Sheinbaum no será una buena candidata. En realidad, todo lo dirigirá desde palacio nacional López Obrador. Y una certeza que va en contra de la candidata presidencial de MORENA: Alcanzó el techo de su aprobación y eso indica que es muy probable que inicie su descenso.
Las posibilidades de un hartazgo contra la “cuarta transformación” en los próximos meses sigue latente, pero no habrá qué olvidar que todo el recurso, sumado a 23 gubernaturas apoyando a AMLO y Claudia, es una estructura de Estado, que se antojaría invencible.
Si enero del inminente 2024 arranca con una diferencia de 15 puntos entre Xóchitl y Claudia, la contienda se hará mucho más competitiva.
