CULTURA
Falta de valores: La cultura deportiva de México es inexistente
Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza//
En un país tercermundista como el nuestro muy difícilmente se puede tener éxito en diversos rubros y actividades de la vida en el que no solo debemos establecer por qué si no él cómo. El machismo, el patriarcado, el individualismo sigue siendo factor en las actividades cotidianas en el que casi siempre el varón decide todo y su palabra es ley.
Campañas van y vienen en contra de las drogas y enervantes, ahora el fentanilo y otras que son mortales. Los gobiernos “controlan” empresas cigarreras en una campaña brutal despiadada y excesiva, que obligan en las cajetillas de cigarros las leyendas de “este producto es nocivo para la salud”, que esconden literalmente en los expendios de abarrotes, tiendas y supermercados su promoción y exhibición siendo perjudicada esta industria.
El gran problema en contra de las adicciones y productos nocivos lo es el número uno de manera globalizada LAS BEBIDAS EMBRIAGANTES en el que la cerveza se consume excesivamente sin mayor restricción y problema alguno.
El consumismo de la cerveza es el mayor y mejor negocio, teniendo en los estadios de fútbol las cantinas más enormes masivamente en el que los jovencitos menores de edad la consumen sin medida, creando un individuo cautivo que mantiene ese gusto prácticamente toda su existencia.
Lamentablemente las damas en la llamada “liberación femenina” y equidad de género se pierden también irremediablemente los vicios de formación de conducta estando a la par de los varones, quedando atrás la animadversión y los abstemios, que ahora están a la par de los hombres “muy hombres” que es embriagan como cosacos.
Es increíble en el jersey de los uniformes de los jugadores profesionales la marca cervecera de su predilección que resulta al frente o espalda de los uniformes deportivos se ha exhibido y promocionado al máximo hasta llegar a la exageración, teniendo en los hogares mexicanos en la inmensa mayoría de los refrigeradores la cerveza “caguama” y la “Coca Cola”, que leche y verduras y alimentos no existen.
La regularización del gobierno en este rubro es inexistente que permea la corrupción con sus inspectores principalmente que protegen negocios de «micheladas y barecillos” que están cínicamente cerca de las escuelas y universidades que los jóvenes abarrotan sin mayor problema (existen leyes al respecto).
La socialización entre los jóvenes ya no se da en cafeterías o restaurantes sino en las “micheladas” con el pretexto de “alitas” de pollo, que es la “botana” de mayor predilección con la trampa de “alimentos” que con esa leyenda publicitan en esos sitios, disfrazados las cantinas en detrimento de nuestra juventud creando alcohólicos potenciales consumidores.
En Europa las potencias tienen costumbres en la comida, de beber un vino de mesa como aperitivo en familia de manera moderada sin llegar a embrutecerse.
Todo este tipo de situaciones marcan el derrotero de vidas de una forma inadecuada, lo que es ya prácticamente “normal” entre la juventud mexicana. Los vicios de formación de conducta se generalizan, los acompaña siendo jóvenes, adultos y así sucesivamente de manera generacional.
El machismo de los padres de familia con criterios limitados y equivocados los hacían perderse en valores a grado tal de permitir e incluso acompañar al hijo a “debutar” sexualmente con prostitutas a nivel de barriada y colonias populares entre otras sintiéndose orgullosos de ellos, culminando en una “borrachera” entre padre e hijo y la compra de sexo servidora y Table Dance desinhibiéndose las chicas bailarinas.
No determinamos generalidades sino realidades de un determinado sector de nuestra sociedad civil que aún quedan genes e influencia heredada. Actualmente el lenguaje desinhibido, vulgar y prosaico es lo nuevo que mientras más maldices más te aceptan con el popular güey, no mám… vete a la ver… etc.
Este comportamiento se lleva a la universidad y aquellos deportistas amateurs en fútbol principalmente que después de los encuentros vienen las “chelas” y el convivio porque ganaron, porque lo perdieron, porque el empate fue bueno, que el tomar cerveza es prácticamente obligado (vienen la patrullas los sobornan y se van).
Las despedidas de soltero (a), en los varones días antes de la boda “revientan” en prostíbulos con la relación sexual que la virginidad en la mujer no es ya un valor agregado de recato, pudor y valores. Las mujeres no se quedan atrás contratando “strippers” terminando con total discreción en una relación sexual embriagándose para “darse valor”.
Estas historias no son aisladas ni tienen que ver con estatus social, es prácticamente el común denominador de un comportamiento que existe en nuestro país principalmente en zonas metropolitanas de ciudades importantes. Si a esto agregamos la venta y consumo de marihuana en escuelas principalmente secundarias y bachillerato que en licenciatura se cambia por “éxtasis, tachas”, pastillas para estimular la libido que comúnmente se usan en los antros.
Este tipo de situaciones se van recrudeciendo a lo largo del tiempo y la distancia, consumiendo alcohol el 80% de la población en México y décimo lugar en el mundo (datos de la OMS). Todos estos hábitos existen desde la niñez que forman parte de la idiosincrasia del mexicano de manera clara y contundente.
Los tatuajes son moda que muchos son una obra de arte en un colorido multicolor que representa simbolismos de sentimientos diversos que reflejan la personalidad de manera individual y son preferencias que son respetables, atrás quedaron los tatuajes simples en “blanco y negro”, que si estigmatizaban la violencia y la maldad que los “mara salvatruchas” en El Salvador, con miles de ellos dedicados hacia actividades delincuenciales que su ahora presidente Nayib Bukele encarceló con mano dura de manera eficaz, un lastre perjudicial para todos, como ejemplo para el mundo.
Esta situación si bien son minorías no olvidamos que pocos hacen mucho y al final se contaminan todos irremediablemente tarde o temprano. Los usos y costumbres en la conducta de las mujeres están a la par de los hombres, en cuanto a libertades se refiere, “Mamá voy a casa de mi vecino, me invitó a dormir …”, “está bien hija solo ten cuidado al cruzar la calle”.
“Las pijamadas”, los viajes entre mujeres, el dormir fuera de la casa son situaciones complejas que los antros son moda y las “madres modernas y de amplio criterio”, les dicen, “no se te olviden los preservativos por si los necesitas”, “sí mamá llevo muchos”.
La cultura deportiva ante este tipo de situaciones es inexistente con los futbolistas que siguen en conductas negativas, que no terminan las concentraciones en hoteles, que la trampa la realizan que “discretamente” tienen relaciones sexuales con damas de compañía que se contratan exprofeso para los” líderes futbolistas de atole” que presumen a todos. Los vídeos de borracheras los graban los propios jugadores que demuestran su limitación mental.
La prevención del delito a través del deporte es inexistente, con estudiantes de escuelas públicas sin apoyos y a los que el gobierno debrería proveer no sólo de infraestructura para practicar diversas disciplinas, sino la gratuidad de aditamentos y uniformes para motivarlos, puesto que todo es dinero y son los padres de familia quienes colaboran obligadamente con cuotas preestablecidas anuales, que se roban entre la junta de padres de familia y los propios maestros.
En contrapartida las escuelas privadas sí tienen todos los recursos y las manejan adecuadamente adentrando a los escolares en actividades deportivas en una planificación de primer nivel, en varias disciplinas (Intercolegial).
En síntesis, toda esta complejidad actual en el que los valores se pierden irremediablemente en una libertad mal entendida que ya no tiene temor de nada y no existe el respeto hacia los demás. La realidad es que todos somos culpables por acción u omisión en el que conjuntamente con el gobierno se puede coadyuvar para una mejor convivencia entre todos.
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