JALISCO
Foro libertad de expresión: Medios serios requieren de audiencias críticas, señala periodista Julio Ríos
Por Mario Ávila //
La crítica a la prensa desde las audiencias, son necesarios; no así los ataques desde el poder que se han hecho cada vez más recurrentes en Jalisco, independientemente de las motivaciones que pudiera tener tal o cual periodista o medio de comunicación.
Este comentario lo externó el periodista Julio A. Ríos, profesor de la maestría en periodismo digital de la UdeG, para luego abundar: “Es injustificable que sean precisamente estos funcionarios, o gobernantes quienes pretendan dar clases de periodismo; aquí en Jalisco tenemos un caso emblemático de un gobernador que se dedica a regañar o a denostar el trabajo de la prensa en diversas ocasiones lo ha hecho y se ha intensificado esta tendencia en los últimos dos años”.
Por supuesto -precisó-, que no estoy diciendo que los medios no tengamos que estar sujetos, más en esta época cuando las audiencias tienen todas los herramientas para una comunicación horizontal, tienen todo el derecho absoluto de criticar nuestro trabajo y de manifestar su desacuerdo con la manera en la que abordamos tal o cual tema, ya sea expresándolo a través de las redes sociales o por supuesto a través de estos mecanismos más formales como los ha enlistado el conferencista sobre las defensorías de audiencias.
Por cierto -abundó-, yo sostengo que las audiencias críticas siempre han existido, decir que la sociedad estuvo pasiva durante décadas ante el trabajo que los medios hacíamos, es inconcebible. Recordemos las épocas del duopolio televisivo y de los grandes periódicos, por supuesto que estaban presente recibiendo privilegios y canonjías, lo que derivó en un desprestigio institucional de los medios, lo que fue un terreno propicio para que cuando surgieran estas nuevas alternativas independientes de comunicación.
En Jalisco -aseguró-, no hemos avanzado en la implementación de estos mecanismos de contrapeso, es decir ni siquiera los códigos de ética, ni los estatutos de redacción son una práctica común y sobre todos los medios privados son muy renuentes en su creación en el caso de los medios en Guadalajara, cuando la figura data de 1985 cuando El País, en España, instituyó esta figura. Pero en Guadalajara esta figura no ha sido lo más consistente. Si analizamos por ejemplo los grandes medios de Jalisco, prácticamente ninguno tiene Código de Ética y hasta la sección de las cartas al editor de los lectores, se ha ido eliminando.
En los medios públicos -dijo-, es en donde está más presente esta práctica, en el caso de Jalisco, en el sistema de radio y televisión de la UdeG ha contado con defensoría de audiencia desde el año 2017. Pero en el SJRyT se impidió que la defensora de las audiencias hiciera su trabajo y actualmente por cierto existen críticas porque este sistema se ha ido convirtiendo en una vocería del Gobierno del Estado, lo cual contraviene la visión de estos medios públicos. Por ejemplo, el manual de principios y buenas prácticas para los medios públicos en América Latina y un aparto robusto de radiodifusión pública, acorde a las mejores prácticas internacionales, debería de ser un complemento ideal de los actores privados que confirmas estos ecosistemas mediáticos.
Pero bueno, acá no ha ocurrido -dijo-, lo que se recomienda a nivel internacional a través de la UNESCO como independencia editorial, autonomía de los órganos de gobierno, pluralidad de contenido, diversidad, imparcialidad y sobre todo producción de contenidos ausentes en la televisión o radio comercial, también han estado ausentes en este sistema. Inclusos e ha dado una preponderancia a programas de futbol o de música que tiene que ver con estaciones comerciales y los noticieros han sido reducidos en este sistema público del Estado, a un espacio matutino que solamente se limita a replicar boletines de las autoridades oficiales. Y en cuanto a la defensoría de las audiencias ha sido un trayecto tormentoso, por ejemplo, el primer defensor de las audiencias que fue Gabriel Orozco, apenas duró tres meses y medio, le siguió Napoleón Medrano que también duró solo tres meses, hasta que renuncia por los obstáculos que se dieron al interior, para que llegara luego Julio César Hernández y luego Alberto Velasco. El Consejo Consultivo no duró más de un año.
Y finalizó su comentario diciendo: “No podemos ser ingenuos al reconocer que sí hay intereses empresariales o políticos en medios de comunicación, o en el financiamiento de investigaciones que pudieran ser cuestionables, pero también estoy convencido de que los ciudadanos han demostrado que tienen una amplia capacidad de discernimiento. Una muestra de que la sociedad ejerce su contrapeso es como algunos medios de comunicación mal llamados tradicionales, han ido bajando sus niveles de audiencia por muchos factores, pero uno de ellos sin duda es el cuestionamiento que existe de sus propias audiencias”.
