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NACIONALES

El demonio de la ira

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Campos de Poder, por Benjamín Mora Gómez //

En su artículo “El odio que todo lo destruye”, Ana Carrasco Conde (Filosofía&Co, 12 de abril de 2018) escribe: “Apenas son necesarias dos gotas del más destilado odio para lograr verter millones de lágrimas, sean estas de ira, envidia, dolor, sufrimiento o injusticia”, y agrega: “Nada queda inmune al odio, que todo lo traspasa y permea: una vez que se abre paso, todo lo corroe y contamina”.

En México, el odio preelectoral se nos mete en el alma nacional con unas cuantas gotas que derrama cada mañana Andrés Manuel López Obrador. Dos, tres o más cada día.

Buda tenía razón cuando dijo: No serás castigado por sentir ira, sino la ira misma te castigará”. En 2018, la ira alimentada por un hombre a lo largo de 18 años, y contenida por un pueblo, explotó, y desde entonces todos la hemos pagado. En 2018, millones de mexicanos votaron a favor de quien les había alimentado de ira, odio y rencor; el mismo que hoy se exculpa de todas sus sandeces, yerros, omisiones e incapacidades, de la manera más cretina.

Séneca definió a la ira como la “pasión más horrible y salvaje, fundamentalmente perversa” y nos advirtió «ninguna plaga le ha costado más caro a la raza humana» que la ira. Cinco años después de aquel 2018, vemos y sentimos sus contagios y estragos, y hoy, el mismo instigador -más perverso y atrevido- promueve más odio entre unos y otros, y entre todos por igual. A todos envenena, a todos nos envenena hasta lograr que nosotros destilemos veneno.

Astaroth, en demonología, es el Gran Duque del Infierno y es el demonio de la manipulación. Hoy día, es quizá el demonio que más se mueve en el mundo y juega con todos sobre su tablero tipo Cuarta Transformación. De siempre en política y hoy en mercadotecnia, Astaroth se regocija en sus alcances entre sus seguidores serviles; y entre ellos, hoy se distingue Andrés Manuel López Obrador, manipulador excelso, egocéntrico, maquiavélico. irresponsable y carente de escrúpulos.

Ana Carrasco Conde también nos dice Se trata de concebir al otro como algo que ha de ser eliminado porque su mera existencia perturba la nuestra, se trata de proyectar lo peor de nosotros mismos contra el otro”. Ana Carrasco nos aclara que, “si el odio es, de todas las pasiones, la más terrible, es porque con ella pueden destruirse pueblos enteros” y López Obrador, Maduro y Trump lo saben y usan, lo supieron y usaron, y todos ellos destruyeron.

En febrero de este año, el cardenal nicaragüense José Leopoldo Brenes pidió a sus fieles católicos no perder la comunión con Dios ni con sus hermanos, pues “lo que quiere el demonio es crear conflictos, confrontación y divisiones”. Desde Morena, López Obrador manipula la catolicidad de la mayoría de los mexicanos y busca engañarnos vistiendo piel de oveja, haciéndose pasar por lo que no es: Un hombre de fe y comunión con el papa Francisco. Manipula la fe de los católicos mexicanos.

Desde ya, al conocer las debilidades del pueblo, más empobrecido y enfermo, el Astaroth morenista prepara sus tentaciones preelectorales. Así como el demonio busca apartarnos de nuestra comunión con Dios, Andrés Manuel pretende consolidar el rompimiento social en México, apartándonos unos y otros.

La psicología política jugará un papel de gran trascendencia en las elecciones presidenciales de 2024; comprender su uso y manejo nos evitará ser manipulados por la propaganda y los discursos de quienes se disputarán la presidencia de la República. Ante ello, me propongo, aquí, de hoy en adelante, dar respuesta a aquellas principales preguntas que se hacen unos y otros de los votantes. Hoy, en uno o el otro extremo político electoral miro un gran resentimiento, unos hacia el pasado priista y panista, y los otros hacia el presente morenista.

Todos nos hemos arrepentido cuando hemos dicho o hecho algo estando enojados. En psicología clínica se acepta que expresarnos es bueno, que nos alivia; sin embargo, también reconoce que es importantísimo saber cuándo, dónde y cómo actuar. En el caso del voto, resalto que éste, si bien se define desde el cerebro, puede estar influido desde el corazón o el hígado, restando razonamiento y objetividad.

En 2018, la inmensa mayoría de quienes votaron lo hicieron desde el coraje hacia un pasado de gobiernos a los que echaron todas las culpas de su presente -en aquel año- insatisfactorio, injusto y carentes de oportunidades visibles. Hoy, esas mismas injusticias y carencias les han crecido y el culpable es solo uno. Andrés Manuel López Obrador lo sabe y pretende ocultar sus culpas como lo hace cada mañana. Por ello, hoy ataca a Xóchitl Gálvez buscando que sus bases electorales la miren como a su peor enemiga, como el verdadero peligro para México.

El odio de AMLO hacia Xóchitl tiene una explicación más profunda: Él es quien la impulsó tras negarle el derecho de réplica; su yo interno es hoy su mayor acosador y acusador, y es quién le nubla su capacidad político electoral y resquebraja su don de manipulación de masas sociales. Día a día, su odio a sí mismo crece en espiral negativa de autoestima en decadencia. Caput 4T. Caput Amlo. Caput corcholatas. Bienvenido el Frente Amplio por México.

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