ENTREVISTAS
Imperativo cancelar las elecciones por el COVID-19: Javier Hurtado; vaticina alto abstencionismo si se hacen
Por Mario Ávila //
Tal como ha ocurrido ya en 75 países del mundo, en México debería tomarse cuanto antes la determinación de cancelar el proceso electoral del 6 de junio a causa de la gravedad de la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 (COVID-19), según opinión del presidente del Colegio de Jalisco, doctor Javier Hurtado González.
Expuso que los riesgos de que se agudice mucho más la gravedad del impacto del coronavirus, son muy altos, por la gran cantidad de personas que se movilizarían el 6 de junio y en consecuencia dadas las estadísticas que se han registrado en índices de contagios y muertes, de salir a la calle más de 50 millones de personas en un solo día, serían funestas.
Incluso apremió a las autoridades a tomar una determinación al respecto y a la pregunta de si estamos a tiempo para una decisión tan importante como esa, cuando el proceso ya arrancó meses atrás, ya se celebran las elecciones internas de los que serán los candidatos a los puestos de elección popular de los partidos políticos, el experto en derecho Constitucional, nunca titubeó:
“Yo creo que cuanto antes, mejor, pero esa es una decisión que tiene que tomar el Congreso de la Unión y el órgano reformador de la Constitución, porque se tiene que enmendar la carta magna, quizá mediante un artículo transitorio por medio del cual se extienda el tiempo de gestión de la actual legislatura, por una sola ocasión y con la justificación de la grave situación de salud”, apuntó.
No pasa nada –dijo-, si nos vamos a diciembre de este año en el proceso electoral y que la actual legislatura termine en marzo del año entrante, no pasa nada, solo les recortas el tiempo a los siguientes. Así que eso se puede hacer perfectamente, solo lo que se requiere es voluntad política y ahí también seguramente habrá un cálculo político, porque si los tomadores de decisiones sienten que en las encuestas les puede ir mal, a lo mejor entonces por conveniencia político-electoral y no tanto por consideración de la pandemia, decidan posponer o no las elecciones.
Lo que sí es innegable –abundó-, no hay condiciones para realizar las elecciones, no se pueden realizar campañas porque se atenta contra la salud de la población, además si se insiste en realizarlas, son perfectamente impugnables.
Para fundamentar la validez de su opinión, el doctor Javier Hurtado, expuso: “Actualmente hay 75 países en el mundo que han diferido sus elecciones constitucionales, porqué en México no. Y se han diferido desde elecciones parlamentarias, de congresos, como en el caso de sistemas presidenciales o también elecciones locales; incluso para no ir muy lejos, aquí en Bolivia, cerquita de nosotros en América Latina, decidieron suspender las elecciones presidenciales y del Congreso, a causa del COVID-19”.
LA REELECCIÓN DE DIPUTADOS SERÍA ILEGAL
La entrevista con el reconocido constitucionalista se inició con el planteamiento contundente de que se debe estar pensando con mucha seriedad, la urgencia de tomar la determinación de posponer el proceso electoral, para que se celebre quizá hasta el mes de diciembre del mismo año 2021.
P. ¿Qué efectos espera usted de la relación pandemia-elección?
R.- Yo pienso que en primer lugar, está en veremos si las elecciones se realizan, así que no adelantemos vísperas o demos por seguro que se van a realizar las elecciones, las condiciones están muy difíciles para que puedan efectuarse estas elecciones con las debidas condiciones de seguridad y de sanidad que se requieren. Estamos hablando de 163 mil casillas que tienen que instalarse para recibir el voto de más de 70 millones de mexicanos, se calcula que en cada casilla habrá al menos, si es que participa el 55%, estaríamos hablando de 55 millones de mexicanos. Eso significa que en cada casilla habría al menos 330 personas formadas, lo que significa que a 1.5 metros de distancia cada una, tendríamos una cola de medio kilómetro de longitud, imagínate eso con el sol a plomo, en pleno mes de junio, seguramente entre los electores habría gente que no soportaría el esfuerzo.
P. Pero el riesgo no solo es para los votantes…
R. Así es. Quién va a estar organizando a la gente a las afueras de las casillas para que guarde la sana distancia, si va a ser el INE, entonces el INE tiene que contratar al menos a 163 mil personas, porque son 163 mil casillas, e imagínate contratar a ese ejército para estar organizando a la gente, verificando que traiga su cubre bocas, de que guarde su distancia, en un proceso donde la votación habrá de ser muy tortuosa, muy lenta y habrá gente que va a va caer por la insolación si es que están ahí aferrados a querer votar. Y con relación a los funcionarios de casilla, habrá que ver si les van a poner trajes de astronauta, se dice que sí, pero luego entonces los representantes de partido van a pedir también la misma indumentaria, al igual que los observadores electorales.
P. Pinta usted un panorama que da temor…
R. Yo veo que en realidad, esta es una situación que debemos empezar a discutir y analizar en el país, seriamente, con responsabilidad se deben analizar todas las ventajas, desventajas y los riesgos que implicaría realizar la elección en estas condiciones. Y si las elecciones se realizaran, a mí me parecería un acto de enorme irresponsabilidad, porque eso implicaría mínimamente, imagínate 50 millones de personas que se estarían aglomerando y tan solo lo que implicaría el 1% de esos 50 millones de votantes, sería una cantidad brutal de contagios en un solo día y luego eso cómo se va a reproducir. Vas a convertir a este país en un cementerio, en verdad. No van a ser suficientes los camposantos que existen, para poder meter todos los cadáveres; ni todos los hornos crematorios que existen, para dar abasto a incinerar los cadáveres, lo que implicaría una grave crisis sanitaria.
P. ¿No es usted muy pesimista?
R. Yo soy un poco pesimista, pero como decía Carlos Fuentes, “el pesimismo es un optimismo realista y bien documentado”, asumiendo sin conceder que se realizaran las elecciones, no creo que nadie tenga en su mente y en su cabeza qué es la Refundación o qué es la Cuarta Transformación. Se le podría preguntar a cualquier persona y no sabrá decirte ni pio, ni papa de eso, ni siquiera los políticos lo saben ni lo entienden; ni los que lo están promoviendo. A la gente ahorita lo que le importa son dos cuestiones fundamentales: la pandemia, sus familiares, sus conocidos, sus amigos, sus personas cercanas que saben que están enfermos, que están contagiados, que se están muriendo o incluso que se han muerto. Eso es lo que le importa a la gente en primerísimo lugar. Y en segundo lugar, que han perdido su trabajo, que no tienen para comer, que no tienen medios para subsistir, eso es lo que les importa, no la 4T ni la Refundación, no por favor esas son cosas muy sofisticadas y muy elaboradas, solo para los que las elaboraron.
EL MANEJO DE PANDEMIA
P. Y ya en ese escenario de que si se celebren las elecciones del 6 de junio, la jornada electoral intermedia servirá para evaluar justamente esos dos proyectos importantes de la Refundación y la Cuarta Transformación?
R.- En mi opinión, la gente va a ir a votar sobre cómo los gobiernos han conducido su estrategia para enfrentar la pandemia, sobre esto van a ir a votar, no sobre la 4T ni la Refundación. En ese escenario, habrá que recordar que existe el fenómeno del clientelismo, que significa que cada partido en el gobierno, en todos los gobiernos que existen, van a tratar de llevar a sus fieles, a sus agremiados, a sus clientes, o a los que tiene en la nómina, los van a mover, pero yo no creo que sea una movilización muy importante que pueda ser significativa.
Lo que quiero decir es que es difícil que nosotros podamos asegurar, decir, que los partidos que están en el poder, van a perder. Aquí hay un problema de una cierta concepción de la legitimidad, en el sentido de que los que están en el poder, no están en el poder por lo que hacen, ni por lo eficientes que son, sino porque las oposiciones que hay, no tienen ni la confianza ni la credibilidad suficiente para sustituir a esos que están en el poder.
La gente puede ir a votar a favor de los que están en el poder porque no tienen de otra, y es que de los males el menor. Esos que están gobernando están mal, los que los quieren sustituir están peor. Y eso la gente se da cuenta, habrá una situación encontrada porque algunos están criticando y cuestionan como se ha desempeñado cada gobierno con la pandemia, pero también van a decirte pues de los males el menor, no tengo de otra, ni modo que nos quedemos sin gobernantes.
VATICINA ALTA ABSTENCIÓN
P. ¿Pero como en todas las elecciones intermedias, el abstencionismo será el gran ganador?
R.- Yo creo que lo más probable es que haya una alta abstención tanto por el asunto de la pandemia como por este desánimo que existe en la población; porque si no existiera la pandemia sí te podría podría decir “no pues será la elección un plebiscito para definir la continuidad de la 4T y la Refundación, pero yo pienso que esos elementos ahorita no van a entrar. Va a haber una gran abstención y en esa abstención lo más posible es que los que están gobernando, sigan gobernando.
P. Dadas las condiciones que está generando la pandemia, ¿no cree usted que se corre el riesgo de no se cumplan los principios rectores de la democracia en la competencia electoral, es decir no están garantizados los principios como la certeza, la legalidad, la independencia, la imparcialidad, la equidad?
R.- Que tema tan interesante Mario. Yo tengo la suposición de que si las elecciones se realizan aún en las condiciones que estamos diciendo, son perfectamente impugnables, sobre todo las de diputados federales y más particularmente en el caso de los que se van a reelegir. Mira, el Congreso de la Unión no cumplió con el mandato que le dio el órgano reformador de la Constitución desde febrero del 2014, para que hiciera las adecuaciones necesarias, ya sea en la Constitución o en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, para sentar y establecer las bases generales a las que debe sujetarse la reelección de legisladores y de munícipes.
Ahí hay un problemón enorme, el principio de reelección se va a aplicar por primera vez a nivel federal en el país, en esta elección del 2021 exclusivamente con los diputados federales, no con los senadores porque no hay renovación de la Cámara de Senadores, de ahí que los diputados a principios del año pasado, por ahí como en el mes de marzo, enviaron al Senado de la República su propuesta de iniciativa de reformas legales para regular y normar la reelección, en donde entre otras cosas se establecía que podían seguir en el cargo.
El Senado de la República le dio para atrás, no obstante que se trataba de legisladores de los mismos partidos políticos, porque vio que era una reforma a modo, un traje hecho a la medida; entonces estos señores legisladores (diputados) lo que hicieron fue dejar pasar el tiempo para que se cumplieran los plazos fatales, ya que de acuerdo con el 105 constitucional no se puede reformar ninguna ley que tenga que ver con cuestiones electorales tres meses antes de que inicie el proceso electoral; el proceso electoral arrancó en la primera semana de septiembre, entones se debió haber publicado cualquier reforma, modificación que pudiera haber tenido como objetivo regular la reelección, a más tardar a finales del mes de mayo del año pasado.
Lo que ocurrió es que en el INE se aprobó en la Comisión de Prerrogativas a Partidos Políticos unos lineamientos en los que se establecía que los diputados debían de solicitar licencia para separarse del cargo, porque no podías ser diputado y a la vez andar en campaña, por el asunto de la equidad.
Eso crispó los ánimos en la Cámara de Diputados y entonces los legisladores le llamaron la atención a los consejeros electorales y a través de una determinación de la Junta de Coordinación Política el 27 de noviembre determinan unas reglas para su propia reelección, en donde se contempla que podían seguir en el cargo, lo que finalmente es aprobado por unanimidad en el pleno, aunque se tratara de una determinación contraria a lo que aprobó en su momento la Comisión respectiva del Consejo general del INE.
P. Una situación muy importante y trascendente por el evidente desapego a la legalidad, doctor…
R. El INE el 7 de diciembre se ve obligado entonces a reformar en una sesión de consejo general, aquello que habían aprobado y prácticamente transcribir lo que los diputados aprobaron, y eso fue lo que finalmente se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 16 de diciembre.
