NACIONALES
El error de cálculo de AMLO con Xóchitl
De primera mano, por Francisco Ruiz Quirrín //
Aquí en la capital de la república, el tema en cafés, oficinas y en todo tipo de corrillos, tiene nombre y rostro: Xóchitl Gálvez Ruiz.
Por un lado, la certeza de que esta mujer hidalguense, de origen indígena, se había preparado desde el año pasado para buscar la jefatura de gobierno de la ciudad de México y, de una semana a otra, no sólo se apoderó del dominio de las redes sociales, sino que se ha registrado como aspirante a la candidatura presidencial del llamado Frente Amplio por México, que no es otra cosa que el grupo opositor a MORENA y a su dueño, el Presidente López Obrador.
Pero uno se ha preguntado acerca del ¿error de cálculo? de AMLO, al negar el derecho de réplica ordenado por un Juez Federal, para que Xóchitl participara en una de sus mañaneras. La mujer fue y tocó las puertas de palacio nacional y se encontró, además de la negativa, verdaderas agresiones de “chairos”, ahí, frente al zócalo.
Y ante los hechos consumados, inició una rabiosa campaña de ataques contra la también senadora de la república, con el enorme riesgo de martirizarla y elevarla tanto, que podría provocar una reacción popular a favor de ella, porque las y los mexicanos somos propensos a abrazar a las víctimas de un abuso.
Pero, predecible como es, López Obrador ya se abrió de capa y en paquete. Está aprovechando el escenario para admitir –en los hechos- que está escuchando y quizá viendo a sus enemigos políticos (vía el Centro Nacional de Inteligencia y su General, Audomaro) al atreverse a decir que adelantaría el nombre de quien sería elegida o elegido por el “jefe del grupo conservador”, Claudio X. González.
Esta guerra desde palacio nacional es contra los empresarios más importantes del país, pero que están participando en derrotar a MORENA y a su dueño. No sólo don Claudio, también están Agustín Coppel, José Antonio “El Diablo” Fernández Carbajal y Gustavo de Hoyos Walter, entre otros.
A estos últimos los quiere exhibir y probar ante el pueblo de México, que están invirtiendo una millonada para tratar de recuperar a través de Xóchitl, la Presidencia y “recuperar los privilegios perdidos al ponerse en marcha la cuarta transformación”.
Sin embargo, la trayectoria y conducción de la senadora Gálvez Ruiz en esta etapa de participación para convertirse en candidata presidencial, no le aporta muchos elementos a los propósitos de López Obrador.
Ella sí proviene de una familia pobre, ella sí sufrió violencia familiar en su niñez, ella sí estudió una carrerea profesional gracias a becas, ella hizo su propia empresa y elaboró un producto en la rama de la computación que le ganó un reconocimiento especial en un congreso mundial en Davós, Suiza y que propició que a través del programa “headhunters” el Presidente Vicente Fox (2000-2006) la invitara a colaborar en el gobierno federal, lo que aceptó porque se abrió una oportunidad de ayudar a los pueblos indígenas del país.
Con otra, no tiene credencial de militante del Partido Acción Nacional aunque siempre se ha refugiado en sus siglas y asegura en sus mensajes que “Nunca ha sido mangoneada por un hombre”, ni siquiera por su marido, “el que me respeta y me acompaña, pero no me manda”.
Xóchitl Gálvez, se moviliza en bicicleta en las calles de la ciudad de México y para las largas distancias, usa su camioneta Nissan, modelo atrasado. Hace poco tiempo un simpatizante la recibió y la invitó a abordar una camioneta Suburban, pero ella lo rechazó.
En las visitas que está programando a lo largo y ancho de la república, busca que simpatizantes paguen el hospedaje, comidas, traslados y solicita facturas que le comprueben esos gastos.
Así que el tema del dinero y del financiamiento en sus movilizaciones, lo está manejando con pinzas.
En sus mensajes ante los convocantes del Frente Amplio por México, así como del Partido Acción Nacional, reiteró que no odia a nadie, que se luchará por eliminar la polarización que se ha fomentado desde palacio nacional y que de ninguna manera eliminaría los programas asistenciales para los adultos mayores que, al contrario, buscaría que se garantizaran las medicinas para ellos y los servicios médicos gratuitos.
Asegura que el Presidente de la República la está atacando porque no está acostumbrado a que una mujer, por sus méritos propios, logre una candidatura:
“Él solo conoce a las mujeres que ha impuesto porque es un machista; pero le pido que me respete porque él me entregará la banda presidencial”.
Ante este novedoso y sorprendente escenario de una competencia inesperada aún el pasado mes de mayo, es lógico pensar que los poderosos golpeados por AMLO, abrazarán a la senadora.
Y el Presidente, se aprovechará del más mínimo error para hundir a sus adversarios. Lo trascendente es que se le puso sabor al caldo del platillo electoral más importante del 2024: La Presidencia de la República.
