– Por Redacción Conciencia Pública
José Luis Ortiz García, historiador y hombre de campo, dirige una carta a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, abogando por los productores de maíz mexicanos. En ella, destaca la crisis del sector agrario, reflejada en recientes protestas, y solicita atención urgente a las demandas campesinas.
Propone un precio de garantía justo de 7 mil 200 pesos por tonelada para el maíz, su exclusión del T-MEC y la recuperación de antiguos programas como Procampo. Ortiz subraya que los crecientes costos de producción amenazan la viabilidad de los pequeños y medianos productores, enfatizando que escuchar al campo es crucial para la soberanía alimentaria y el futuro de México.
A CONTINUACIÓN, LA CARTA ENVIADA A LA PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA:
C. Claudia Sheinbaum Pardo
Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
Presente
Asunto: Escuchar la voz del campo mexicano
Estimada señora Presidenta:
Con el mayor respeto, me permito dirigirle estas líneas en nombre de los productores del campo mexicano, particularmente de quienes trabajan la tierra y cultivan el maíz, grano que es emblema de nuestra identidad nacional.
Hace unos días, los productores de maíz en diversas regiones del país realizaron un justo, aunque difícil, plantón para expresar su inconformidad ante las condiciones actuales del sector. Sabemos que estas manifestaciones causan contratiempos a la ciudadanía, pero son el reflejo de un problema que requiere atención urgente. Si no se toman en cuenta las demandas del campo, las consecuencias podrían ser mucho mayores.
Permítame recordar las palabras de un presidente muy querido, Adolfo López Mateos: “Un campo con hambre siempre será un campo inquieto.”
Por eso, señora Presidenta, le pedimos que escuche directamente a los campesinos, que visite el campo, que dialogue con los productores y no solo con los funcionarios, pues muchas veces ellos no expresan la verdadera voz del campo.
Entre las principales peticiones de los productores destacan las siguientes:
1.Que el maíz tenga un precio de garantía justo, y que dicho precio no sea determinado por la Bolsa Agropecuaria de Chicago, sino conforme a las condiciones reales de producción en México.
2.Que el precio del grano de maíz se fije en al menos $7,200 por tonelada, cifra que permitiría cubrir los costos básicos de producción.
3.Que el maíz sea retirado del Tratado de Libre Comercio, para proteger a los productores nacionales y asegurar la soberanía alimentaria del país.
Es lamentable que, mientras el precio del maíz apenas se mantiene, los costos de producción —semilla, fertilizante, herbicidas y diésel— aumenten año con año, llegando incluso hasta un 38% más de un ciclo a otro. Esta situación está asfixiando a los pequeños y medianos productores, quienes no tienen cómo sostenerse si no se fortalece al campo.
También pedimos recuperar programas de apoyo directo como Procampo, que en su momento representaron un alivio para las familias campesinas, pues ayudaban a compensar parte de los gastos y a mantener viva la esperanza de seguir sembrando.
Señora Presidenta, los campesinos no pedimos dádivas, sino justicia y condiciones dignas para seguir trabajando la tierra. Escuchar la voz del campo es escuchar el corazón de México.
Confiamos en su sensibilidad social y en su compromiso con las causas del pueblo. Usted llegó a la presidencia con el apoyo del campo y el campo hoy necesita de su apoyo. El futuro del país se cultiva desde la tierra; sin maíz, no hay país.
Atentamente
Ingeniero José Luis Ortíz García
Calle 5 de mayo #45, Tonaya, Jalisco.